Ashton llevó a Calum al hospital y, como es su mejor amigo, no le cobró en transporte de grúa. Calum sólo espera que no se pierda de nuevo.

–Buenas noches. –saluda a la enfermera que atiende la mesa de entrada de urgencias.

–Por favor espere sentado, ya lo atenderán los médicos cuando puedan. –contesta rápidamente mientras rellena unos papeles y él nota que hay una gran montaña junto a ella que debe rellenar.

No le queda más que esperar, él se sienta en la sala de espera y mira a su alrededor, hay muchas personas lastimadas con golpes o raspones y las enfermeras corren de aquí para allá. Saca un pañuelo de su bolsillo y limpia un poco la sangre que baja desde su cabeza.

Hay un pequeño carrito a su lado con un niño de unos tres años más o menos que llora sin parar haciendo que se irrite cada vez más.

–¡¿Qué es lo que te pasa?! –exclama mirando al pequeño. El niño deja de llorar y apunta con su pequeña manito al suelo, allí se encuentra una paleta dulce –Ya veo, se que cayó y por eso estás llorando. –habla el moreno y se inclina un poco para tomar el dulce y se lo entrega al niño haciendo que sonría de la alegría.

–¡DEGENERANDO! –exclama una mujer y le pega una fuerte cachetada haciendo que mire a un lado, su mejilla derecha comienza a arder y mira enojado a su agresora.

–¡¿Está loca señora?! –dice tomando su rostro.

–¡OFICIAL, OFICIAL! –ella llama a la policía del hospital y para la sorpresa de Calum, se trata de su amigo de cabello raro. Sólo que ahora se lo tiñó de negro.

–¿Qué sucede aquí? –habla con una voz grave y poniendo sus manos en su cinturón, más le vale que ayude porque Calum nunca se lo perdonará.

–Éste pedófilo se acercó a mi hijo. –lo acusa esa señora y el moreno frunce el ceño.

–Oh no señora, yo vi lo que sucedió, es un malentendido. –dice el de ojos verdes.

–Pero... pero... pero...

–Ahora váyase si no quiere que la arreste por gritar en un hospital. –le advierte y ella se aleja en silencio.

–Gracias Michael. –dice Calum un poco desanimado.

–Para eso son los amigos. –contesta y se sienta a su lado –¿Por qué esa cara?

–Es que este día fue el peor de todos, me despidieron, choqué mi auto y esa mujer me abofeteó. –responde negando mientras apoya sus codos sobre las piernas.

–Si que fue un pésimo día para ti. –asiente Mike mirando hacia el frente.

–¿Y qué? ¿También tienes un doble trabajo como Ashton? –Calum lo mira de pies a cabeza, observando el uniforme de oficial.

–No, el jefe de la fábrica me descubrió dentro del armario de limpiesa con su hija y me despidió. –suelta una risa como si hubiera hecho una travesura.

–Si no te hubiera descubierto me hubiera visto a mí con su hija, ella es tan caliente. –murmuro bajando la voz.

–Cómo siempre dije She kinda hot. –agrega Michael guiñandome un ojo.

–¡Se roban los medicamentos! –grita una enfermera y un joven intenta escapar corriendo.

–El deber me llama. –Mike se acomoda la gorra y corre detrás del delincuente. Para que no escape se tira sobre él y lo inmoviliza en el suelo.

–Mmm... –Calum piensa seriamente en conseguirse otro trabajo y piensa en los trabajos de sus amigos.

–Conductor de grúa no se me da porque manejo como bestia cuando estoy enojado y seguro robaria los autos costosos. Policía no, porque robaria autos costosos. –habla para sí mismo y luego suspira.

En eso, mira a un lado y se encuentra con una niña de 12 sentada ahí –¿Qué me miras negro? –dice ella con el ceño fruncido.

–Necesitas unos anteojos niña porque mi color es chocolate. –responde él intentando no ser tan rudo.

–Veo muy bien. –ella mira a un lado seria. Entonces una enfermera llama a otro paciente –El siguiente.

–Soy yo. –dice la niña y arrastra a su madre dejando a Calum sorprendido.

–¡Ella se coló en la fila!