Pov. Narr

En una habitación oscura, parecida a un calabozo sin fin, pasaba los días el glamuroso Rey Dado, dejando atrás sus caros prestigios y antigua vida. El sol no traspasaba las opacas cortinas a no ser por los innumerables agujeros que en esta se encontraban, todo pequeño rayo de luz que iluminaba aquella dichosa habitación, era disuelto por el aire de tristeza que está emitía, el sentimiento de soledad, tan ahogan te la sensación de que al pasar el tiempo, la misma empatía te empieza a consumir transformando te en esa viva imagen de la tristeza pura, llena de odio y desesperación por conseguir las tan anheladas metas de tú fracasada vida.

Pov. Dice

Aburrido, simplemente aburrido. El hecho de que siempre he de seguir la misma rutina sin que algo inesperado pase me agobia, cuando te acostumbras al ambiente del casino este ambiente tan pacífico llega a ser perturbador, pero sobre todo aburrido, hacer cosas normales, nunca creí que me llevarían a este punto. Después de otra cotidiana noche con mi divertido amigo el insomnio y mis amigas las preguntas que te aturden la cabeza y no te dejan dormir, me levanté de mi espaciosa cama y posteriormente la tendi con sus respectivas sábanas, rodeé la ya tendida cuna de Morfeo para dirigirme a mí clóset, tomar una muda de ropa cómoda, lo normal con lo que suelo andar estos días, una enguatada de lana muy suavecita y calentita, más un pantalón con mis adoradas pantuflas, los colores de hoy fueron Blanco para la parte superior y gris para la inferior, una buena combinación...si no contamos mis pantuflas rosadas. Después de vestirme, salí de mi cuarto y fuí al baño al final del pasillo, tomé mi cepillo de dientes le unté algo de pasta, una...muy barata....y empecé mis 20 minutos de cepillado, luego me enjuague la boca, enjaboné mi rostro y luego de quitarme el jabón de la cara tomé mi toaya morada y me sequé todo mi cutis. Me miré en el espejo ¿Qué está pasando? Entré en pánico, mi rostro estaba roto y lleno de sangre, estuve a punto de gritar cuando recobré la conciencia....¿Otro recuerdo?..... Suspiré pesado sin otra opción que seguir con mi rutina, pero al intentar salir del baño resbalé y caí al piso frente a la puerta abierta de este – Jajajajaja Dice si que eres torpe! – una voz desde fuera de la puerta me hizo alzar la mirada rápidamente pero, para mí mala suerte, no había nada, ni nadie – Devil? – pronuncié algo bajo, no sé por qué pero algo de esperanza invadió mi mente en ese momento. Pero otra vez, nada, ¿mi mente me vuelve a jugar otra mala fachada? – Ésto es tan frustrante – ¿Acaso esperé de verdad otra cosa? – Soy idiota ... ¿Por qué el vendría aquí para verme?...Si hubiese vuelto se llevaría mi alma y ya, me volvería a utilizar como siempre hizo...nunca le importé... – Y esa era la verdad, la que dolía, pero la que tenía que ser dicha, ¿Qué motivos tendría para venir? – Deja de soñar...idiota... – me dije a mí mismo, tenía de qué despertar de ese sueño, me estaba consumiendo. Me levanté del piso, salí del baño y escuché un grito – DICEEEEE!! VEN ACÁ BUENO PARA NADA!!! – ¿¡El grito venía de mi cuarto!? Salí corriendo hacia la puerta de mi habitación derrapando con mis pies para poder detenerme frente a ella y aún así resbalé y me caí de lado, a lo que me levanté rápidamente abrí la puerta y otra vez no había nada... – Esto se está volviendo estúpido...jaja.. – reí sarcástico, era estúpido lo que hacía, ¿¿¿QUE ESTABA ESPERANDO??? Suspiré y tapé mi rostro, ¿Acaso empezaba a tener esquizofrenia?

Me senté en la cama, para los pies de la misma... – Lo necesito.... – dije entre susurros. Se que todo es mentira, sé que es imposible pero, en serio, lo necesito, o terminaré acabando con lo único que me impide ser feliz...mi vida. Miré a la cama y otro recuerdo me hizo estallar en llanto, lo podía ver, justo ahí, recostado en mi cama mientras dormía como gato – Tan lindo... – quince acercar mi mano a su rostro, pero ahí se desapareció todo. El se fue.. no va a volver – ¡TÚ MISMO LO VISTE! ¡YA DEJA DE LASTIMARTE CON ESTA FARSA – Grité para mis interiores, era todo tan confundo, me sentía mareado de tantos recuerdos juntos, me dolía la cabeza ya no podría aguantar mucho más, mordí mi labio para evitar llorar con fuerza. Cuando ya lograba mantenerme firme todo se fue por la borda, al escuchar unas palabras resonar por la habitación – No estás solo – ¿Es otra vez algo de mi cabeza? – Necesito tú ayuda – esas palabras sonaron como eco por toda la habitación.. – Sea lo que sea, necesito que pare.. – Dije sin pensarlo mucho, me levanté de la cama y salí del cuarto, para ir a la cocina, prepararme un desayuno y despejar la mente.

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Cuando me logré calmar miré la hora en un reloj en la pared, tomé todo lo que ensucie y lo fregué, para organizarlos y colocarlos en sus respectivos lugares.

Al terminar con la cosina, más o menos las 11, me dirijo a la salida, tomé un saco, un sombrero, algo de dinero y las llaves de la casa, para luego salir y dejar solo aquella pesadilla de todo el día

•°• Continuará •°•