Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22: Bulma

Bulla estaba sentada en su escritorio, continuaba en la búsqueda de los archivos por cualquier documentación sobre el emparejamiento de los latentes y los pura sangre Canis Lupis. La puerta se abrió de repente.

—Doc, necesitamos de su ayuda —anunció Bulma mientras ella y Pan entraban.

Bulla se recostó en su silla y sonrió.

—¿Cómo puedo servirles, chicas?

—Primero necesito que prometa que mantendrá una mente abierta y me dejará terminar antes de enloquecer. —Bulma sostuvo la mirada de Bulla, esperando a que la doctora aceptara antes de continuar.

—Está bien, lo haré. Prometo mantener una mente abierta y no enloquecer hasta el momento apropiado.

—Genial. —Bulma tomó asiento en una de las dos sillas en frente del escritorio y Pan tomó la otra—. Estoy declarando la guerra a los hombres que fueron lo suficientemente estúpidos para provocar a mi compañero.

—¿Tu compañero? —interrumpió Bulla.

—No no, Doc. Prometió mantenerse al margen hasta que terminara. —Bulma le arqueó una ceja.

Bulla levantó las manos en señal de rendición.

—Como estaba diciendo, estoy declarando la guerra. No quiero herir a nadie pero sí quiero mandar un mensaje claro de que las mujeres en esta manada no van a aceptar mierda de nadie, ni vamos a tolerar que ellos enojen a nuestros hombres. —Bulma hizo una pausa esperando a ver si Bulla iba a decir algo. No lo hizo—. Así que he estado cocinando un plan, que aunque es inofensivo, será bastante humillante.

Empezó a explicar los detalles de su plan. Al mismo tiempo, los ojos de Bulla se fueron abriendo más y más.

—Ahora bien, un problema que estaba tratando de solucionar era cómo asegurarme de que todos vayan a ver los Chippendales. Creo que he encontrado la solución. Natasha y yo seremos las que los invitaremos a jugar cartas con nosotras. Les diremos que tenemos que jugar en el gimnasio después de que todos se hayan ido porque no podemos tener sus esencias en nuestras habitaciones o nuestros machos enloquecerán. Entonces, después de que Milk, Pan y Liam hagan su parte, ellos podrán tomar los volantes, hechos por mí, e ir puerta por puerta a repartirlos. —Bulma sonrió, obviamente satisfecha consigo misma.

Pan la miró, con la frente arrugada.

—¿Qué va a decir el volante exactamente?

—Que deben venir a una fiesta multi-manada después de horas en el gimnasio. Inteligente, ¿no? —Bulma levantó la mano a Pan para chocarlas.

Pan le dio un golpe reacio a la mano.

—Pero cuando lleguen al gimnasio en lugar de una fiesta van a obtener una vista de...

Bulma interrumpió.

—Lobos con el trasero desnudo.

Luego se echó a reír.

—De verdad estás empezando a asustarme —dijo Pan cansadamente.

Cuando Bulma miró a Bulla expectante, ella se inclinó hacia adelante y puso sus codos sobre el escritorio. Tomando una respiración profunda, preguntó:

—¿Y qué es exactamente lo que necesitas que yo haga en este loco, aunque ingenioso, plan?

—Estábamos esperando que tal vez tú supieras de una forma de impedir a los lobos transformarse —explicó Bulma—. Sería un poco inútil si ellos pudieran transformarse en sus formas de lobo.

—Vaya. Sin presión, ¿eh? —La sonrisa de Bulla fue leve, pero no las había echado de su oficina... aún—. No conozco ninguna droga que se haya desarrollado para este propósito. Un Alfa puede impedir a sus lobos cambiar, pero, ¿lo tomo como que no quieres que ninguno de los Alfas esté al corriente de este plan tuyo?

—Estarías en lo correcto.

Bulla se tocó la barbilla mientras pensaba en todas las cosas que sabía respecto a la medicina y los lobos. Pan de repente saltó.

—Santa mierda.

—Uh, Pan querida, ¿te gustaría compartir tu obvia epifanía? —preguntó Bulma.

—Nepeta —susurró Pan.

—¿Nep-qué?

—Nepeta —repitió—. No me preguntes cómo sé esto porque no tengo ni una jodida idea. Solo estaba sentada aquí pensando en lo loca que eres...

—Sí, gracias por el voto de confianza —murmuró Bulma.

—...y luego, ¡BAM! Solo está allí en mi cerebro. Nepeta. Impide a los lobos transformarse.

Bulla estaba sentada con su boca abierta, mirando a Pan.

Pan miró a la doctora, y lanzó sus manos al aire.

—Les estoy diciendo que no sé de qué diablos se trata todo esto, pero ahí está.

Bulma se levantó, y se fue alrededor de la computadora de la doctora, empujando contra la doctora para tener acceso al mouse y al teclado.

—Mueve tu aturdido trasero hacia un lado y déjame hacer un poco de investigación, doc.

Bulla distraídamente rodó su silla fuera del camino de Bulma mientras ella empezaba a teclear.

—¿Qué estás haciendo?

—Buscando Neptun —respondió Bulma.

—Nepeta —le corrigió Pan—. N-E-P-E-T-A.

Ella la miró.

—¿Incluso sabes cómo deletrearlo?

Pan asintió y tragó duro.

De repente, Bulma rió.

—Oh, esto es demasiado. El nombre más común para nuestra pequeña congeladora de cambio es hierba gatuna*. —Pan en realidad dejó escapar algunas risas mientras Bulma golpeaba el escritorio—. No sé qué puede ser aún mejor que eso.

Bulla finalmente fue sacada de su shock momentáneo cuando Bulma la sorprendió con el golpe al escritorio. Miró a Pan y sonrió.

—Uh, doc. Me está asustando —admitió Pan de mala gana.

—Creo que eres una sanadora —le dijo Bulla con admiración—. Una sanadora gitana.

Bulma miró de Bulla a Pan y de vuelta.

—¿Cómo dijo?

—Cada siglo más o menos, una sanadora gitana aparece en una manada de Canis Lupis. No hay ninguna razón para ello. Pero es un gran honor y empuja las balanzas de poder mayormente hacia esa manada —explicó.

—¿Qué quiere decir con "aparece"? —preguntó Pan.

—Solo que quién sea ella, y la sanadora siempre es mujer, dondequiera que ella esté, el destino la trae a la manada a la que va a servir. Tú fuiste destinada a ser amiga de Milk, porque Milk era la clave para guiarte a esta manada. Así como Bulma estaba destinada a ser amiga de Milk, porque ella también iba a ser parte de la manada Rumana.

—¿Cómo es eso siquiera posible? —preguntó Pan dudosamente.

—No hay cómo explicar los Destinos, Pan —le dijo Bulla honestamente—. Todos tienen un destino y sin importar cuántas veces se extravíen, siempre van a encontrar la forma de volver al camino que va a cumplir su propósito.

—Entonces, ¿cómo sabes que soy una sanadora gitana? —Pan se sentó de nuevo en la silla de la que se había desbocado.

—Bueno tenemos que asegurarnos de que lo eres, pero las sanadoras gitanas son bendecidas sobrenaturalmente con el conocimiento de las hierbas, medicina, las artes de la curación, cosas que sería imposible saber sin años de estudio.

—¿Cómo sabes todo esto? —preguntó Bulma.

—No solo estudié medicina humana cuando fui a la escuela de medicina. Aprendí lo más que pude sobre cómo atender a los Canis Lupis también. Aunque, nunca seré capaz de aprender todo lo que las sanadoras saben. Estudié la historia de las sanadoras gitanas dentro de las manadas un par de décadas atrás. No ha habido una sanadora gitana, al menos documentado, en casi dos siglos. —Bulla sacudió su cabeza en incredulidad y sonrió—. Vaya. Si confirmamos esto, Bardock va a estar emocionado.

—Está bien, así que empecemos con las felicitaciones —anunció Bulma—. Pan, felicitaciones. Ahora tenemos que dejarlo pasar y volver a esta revelación en un tiempo y hora posteriores.

—Sin falta, Bulma, acabo de descubrir que soy alguna clase de rara mercancía, pero por favor vamos a planificar la caída de algunos pervertidos Canis Lupis. —Pan le puso los ojos en blanco a su sarcástica mejor amiga.

—Extraordinario. —Bulma asintió—. Así que, hierba gatuna. Como estaba diciendo, es extremadamente asombroso pero, ¿dónde podemos conseguir algo de ello? Aquí dice que es comúnmente encontrada en Europa. Y por casualidad estamos en Europa. ¿Coincidencia?

—Sí —interrumpió Pan.

—Yo creo que no —continúo Bulma, sin inmutarse—. Bulla, tengo una misión para ti si decides aceptarla.

—Oh, hermano —murmuró Bulla—. Déjame adivinar. ¿Quieres que encuentre un poco de hierba gatuna y averigüe cómo hacer la mezcla?

—Preferiblemente algo líquido para que así podamos echarlo en sus bebidas —dijo Bulma distraídamente.

Bulla se sentó en silencio, contemplando las consecuencias de ser parte de la pequeña maquinación de Bulma. No iba a mentir y decir que estaba más allá de tal mezquindad, porque honestamente, quería atrapar a esos mocosos por pensar que podían meterse con sus mujeres. Bardock con toda seguridad se iba a enojar, pero de nuevo ella ya estaba en la casa del perro proverbial así que, qué diablos.

—Está bien, estoy dentro. —Ella aplaudió con entusiasmo, sintiéndose más joven de lo que se había sentido en mucho tiempo.

Bulma guiñó.

—Adoro cuando un plan empieza a formarse, especialmente uno que involucra strip póker, hogueras, y hombres lobo desnudos. En serio, ¿qué más querría una chica?

Pan gimió mientras se desplomaba de vuelta en la silla.

—Esto va a ser un desastre, puedo sentirlo.

La cabeza de Bulma salió disparada en torno a Bulla.

—¿Puede chica gitana aquí predecir el futuro?

—No, no son clarividentes.

—En ese caso, no, Pan. Lo que estás sintiendo es la exuberante alegría que viene de participar en una de las experiencias cambia vidas de Bulma.

—¿Oh, es eso lo que es? Pensé que era gas —dijo Pan irónicamente.

Ignorando la observación de Pan, Bulma se dirigió a Bulla de nuevo.

—Así que tú tienes la operación congelación de cambio. Son —Bulma miró su reloj—, las nueve ahora. Vamos a necesitar probarlo antes de que la operación comience, así que necesitamos estar listas para mañana en la noche.

—¿Cuándo están planeando tener esta pequeña fiesta? —preguntó Bulla.

—Pasado mañana. Goku le mensionó a Milk que los Alfas y sus compañeras van a tener una cena privada ese día. Con ellos distraídos, creo que sería el momento más oportuno para obtener nuestra venganza.

—Está bien —dijo Bulla levantándose—. Voy a salir y ver si puedo olfatear un poco de hierba gatuna fuera de los terrenos de la propiedad. Ustedes chicas traten de mantenerse bajo el radar.

—Lo haremos, doctorísima. —Bulma le dio un pulgar en alto y salió de la oficina.

Pan miró de vuelta a Bulla, quien sonreía.

—No te preocupes, Pan. Haré un poco de investigación sobre las sanadoras gitanas, y tú y yo resolveremos esto.

Pan le devolvió la sonrisa.

—Gracias, doc. Se lo agradezco.






*Hierba gatuna: menta de gato, menta gatuna, albahaca de gatos, gatera, gataria, nébeda, y en algunas provincias llamada valeriana.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro