Capítulo 18
Grace y Dylan estaban cenando en un restaurante luego de haber ido al cine.
—No quiero ser paranoica, pero dudaba de si me aceptarías o no la invitación. Por la diferencia de edad, no es tanta, pero yo soy más grande que tú.
—Descuida, eso no importa. De hecho, tú también me gustaste desde el primer momento —confesó sonrojado—, y que bueno que te hayas animado a invitarme. Yo nunca lo hice con nadie. Soy muy tímido para eso.
—Yo siempre preferí que me inviten, pero al final decidí dar yo el primer paso. Ya estamos en el siglo XXI además —dijo y rió levemente. Dylan también rió.
—Mi mamá no pensaría así —se quejó—, por suerte es el único miembro de mi familia que se quedó en el siglo pasado. ¿Alguien de tu familia es así?
—No, por suerte no. Mi papá es estricto, mi hermano es muy cuidador, y eso que es el menor, mi hermana mayor es como mi papá, pero sólo eso. Son de mente abierta.
***
Con cada visita al hospital, la familia de Liam y Daphne siempre se encontraban, y la chica les iba cayendo cada vez mejor, incluso a los mellizos y a Lester, quienes de a poco le iban agarrando confianza. El único problema era que hacían preguntas sobre su enfermedad que eran incluso incómodas. Si bien Daphne era paciente con ellos por sus cortas edades, Liam y los demás los reprendían por groseros. Finalmente, ellos aceptaron juntarse con Shawn. Incluso fueron a su casa.
—Tus hijos al fin decidieron juntarse con tu cuñado —contó Noel.
—Me alegro. Aunque no sé a qué cuñado te refieres —negó Liam cabizbajo.
—Liam, deja de ocultarlo. Hasta tus hijos se dieron cuenta de cómo miras a Daphne —dijo Peggy.
—Ya dije varias veces que Daphne es una amiga —insistió mirándolos.
—Grace es tu amiga —mencionó Natasha—. ¿A ella la miras cómo miras a Daphne acaso? No te voy a preguntar de mí porque, sí, soy tu amiga, pero soy la esposa de tu hermano. Pero, ¿sonríes con los ojos iluminados?, ¿suspiras cuando la saludas?, ¿te sonrojas cuando ves a Grace? —interrogó. Liam se agachó, se agarró la cabeza y se pasó las manos hasta la nuca.
—Sabemos que intentas disimular, pero es imposible ocultar estos sentimientos —señaló Noel.
—Lo sé —admitió todavía agachado y con las manos sobre la nuca.
—¿Por qué te da miedo admitir que es tu novia? —preguntó su mamá—. Mira, si es por lo que puedan pensar tus hijos, a ellos al principio no les cayó muy bien porque la conociste acá, menos a Jenna. Tu hija mayor la aceptó apenas la conoció. Pero no puedes estar pendiente de lo que quieran tus hijos.
—No es por ellos. Me preocupó que no la aceptaran, pero eso ya se solucionó como verán.
—¿Es por Sandrine? —supuso Noel.
—Sí, sigo pensando en ella—confirmó mientras se enderezaba—. ¿Cómo voy a empezar una relación así? Además...tengo miedo de volverla a cagar.
—Entendemos, pero estás mejorando; tu enfermedad está tratada —lo alentó Noel—. Y además conociste a alguien que tiene una enfermedad parecida, así que van a entenderse. De hecho, si no te mandó a la mierda después de todo lo que le contaste, ¿por qué lo haría más adelante? Con respecto a tu ex, dijiste que Daphne sería paciente —le recordó encogiéndose de hombros. No hubo respuesta por parte de su hermano menor, sólo se le quedó mirando con atención y pensativo. Luego vieron llegar a la amiga de Liam, y él se levantó sin dudarlo a recibirla con un beso en la boca, acto que sorprendió a Daphne, pero no a su familia.
—Bueno, parece que lo convencimos —celebró Natasha. A lo lejos, Liam y Daphne seguían juntos.
—¿Y eso? —preguntó entre algunas risitas—. ¿Ya no quieres disimular?
—Estuve hablando con mi familia recién sobre ti y —hizo una pausa, la tomó de una mano, miró para abajo y luego la volvió a mirar—...ya no quiero ocultar nuestra relación.
—Está bien —aceptó acariciándole el rostro. Fueron a donde estaban los demás.
***
—¿Y de dónde conoces a esos niños? A los mellizos y sus hermanos —preguntó Lizette a su hijo con curiosidad mientras él tomaba la merienda y ella miraba la televisión.
—Son hijos de Liam; el tipo que le gustó a Daphne en el hospital—contestó Shawn.
—¿Todos ellos? ¿Los cuatro? —preguntó sorprendida y poniéndose más seria.
—Sí, y parece que ahora son sus hijastros porque él y Daphne se pusieron de novios ahí —contó como si nada, y su mamá se le quedó mirando. No le había gustado lo que escuchó, pero siguió mirando la tele, aunque sin prestar atención a lo que veía porque se puso a pensar en qué tan lejos llegaría su hija con esa relación. Sin embargo, eso no afectaría en las amistades del niño.
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