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Me reí mucho aquella noche cantando sin parar canciones de TVXQ del año 2008, me encantó ese álbum, cantamos a viva voz, riendo sin parar cada vez que yo me equivocaba en la letra, que sucedía con mucha frecuencia.

No solté prenda, por más que Olivia intentó persuadirme para que le contase mis intimidades con "El Sexy", aún estaba un poco decaída por las cosas que había descubierto sobre él.

Alcohol, poca comida en el estómago, muchas risas, música coreana, y el sofocante calor, me pusieron a tono, tenía ganas de sentir a cierto coreano de esa forma sexual que ya conocéis, pero no iba a llamarle, no cuando fue tan grosero esa mañana.

Sí, tenía razón, aquello sólo era sexo, y ser amigos sólo estropearía las cosas, cuanto menos supiésemos el uno del otro más fácil sería dejarlo cuando tuviese que hacerlo, pero nunca se me ha dado bien ese tipo de relaciones, siempre he necesitado conocer más a la otra persona, para que no fuese algo tan frío.

Yunho, uno de los amigos coreano de mi amiga no dejaba de lanzarme ficha, no podía más que reír, porque el chico era muy mono, como un osito de peluche, pero no me atraía como "El sexy", es lo único que diré en mi defensa, aunque eso no fue ningún impedimento para que terminase liándome con él, mientras Olivia negaba con la cabeza. Me estaba perdiendo a mí misma, no había más.

Me fui a casa, después de que el tal Yunho consiguiese mi número, y caí rendida en el sofá, estaba agotada.

A la mañana siguiente tenía las pilas cargadas, quería ir a hacer un poco de turismo por la ciudad, y Yunho se ofreció a ser mi guía particular. Me arreglé al ritmo Crazy Love de TVXQ, y me hice varias fotos para subirlas a Instagram, tenía las redes sociales abandonadas, eso no podía ser. Dejé de poner morritos, y miré hacia las notificaciones, tenía avisos nuevos. Diez nuevos seguidores, la mayoría eran amigos de Olivia, incluso ese chico, Yunho, pero me sorprendió demasiado el nombre de uno de ellos, y por poco no me caigo de espaldas cuando le vi allí, a mi ex coreano, el estúpido de Kyu Jin.

¿En serio? Pero ¿por qué estaba ese idiota siguiéndome?

Justo iba a quejarme con Olivia cuando la notificación de un nuevo seguidor me sorprendió. Pinché sobre él, su perfil era muy soso, sólo tenía diez fotos subidas, y casi todas eran del paisaje, café y corbatas. Sólo una llamó mi atención, la única sobre sí mismo que tenía. Lo reconocí en seguida, más que nada porque era la misma foto que había en su casa, era "El sexy", justo iba a inspeccionar si tenía muchos seguidores cuando me fijé en el tipo que había a su lado, y por poco no me pongo a gritar, estaba flipando, joder.

Acababa de reconocer al amigo de Kang Hyk, no era otro que Kyu Jin, mi ex novio coreano.

Aquello debía ser una maldita cámara oculta, no había más.

Abrí la conversación que tenía con él, estaba en línea.

Yo:

¿Acabas de seguirme en Instagram?

¿Qué fue del no saber nada sobre la vida del otro?

El sexy:

Puede que haya cambiado de idea.

Tienes muchos seguidores y muchas fotos.

Yo:

Al contrario que tú.

El Sexy:

¿Qué vas a hacer hoy?

Yo:

¿Vas a tratar de ser amable?

El sexy:

Sí.

Yo:

Voy a hacer un poco de turismo en la ciudad, un amigo de Olivia va a enseñarme algunos lugares. Aunque ya conozco la mayoría.

El sexy:

¿Ya los visitaste todos?

Yo:

Ya había estado aquí antes.

El sexy:

¿Sí? ¿Cuándo?

Yo:

Cuando tenía 23

El sexy:

¿Por qué esperaste tanto tiempo para volver?

Yo:

No soy muy ahorradora, y el viaje no es barato.

El Sexy:

Podría llevarte a un lugar bonito que no hayas visto.

Yo:

¿Tú? Pensé que sólo éramos dos desconocidos que se acuestan.

El Sexy:

¿Alguna vez viste el mar?

Yo:

No he estado en Busán, si es esa tu pregunta.

El Sexy:

Conoces más de Corea de lo que esperaba.

Yo:

Ya te he dicho que estuve aquí hace tiempo.

Bueno, tengo que dejarte, Yunho me esperaba abajo.

Por cierto, ¿perdiste el anillo de bodas el día de la pesca?

*Adjunto captura de la foto de su Instagram*

El Sexy:

Ya no estoy casado, me divorcié hace un par de años.

Yo:

Es bueno saber que no vendrá una coreana loca a arrancarme los pelos en cualquier momento.

El sexy:

Pásalo bien, nos vemos luego.

Me lo pasé bien, fuimos a lugares en los que no había estado, incluso visitamos Gangnam una exposición bien bonita sobre esculturas echas con papel, me parecieron de lo más originales. El tipo intentó despertar mi interés en un par de ocasiones, pero no consiguió nada de mi parte. Casi era la hora de comer, cuando un mensaje llegó a mi teléfono.

El Sexy:

Acabo de hacer una parada para comer, ¿dónde estás?

Yo:

En una exposición de arte en Gangnam.

El sexy:

*ubicación*

No estoy lejos, estoy con un amigo, así que puedes traer a tu amigo, así no será incómodo.

Yo:

No sé si es buena idea.

El Sexy:

Me debes un café y tres preguntas. El polvo rápido lo podemos dejar para esta noche.

Yo:

Vale, pero avisaré a Olivia, su oficina no está lejos, igual quiere venirse. ¿te importa?

El Sexy:

No.

- He pensado que podemos ir a comer con Olivia – le dije a Yunho, este dejó de hacer fotografías y miró hacia mí - ¿la llamas y le dices que iremos a comer al restaurante de la avenida? – él asintió, mientras abandonábamos la galería. Estaba nerviosa, no podía evitarlo, pero me apetecía mucho verle, diré en mi defensa, pero eso no quería decir que todo aquello no me pareciese una locura.

Olivia me abrazó en la puerta, agradecida de que hubiese propuesto lo de la comida, y luego empezó a contarme lo disgustada que estaba con el estúpido de su jefe, que la había hecho repetir el diseño tres veces, porque no era lo que se esperaba.

Le vi en seguida, estaba guapísimo, con una camisa azul cielo, hablando animadamente con un tipo al que no podía ver bien. Justo iba a decirle a Olivia sobre la verdadera razón de aquella salida, cuando ella me agarró de la mano, histérica.

- Quizás deberíamos elegir otro lugar – la miré sin comprender, justo cuando él se daba cuenta de mi presencia. Sonrió en cuánto me vio y me hizo una señal con la mano para que me acercase, lucía emocionado, y eso hizo que el tipo que le acompañaba se girase.

¡Mierda! En ese maldito momento quería desaparecer, porque el idiota que estaba a su lado no era otro que mi ex novio coreano.

- ¿Por qué está ese capullo saludándonos? – se quejaba Olivia a mi lado, me gire a mirarla, sin comprender su actitud. Él lucía incómodo como si no estuviese acostumbrado a hacer cosas como aquellas.

- Vamos – agarré a Olivia de la mano y tiré de ella hacia la mesa, tragándome la incomodidad y los miedos, pues sabía lo complicado que debía haber sido para él proponer algo como aquello.

Mi amiga cerró la boca, Kyu Jin la abrió y el malestar de todos se hizo partícipe, mientras que Yunho se sentaba junto a mí, despreocupado. De tal manera que estábamos: Yunho, Olivia, Kyu Jing, Kang Hyk y yo en aquella mesa, en ese orden.

La llegada de la camarera para preguntar por nuestras bebidas calmó el ambiente, y él aprovechó para mirar hacia mí, lanzándome una calmada sonrisa.

- ¿De qué la conoces? – Kyu Jin fue el primero en hablar, haciendo que su amigo se fijase en él.

- ¿Y tú? – encaró él, confundido, mientras yo apoyaba las manos en mis piernas, altamente histérica con la maldita situación.

- Ha pasado mucho tiempo – añadí yo, en coreano, haciendo que todos pusiesen los ojos en mí. Supongo que Olivia no tenía ni idea de que Kyu Jin era mi ex novio - ¿has estado bien?

- Sí – fue su única respuesta, lucía de lo más incómodo. Tragué saliva, sin saber qué decir.

- ¿De qué os conocéis? – quiso saber Olivia, que seguía flipando en colores, mientras "mi sexy" quería saber más al respecto - ¿y a él...?

- Eso – indagó Kyu Jin - ¿de qué os conocéis vosotros dos?

- Nosotros... - comenzó él, algo confundido, dándose cuenta de que había sido una pésima idea todo aquello.

- Somos socios – mentí, haciendo que todos se fijasen en mí, la primera Olivia, que no entendía nada, sujeté su mano para calmarla, y luego miré hacia Kyu Jin - ¿recuerdas que solía escribir? Pues Kang Hyuk shi es un gran fan, leyó una de mis reflexiones en mi blog y ... - me detuve tan pronto cuando sentí su agarré en mi mano, miré hacia ese punto y de nuevo hacia él, lucía incómodo.

- ¿En serio? – quiso saber él – No me habías dicho nada.

- ¿Y tú? – indagó el otro - ¿de qué la conoces tú? – la incomodidad visitó su rostro.

- Nosotros... - comenzó, sin saber cómo seguir.

- Nosotros estuvimos saliendo – terminé por él, haciendo que la sorpresa se viese reflejada en el rostro de "mi sexy"