—Así que el Beta ha sido sacado de la escena —le dijo Barry a sus cuatro compañeros de manada—. Eso significa que la peliazul no estará tan protegida.

—¿De verdad crees que ella podría ser tu compañera? —preguntó Sherman.

Él entrecerró los ojos.

—No lo sé. Sé que si ella lo es, voy a desgarrar tus manos por tocarla de la manera en que lo hiciste durante el entrenamiento.

—Como si tú no hubieras aprovechado la oportunidad —lo acusó Sherman—. No es como si ellas fueran fáciles de evitar. Ella está bastante bien dotada, por si no te habías dado cuenta.

—Sólo mantén las manos quietas de ahora en adelante —gruñó Barry.

—Sí, Beta —concedió él a regañadientes.

—¿Frost no dijo que nos iba a castigar por el video? —preguntó Sava.

Barry negó.

—Dijo que no le pareció otra cosa más que nosotros mostrando nuestro interés por las hembras Rumanas. Ninguna de esas mujeres en el video está emparejada. Eso las hace elegibles.

°•°•°•°•°•°

Caulifla golpeó la puerta de Bulma y esperó, mirando a su alrededor nerviosamente. Había conseguido la información que Bulma pidió, aunque tuvo que hacerlo parecer como si las chicas no estaban molestas, sino realmente halagadas por la atención de la proyección del video.

La puerta se abrió y Pan le sonrió.

—¿Cómo te fue? —preguntó ella.

Caulifla entró para encontrar a Bulma, Milk, Natasha y Liam todos en el piso con papeles esparcidos, sosteniendo marcadores. La única palabra que vio a simple vista fue fiesta.

Ella levantó un trozo de papel que había estado sosteniendo y sonrió.

—Conseguí los nombres.

Bulma se levantó de un salto.

—¡Sabía que podías hacerlo!

Caulifla sonrió, contenta de haber sido útil de alguna manera. Se sorprendió de lo mucho que había comenzado apreciar a las estadounidenses. Sintió una tristeza asentarse sobre ella ante ese pensamiento, pero rápidamente se lo quitó de encima mientras Bulma leía los nombres en voz alta.

—Así que, Liam. Eres un hombre —dijo Bulma.

—Me alegra que lo hayas notado. —Sonrió Liam.

Bulma puso los ojos en blanco.

—¿Sabes quiénes son estos tipos? Aparte de Barry y Dominic, que ya los conocimos.

Él gruñó.

—Son todos de la manada de Serbia. Barry es el Beta. Sherman es el lobo que... —Liam hizo una pausa incómoda.

—Consiguió el premio —añadió Bulma amablemente.

—Tienes una habilidad con las palabras, Bulma. Sé quiénes son y cómo se ven todos ellos.

—Perfecto. —Suspiró Bulma—. Ahora, toca invitarlos a jugar.

—Eso no debería ser difícil —le dijo Liam—. Siempre están juntos.

—Podríamos hablar con ellos en el desayuno de mañana —ofreció Natasha.

—Bien dicho, loba —la elogió Bulma, y luego miró hacia el suelo—. Creo que tenemos suficientes volantes. Demos por terminada la noche.

Todos dejaron escapar un suspiro colectivo.

—Oh, vamos. Todos ustedes actúan como si los hubiera hecho firmar por sus almas o algo así.

—Bien podrías haberlo hecho —murmuró Milk.

—Escuché eso, Son Milk. Oh, y recuerda que no debes dejar que tu bola de pelos entre y revise tu cerebro, o nuestro plan se irá a la mi...

—Entiendo eso, Bulma —la interrumpió Milk mientras se dirigía a la puerta.

Bulma levantó las manos y dio un paso atrás.

—Está bien, sé cuándo retroceder.

—¿Desde cuándo? —La boca de Pan hizo un mohín hacia ella.

Bulma le enseñó el dedo y empezó a recoger los volantes dispersos. Todo el mundo salió en fila uno tras otro, murmurando buenas noches.

Liam estaba cerrando la puerta cuando se detuvo y se volvió de nuevo hacia Bulma.

—Oye, quería hacerte saber que fui a revisar el parámetro exterior de la mansión, e incluso encontré una carretilla en uno de los edificios de trabajo. —Él sonrió—. Encontré queroseno también. Vamos a iluminar la noche, pequeña latente.

Bulma se echó a reír.

—Hombre, cuando te metes en algo, vas con todo, ¿no es así?

—Suponiendo que probablemente voy a morir por ayudarlas, bien podría hacerlo a lo grande.

—Pensamos igual —bromeó ella—. Gracias, Liam. Realmente. Vegeta se va a enojar.

—Es un eufemismo —añadió Liam rápidamente.

—El del milenio —concordó ella—. Pero ya sea que él es mi compañero o no, no acepto mierda de nadie. Me defiendo a mí misma y a esos a los que amo cuando puedo. Él podrá montar un gran berrinche y golpear su pecho, pero al final va a entender por qué tenía que hacer esto.

Su rostro era serio, su voz cargada de emoción.

—Él está bendecido por tener una compañera como tú, y Alfa en todos los sentidos de la palabra.

Bulma sonrió y le guiñó un ojo.

—Apuesta tu caliente y peludo trasero que lo soy.

Liam se rió entre dientes mientras cerraba la puerta.

°•°•°•°•°•°

Milk abrió la puerta de su habitación y de Goku y lo encontró acostado en su cama, leyendo.

—Has estado muy callada hoy —le dijo, refiriéndose a su vínculo.

Milk odiaba la idea de mentirle a Goku, incluso si se trataba de una mentira por omisión.

—Sólo he estado con Bulma y las chicas. Tú sabes que ella es mentalmente agotadora. Te extrañé. —Milk subió a la cama y se tendió a su lado. Con la esperanza de distraerlo, tímidamente añadió—: En más de una forma.

Goku se rió entre dientes.

—No te vas a salir del apuro tan fácil, Luna.

Milk le acarició el cuello mientras él seguía mirando su libro. Sus manos comenzaron a frotar su espalda, moviéndose hasta su cuello, y luego corriendo a través de su espeso cabello oscuro.

Goku dejó escapar un gruñido desde lo profundo de su pecho.

—Milk —le advirtió.

—¿Sí, compañero? —preguntó inocentemente.

Goku cerró el libro de golpe y lo puso a un lado. Rodó sobre su costado, apoyándose en un brazo, evadiendo con eficacia sus manos viajeras.

Milk le frunció el ceño.

—Admitiré que soy nuevo en las relaciones, y obviamente, nuevo en estar acoplado. Sin embargo, he visto suficiente televisión estadounidense para entender que las mujeres piensan que pueden distraer a un hombre con el sexo cuando están tratando de evitar algo.

Milk sabía que su cara se estaba volviendo roja porque podía sentir el calor arrastrándose hasta su cuello.

—Así que, aunque pasé la mayor parte del día en un semi-estado de sorpresa por la dirección en la que tus pensamientos han estado yendo, lo cual normalmente no es algo con lo que estés súper cómoda, llegué a la conclusión de que no debes querer que yo sepa algo. —Goku entrecerró los ojos. No estaba enfadado, pero estaba un poco molesto—. ¿Es mi evaluación de la situación exacta, Milk?

Milk gimió y rodó sobre su espalda, tirando su brazo a través de sus ojos.

—Luna, ¿qué está pasando? —preguntó Goku sin rodeos

Ella tomó una respiración profunda y soltó el aire.

—No te lo puedo decir.

Él gruñó.

—¿Estamos guardando secretos tan pronto?

La cabeza de Milk se alzó rápidamente a mirarlo. Él vio el brillo en sus ojos negros y supo que tuvo éxito en sacarla del paso.

—En realidad no es mi secreto para contarlo, Goku. No estoy tratando de ser taimada. —Bueno, eso no era absolutamente cierto. Pero aun así, pensó ella—. Prometí que no te diría.

Goku sostuvo su mirada, frustrado, pero también comprendiendo el hecho de que ella no quería romper su promesa. Admiraba esa cualidad.

—Luna, te he dejado... —Se detuvo y cerró los ojos, apretando el puente de su nariz—. Quiero decir, he estado dispuesto a que pases la mayor parte de tu tiempo con tus amigas, mientras hemos estado aquí. Principalmente porque sé que te tengo en las noches. —Milk se sonrojó—. Entiendo que Bulma te necesita. Entiendo que ellas son muy importantes para ti. Pero al igual que mi familia y amigos ya no son lo primero en mi vida, ni la tuya lo es en tu vida tampoco. —Él disminuyó el espacio entre ellos, odiando la distancia. Pasó los dedos por su mejilla, su cuello, el hombro y el brazo, aterrizando sobre su cadera. La atrajo hacia sí—. No quiero que eso suene egoísta, o mandón, pero tu seguridad es lo primero. Bulma tiene una tendencia a tirar la seguridad por la ventana, junto con su sentido de supervivencia.

Milk sonrió ante sus palabras, pero sabía que a pesar de que estaba bromeando, también estaba diciendo la verdad.

—Te amo. Odio esconder algo de ti, pero necesito que confíes en mí. —Milk se estremeció interiormente ante sus palabras, sabiendo que le estaba pidiendo que le diera la confianza que no se merecía por el momento.

Goku llevó la mano a su nuca y tiró de su cara hacia la suya. Apretó sus labios con firmeza contra los de ella, y le encantó que ella gimiera y se relajara contra él. Le encantaba que tuviera ese efecto en ella. Casi gruñó cuando sintió su lengua barrer, buscando la entrada. Abrió su boca, profundizando el beso, y escuchó como su corazón se aceleró, música para sus oídos.

Ralentizó el beso y finalmente se apartó. Él rozó sus profundamente amados labios con el pulgar y se echó a reír cuando ella lo mordió. Su respiración se cortó cuando vio que sus colmillos, los cuales sólo hacían una aparición en determinados momentos, habían descendido.

Sus ojos comenzaron a brillar en reciprocidad.

Goku observó con fascinación como Milk chasqueó la lengua contra uno de los caninos afilados y sonrió con malicia hacia él.

Él estaba preparado para dar por terminada la conversación, al menos por la noche.

—Voy a confiar en ti, amor. Pero si algo te sucede a causa de este secreto...

—Shhh. —Milk lo interrumpió cuando se acercó a él y mordisqueó su labio inferior con suavidad. Goku gruñó y tiró de ella imposiblemente más cerca.

—¿Estás hambrienta, compañera, o simplemente feliz de verme? —bromeó él, respecto a sus caninos haciendo acto de presencia.

"Ha pasado un tiempo desde que he tenido tu sangre" dijo ella en respuesta a su broma.

El rostro de Goku se tornó serio.

"Sabes que ni siquiera tienes que pedirlo."

"Lo sé." Ella había bajado su mirada de la suya, y estaba jugando con el cuello de su camisa. "Es solo que es... vergonzoso."

Goku dejó escapar una carcajada, echando la cabeza hacia atrás.

Milk lo miró, sus ojos se estrecharon y su boca se tensó.

—¿Por qué te estás riendo de mí?

La risa de Goku finalmente se detuvo. Él tiró de su cola de caballo para soltar su cabello. Pasó los dedos a través de este y siguió sonriéndole.

—Después de los pensamientos que me estuviste enviando hoy, pequeña arpía, no veo cómo algo puede avergonzarte.

Milk entornó los ojos.

—¿Vas a besarme o burlarte de mí toda la noche?

Goku rozó los dientes a lo largo de la piel de su cuello donde estaba su marca, sus propios caninos descendiendo.

"¿Quién dijo algo acerca de besarte, Luna?"

°•°•°•°•°•°

Vegeta se puso de pie luego de terminar varios cientos de abdominales y flexiones. Estaba inquieto; su lobo estaba poniéndose muy nervioso. Se paseó por la habitación, doblando sus manos mientras sus garras se mantenían descendiendo y retrayéndose. Había estado en un estado de cambio parcial durante todo el día y sabía que en ese momento, él era más peligroso que nunca.

Lo único que podía hacer era esperar por los cielos que Bulma se estuviera quedando fuera de problemas y que Bardock estuviera manteniendo una estrecha vigilancia sobre ella. Porque sabía que cuando saliera de la reclusión, y la encontrara en menos seguridad que estar encerrada en su habitación con la puerta custodiada, iba a perder la minúscula cantidad de control a la que se aferraba con ambas manos.

Todavía estaba furioso por el lobo que se había atrevido a tocar lo que era suyo. Y entonces su compañera había montado ese pequeño truco en el pasillo para el disfrute de todos. No iba a mentirse a sí mismo, Bulma tenía un cuerpo hermoso. Simplemente no había planeado verlo junto con el resto de su manada. Tal vez tenía que explicarle que los Ritos de Sangre realizados después de la Ceremonia de Vinculación eran generalmente en donde la ropa desaparecía... en privado. Se aseguraría de hacer hincapié en lo privado.

Su pequeña hazaña le había permitido ver la evidencia de la mano del lobo en el cuerpo de su compañera. Los moretones donde sus dedos habían presionado duro, y los molestos cortes donde sus garras habían penetrado en su carne. Para rematar el día del demonio, Vegeta había visto, en una neblina de color rojo, una habitación llena de hombres sin pareja babeando detrás de su compañera y de sus dos compañeras de manada.

Gruñó ante todos los recuerdos, al darse cuenta que en ese momento habría matado a todos y cada uno de los lobos responsables.

Sólo había una cosa que lo calmarían a él y a su lobo: Bulma.

—Alfa —habló Vegeta hacia la habitación abiertamente—. Tengo que hablar contigo, por favor. —Su voz era gutural, tan cerca al cambio.

Menos de un minuto después de que él habló, la puerta de su habitación se abrió.

—Vegeta —dijo Bardock su nombre como un Alfa adolorido por el sufrimiento de uno de los suyos.

—La necesito —dijo Vegeta honestamente.

—No puedo traértela.

—Entonces, al menos dame un teléfono para que pueda hablar con ella. —Vegeta nunca había sido una persona de mendigar, pero estaba a punto de arrastrarse, sólo para escuchar su voz.

—Ellos van a oír si hablas con ella. —La frente de Bardock se frunció—. Pero... no serían capaces de ver un texto.

Vegeta sintió una sonrisa extenderse a través de su rostro, no realmente una sonrisa feliz, sino más como una de "acabo de sacar furtivamente una galleta del tarro de galletas". Hace seis meses, ni siquiera habría considerado los mensajes de texto, pero desde que Goku y algunos de los otros lobos jóvenes habían empezado, de alguna forma se había visto obligado, y a aprender la jerga concerniente a eso.

Resultó, que Vegeta prefería enviar mensajes de texto a hablar en cualquier momento. Excepto con su compañera. Pero tendrá que bastar por ahora, pensó.

—Voy a volver en un momento. Tendré que conseguir el número de Bulma.

—Date prisa —gruñó Vegeta, pero agregó—, por favor.

Vegeta se paseó y paseó mientras esperaba que su tabla de salvación le fuera traída. Si tenía alguna duda de Bulma siendo su compañera, habían sido eliminadas mientras sentía su rabia crecer al estar lejos de ella.

Eventualmente Bardock entró, sosteniendo su teléfono. Vegeta se obligó a retraer sus garras de modo que fuera capaz de escribir sin trabas.

No reconoció a Bardock mientras se iba.

Vegeta encontró su nombre en su lista de contactos y pulsó el botón de texto. Una pantalla en blanco apareció con un teclado debajo de ella.

Vegeta txt: Bulma

Él esperó, gruñendo cuando ella no respondió de inmediato. Su teléfono vibró finalmente mientras su texto aparecía.

Bulma txt: Bola de pelos

Vegeta gruñó, pero sonrió ante su boca inteligente. Su teléfono vibró de nuevo antes de que pudiera responder.

Bulma txt: ¿Estás bien?

Le importaba. Tenía el corazón en la garganta mientras leía el simple texto de ella.

Vegeta txt: Un poco gruñón

Bulma txt: Estás bien, entonces

Vegeta rió, sintiendo a su lobo asentarse, aunque sólo fuera un poco. Era suficiente para mantenerlo cuerdo.

Vegeta txt: ¿Cómo estás tú?

Bulma txt: Extrañándote

Vegeta txt: Te extraño también, nena

Bulma txt: ¿Estamos de acuerdo?

Vegeta txt: Nunca

Bulma txt: ¿Estás enojado conmigo?

Vegeta txt: Estaría mejor

Bulma txt: :(

Vegeta txt: Eres mía

Bulma txt: Sí

Vegeta txt: Únicamente mía para ver

Bulma txt: No sabía cómo distraerte

Vegeta txt: Misión cumplida

Bulma txt: 1o1

Vegeta txt: Mantén tus ropas puestas

Bulma txt: ¿Muy mandón?

Vegeta txt: Mantén tu ropa puesta

Bulma txt: Eso puede hacer las cosas difíciles

Vegeta txt: Bulma. Mantén. Tu. Ropa. Puesta.

Bulma txt: Bien, voy a mantener algo de ropa

Vegeta txt: Te necesito

Bulma txt: B dijo que no

Vegeta txt: ¿Le preguntaste?

Bulma txt: Por supuesto, eres mío

Vegeta txt: Grrr

Bulma txt: ¿Un buen grrr?

Vegeta txt: Definitivamente

Bulma txt: Excelente

Vegeta txt: ¿Estás siendo buena?

Bulma txt: Hum, se más específico

Vegeta txt: Bulma

Bulma txt: Siempre soy buena en lo que sea que hago

Vegeta txt: No es tranquilizador

Bulma txt: ¿No estás de acuerdo?

Vegeta txt: No puedo

Bulma txt: ¿?

Vegeta txt: He estado en el otro extremo de ti siendo buena

Bulma txt: Estás siendo retorcidamente malvado

Vegeta txt: Tu culpa, yo era inocente antes de conocerte

Bulma txt: Estoy segura de que estabas absolutamente limpio

Vegeta txt: Debería dejarte dormir

Bulma txt: ¿DEJARME? En serio

Vegeta sabía que la única forma en que iba a conseguir que se fuera a dormir sería utilizando la psicología inversa. Por mucho que quería sentarse y escribirle toda la noche, ella necesitaba descansar.

Vegeta txt: Necesito que duermas, nena

Bulma txt: Eres un rápido aprendiz

Vegeta txt: Sueña conmigo

Bulma txt: Voy a pensar en ello

Vegeta txt: Compañera, grrr

Bulma txt: Humm delicioso

Vegeta txt: ¡Mujer! Ve a dormir

Bulma txt: ¿Sola?

Vegeta txt: ¡Demonios, sí, sola!

Bulma txt: Una cama tan grande, solitaria

Vegeta txt: Bulma

Bulma txt: ¿Alguna vez te dije que eres sexy cuando eres mandón?

Vegeta txt: Sí, estabas bebida hasta tu lindo trasero

Bulma txt: Sonrojándome

Vegeta txt: Deberías estarlo, ve a la cama

Bulma txt: No puedo escribirte si duermo :(

Vegeta txt: Tú me matarás

Bulma txt: Te aseguro que eso no es lo que quiero hacerte

Vegeta txt: Sonrojándome

Bulma txt: ¡PECR*!

Vegeta txt: Ve. A. Dormir.

Bulma txt: ¿Me acompañas?

Vegeta txt: El teléfono estará cerca de mi corazón

Bulma txt: Lágrimas

Vegeta txt: No llores nena

Bulma txt: ¿Por qué aquí? ¿Por qué ahora?

Vegeta txt: No sé, Bulma

Bulma txt: Apesta

Vegeta txt: Estoy abrazándote

Bulma txt: Más lágrimas

Vegeta txt: Mi lobo se está poniendo inquieto

Bulma txt: Lo siento, estoy bien

Vegeta txt: Abrázame también

Bulma txt: Toda la larga noche

Vegeta txt: Buenas noches nena, xoxo

Bulma txt: Buenas noches

Vegeta txt: ¿Nada de amor para mí?

Bulma txt: No quería que se te subiera a la cabeza

Vegeta txt: Gracias por tu preocupación

Bulma txt: Buenas noches, un profundo e intenso beso, con las manos en tu cabello, los cuerpos presionados juntos

Vegeta txt: GRRRRRRRR

Bulma txt: ¿Qué? ¿Demasiado?

Vegeta txt: Voy a soñar contigo

Bulma txt: Apuesto a que lo harás, 1o1, buenas noches B.

Vegeta txt: Buenas noches nena

Vegeta se desplazó a través de sus textos, sonriendo ante su alegría juguetona. No era suficiente, pero le ayudaría a pasar la noche.

°•°•°•°•°•°

Bulma se hizo un ovillo en la cama de la que le había dicho a Vegeta que era demasiado grande para estar en ella sola. Todo el día se había mantenido a sí misma ocupada. Ahora aquí, en la oscuridad, podía sentir el agujero que se estaba ampliando con cada momento lejos de Vegeta.

Ella había estado emocionada cuando Bardock le había dicho que podía escribirle. Sonrió para sus adentros, recordando sus textos. Vegeta tenía un lado dulce y romántico. Y maldita sea si esto no era la cosa más sexy.

Cerró los ojos y pensó en él. Su hermoso rostro, cabello oscuro, ojos de color ónix... Se quedó dormida ante los recuerdos de la profunda y tranquilizadora voz de su compañero, y su fuerte cuerpo sosteniéndola.

*PECR (LMAO): Partirse el culo de risa; en el inglés original: Laughing My Ass Off.