—Conocí a la novia de Liam en una entrevista. Él la acompañó, lo vi en la puerta. Obviamente le pregunté si era novia de él al final de la misma y se puso tensa —contó May y echó una risa baja—, debe haber pensado que no la iba a contratar por eso.

—¿Pero la contrataste? —preguntó Vincent.

—Sí. Además, se ve que es simpática.

—Lo es—confirmó Grace—. En el hospital cuando visitábamos a Liam y cuando conocí a la familia de mi novio, se portó muy bien.

—Incluso con los niños fue muy buena la primera vez y siempre lo es cuando los llevamos a ver a su hermano menor —agregó Sandrine.

—Al parecer a Liam le gustan los opuestos, y eso que ella también tiene una enfermedad mental. Sólo espero que no sea un dolor de cabeza para ti y papá —deseó Spencer.

—No sé mucho de la bipolaridad, pero espero que no entorpezca el trabajo como lo hacía Liam.

—No debería pasar nada si sigue el tratamiento al pie de la letra —opinó su cuñado.

—Veremos. Recién es su primera semana de trabajo.

—Cambiando de tema. Grace, ¿y tu novio? ¿Cómo te está yendo con él y...tu suegra? —preguntó Isabelle poniéndose seria hacia el final de la pregunta. Grace suspiró.

—La verdad es que es muy difícil vernos en otro lugar que no sea en la zapatería —se quejó.

—¿Su madre todavía no te acepta? —se preocupó Stanley.

—No, y no sé si lo vaya a hacer —contestó desesperanzada.

—En todo caso, Dylan le tendrá que poner límites pronto —opinó Vincent—. Tanto nosotros como su familia hemos ayudado a que se vean y muy pocas veces logramos convencerlo.

—Pero no vive con ella, debería poder hacer lo que quiere —opinó Isabelle, frunciendo el ceño—. Es decir, vive con el padre, pero él te aceptó.

—No está muy dispuesto a enfrentarla —lamentó Grace.

—¿Él te defiende cuando tu suegra te ataca? —preguntó May.

—Lamentablemente no. Lo hizo al principio, pero luego su madre lo regañó delante mío, y en una cita me dijo que no lo haría más para no perder la relación con ella.

—Dylan se deja gobernar mucho por la madre. Siempre lo está llamando para cualquier cosa cuando ya arregló cita con Grace —se quejó Spencer.

—Pero no debe ser fácil para Dylan enfrentar a su mamá y defender a Grace. Está entre la espada y la pared. Lamento decirte que vas a tener que poner límites si él no los establece y...terminar la relación si esto sigue así —aconsejó el terapeuta.

—Es muy bueno; espero no tener que llegar a eso —deseó Grace.

—A todos nos había caído bien tu primer novio —opinó May—, pero es por tu bien. Tienes que estar con alguien que te valore como se debe, no con un niñito que no te defiende de quienes te agreden.

***

Los hermanos de Dylan y de Grace decidieron armar una juntada para que la pareja pudiera juntarse. Como iba a ser un simulacro, ya que algunos sólo tenían unos minutos, Daphne intentaba convencer a Liam de que la acompañara. Estaban solos en casa de ella.

—Hay un par de ese grupo que no van a querer verme —se negó—. Y todavía no estoy preparado para ver a Sandrine como amiga si es que pasamos a eso o sólo dos conocidos —dijo cabizbajo y suspirando.

—Pero sí puedes ver a Vincent en las terapias. Además, tu ex últimamente te lleva a tus hijos o tú vas a su casa a buscarlos.

—Es distinto —la corrigió mirandolá—, ya te expliqué por qué quise tomarlas con él. Y cuando ella va a mi casa es sólo por unos segundos. No se queda todo el día.

—No puedes estar huyendo de Sandrine. Sé que quieres olvidarla, yo también quiero que la olvides, pero huir no es la solución. Ya te lo dije cuando estábamos en el hospital —le recordó—. Algún día Grace y mi hermano se casarán. ¿Vas a evitar ir porque tu ex va a estar en la iglesia o el civil o donde hagamos la fiesta? ¿Vas a evitar todos los lugares que pise Sandrine? —Liam se le quedó mirando, como analizando lo que le había dicho y luego miró a un costado—. Ven conmigo mañana, sólo serán unos minutos, después nos vamos a otro lado. —Su novio la volvió a mirar. Ella tenía razón.

—Está bien, voy —aceptó. Daphne sonrió y lo abrazó. Se apartó.

—Qué lindo cómo eres de obediente —lo felicitó dandolé palmaditas en el rostro. Liam rió para sus adentros. Le había gustado como siempre.

Al día siguiente, Dylan no estaba seguro al principio, pero Daphne, Nathan y Liam lo terminaron convenciendo.

***

Una vez que estuvieron todos en un parque, estaban por irse.

—¿Y si nos descubre? —dudó—. Mi mamá últimamente siempre me llama al celular.

—Yo que tú apagaría el celular —le aconsejó Sandrine—. No es momento para que los molesten.

—Es verdad, tienes que aprender a poner límites —agregó Daphne, exigiendolé—, eso no lo podemos hacer por ti.

—Ustedes traten de disfrutar —aconsejó Vincent. Se despidieron todos y se fueron. Grace se acercó más a su novio, y este la abrazó con un brazo. Se dieron un beso. Dylan siguió el consejo de Daphne y apagó el celular.

—Perdón por todo esto y por no defenderte, es que no quiero pelearme con mi mamá —se disculpó avergonzado.

—Está todo bien, te entiendo. Yo tampoco quisiera arruinar la relación aunque me haya rechazado y...bueno, nada, olvídalo. —Miró al frente para evitar seguir hablando del tema.

—No, dime —pidió. Ella lo volvió a mirar.

—Que tu mamá me cae mal —confesó con vergüenza—. Lo siento, pero por cómo me estuvo tratando e impidiendo nuestras citas, no puedo pensar bien de ella. Además de avergonzarse de Daphne por tener una enfermedad bipolar.

—No pasa nada —la disculpó—. Cualquiera se sentiría así. Ella no es fácil de llevar. Cuando me fui a vivir con mi papá, ella trató de impedirlo con amenazas de castigo. Es que yo todavía era menor, tenía 16. Entonces tuvieron que intervenir mi papá, Nathan, que ya era mayor, y Daphne. Ella todavía no podía irse, y a veces la castigaba por ponerse de mi lado. Finalmente me pude ir, y mi mamá decidió dejar de hablarme por como un mes. Me acusó de querer más a mi papá que a ella.

—¿Y cómo se hablaron de nuevo?

—Yo estaba por volver por los chantajes que hacía, pero por suerte volvieron a intervenir mi papá y mis hermanos. Después se resignó y terminó aceptando que ya no quería vivir con ella. —Cambiaron de tema y se siguieron dando besos y caricias.

Lejos de ahí, el grupo estaba dividiéndose. May iba de vuelta al restaurante, Noel y Natasha se fueron con Spencer y le dijeron a Liam que se verían el sábado, Sandrine decidió acompañarlos, y Vincent tenía una paciente.

—¿Hacemos una cita doble? —sugirió Gisel, mientras su novio la tenía abrazada con un brazo—. Bueno, es que tengo antojos —confesó riendo levemente.

—Yo no tengo que trabajar hoy —aceptó Nathan encogiendosé de hombros—. ¿Vienen?

—Yo sí —aceptó Daphne.

—Yo no tengo nada que hacer —agregó Liam, y se fueron los cuatro juntos.