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SOLO UN SUEÑO

Buenas noches damas y caballeros, ¿Qué cuentan de nuevo? ¿Todo listo para la Noche de Brujas que está cerca? Espero que sí, porque aun con el asunto del Coronavirus dando vueltas por ahí, muchas tienen el escaso sentido común para ir por ahí a pedir dulces XD un segundo... ¿Por qué me río de esto?

Ahora bien, como lo dice el Sumary, este será un fic de horror enfocado en Lucy (Caen muchos rayos y se oyen truenos ensordecedores) en su lucha por no perder el corazón del hombre que ama estando dispuesta a hacer lo que sea necesario para conservarlo.

¿Qué hará entonces la única pelinegra de la familia Loud? Descubrámoslo.

Una alta y esbelta figura vestida totalmente de negro caminaba a paso lento por un oscuro pasillo que era tenuemente iluminado por la vela que sostenía con ambas manos susurrando algunas palabras diciendo una clase de plegaria.

Llegó a una sala en la que no se podía ver nada hasta que encendió varias velas que formaban un gran círculo cuyo diámetro era abarcado por algún tipo de pentagrama poseedor de diversos símbolos teniendo en el centro una mesa de piedra que encima poseía un objeto que es tapado por una manta blanca.

-Suspiro... la luna ya está en posición- gimió y se quitó la capucha que le tapaba la cabeza revelando a una casi mujer adulta de piel pálida como una hoja de papel y de cabello tan negro que pudo mesclar con la anterior oscuridad del lugar y que le tapaba la mitad superior de su cara.

-Hora de iniciar con esto- se aproximó a la mesa y de un jalón retiró la manta -despierta, mi Conde de la Noche- resultaba que había una persona ahí postrada y tomó una vasija llena de agua arrojándosela a la cara.

-Eh... eh... que... ¿Qué pasa? ¿En dónde estoy...?- era un pelirrojo de su misma edad no usando prenda alguna y cuyos brazos y piernas estaban extendidos siendo sujetados por grilletes unidos a cadenas -Lu... ¿Lucy? ¿Eres tú?- parpadeó un par de veces y miró despacio de un lado a otro -¿Qué ocurre...? ¿Por qué no puedo moverme?- jaló sus extremidades no pudiendo liberarlas.

-No entres en pánico, Rocky. Solamente repararé esa enorme grieta entre nosotros.

Sonriendo con serenidad, ella le acarició el pelo para luego sacar de debajo de la mesa un recipiente lleno de sangre fresca y prosiguió a untársela en el torso con un pincel como si fuera un hábil pintor dibujando los mismos símbolos del pentagrama en el piso incluyendo un círculo en el pecho que posee una estrella.

-Pero... ¡¿Pero qué estás haciendo?! ¿Por qué me tienes aquí? Tú y yo ya no tenemos nada. ¿Piensas asustarme con esta sangre falsa para que vuelva contigo o qué?- indignado, comenzó a jalar con más fuerza sus miembros retorciéndose.

Tales palabras detuvieron la acción de ella que dejó de pintarlo para agarrarle el mentón y obligara a verle a los ojos una vez que se levantó su flequillo.

-Esto no es ninguna broma- el tonó que usó al decirle esto sonó tan frío que casi fue la voz de un fantasma salido de la tumba -solo huélelo por ti mismo, esta no es la sangre falsa que solíamos preparar juntos en el pasado- acercó el pincel a su nariz para que lo olfateara haciendo que se pusiera tan pálido como ella al corroborar que era de verdad.

-Lu-Lu-Lucy, ¿Qué... qué estás haciendo?- sabiendo que la sangre es real y viendo la posición en la que está ahora mismo rodeado de tantas velas encendidas que forma un círculo y luego apreciar con dificultad el tipo de símbolos que ella le dibujo, empezó a hacerse una idea de lo que ocurría.

-Ya te lo dije: reparar la enorme fisura que separa nuestros corazones- con una ternura que contrasta con su justo anterior semblante le sobó el cabello y se dirigió a un tipo de altar prendiendo otras velas que iluminaron un gran mural.

Los ojos de Rocky se abrieron enormemente por lo que vio. En esa pared hay muchos jeroglíficos y relieves de lo más aterradores, ilustraciones de toda clase de demonios y entes malignos que se alimentan de desdichadas almas humanas entre toda clase de representaciones que parecen haber sido talladas directamente por el mismo Demonio.

Pero lo que en verdad le heló la sangre fueron unas picas o lanzas que poseían en sus puntas cabezas humanas. Eran 12, pertenecían todas a chicas o mujeres jóvenes y de izquierda a derecha está la que lleva más tiempo incrustada, que es poco más que una calavera con piel seca, seguida de las demás que están en diversas etapas de descomposición finalizando con la más reciente que pertenecía a una niña de alrededor 7 años.

Las menos viejas aún tenían bien gravadas en sus caras sus últimos segundos de vida y de la parte inferior de sus cuellos cortados chorrean hilos de sangre que se deslizan de las astas en dónde están incrustadas hasta unos recipientes iguales al que Lucy tomó para sacar la sangre con la que pintó a su cautivo quién ya se puso a temblar y sudar de miedo extremo.

-Qué... ¿Qué son e-esas cosas de ahí, Lu-Lucy?- una parte de él aún se aferraba a que todo esto se tratase de una broma de muy mal gusto.

-¿Qué crees que son? Son las cabezas de las 11 chicas que han sido asesinadas en estos últimos 11 meses acompañadas ahora por la más chiquita e inocente de mis hermanas, ¿Nunca ves las noticias?- explicó con una aterradora calma y palmeó la más reciente de esas cabezas.

-Dile "hola" a Rocky, Lily. No seas maleducada- pidió a quién fue su congénere más joven que aparte de tener una expresión de dolor indescriptible posee un aún fresco rastro de lágrimas que se mesclaba con la sangre que emanaba su cuello al bajar por las mejillas y luego por el pescuezo.

Rocky se quedó mudo y sus pupilas se volvieron pequeños puntos ante su explicación.

-Lucy... ¿Tú eres e-esa asesina en se-serie?- habló casi en susurro.

-Como diría Lisa: "Esa es una afirmación de lo más obvia, simio sin pelo"- carcajeando al imitar lo mejor que pudo el tono monótono de su otra hermana menor, fue a sacar de una caja un gran y polvoriento libro que colocó en ese altar.

-Po-po-po... ¿Por qué...? ¿Por qué mataste a tu hermanita y a esas otras mujeres?- comenzó a parpadear y temblar sin control alguno dejando salir libremente sus propias lágrimas viendo que está lidiando con una peligrosa asesina en serie que fue capaz de matar a un miembro de su propia familia sin ningún tipo de arrepentimiento.

-Suspiro... ¿Tengo que decírtelo por tercera vez? Lo hice por ti, por nosotros, para volver a unir nuestros corazones y que nuestras almas se fundan en una sola y nada ni nadie nos pueda separar jamás- explicó ya con fastidio y comenzó a ojear las páginas del escrito.

-¿Cómo dices...? ¿Tú acaso...?- dejó de hablar al analizar sus palabras -¿Es que sigues enamorada de mí? ¿Quieres recuperar el amor que alguna vez te tuve?

-Oh, hasta que al fin diste en el clavo- soltó otra pequeña y escalofriante risa irónica.

-Pe-pe-pero... ¡¿PERO TÚ TE HAS VUELTO LOCA O QUÉ?! ¡¿Cómo pudiste matar a tu hermana y a esas pobres mujeres para que volvamos a ser novios?! ¡¿Cómo mierda crees que con esto te voy a volver a amar?! ¡HAZ PERDIDO LA CABEZA!- esa revelación logró que por instantes el terror que se apoderó de su ser fuese reemplazado por una gran ira.

-Descuida, Rocky, descuida. Sé muy bien que ahora estás de lo más confundido, pero dentro de poco olvidarás todo esto y las cosas entre nosotros volverán a ser como antes.

Dejó de prestarle atención a sus quejas y reproches cuando comenzó a hablar en un extraño idioma manteniendo su mirada fija en el techo y alzando levemente sus manos tal cual como alguien que estuviera en un trance acallándolo al conseguir que las llamas de las velas aumentaran a tanta intensidad que se volvieron unos geisers de fuego a pesar de una fuerte y fría brisa que de alguna manera entró a ese lugar tan lejos de cualquier puerta o ventana helándole la sangre.

Pero, ¿Cómo esto era posible? ¿Qué llevo a Lucy a volverse una maniática homicida que fue capaz de matar a la menor de las chicas Loud? ¿Cómo esto podría ayudarle a recuperar el amor de Rocky?

Para conseguir respuestas a estas y más preguntas, hay que retroceder unos cuantos años en el pasado, a una época en la que la gótica de la familia Loud que normalmente nunca era capaz de ver el lado bello de la vida sentía estar viviendo un bello cuento de hadas.

A ese momento en el que conoció el amor, el supuesto sentimiento que hace que valga la pena vivir la vida, al conocer a Rocky Spokes, hermano menor de Rusty uno de los amigos de su único hermano varón Lincoln, con el cuál por medios muy particulares forjaron una relación amorosa que duró ocho años seguidos siendo pareja literalmente durante la mitad de su vida entera.

Todo pareció volverse felicidad y dicha para una de las Loud menos expresivas y supuestamente más carente de emociones. Siempre se había hecho la idea de que estaría sola y que su única compañía sentimental sería esa estatuilla de vampiro llamada Edwin que siempre atesoró como si de verdad se tratase de un ser vivo de carne y hueso, por lo que tener la posibilidad de compartir su vida con otro humano que no huya de sus gustos tan abstractos y que de hecho la hagan alguien interesante a sus ojos era una respuesta a las plegarias que siempre decía de forma subconsciente.

Un sueño hecho realidad, así es como ella misma lo describiría.

Pero como muchos amores juveniles que se han extendido por bastante tiempo, el suyo con Spokes iba a llegar a su fin y ese bello sueño terminaría.

De un modo que la haría tomar el oscuro sendero que surca ahora mismo...

Flash back:

Una muy indignada Lucy de 16 años se hallaba cruzada de brazos oculta entre las sombras de unos pasillos de la secundaria cerca de algunos casilleros moviendo de arriba abajo impaciente un pie.

-¡Hasta pronto, Jenny! Te veré en la clase de física- su mal humor se incrementó cuando vio a Rocky despedirse animadamente de otra chica y dirigirse a su casillero silbando alegremente.

-Rocky...- siendo algo natural de su parte, lo tomó por sorpresa al salir de su escondite.

-¡AAAHHH! Eres... eres tú, Lucy- río nerviosamente luego de haber soltado un grito -¿Cómo has estado, mi Princesa de la Noche?- quiso acercársele pero extendió hacia adelante una mano.

-¿Quién era esa?- habló cortante pero lo suficientemente fuerte para que él la escuchara bien.

-E-e-e ¿Ella? ¡NADIE! Solo una amiga, nada más- soltó otra risa nerviosa y se rascó la nuca.

-Solo una amiga, ¿Eh?- debido al flequillo, él no podía ver la palpitante vena que se le formó en su frente -¿Y esa otra chica con la que te besaste detrás de la escuela era también solo otra amiga tuya?

-¿Cómo es que...? No sé de qué hablas- miró hacia otro lado haciéndose el desentendido, pero ella le pisó fuertemente un pie haciéndole gritar nuevamente.

-¿Tú acaso crees que soy una idiota o qué? ¡Ayer te vi dándote besitos con otra chica!- alzó la voz casi gritando -y eso no es todo, sino que en otras ocasiones te he visto muy cariñosito con otras chicas. ¿Puedes explicarme eso?- alzó su cabello para que la mirase a los ojos.

-Oh, cielos...- al rascarse otra vez la nuca, ahora su expresión era de mucha incomodidad -Lucy, mira. Quería hablar de esto contigo en otro momento, pero creo que es mejor que paremos hasta aquí.

-¿Qué? ¿Cómo dices?- inicialmente no comprendió a qué se refería.

-Lucy... tú sin dudas eres una chica única, una en un millón, bastante diferente a cualquiera que conozca. Pero... creo que ya es hora de tomar caminos diferentes.

La boca de la pelinegra se volvió una fina línea recta y en sus ojos se apreció que por un par de segundos su alma dejo su cuerpo; incluso se hizo más pálido de lo normal.

-Ro-Rocky, tú... ¿Quieres terminar conmigo?- su voz enojada cambió radicalmente a una de desesperación que crecía rápidamente.

-No lo digas con esa palabra tan fuerte... míralo como una oportunidad de buscar nuevas emociones. Ahora que eres una bella Señora de la Noche, seguramente harás que filas de chicos vayan tras de ti hipnotizados por tu aura vampiresca- quiso bromear para el rompimiento no fuese tan doloroso.

-Pe-pero Rocky...- pese a eso, el corazón de Lucy lentamente se hacía añicos y sus lágrimas no se demoraron en salir -todos estos años juntos... ¿No significaron nada para?

-Lucy, no te pongas así- verla llorar también le estrujó el corazón a Rocky y le acarició una mejilla para calmarla -claro que todo lo que hemos vivido juntos vale más que todo el oro del mundo para mí y nunca los olvidaría.

-A tu lado pude divertirme y sentir toda clase de emociones de maneras que nunca hubiera conseguido por parte de otras chicas, en especial cuando te ayudaba en tus "prácticas oscuras" pero... la vida sigue y uno cambia al igual que sus gustos y prioridades.

-Así que deja de estar triste. Estoy 100% seguro de que algún hallaras al hombre que te complemente en todos los aspectos y que te seguirá amando para siempre y de forma mucho más apasionada de lo que alguna vez lo hice; así que mucha suerte y hasta pronto- creyendo que pudo arreglar el problema sin mayores repercusiones, le besó una la mejilla y se retiró tranquilamente.

Ignorando totalmente lo que eso generó en su ahora ex-novia que quedó tiesa como una estatua no haciendo nada más aparte de soltar cataratas de lágrimas.

¿Qué a su lado pudo divertirse de maneras diferentes? ¿Ella solo fue para él un método novedoso con el cual entretenerse hasta que lo aburrió? ¿Eso fue lo que intentó decirle?

No solo un sentimiento de enorme desdicha y tristeza empezó a crearse en su destrozado corazón, sino también de ira y traición desmedidas que jamás había experimentado antes.

Para ella todos esos momentos que pasaron juntos no fue solo para divertirse o reírse un rato, sino que fueron los que lograron hacer que le riese genuinamente a la vida, al resto del mundo, que viese que todo no era siempre pura oscuridad, desalojo y soledad.

Y no iba a permitir que ese bello sueño en el que estuvo sumergida por años se esfumara de la noche a la mañana. Encontraría la forma de recuperar el amor de Rocky, de su Conde de la Noche.

Sin importar el precio que debiese pagar.

Pero, ¿Qué podría hacer al respecto? Ya no contaba con la ayuda y el apoyo de Lincoln o de sus otras hermanas mayores porque desde hace mucho dejaron la residencia Loud para hacer sus vidas en otro lado, por lo que ella era la mayor de las chicas que aun vivían ahí y debía encontrar algún modo de resolver el problema.

-Suspiro...- gimió derrotada porque luego de buscar en el viejo libro que contenía supuestamente varios hechizos pertenecientes a su Bisabuela Harriet no halló alguno que le ayudase con su actual predicamento.

Lo dejó a un lado y se sentó viendo la última foto de ella con Rocky juntos limitándose solamente a suspirar creyendo que ya no habría nada más que pudiera hacer.

Suspiro...

Suspiro...

Suspiro...

¿Eso era todo lo que iba hacer a partir de ese momento? ¿Suspirar hundiéndose en un pozo de eterna depresión hasta volverse una de esas Emas que se cortan las muñecas así mismas?

¡De ninguna manera!

Tomó ese viejo libro ahora viéndolo con furia para arrojarlo contra una de las tantas pilas de cajas que se encontraban en el ático derrumbándolas y que todo lo que llevaban adentro se desparramara por el suelo.

Amañó con irse no teniendo ganas de reparar el desorden que hizo, hasta que notó entre las cosas tiradas en el piso otro libro aún más antiguo y grande que el perteneciente a la abuela de su padre.

Desconcertada por ver un manuscrito como ese entre tanta basura y baratijas, lo tomó viendo en la portada una imagen que solamente ella podría reconocer como un ente demoniaco.

Y qué sin darse cuenta, la fue hipnotizando para que hiciese su voluntad.

Unos días luego de ese hallazgo, estaba en medio de un bosque justo cuando faltaba poco para la media noche dentro de un círculo conformado por varias velas encendidas recitando cada una de las palabras que contenía el pasaje que leía y que serían incomprensibles de comprender para cualquier otra persona pero que para ella eran la solución de su problema.

Guardó silencio cuando las llamas de las velas comenzaron a arremolinarse a unos cuantos metros sobre el aire comenzando a tomar forma dejándola sin aliento.

Y sea lo que sea que vio, fue lo que terminó por volverla el monstruo en el que se volverá algún día.

-Desde hace mucho que no nos juntamos, amiga mía- otra noche luego de esa, se había reunido con Haiku en el cementerio y se dieron un cálido abrazo -oí que Rocky terminó contigo, ¿Estás bien?- mostraba una inusual preocupación de su parte.

-Estaré bien, Haiku, solo... necesitaré tiempo para sobreponerme- contestó con un muy obvio tono de amargura -pero no hablemos de eso ahora. Te llamé para que vieras una lápida. Parece ser la más vieja de toda Royal Woods.

Pidió que la acompañase y se aproximara a lo que en efecto parece ser la tumba más antigua del cementerio de la ciudad, tanto así, que ya ni si quiera podía leer el epitafio.

-Wau... en serio es la más vieja que alguna vez haya visto- se agachó para apreciarla mejor.

-Te lo dije- Lucy a sus espaldas sacó algo de una mochila.

-Ya quiero hablar con aquella persona que reposa aquí y saber su historia- se incorporó dispuesta a sacar de su propia bolsa un tablero Oujia.

-No creo que te sirva de mucho ahora que te reúnas con él o ella.

Haiku quedó confundida por esas palabras y se giró para preguntarle a qué se refería. Lo último que vio fue como su supuesta mejor amiga sostenía con ambas manos un hacha cuyo filo brillaba por los rayos de la luna.

-¡SHANK!- y antes de formular palabra alguna la otra pelinegra de un solo movimiento le cortó la cabeza que giró unos metros en el aire antes de caer al pasto y rodar hasta dar contra esa vieja lápida que se manchó con su sangre siendo lo último que vio en el corto lapso de vida que tiene una cabeza decapitada la figura de ella teniendo al astro nocturno a sus espaldas.

-Ah... ah...- tal esfuerzo físico resultó ser de lo más agotador para Lucy que también se impregnó con ese líquido vital carmesí -lo lamento, Haiku. Pero el primer paso para recuperar el corazón de Rocky es matar a quién considero mi mejor amigo o amiga en este mundo; de verás lo lamento mucho- tomó su cabeza cuando le dijo esto y la guardó en su bolso.

-Una menos... faltan otros 11 sacrificios más... uno cada fin de mes- luego de asegurarse de que nadie la hubiera visto, se retiró dejando el cuerpo decapitado tendido en el césped que no se demoró en crear un gran charco de sangre.

Escena que se repetiría varias veces más adelante y que sembrarían el horror en los corazones de todos los habitantes de Royal Woods que nunca pudieron adivinar quién fue el responsable de tales atrocidades.

Fin del flash back.

Lo que la trajo a esta situación actual.

-¡Oh gran Asmodeus, demonio de la lujuria y del amor profano, aquí tengo ante ti la última víctima para completar el pacto que hemos tratado!

Las llamas comenzaron a arremolinarse a pocos metros sobre Rocky, igual que en esa ocasión, causando que sus ojos casi se salieran de sus cuencas y su quijada por poco se dislocó por como abrió la boca cuando tomaron una forma medio humanoide, pero poseedora de grotescos atributos que casi lo tocan amenazando con quemarlo de gravedad, siendo un par de alas, larga cola y cuernos curveados hacia arriba lo que más sobresalían y destacaban.

-Lo has hecho bien, mi niña...- con un tono de voz que va acorde de su demoniaco aspecto, ese ser se acercó levitando hasta la joven que hizo una reverencia y casi cortándole la cara al pobre pelirrojo con el extremo filoso de su cola.

-He cumplido con cada una de sus indicaciones, incluyendo el último paso al sacrificar el alma pura de alguien como lo fue mi hermana menor, mi señor. ¿Usted honrará nuestro acuerdo?- pidió Lucy manteniendo la cabeza gacha y el puño derecho y rodilla izquierda contra el suelo.

-Por supuesto, mi niña. Como lo has de haber notado, yo siempre cumplo con mis pactos a diferencia de la mayoría de mis demás colegas...- ese ser hecho de fuego extendió una mano para acariciarle una mejilla y lo viera a los ojos sin causarle quemadura alguna.

-Ahora da el paso final- materializó ante ella una daga de hoja serpenteante y se la entregó.

Las manos de ella apenas tocaron ese instrumento causaron que todo su cuerpo fuese rodeado por una intensa aura de fuego acompañado de toda clase de alaridos y gritos de súplica y agonía que provenían de los niveles más profundos del Pozo de Fuego Eterno y que salían de las bocas de las cabezas cercenadas que recobraron vida momentáneamente, pero aun así, ella está ilesa al igual que sus prendas.

Solamente sus ojos cambiaron de manera radical, como tenía el flequillo levantado, se podía apreciar perfectamente como pasaron de ser azul claro a casi volverse esferas en llamas.

-Como ordene, mi señor...- su voz también se hizo digna del ser demoniaco más horripilante que cualquier amante del ocultismo o prácticas prohibidas podría imaginar y sujetó con fuerza la daga con ambas manos.

Rocky solo salió de su estado de shock generado al ver tal aberración y soltó un grito de espanto porque Lucy se apuñaló a su misma a mitad del pecho justo en dónde se haya su corazón expulsando de inmediato una gran cantidad de sangre.

Tal vez sea por algún tipo de hechizo que lanzó ese demonio al darle esa daga, pero ella no murió enseguida y aún podía mantenerse de pie sin sucumbir, pese a que también comenzó a salir sangre de su boca.

-Hora de dar el paso final... y unir nuestros corazones en uno solo... para estar juntos por siempre.

Aunque se apreciaba como su vida se escapaba por tal herida mortal, ella pudo sonreír dejando salir aún más sangre y se acercó a su prisionero una vez que ese diablo se convirtió en una nube de fuego que se apegó al techo del lugar para atestiguar el último acto.

-No... ¡NO, POR FAVOR, NO ME MATES!- presa de un terror indescriptible, Rocky se agitó con violencia tratando de liberarse pero era un esfuerzo inútil y ya comenzó a lastimarse las zonas inmovilizadas por los grilletes.

-¡LUCY, PRO FAVOR, NO ME LASTIMES! Volveré a ser tu novio, haré lo que tú quieras, seré solo para ti y para nadie más, ¡PERO POR FAVOR NO ME HAGAS ESTO!- imploraba por su vida y en sus ojos se reflejaba como la figura de ella aún rodeada por esa aura de fuego se acercaba más y más.

-Palabras vacías dichas por alguien dominado por el miedo... solo con esto me aseguraré de que seas para mí y para nadie más- alzó con ambas manos la navaja de hoja serpenteante.

-¡NO, NO POR FAVOR! ¡AYUDA, AYUDA, QUE ALGUIEN ME AYUDE, POR FAVOR!- gritaba a tal grado que se le desgarraban las cuerdas bocales.

-Solo será un efímero dolor comparado con una eternidad de dicha y felicidad, luego me lo agradecerás, te lo juro- sin vacilación alguna, ella bajó el puñal.

-¡NO, NO, NOOOOOOOO!- los ojos del hermano de Rusty descendieron a la misma velocidad con la que ese objeto se dirigía a su pecho listo para darle un destino peor que la misma muerte.

(....)

-¡AAAHHH!- gritó un muy alterado Rocky incorporándose de la cómoda cama en la que dormía viendo de un lado a otro sudando a chorros.

-¡¿Qué pasa, Rocky?!- quiso saber Lucy que dormía a su lado y lo miró muy preocupada.

Ya no eran unos jóvenes de 17 años, ahora eran unos adultos de alrededor de 25 y él está totalmente sano sin ningún rastro de daño o secuela apreciable.

-Ah cielos... no, no te preocupes, Lucy. Solo tuve una horrible pesadilla- se masajeó la cara con ambas manos.

-¿Una pesadilla? ¿Cuál?- ella se incorporó tapándose con la sábana porque ambos están desnudos luego de seguramente hacer un bello y apasionado acto carnal.

-Una en la que tú te volviste una loca asesina que hizo un pacto con un demonio luego de que yo rompiera contigo y al final me apuñalas en el corazón... fue de lo más aterrador.

-Je, je, je. Ay, Rocky, eso te pasa por ver todas esas películas de horror conmigo. Si no querías verlas, me lo hubieras dicho y no estarías como estás.

-Es que todo parecía tan real...

-Descuida, mi Duque de la Oscuridad, solo fue un sueño y nada más. Mejor volvamos a dormir.

-Si... durmamos, mi Princesa de la Noche. Solo espero no volver a tener más pesadillas- besándole la frente, la abrazó por los hombros apegándola a su cuerpo.

-Recuerda que solo es un sueño y solamente eso... solo un sueño.

Susurró esto último abrazándolo por el costado derecho y pasando una mano por su pecho acariciando una peculiar cicatriz que tiene justo en el corazón soltando una efímera risa y viendo la luna por la ventana que iluminó a través de su flequillo un par de puntos que brillaban como flamas antes de cerrar los ojos disponiéndose a seguir durmiendo.

Primer y único capítulo de esta historia completado el 28/10/2020.

Eso ha sido todo por el día de hoy. Espero que los haya estremecido hasta la médula lo que Lucy fue capaz de hacer para apoderarse del corazón de Rocky ¡Incluyendo cortarle la cabeza a la pequeña Lily! En serio el amor hace que uno haga las cosas más locas y atroces.

Por un momento creyeron que todo fue un sueño, ¿No? XD

Y bueno, sé bien que no es ni por error el relato de horror más grande que exista por ahí, pero es que el género del terror es uno de los que más difíciles me resulta manejar, por eso tengo tan pocos fics de ese estilo en comparación a otros.

¿Saben algo más? Inicialmente pensé que iba a ser Lincoln a quién Lucy amaba con locura, pero como ya hay un montón de Lucyncoln por ahí, mejor quise darle un poco de "aire fresco" al Rucy o el Lucky o como se llame el Rocky-Lucy XD

Sin más que decir, me despido deseándoles un feliz Halloween y que lo puedan pasar bien (No como aquí que se pondrán varias restricciones para ese día) y no me puedo ir sin dedicarles un nada escalofriante...

¡BBUUUU! (grito fantasmal XD)

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