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5: El plan.

Intenté tardar lo menos posible en la ducha, pero con tantos jabones y acondicionadores distintos tardé más de lo esperado.

Me sequé con una toalla tan suave que parecía una nube roja.
Me envolví el pelo que olía a flores y cubrí mi cuerpo con una bata.

No me había acordado de quitarme el maquillaje, así que cuando salí tenía restos por toda la cara.

Busqué algún producto para borrarlo y después me hidraté con crema.

Ya que estaba iba a aprovechar los productos.

Por último me puse desodorante y limé una de mis uñas, que se había partido esa misma tarde por culpa de la puerta de armario.

Cuando terminé y comprobé que, aunque iba sin maquillar, estaba presentable, aparecí de nuevo en la habitación.

Ambas me esperaban aún, pero ya habían elegido lo que faltaba, así que ahora se dedicaban a mirar algo dentro de una bolsa.

—Señorita, puede cambiarse en el aseo—. Me indicó amablemente Mary, como siempre, con una sonrisa.

—Claro, ¿Puedo haceros una pregunta?

Por intentarlo no perdía nada.

—Por supuesto señorita—. Respondieron al unísono, mirándome.

—¿Sabéis quién soy?—. Pregunté, entrecerrando los ojos, pues no sabía qué versión les habría dado Zac.

Ellas compartieron una mirada y rieron levemente, como si fuese una pregunta absurda.

—Por supuesto, es la novia del señor Collins.

Parpadeé varias veces, asimilando aquello.

Genial, ahora todos creerían que era la pareja de ese... Clon de Robert Pattinson.
Sí, era idéntico.

¿Qué pretendía hacer conmigo?

La curiosidad era más latente en mí a cada minuto que pasaba cerca de él.

Sonreí de forma forzada y sin saber qué más decir tomé el vestido y complementos para ponérmelos.

Las estilistas habían hecho un trabajo estupendo, eso era seguro.
La tela se deslizó suavemente sobre mi cuerpo como si estuviera hecho a medida para mí. Además el color quedaba bastante bien con mi piel.
Decidí no ponerme sujetador por el diseño descubierto del vestido, así que solamente me puse la parte de abajo de la ropa interior.

Los tacones, rojos, me encajaban a la perfección, y por suerte tenía los agujeros hechos para ponerme pendientes.

Al mirarme al espejo me di cuenta de que parecía sacada de una revista de modelos, igual que Zac. Haríamos la "pareja" perfecta.

Me reí irónicamente por ese pensamiento.

Cada cliente era un mundo, pero este había sido sin duda alguna el más interesante de todos. La noche prometía.

Salí por segunda vez del cuarto de baño y ellas me aprobaron con la mirada.

—Está deslumbrante, al señor Collins le va a encantar—. Dijo Mary y Ruby asintió detrás de ella.

Asentí totalmente halagada. Hacía mucho tiempo que no recibía ese tipo de trato o cumplidos, y se sentía bien poder por fin sentirme como una mujer sofisticada.

—Por último, un poco de maquillaje y peluquería—. Anunció Ruby, alzando en sus manos una paleta de sombras de ojos.

—Claro, por qué no—. Volví a asentir.

Podría haberme pasado toda la noche haciendo de maniquí para ellas. Habría sido fácil acostumbrarse a todo eso, pero claramente debía volver a la realidad tarde o temprano.

Y en cuanto me hubieron maquillado y terminado de peinar mi liso cabello la realidad me golpeó el rostro.

Zac tocó a la puerta varias veces y las tres nos pusimos en pie, ellas detrás de mí. Por suerte ya estaba lista para ser vista, así que no hubo problema en dejarlo pasar.

—Necesito...—. Comenzó, pero se detuvo al observar mi nuevo aspecto.

Su mirada viajó desde mi rostro hasta mis pies, lentamente y sin intención de fingir indiferencia, al contrario, asintió sorprendido.

—Buen trabajo señoritas, ahora si me disculpan necesito llevarme a la señorita conmigo—. Pidió, sin apartar sus ojos de mí.

—Por supuesto, nos marchamos enseguida—. Las Barbies no perdieron ni un sólo segundo y recogieron todo lo que habían traído con ellas en un abrir y cerrar de ojos.

Yo les sonreí a modo de despedida, y me quedé quieta, esperando a que Zac terminase de entrar en la estancia.

—¿Es lo que esperabas?—. Pregunté, dando una vuelta para dejarme ver.

—Es mejor, pero no se lo digas o se les subirá a la cabeza—. Murmuró acercándose a mí oído.

Ambos reímos levemente por su comentario.

Al principio lo dudé, pero resultó ser simpático. Al menos en lo que llevaba de noche me había tratado mucho mejor que la mayoría de mis clientes.

Tomó una de mis manos con la suya y besó el reverso de la misma, cual caballero a una princesa.

Alcé las cejas, ya que no sabía qué pretendía. Parecía querer ligar conmigo o algo así, pero debía recordar que a mí me pagaban por llegar a donde él pretendía.

—Ahora necesito que me sigas la corriente —comenzó a explicar, estirando de mi mano hacia fuera de la habitación—. Voy a hacer una videollamada con mis padres, que viven en Londres, y les voy a presentar por fin a mi novia—. Concluyó, indicando que me sentase en el sofá.

La mesa del café había vuelto a su sitio original, y encima de esta había un ordenador portátil.

—Es decir, yo—. Comprendí.

Él asintió y se sentó a mi lado.

—Pero allí debe de ser muy tarde, son... la una —dije, mirando la hora en su reloj de mano—. Si aquí son la una y media, allí son como las... ¿Cinco y media de la mañana?

—Son las seis y media, se despiertan a esa hora. En teoría han terminado de desayunar, así que es hora de la videollamada diaria.

Asentí de nuevo. Tendría una vida muy ocupada como para hacer llamadas a esas horas de la madrugada.

Aún así, no dije nada más.

—Por favor, no me juzgues, es una historia muy...

—Tranquilo, lo que se me paga en la habitación queda—. Bromeé para tranquilizarlo.

Pareció funcionar y me dedicó una sonrisa.

Aún no comprendía por qué pagar a una prostituta para fingir ser su novia, cuando un hombre como él podría tener a cualquier mujer.

No lo iba a negar; era condenadamente atractivo y varonil.

—Ah, y no digas nada de lo que escuches en la conversación—. Dijo, como si acabase de recordarlo.

—No hay problema, en serio.

Entonces al ver la fotografía de fondo de escritorio lo supe. Supe porqué me había sonado tanto su cara.

Era el hijo del famoso empresario Ralph Collins.

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Nota: Hola 💛 normalmente no me gusta dejar notas porque te saca de la historia, pero solamente recordar que en mi Instagram (enlace en mi perfil) subo más sobre la novela, como datos y extras 👁️👄👁️ ¡Muchas gracias por leerme!

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