Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15: Sin reglas.

Me obligué a terminar de reproducir ese recuerdo en mi cabeza y así poder aguantarme las lágrimas con más facilidad.

En contra de mi propia voluntad, salí del compartimento, comprobé que no había nadie más y apoyé las manos en el mármol de los lavamanos.

Me mojé los brazos hasta los codos y los dejé secar al aire, soltando alguna que otra gota de agua en el suelo negro.

—Eres una mujer fuerte Ingrid, no dejes que un hombre de tu pasado te arruine una noche en la mismísima Londres—. Me susurré a mí misma, caminando arriba y abajo dentro de los aseos para mujeres.

A través de la puerta entreabierta se escuchaba a la pequeña orquesta apagarse poco a poco, señal de que alguien iba a hablar.

Temiendo que fuese Zac o alguien importante para él, salí de los baños apresuradamente, aunque intentando parecer tranquila.

No me costó mucho localizar a mi cliente entre la multitud, su rostro destacaba. No podía negar su belleza.

Por suerte, él no era quien debía hablar, pero sí lo hizo un familiar suyo.

El padre de Harry, Federico Russo, subió al escenario con una copa de vino blanco en la mano.

En aquel momento Zac reparó en mi presencia y, de forma totalmente casual, rodeó mi cintura con su brazo, pegándome a él cual hombre a su novia.

Federico subió un poco el micrófono, para ajustarlo a su altura, y habló. Se le notaban las copas de más.

—Buenas noches, damas y caballeros, gracias por asistir hoy a esta gala benéfica organizada por mí y mi preciosa mujer. De seguro todas las familias que saldrán beneficiadas también lo agradecerán cuando...

Dejé de escucharlo.

Prefería prestar atención a cualquier otra cosa que no fuese un hombre pasado de copas dando gracias por la hipocresía de la gente rica.

Al ver a un camarero pasar por mi lado, tomé una de las copas que llevaba en la bandeja. Estaba a medias y se notaba que alguien había bebido, pero me dio igual.

Bebí todo el champagne de un trago, aunque solamente era la mitad de la copa. No pretendía emborracharme, pero sí mejorar la noche.

Pude sentir la mirada de Zac en el lateral derecho de mi rostro, pero no me giré a devolvérsela. Simulé que prestaba atención a su tío.

—Es tan imbécil como parece—. Susurró él en mi oído, arrancándome una pequeña carcajada, que tuve que camuflar tosiendo.

Algunas personas se giraron a mirarme, y ambos nos disculpamos con la mirada.

En cuanto se volvieron, Zac también rió levemente y me pegó más a él si cabía.

Quizá era grosero pensar aquello en ese momento, pero parecía tener un trastorno bipolar.

Un día se comportaba de forma distante y seca, y al otro parecía preocuparse y compadecerse de mí.

Me giré a mirarlo con el ceño fruncido, dispuesta a reprocharle aquello, pero me quedé callada al sentir su rostro tan cerca del mío que nuestras narices se rozaban entre sí.

Federico terminó de hablar y bajó del escenario entre aplausos de todos los presentes, menos los nuestros.

—¿Quieres salir?—. Murmuró con la mirada fija en mis ojos.

A veces me asustaba la manera en que me devolvía la mirada. Como si pudiese ver detrás de mis ojos.

Sentía un extraño miedo a que pudiese ver de mí más allá de lo que yo quería mostrarle.

Asentí levemente y me arrepentí al instante. Con aquella acción nuestros labios habían llegado a rozarse.

Quise dar un paso hacia atrás, pero su mano en mi espalda lo impidió. Me empujó levemente en su dirección, aunque lejos de tener las intenciones que sospechaba, se hizo a un lado para que pasase delante de él.

Ahora lo entendía. Detrás suyo estaba el jardín.

Caminamos al exterior con una prisa súbita, aunque no más deprisa de lo debido.

El exterior era más frío y soplaba una brisa que erizaba la piel. Era entendible no ver a nadie allí fuera.

Zac pareció notar mi cambio de temperatura y se deshizo de la chaqueta de su smoking para ponerla sobre mis hombros. No me negué.

Aquel acto caballeroso trajo de nuevo a mi mente el recuerdo de Harry en la noche de nuestro primer encuentro.

«—Una joven tan hermosa no debería pasar frío de este modo.»

Sus palabras resonaron en las paredes de mi cabeza unos segundos que se me hicieron eternos.

—¿Estás bien?—. Preguntó Zac a mi lado, sin embargo no me miraba.

—Sí, claro—. Respondí inconscientemente.

Me aferré más a su chaqueta, buscando refugio en ella como si fuesen unos brazos de consuelo.

Zac apartó la mirada de los árboles del jardín para observarme. Se había mantenido a una distancia prudencial, muy diferente a como había hecho en el interior.

Titubeó, pero terminó acercándose a mí, con las manos en los bolsillos del pantalón.

—No sé si puedo esperar a llegar al hotel para oír la historia—. Dijo.

Su voz no era autoritaria ni exigente, era cautelosa.

No sabía cuáles eran sus intenciones. Quizá pura curiosidad, quizá para confirmar sus sospechas...

Suspiré y me giré hacia él para enfrentarlo.

—No es importante, solamente sabía quién era—. Mentí de la mejor forma que supe, rezando porque lo dejase estar.

De haber sido así me habría sorprendido, porque al fin y al cabo Zac Collins no se rendía tan fácilmente.

—No es tan insignificante cuando te ha sentado tan mal verlo aquí—. Replicó molesto.

Contra más se molestaba él, aún sin yo saber porqué lo hacía, más me molestaba yo por su enojo. Era un niño mimado que no aceptaba un no por respuesta, y eso no me gustaba.

—Eso no es cierto, solamente estoy estresada por la gente —mentí de nuevo, intentando no alzar la voz—. Además, si fuese así, ¿A ti qué más te da?

Apretó la mandíbula y parecía estar a punto de responder a mi pregunta a gritos, pero al final sólo soltó un suspiro, cerrando los ojos con cansancio.

—Que terca eres—. Murmuró, más para si que para mí, y volvió adentro con grandes zancadas.

De nuevo, me había dejado sola. Segunda vez en la noche, pero aquella vez me molestó más que la anterior, sin saber porqué.

Recordé las pautas a seguir que me había dado antes de salir del hotel: "Mantente a mi lado, estate quieta, sonríe y habla sólo cuando te pregunten".

De momento ya las había incumplido todas.

________________________________

Paso a recordar que en mi Instagram (denicebooks) subo avisos como los especiales, el elenco oficial, frases, edits, etc. Me alegraría que me apoyaras también ahí. 💛✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro