Capítulo 19
Luego de un mes saliendo, Dylan llevó a Grace a conocer a su madre. Estaban cenando ellos tres y su hermano menor. Lizette, de nuevo, miraba con desconfianza.
—¿Tuviste novio antes de conocer a mi hijo? —la interrogó.
—No, señora, Dylan es el primero.
—Ah. De mi hijo también. ¿Cuántos años tienes?
—28.
—Dylan tiene 22 —dijo Shawn sonriendo, Grace también le sonrió al niño, pero su sonrisa se borró con el comentario de su suegra.
—Así es, ¿no te parece que eres muy grande para mi hijo? ¿Tu primer novio no podría haber sido alguien de tu edad? —atacó.
—Pero Gisel tiene 33 y la aceptaste, mamá —intervino Shawn en defensa de su cuñada.
—Usted no se meta —lo retó Lizette.
—Mamá, por favor, no la trates así —defendió Dylan a su novia—. Y tampoco trates así a mi hermano.
—Creo que...la edad no importa. Además, su hijo ya está grande para decidir por sí mismo —argumentó Grace con paciencia. —Lizette suspiró.
—Por lo visto a mis hijos les gustan las mujeres más grandes —se quejó.
Un rato después, Grace y Dylan se despidieron de todos. Dylan la acompañó hasta la parada del colectivo.
—Disculpa por cómo te trató mi mamá —se disculpó avergonzado—, a ella le cuesta aceptar a sus nueras y yernos, pero espero que mi hermano te haya caído bien.
—No te preocupes —lo disculpó mirándolo mientras caminaban, luego volvió a mirar al frente—, y sí, Shawn fue muy agradable —confirmó con una sonrisa.
—Con el resto de mi familia te irá mejor, te lo prometo.
—Yo sé que sí. Y no te disculpes por tu mamá. Fue ella la que me trató mal, no tú. —Dylan le sonrió. Continuaron hablando de otros temas hasta llegar a la parada. Siguieron conversando mientras se daban besos y caricias, hasta que Grace vio llegar el colectivo. Se disculpó con su novio para apartarse, hizo la seña para pararlo, se despidió y se subió.
***
Grace le contaba a su familia cómo había sido su primera experiencia de conocer a la familia de su novio. Los nenes estaban viendo "La vaca y el pollito" en la habitación de los abuelos.
—Bueno, esperemos que con su padre y otros hermanos te vaya mejor —deseó Nigel.
—Si quiere intervenir, vamos a ayudarte en tu relación. Me gusta Dylan para ti —la apoyó Spencer.
—A mí también a pesar de la diferencia de edad —agregó May.
—A Liam lo rechazaste porque era muy chico para Sandrine —recordó su madre—, entre otras cosas. Y eso que no había tanta diferencia. Sólo cuatro años.
—Este sí es muy chico para Grace, pero se notó que no es un nenito —aclaró su hijo—. Espero que no resulte ser un violento.
—También hay que esperar que no deje que la madre intervenga —agregó Vincent—. Tuve muchos pacientes contándome de esos casos.
—¿Qué te decían? Digo, así en general —aclaró Sandrine por si le estaba preguntando demasiado debido al secreto profesional.
—No quiero asustar a Grace, pero las chicas por ejemplo se quejaban de que sus novios no las defendían cuando las familias de estos las atacaban verbalmente, otros pacientes me contaban que las familias políticas se metían mucho, y tanto novios como novias no ponían límites —enumeró su marido.
—Pues, con su hermano menor, que es un niño, me llevé muy bien.
***
Dylan estaba con su novia y su cuñado en la zapatería. No había ningún cliente y hablaban entre ellos mientras los demás empleados acomodaban todo. Ellos eran vendedores, así que no se encargaban del depósito.
—¿Te dijo algo tu mamá sobre mí estos días? —preguntó Grace.
—No deberías querer saber esas cosas —intentó detenerla su hermano incluso sin saber qué dijo la madre de Dylan de su hermana.
—Tiene razón, mi amor, es mejor no saber mucho. Sólo ten presente que por el momento no te aceptó.
—Mm, está bien —aceptó no muy convencida y pensando en lo que la suegra debió de haber dicho a sus espaldas.
Ese sábado, Grace fue a casa de Dylan para conocer a su padre, pues vivía con él y su hermana. Estaban también Nathan y Gisel, quienes la consolaron y entendieron por el maltrato recibido por parte de Lizette. Shawn estaba ahí también por supuesto.
—Ahora me aceptó, pero sólo porque quedé embarazada de Nate —aclaró Gisel.
—Felicidades, por cierto —dijo Grace.
—Gracias, este va a ser mi segundo hijo y el primero de Nate —sonrió a la vez que se tocaba el vientre y miraba a su pareja—. Mi otro hijo está con su papá.
—Si mi madre interviene, vamos a ayudarlos en la relación —se ofreció Nathan.
—Mi exmujer es demasiado conservadora. A mí sólo me importa que mis hijos sean felices y estén con quienes ellos quieran —dijo Jeremy.
—A mí me discrimina por ser bipolar —se quejó Daphne.
—¡Qué horrible! —expresó Grace con el ceño fruncido.
—Sí. Hice tarta de manzana para el postre, espero que te guste —comentó cambiando de tema de repente.
—Seguro que sí —contestó Grace riendo levemente y siendo tomada por sorpresa por la actitud de su cuñada.
—¿Y cómo va mi hijo en la zapatería, Grace?
—Trabaja muy bien, aprendió rápido a atender clientes —contestó al mismo tiempo que miraba a su novio, y este sonreía con los elogios.
—Gracias a ti —dijo tocandolé la mano y sonriendolé. Volvió a mirar a su familia—. Ella me enseñó.
—Mi hermana vende postres en la calle —contó Shawn.
—Sí, es que...trabajé un par de veces en cafeterías y restaurantes, pero por mi enfermedad siempre me despiden —se quejó Daphne—. Así que salgo a vender por mi cuenta. Pero estoy bien así.
—Sabes que no estamos de acuerdo con eso —enfatizó Nathan con seriedad.
—Tu hermano tiene razón —concordó Gisel—. Es mejor que vuelvas a buscar dónde trabajar. —No hablaron más del asunto y pasaron a otro tema.
Más tarde, era la hora del té, todos estaban comiendo la tarta que había hecho Daphne.
—Está buena —elogió Grace, saboreando.
—Gracias —contestó sonriendo—. Lástima que a mi novio no le pueda llevar por ahora.
—¿Por qué?
—Está en un psiquiátrico. Lo conocí ahí. Al principio fue difícil de tratar, pero como que estaba saliendo de un mal momento. Se llama Liam, por cierto. —Grace la miró sorprendida.
—Vaya. Mi último excuñado se llama así y también está internado. Ay —soltó al ver que tal vez había metido la pata—, perdón, es que no tengo experiencia en estas cosas —se disculpó avergonzada. Dylan la tomó de la mano para tranquilizarla. Daphne rió un poco.
—No hay nada de qué disculparse. Liam me contó de su exmujer, y le dije que iba a ser paciente.
—Pero, ¿será el mismo Liam? —dudó Grace. Su cuñada se encogió de hombros.
—Tal vez. ¿Tiene una hija con una exnovia y otros tres con la exesposa?
—Sí —contestó estirando un poco la palabra.
—Entonces es el mismo, pero tú no te preocupes por nada. No soy de esas novias que le impiden al novio ver a su ex a toda costa y a todo el que tenga que ver con la ex.
—Es verdad, además, ya viste que acá somos relajados a diferencia de mi mamá —le demostró Dylan. Su novia sonrió aliviada.
—A Daphne le encanta hablar de su Liam —comentó Jeremy.
—Espero que puedan ser felices —deseó Grace.
—Espero que tú también con mi hermano —contestó Daphne.
—Si Daphne fuera menor de edad, tendría que esperar mi aprobación —dijo Nathan refiriendosé a Liam.
—Pero ya soy grande, no necesito que aprueben a mis novios —contestó ella presumiendo.
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