Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12: Bulma

—¿Crees que fue sabio hacer de Vegeta su protector? —le preguntó Gine a su compañero.

Bardock continuó mirando a la carretera mientras conducía hacia el lugar de El Encuentro.

Sabía que era una apuesta riesgosa colocar a Bulma al cuidado de Vegeta.

—No lo sé —admitió—. Supongo que estoy tratando de obligarlo a entrar en acción. Tal vez si él ve a otros persiguiéndola, conseguirá superar ese miedo y hará un movimiento. O podría ser sólo la muerte de algún pobre lobo.

Gine le observó atentamente mientras hablaba, notando las leves líneas tenues que corrían a lo largo de su piel. Incluso después de dos siglos, su compañero todavía estaba increíblemente guapo, pero parecía que el estrés de la vida se ponía al día con él.

—A veces los lobos dominantes tienen que ser empujados hasta el borde cuando no ceden por su cuenta. ¿Por qué crees que sea así? —El tono de Gine era bromista.

Los labios de Bardock se levantaron levemente.

—Incluso nosotros los dominantes tenemos que tener un defecto, Luna, de lo contrario, no sería justo.

Gine se rió y negó con la cabeza a su compañero engreído.

°•°•°•°•°•°

—Veo algo verde —anunció Pan.

—Árboles —gritó Natasha, mientras Caulifla decía—: Hierba.

—No —contestó Pan.

—¿Cuál es el objetivo de este juego, otra vez? —preguntó Natasha.

—Entretenimiento sin sentido —dijo Bulma—. Es por lo que son conocidos los americanos.

Goku y Vegeta rieron al oír las palabras de Bulma.

Bardock había planeado la asignación de conducir, por lo que Bulma, Milk, y Pan habían sido emparejadas con Natasha y Caulifla, así como Vegeta y Goku. Una gran familia feliz, pensó Bulma mientras miraba alrededor de la cabina de la Hummer. Estaba muy contenta de que Natasha y Caulifla hubieran resultado ser geniales. Habría sido una gran jodida pérdida de tiempo que resultaran ser tontas.

—¿Más adivinanzas? —preguntó Pan.

—Creo que ya hemos tenido suficiente de Yo Veo, Pan —le dijo Milk.

El rostro de Pan decayó brevemente, pero se animó cuando dijo:

—Bueno, ¿qué tal si...?

Antes de que pudiera terminar, Bulma la cortó.

—¿Qué tal si discutimos los planes cuando lleguemos a este pequeño festival de "Conozcamos al Papá del Bebé"?

Todo el vehículo estalló en carcajadas ante la jerga de Bulma. Ella se sonrojó furiosamente cuando Vegeta le dedicó una sonrisa de infarto.

—¿Cómo pueden todos contenerse de hacerse pis cuando ella está cerca? —preguntó Natasha, secándose las lágrimas que brotaron de sus ojos.

—Sin duda, es difícil —le dijo Milk—. Y a veces es aconsejable llevar una muda de ropa si vas a estar cerca de ella durante un periodo prolongado de tiempo.

Después de las risas y bromas, finalmente permanecieron en silencio, hasta que Goku retomó la pregunta anterior de Bulma.

—Creo que esta noche hay una gran reunión con todas las manadas para sentar las reglas básicas y el propósito detrás de El Encuentro —explicó Goku—. Habrá un montón de parejas acopladas por todos lados y Alfas para mantener a los machos bajo control.

—Siento como si tuviera que llevar un impermeable o algo así. —Bulma solo bromeó a medias.

Natasha rió.

—Supongo que, ¿tienes miedo de que alguien te pida una caminata a oscuras?

Bulma sonrió.

—Sabía desde el momento en que respondiste mordazmente a Bardock que me agradarías.

Vegeta puso los ojos en blanco.

—Genial, ahora realmente estamos en inferioridad numérica.

—No lo olvides, chucho. —Bulma le arrojó un trozo de papel arrugado pero él lo atrapó antes de que lo golpeara.

—Te gusta tentar a tu suerte, ¿verdad, Bulma? —le preguntó.

—Tentar, o simplemente darle un enorme empujón. Lo que sea que funcione. —Ella le guiñó un ojo y luego se deslizó hacia abajo en su asiento—. Trataré de contar algunas ovejas antes de llegar allí. Tengo la sensación de que voy a necesitar mi ingenio.

—Eso podría ser un problema, Bulma. Tendrías que tener... —comenzó Pan.

—Ni una palabra más, Pan. —Las palabras de Bulma fueron seguidas por las risas de las otras chicas, y entonces el vehículo cayó en silencio.

°•°•°•°•°•°

Frost observaba como sus lobos acomodaban la sala de reuniones con sillas y mesas para las manadas.

La manada americana ya había llegado y estaba siendo instalada en sus habitaciones. Las otras debían llegar en cualquier momento.

Los ojos de Frost siguieron el movimiento alrededor de la habitación, pero su mente estaba en otra parte. No podía dejar de preguntarse si finalmente encontraría su verdadera compañera entre los que venían a El Encuentro. Dos siglos era demasiado tiempo para estar sin una compañera.

Sobre todo cuando los otros Alfas estaban todos acoplados. Él no era un Alfa débil de cualquier modo, pero era un hecho que un Alfa acoplado era un Alfa fuerte. Así que, independientemente de su propia fuerza, hasta que estuviera acoplado él no tendría ninguna oportunidad contra otro.

Frost fue sacado de sus pensamientos cuando las dobles puertas de la gran sala se abrieron.

Vio como entraron Bardock y su compañera. Detrás de ellos vio a su Beta y Goku, el Príncipe de los Lobos Grises. El tamaño de ellos bloqueaba cualquier vista de quienes podrían estar detrás de ellos. Frost estaba seguro de que era un movimiento táctico por parte de Bardock. Sus mujeres estarían bien protegidas. Eso podría ser un problema, pero no uno insuperable, pensó.

—Caramba —susurró Milk mientras las puertas dobles se abrían y entraban en una habitación inmensa—. ¡Mira este lugar!

—Me siento como la Bella en La Bella y la Bestia —le susurró Pan a Bulma—. Ya sabes, ¿cuándo ella entra en el gran salón de baile por primera vez?

—Bueno, estás en lo correcto en una cosa, Pan —murmuró Bulma mientras ella también observaba a sus alrededores—, no estamos cortos en bestias.

Bulma inclinó su cabeza hacia atrás ante la provocación de Milk y su propia boca cayó abierta al ver la altura del techo. Esa no era la única cosa que tenía sus bocas contra el suelo recién encerado. Pintado en el techo había un bosque cubierto de nieve reluciente. De alguna manera, el artista había logrado un efecto casi tridimensional, y con solo mirarlo sentías como si estuvieras cayendo en la pintura. Entre las colinas y los árboles había lobos. Algunos corrían, otros permanecían en calma.

El tema era bastante obvio una vez que lo pensabas, se dio cuenta Bulma. No había ni un único lobo solo. Cada uno estaba emparejado con otro. Y mientras miraba más tiempo podía ver que cada par era conmovedor. Los lobos corriendo lado a lado estaban pintados de manera que sus colas se entrelazaban mientras corrían, los que estaban sentados juntos tenían a uno agazapado cerca del otro, y aquellos acostados tenían un lobo literalmente acurrucado alrededor del otro, protectoramente, abrigadoramente. Era hermoso, y el significado era claro: los lobos no estaban destinados a estar solos.

Fueron creados para un compañero.

Bulma sacó los ojos de la convincente pintura cuando sintió un tirón en la manga. Se dio la vuelta justo cuando Caulifla estaba haciéndoles señas a todas para que siguieran.

—Este apuesto caballero se ofreció a enseñarnos nuestras habitaciones —les dijo Caulifla.

Bulma miró de vuelta y vio que Bardock estaba hablando con otro hombre que parecía estar a cargo de algo. Es probable que no fueran necesarias. Miró a Milk y asintió en dirección a donde Caulifla se dirigía.

—Cuenta conmigo. ¿Tú?

—Lidera el camino —respondió Milk.

Bulma no sabía si debía decir algo a Vegeta, pero pensó, él tiene oído de lobo, seguramente nos oirá salir. No solo eso, no había manera que Goku no vigilara a su pequeña loba. Así que se encogió de hombros y siguió al resto fuera de la sala grande. De espaldas no se dio cuenta que Vegeta asintió a Liam, una orden silenciosa para mantener un ojo en las chicas hasta que él pudiera irse sin que pareciera una falta de respeto.

—Bardock. —Frost levantó la voz para hacerse oír por encima de la habitación mientras se abría camino hacia el Alfa rumano—. Me alegra tanto que hayas podido venir.

—Quiero que nuestra especie prospere tanto como tú, Frost. Nuestra manada aprecia tu invitación y por darnos la oportunidad que nuestros miembros solteros de la manada conozcan, posiblemente, a sus verdaderos compañeros.

Vegeta sintió que su piel comenzaba a picarle a medida que Bulma estaba cada vez más lejos de él. Estaba muy cerca de hacer caso omiso al protocolo e ir tras ella, pero eso haría que Bardock quedara mal a los ojos de otros lobos y él no haría eso a su Alfa.

Siguió recordándose que Liam mantendría un ojo en ella y no dejaría que otros lobos se le acercaran. Aún así, su lobo estaba inquieto. Esta va a ser una semana muy larga, pensó Vegeta.

—¿A qué hora debo hacer que mi manada baje para el encuentro de esta noche? —preguntó Bardock a Frost.

—Comenzaremos a las seis, por lo que probablemente querrás tenerlos un poco antes para conseguir una mesa. Haré que dos de mis lobos les muestre sus habitaciones. —Frost miró alrededor de Bardock en donde las chicas habían estado de pie solo unos momentos antes—. Parece que los machos dominantes ya se han dado a conocer a tus hembras. —Él se rió entre dientes.

Vegeta gruñó, pero antes de que pudiera conseguir sonar mucho más alto Goku le dio un codazo fuerte en el costado. Vegeta tosió. Abalanzó sus ojos sobre Goku, quien tuvo el descaro de guiñarle. Su compañera pelinegra ya le estaba contagiando algunas mañas.

Después de que Frost y Bardock terminaron de hablar, Bardock se dirigió a los miembros de la manada que se habían quedado con él.

—Sigan a esos dos caballeros, nos van a llevar a nuestras habitaciones. —Bardock indicó dos lobos de pie justo en frente de una gran escalera en la entrada.

Mientras subían las escaleras, Bardock se posicionó entre Goku y Vegeta.

—Quiero que ustedes dos y Krilin vayan y se aseguren que las chicas se mantengan fuera de problemas hasta esta noche.

—Como tú digas —dijeron Goku y Vegeta al mismo tiempo.

Cuando llegaron a la cima de la escalera, la cabeza de Vegeta giró bruscamente a la derecha. Una risa alta provenía por el pasillo en esa dirección.

Le dio un codazo a Goku.

—Mi apuesta es que encontraremos problemas por ese lado. —Indicó la dirección de donde las risitas venían.

—¿Sobreviviremos esta semana? —preguntó Goku a Vegeta con cansancio.

—¿Qué es esta mierda de sobreviviremos? Estás emparejado, puedes ir y esconderte con tu mujer. Yo, por otro lado, tengo que estar justo en el medio de las festividades. —Vegeta dijo la palabra como si fuera una enfermedad.

Goku se rió y le dio unas palmaditas en la espalda a Vegeta.

—De cualquier forma en que pueda ayudar, Beta, lo haré. Pero no te envidio cuando se trata de ser responsable de Bulma.

—No hay duda. Ella es imposible.

—No la querrías de cualquier otra manera, ¿verdad?

—No en mi vida —admitió Vegeta descaradamente.

Justo cuando llegaron a la puerta de la que todo el ruido venía, oyeron, por primera vez, las risas masculinas. Vegeta gruñó mientras agarraba el picaporte y abría la puerta de golpe. Goku estaba justo detrás de él, buscando inmediatamente en la habitación por Milk. No estaba tan enfadado como Vegeta porque había sido capaz de sentir a Milk, y sabía que no había peligro.

Por supuesto, el peligro no era para nada en lo que Vegeta estaba preocupado, pensó Goku.

°•°•°•°•°•°

Bulma casi salió rodando de la cama mientras reía. Los dos chicos que las llevaron a sus habitaciones eran divertidísimos, aunque no era completamente por ellos.

Ellos simplemente no entendían mucho de los dichos estadounidenses que decían y cuando repetían o trataban de utilizar la jerga americana, el resultado era muy gracioso.

—Así que, ¿te está gustando Rumania? —le preguntó el lobo llamado Barry.

—Bueno, hace frío —comenzó Bulma—, pero está bien. Tenemos que salir de juerga y bailar. Liam allá —Bulma señaló a Liam, quien estaba de pie en una esquina con los brazos cruzados sobre el pecho, viéndose muy parecido a un mini-yo de Vegeta—, nos enganchará unas bebidas. Él incluso me deja bailar en la barra.

—Perdóname, ¿pero que es eso de salir de juerga? ¿Y cómo te enganchas a una bebida?

Bulma, Pan, y Milk no pudieron evitar la risa que burbujeó ante su inocente pregunta.

—Lo siento, Barry. No nos estamos riendo de ti —le explicó Pan cuando él comenzó a verse aún más confundido—. Es solo que realmente no pensamos en cómo nuestras palabras deben sonar tan raras para alguien que no utiliza el mismo idioma.

Barry ondeó su mano, obviamente, no ofendido.

—Bueno, salir de juerga es como ir a un bar o un club, ya sabes, algún lugar para pasar el rato. Cuando dije enganchar, quise decir, como que nos ayudará o nos conseguirá algo.

Barry sonrió y miró a su compañero de manada, Dominic.

—Creo que me gusta este término "enganchar". ¿Qué te parece?

Dominic asintió.

—Entonces, ¿sería correcto que yo diga que quiero enganchar contigo?

Eso fue todo, incluso la fachada estoica de Liam se vino abajo. La sala entera estalló en carcajadas. Esta vez Bulma cayó de la cama y aterrizó junto a Barry, quien la ayudó a levantarse justo cuando la puerta se abrió de golpe.

Bulma miró hacia arriba y la primera palabra que vino a su mente voló fuera de su boca:

—¡Mierda!

Golpeó sus manos sobre su boca, lo que solo hizo que perdiera más el equilibrio y cayó hacia adelante, sobre el regazo de Barry. Para nada bueno.

La sala de repente se hundió en un silencio sepulcral.

Los ojos de Vegeta aterrizaron en Barry y luego en Bulma mientras luchaba por enderezarse del regazo de Barry.

Sus ojos comenzaron a brillar y, por primera vez en mucho tiempo, su lobo ganó.

Bulma vio con completo horror como ocurrieron varias cosas a la vez. Vegeta se abalanzó sobre Barry al momento que Goku, Liam y Krilin, quienes aparecieron de la nada, se abalanzaron sobre Vegeta. Bulma sintió ser tirada hacia atrás y cayó sobre su trasero.

—No hemos estado aquí ni treinta minutos —dijo Milk, sentándose a su lado.

Pan se empujó desde la alfombra en el otro lado de Bulma.

—Vaya, eso es impresionante.

Natasha y Caulifla, quienes habían estado sentadas cerca de Liam, se acercaron también.

—Creo que sé en dónde tengo que estar si quiero entretenimiento gratis —bromeó Natasha.

—Siiiiiip —dijo Bulma con un estallido en la "p"—. Solo llámenme horario estelar, porque si este tipo de mierda me sigue durante toda la semana, mi raiting está obligado a dispararse.

Milk resopló.

—Lucy, explícame este lío. —Ella utilizó su mejor voz de Ricky Ricardo.

—Ahh, Ricky, solo quería darte una sorpresa —respondió Bulma.

Pan rió con ellas. A continuación, el grupo colectivo de cinco se encogió cuando Vegeta consiguió un buen puñetazo a la cara de Barry antes de que los otros machos finalmente lo retiraran.

Demonios, él es fuerte, pensó Bulma.

Finamente Vegeta se recompuso y se sacudió a los demás.

—Estoy bien —dijo, levantando sus brazos en señal de rendición.

Barry limpió la sangre de su labio, sus ojos brillando ahora en un verde espeluznante.

Krilin se puso en medio de los lobos, sus manos tendidas entre ellos, como para mantenerlos a raya.

Vegeta gruñó cuando Barry continuó mirándolo a los ojos. Barry finalmente cedió y bajó la vista.

Bulma murmuró:

—Por Dios Santo...

—Charlie Brown —terminó Pan.

Los ojos de Vegeta cayeron sobre Bulma, lo cual la hizo estremecerse, solo que no sabía por qué, ya que no había hecho nada malo.

Bulma continuó sosteniendo su mirada y cuanto más tiempo la sostenía más enojada se ponía. Finalmente ella se puso de pie, causando que Milk y Pan se apresuraran a sus pies, no queriendo ser las únicas en el suelo. Goku caminó hacia Milk y tomó su mano.

—Tenemos que irnos —le dijo él con suavidad.

"¿Crees que es prudente dejarlos en este momento?" le preguntó Milk a través de su vínculo.

"Definitivamente" respondió Goku al momento que tiró de ella hacia la puerta.

Cuando nadie más hizo por seguir a Goku y Milk, Vegeta gruñó:

—¡Todos fuera!

De repente, todo el mundo estaba en movimiento. Bulma sonrió para sus adentros mientras comenzaba a dirigirse hacia la puerta con todos los demás. Oyó a Natasha reír detrás de ella, obviamente, dándose cuenta de lo que ella estaba tratando de hacer.

—¡BULMA! —La voz de Vegeta se envolvió alrededor de ella, deteniéndola de inmediato.

Maldito Beta, pensó.

—Buen intento —susurró Natasha mientras pasaba rápidamente delante de Bulma.

—Grita realmente fuerte si necesitas ser rescatada —le dijo Caulifla, y luego le dio un guiño—. Enviaremos a alguien.

—Sí, gracias por eso, chica lobo.

La puerta se cerró, dejando a Bulma a solas con un muy grande y muy enojado lobo.

Ella se dio la vuelta lentamente y se dirigió hacia la ventana, casi de manera casual.

—Así que, ¿te está gustando el clima? —preguntó, como si él no acabara de casi desgarrar a un hombre por la mitad.

—¿Qué parte de "no toques a otro hombre" no entró a través de esa cabeza dura tuya, Bulma? —La voz de Vegeta era profunda y baja.

Oh, infiernos no, pensó Bulma. Él no acaba de insinuar lo que creo que hizo. Ella se dio la vuelta y le clavó sus ojos ónix.

—¿Sabes qué, Vegeta? Creo que todo esto —hizo un gesto entre ellos—, es un conflicto de intereses. Sí, cuanto más pienso en ello, más creo que es perjudicial para tu salud que estés a cargo de mi seguridad.

—¿Un conflicto de intereses? —repitió sarcásticamente.

—Exactamente. En realidad, tu interés en mí ha causado que tu buen sentido se convierta en conflictivo, o defectuoso. Espera, te tengo algo mejor que eso: tu buen sentido ha dado a tu trasero un beso de despedida en salida a la puerta, saludándote y sonriéndote con buenos deseos.

Vegeta permaneció de pie atónito ante la ira en su voz. ¿Por qué está enojada?, se preguntó. Él era el que la había encontrado en el regazo de otro lobo. Oh, eso no era algo bueno para que él rememore. Sintió que sus caninos trataban de alargarse y respiró hondo, tirando de su lobo de regreso.

—Lo único que sé es que estamos separados por cinco minutos y tú ya estás acurrucada con un cachorro.

—A-acu-acurrucada —Bulma estaba tan enojada que ni siquiera podía conseguir sus palabras—. Si abrieras tus malditos brillantes ojos y dejaras de saltar a conclusiones, habrías visto que yo no estaba acurrucada en su regazo. Me caí de la cama y aterricé junto a él. Tu intromisión me sorprendió y perdí el equilibrio, ahí es cuando terminé en su regazo.

—Él está interesado en ti —espetó Vegeta.

—Por supuesto que está interesado en mí, bolsa de pulgas. Hay todo tipo de intereses aquí.

Bulma no pudo evitar provocarlo, era tan apestosamente fácil. Casi podía ver el vapor que subía desde su cabeza ante sus palabras.

—No estás ayudando, lo sabes.

—No preguntaste si necesitaba ayuda, B. Irrumpiste aquí pensando lo peor de mí y luego actuaste como un bárbaro. Entonces me acusas de tirarme a propósito a algún tipo que ni siquiera carajos conozco. —Bulma llegó al punto donde realmente quería a Vegeta fuera de su habitación. Sus emociones estaban en carne viva. Había estado divirtiéndose, riendo y, claro, coqueteando un poco. Pero muy a su pesar, sin importar cuán calientes eran Barry y Dominic, quienes, por cierto, eran mega calientes, ella no estaba interesada. Entonces Vegeta tenía que venir y ser todo, bueno, todo Vegeta.

—Mira, tenemos que tomar un descanso, ¿de acuerdo? Ve a buscar un Kit Kat y dame un respiro.*

Vegeta ladeó la cabeza hacia un lado, obviamente no entendiendo su referencia.

Ella negó con la cabeza.

—No importa, solo vete. ¿Eso es más claro para ti?

—¿Quieres que me vaya? —Vegeta dio un paso atrás, obviamente sorprendido por su declaración.

Sí, bueno, eso es lo que te pasa por ser algo que rima con palo, pensó Bulma con rabia.

—¿No puedes entenderlo a través de tu cabeza dura? —Le arrojó las palabras a su cara.

Vegeta sintió como si le hubiera abofeteado, y se dio cuenta de cómo sus palabras deben haberla hecho sentir.

—Bulma... —Dio un paso hacia ella, con una voz mucho más suave.

Bulma levantó una mano para mantenerlo a raya.

—Guárdatelo. No estoy lista para escuchar cómo lamentas haberme lastimado y bla, bla, etc, etc. ¿Está bien? Sólo quiero descansar antes de esta noche.

Bulma se acercó a la puerta, la abrió, y esperó.

Vegeta se quedó allí por un momento, todavía completamente sorprendido de que ella lo estuviera botando. Finalmente él negó con la cabeza y caminó para salir. Mientras pasaba por la puerta la oyó murmurar:

—Sería bueno si pudieras tratar de no hacer pis en mi puerta. —Luego la cerró de golpe. Vegeta escuchó el bloqueo de la misma.

Bulma apoyó la espalda contra la puerta y se deslizó al suelo. Levantó las rodillas y miró alrededor de la habitación. Estaba adornada elegantemente con un candelabro y salvia. Tenía un efecto relajante... bueno, cuando no había de pie un hombre lobo haciendo estragos en el medio de ella.

Cerró los ojos mientras inclinaba la cabeza hacia atrás.

—Bueno, esto ha empezado espléndidamente. Te caes en el regazo de alguien y todo se va al infierno en un instante —le dijo a nadie en específico.

Bulma saltó cuando alguien llamó a su puerta. Puso los ojos en blanco y gruñó:

—¡Vete, bola de pelos! ¡Te dije que ya terminé con esto!

—Bulma, es Bulla. Creo que tenemos que hablar.

Los ojos de Bulma se abrieron y se puso de pie.

—Creo que lees mi mente.

*Kit Kat: Eslogan del famoso chocolate de la marca Nestle: "Tómate un respiro, tómate un Kit Kat."

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro