Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10

Gisel estaba almorzando en casa de la madre de Nathan. Estaban ellos tres. Shawn estaba en la escuela, ya que tenía clase a la tarde. Lizette no disimulaba para nada su cara de desprecio y su frialdad hacia su nuera y la vigilaba constantemente. Gisel se sentía incomoda con eso. Su novio se dio cuenta y le tocó la mano, haciendo que se tranquilizara.

—Y dime, Gisel, ¿te divorciaste y después te pusiste a buscar reemplazos para ayudarte a cuidar a tu hijo? —preguntó la señora con soberbia. Gisel la miró fijamente y con la mandíbula tensa.

—Mamá —le llamó la atención Nathan seriamente.

—Mi exmarido es un hombre seguro de sí mismo, señora. Él ya conoció a Nathan y no lo vio como un reemplazo. —Lizette echó una pequeña risa cínica.

—Claro —se burló.

***

Al terminar el almuerzo, Nathan y su madre tuvieron una conversación en privado mientras Gisel estaba en el baño.

—¿En verdad quieres estar con una mujer como ella? —preguntó tratando de convencerlo de que la dejara.

—Ya sabes lo que va a pasar entre tú y yo si la rechazas —le recordó.

—Aquí quien pone esas condiciones soy yo —lo regañó apuntandolé con el dedo—. Sé lo que es mejor para ti y tus hermanos, y esa mujer no te conviene.

—Según tu, parece que nadie nos conviene. Te gusta rechazar a todo el mundo —le recriminó—. Nunca me aceptaste a ninguna novia; y a Daphne, ningún novio. Seguramente vas a hacer lo mismo con Dylan cuando tenga. Lo peor es que ninguno aguanta y huyen de nosotros.

—Si tan sólo supieran elegir —criticó.

—¡Hemos sabido elegir bien, eres tú la que no acepta a nadie! ¡Papá si supo aceptar a sus nueras y yernos! —le echó en cara.

—¡Pero ella menos que ninguna es la indicada! No es indicada ni para ti ni para nadie —siguió criticando con dureza y frialdad—. Tiene un hijo y es mucho más grande que tú.

—Como si eso me importara —contestó con sarcasmo—. De todas formas, tampoco está en edad de ser mi madre.

—Nathan, usa la cabeza. Tienes 25 años, eres joven, esa mujer te va a arruinar la vida. —Al finalizar la frase, se escuchó abrir la puerta del baño.

—Tu me tuviste a los 20 años. ¿Tú vida se arruinó a esa edad? —Su madre suspiró.

—Claro que no. —Su hijo vio por el rabillo del ojo que Gisel volvía y se acercó a ella, quien le sonrió.

—Disculpen, pero ya tengo que irme —avisó con incomodidad.

—Qué lástima —contestó con sarcasmo su suegra. Gisel miró a un costado incómodamente y suspiró.

—Yo puedo llevarte si quieres —se ofreció su novio.

—Sí, gracias —aceptó con una pequeña sonrisa, a gusto de que él la llevara—. Adiós, señora.

—Cuídate —contestó con una sonrisa falsa.

—Adiós, mamá —se despidió su hijo mirandolá muy seriamente. Salieron y una vez afuera, ambos subieron a la patrulla y se fueron.

Un rato después, llegaron a casa de Gisel.

—Antes de que te bajes, quiero disculparme por cómo te trató mi mamá. De verdad intento, intentamos —se corrigió— hacer que acepte a nuestras parejas, pero al parecer no quiere ceder.

—¿Con tus hermanos hace lo mismo?

—Con Dylan todavía no porque nunca tuvo novia, pero sospecho que va a ser igual. De verdad, no sé qué decir, me siento avergonzado por lo de hoy.

—No es tu culpa, Nate —lo consoló acariciandolé el rostro—. Si alguien tiene que disculparse, es tu mamá, no tú. —Él le sonrió un poco.

—Eres muy buena, y —hizo una pausa, bajó la cabeza, se puso serio y la volvió a mirar— te prometo que con mi papá y mis hermanos va a ser diferente. Mañana o cuando tú quieras ir —habló tratando de ocultar su nerviosismo.

—Por lo que me contaste de ellos, estoy segura de que sí —dijo con optimismo—. Tranquilo, va a salir todo bien —le sonrió al notar que estaba nervioso, aunque tratara de ocultarlo.

—Aunque, no te dejaría si ellos también te rechazan y espero lo mismo de ti —deseó con seriedad e inquietud.

—Claro que no, no te dejaré —le prometió acariciandolé la cara. Su novio sonrió aliviado y le dio un beso.

***

Liam estaba con su familia en el patio, haciendolé caballito con la pierna a cada uno de sus hijos. Daphne lo admiraba desde la ventana de su habitación con una sonrisa, apoyada en el alféizar. Entró su compañera de habitación y se le acercó. Vio lo que estaba mirando.

—¿Sigues embobada con ese tipo? —preguntó con desagrado.

—Sí —suspiró—, ¿no es lindo?

—Pero tiene hijos —resaltó.

—Eso no importa. Puedo llevarme bien con ellos; en algún momento me aceptarán. Además, es muy bueno con los niños, y prefiero a alguien que se lleve bien con mi hermano menor.

—Sí pero le pegó a dos mujeres, ¿estás loca? ¿Cómo vas a querer estar con alguien así? —Daphne echó una risita.

—Por algo estoy acá, ¿no? —dijo mirandolá—. Y tú también.

—Hablo en serio.

—Puedo arreglármelas. Todos merecemos oportunidades. Ni que fuera un asesino. Sólo míralo, se nota que sus hijos lo quieren mucho, tanto como él a ellos —dijo con ternura y volviendoló a mirar—. No puede ser tan malo —supuso.

—Tal vez no saben lo que pasó —dudó.

—O a lo mejor sí, y es algo que algún día me va a contar —dijo con optimismo.

—Al menos búscate a alguien sin hijos y de tu edad.

—Pero me gusta él. Se dejó consolar esta mañana, es un avance —sonrió victoriosa. Su amiga no insistió más y salió de la habitación, en dirección a la sala. Daphne siguió mirando a su chico.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro