Erik

En algún momento note que Charles ya no estaba a mi lado, luego de preguntar a los meseros me dijeron que había salido al balcón.

Pero claro, un hombre como Charles no pasa desapercibido, Shaw estaba acosándolo, como siempre hacia con mis parejas para que mi vida fuese más miserable.

Tome a Charles por la cintura y uni nuestros labios. En un comienzo sólo era para dejarle en claro que Charles era mío, pero con el pasar de los segundos sólo me encontraba concentrado en aquellos suaves y dulces labios... Aquellos que se movían con nerviosismo y que aquellas diminutas manos se aferraban a mi camisa con fuerza.

-¡te dije que no te apartaras de mi lado!- le grité, vi por el rabillo del ojo que Shaw se había ido

-L-Lo siento... Es sólo que... Te veías tan a gusto que no quise molestarte- dijo bajando cada vez más su tono de voz y mirando el suelo, solté un gran suspiro antes de hablar.

-por este tiempo eres sólo mío, entiendes -dije seriamente cuando me separé de él.

Charles sólo asintió y yo solté otro suspiro.

Lo guié de vuelta al lugar y todos habían caminado a sus mesas correspondientes.

Al acercarnos a la nuestra, pude notar que Hank y Moira estaban ahí, por suerte no estaría con Shaw o Frost, ya que, sólo había un lugar más en aquella mesa.

-Erik- Hank se puso de pie y nos saludo, al igual que Moira

-Hank, Moira, me gustaría presentarles a Charles, mi pareja- el asombro en sus rostros fue épico, Charles sonrió con cortesía y saludó a ambos cordialmente.

Debía reconocer que los refinados modales de Charles me habían sorprendido está noche. Tenía una actitud perfecta para la ocasión, era todo un caballero, y me sorprendía lo culto que era con respecto a algunos temas.

Mi madre había comenzado un pequeño discurso y todo iba bien, hasta que la persona que faltaba en la mesa hacia acto de presencia.

-hey, hermanito, ¿cómo estás?- me voltee y sentí como toda la sangre abandonaba mi cuerpo.

-Raven, pensé que... Que estarías con Azazel...- ella me miraba sonriendo.

-no, pensé que está noche debía ser más... Familiar- ella vio a Charles con esa mueca que odiaba, sabía que ella planeaba algo- ¿tú eres?

-un gusto, mi nombre es Charles- se puso de pie y tomó la mano de Raven para dejarle un pequeño beso en el dorso.

-oh, cariño- ella lo abrazo dejándolo por demás sorprendido- eres muy lindo- ella tomó sus mejillas y comenzó a jalarlas- ¿estás seguro que el gruñón este no te está chantajeando? Porque eres muy lindo como para estar con un hombre antisocial y que lo único que tiene a favor es su apariencia y su dinero

-ya basta, Raven- tiré a Charles a mis brazos y el chocó su rostro con mi torso- Charles, ella es mi media hermana Raven, no te acerques jamás a ella, ¿de acuerdo?

Raven soltó una pequeña risa y Charles asintió lindamente.

-Ahora me gustaría llamar a mi hijo mayor, Erik, por favor- miré a mi madre y luego a Charles.

-no tardaré- le di un pequeño beso en la frente y me puse de pie- no te le acerques- Raven sonrió con malicia.

Camine hacia el lugar en el cual se encontraba mi madre y apenas fijé mi vista en Charles, vi como Raven le hablaba y el se sonrojaba en algunas ocasiones.

-Como próximo heredero de las empresas Lehnsherr, es un agrado tenerlos a todos aquí hoy...- había comenzado a relatar aquel discurso que había escrito mi asistente.

Sonreía pero no porque quisiera, sólo por compromiso, mi vista estaba fija en mi mesa y en como Raven interrogaba a Charles.

Estaba completamente pendiente de él, de sus sonrisas y sonrojos, lo que más me molesto fue el hecho de que Raven le tomará ambas manos y él le sonriera en respuesta.

-espero que disfruten la velada, muchas gracias- entre aplausos abandoné aquel lugar y camine con la vista fija en Charles.

-que buen discurso, hermanito- Raven reía y yo solo pude tomar a Charles y sacarlo de ahí.

Camine con el hasta el baño y cerré la puerta de golpe, le di la espalda y pase mi mano por mi cabello y solté un gran suspiro.

-¿que mierda fue eso?- pregunté dándole la espalda. Pasaron varios segundos y no había respuesta alguna- te pregunté, ¿¡¡qué mierda ha sido eso!!?- vi que Charles daba un pequeño salto- ¿acaso también piensas joder con mi hermana? O quizás, ¿no te pago lo suficiente?

Lo vi apretar los puños y por un momento pensé que lloraría, oh que equivocado estaba.

-escúchame, Erik, has estado toda la noche gritándome y tratándome como si fuese una zorra barata, disculpa pero no seguiré con esta farsa si TÚ no dejas de hacerlo- levantó la vista y me miró con el ceño fruncido- que esto te quedé grabado bien en la cabeza, YO NO ESTOY SEDUCIENDO A NADIE, NI A TU HERMANA, NI A TUS AMIGOS, así que si no dejas esa actitud paranoica me iré de aquí y te dejaré sólo, ¿me entiendes?

Estaba más que sorprendido, de todas las reacciones que espere, y de hecho estaba seguro que el llanto era la más probable, nunca pensé que el me estaría regañando a mi, Charles a MÍ.

-ahora, volvamos, ¿quieres que nos tomemos de la mano o...?- sin dejarle decir más, tome su mano y lo jale lejos de aquel lugar.

No pensaba disculparme, claro que no, soy Erik Lehnsherr, próximo heredero de la compañía internacional Lehnsherr, no me disculpare con un prostituto por tratarlo como prostituto... Sólo... No...

Al llegar a la mesa, Raven hablaba muy amenamente con Hank, quien estaba más que rojo frente a eso.

-ya terminaron de besuquearse en el baño, ¿verdad?- miré a Charles y este se puso muy rojo, ¿donde había quedado aquel chico atrevido que me había regañado minutos atrás? ¿En qué momento cambio a este tímido joven?

No respondí a los juegos de Raven y sólo me concentré en mirar como Charles comía lentamente, como si fuera un pequeño hámster...

Adorable...