Ororo (8)
Erik
Dentro de Charles era jodidamente exquisito.
Tan apretado como un virgen y sus gemidos, oh demonios, sus gemidos me volvían loco.
-Erik... Aahh...- no se si lo hacía a propósito pero la forma en la que decía mi nombre me excitaba, y mucho- E-Erik... Yo... Ngh...
-¿tu que?... Charles- tome una de sus piernas y comencé a embestirlo más fuerte.
-yo... Aah... No puedo...- salí del interior de Charles y lo puse boca abajo en la cama- ¿que-? ¡Ahh!
Se sentía tan bien dentro de él, que necesitaba entrar en el sin condón, quería recordar esa deliciosa sensación sin el molesto preservativo de por medio.
Saqué mi miembro de su interior para quitarme esa molesta cosa y luego entrar.
¡Dios! Era como el mismo paraíso, tan apretado, tan cálido, tan delicioso... No habían palabras suficientes para definir aquello.
Veía como mi miembro entraba y salía de él, de sus muy redondos y suaves glúteos. Sin poder evitarlo le di una fuerte nalgada, a lo que Charles soltó un delicioso y bello gemido.
Él apretaba fuertemente las sábanas mientras yo marcaba mis dedos en su cadera.
Su piel perlada por el sudor me tentaba y lentamente comencé a acercar mi rostro a su hombro derecho.
-Erik... Aahh... Quiero...- sentía su interior apretarme aún más.
-cuando quieras...- susurré sobre su hombro antes de besarlo.
-¡Aahh!- le di un mordisco en el hombro y Charles se corrió mientras aún me movía...
Luego de ello me vine en su interior dejando caer mi peso sobre él.
Nunca me había perdido tanto mientras tenía sexo con alguien, con ninguna de las parejas que había tenido antes, y no eran pocas.
Retiré lentamente mi miembro de su interior mientras disfrutaba de lo apretado y cálido que era.
¡Mierda! Sentía esa sensación de excitación nuevamente en mi.
-Erik...- jadeo Charles y estaba a punto de perder la cordura cuando note que el cerraba poco a poco sus ojos.
-hey... Charles...- intenté moverlo un poco pero no respondió.
Se había dormido.
Resignado, me puse a su lado poniendo las manos detrás de mí nuca. Había sido estupendo ¡mierda! Había sido increíble.
Tome una de las sábanas y nos cubrí con ella, Charles dormía plácidamente y su pálida piel estaba aún perlada por aquellas pequeñas gotas de sudor... Y se veía exquisito.
Me puse de pie, luego de un rato, comencé a recoger mi ropa y me quedé de pie mirándole unos momentos.
Me acerqué al velador que estaba a un lado de la cama y deje 500 dólares antes de salir de ahí, hacia mi habitación.
Esa noche me dormí con la sensación del cuerpo de Charles debajo de mi y podía decir que nunca había dormido tan bien.
A la mañana siguiente, me levanté, me di una ducha y me fui a trabajar a la oficina, Azazel debía venir hoy y tenía que entregarle algunas cosas.
Estaba concentrado en mi labor, cuando la puerta fue abierta de manera brusca.
-¡Erik, amigo!- Azazel entró con una sonrisa.
-te he dicho miles de veces que toques la puerta- dije molesto sin mirarle, pero el solo solto una risa.
-no seas gruñón, Erik, cualquiera pensaría que luego de una buena noche estarías de mejor humor- lo miré con el ceño fruncido, el maldito sabía- ¿no dirás nada?
-no se de que me hablas- dije mirando nuevamente los papeles sobre la mesa.
-oh, vamos, Erik, te conozco desde que eramos unos mocosos, además la mordida que le dejaste en el hombro no es muy discreta que digamos- dijo sonriendo el muy hijo de...- y ¿cómo fue? ¿Igual de glorioso que su aspecto? Porque amigo, dejame decirte que Charles es adorablemente sexy.
Su mirada me decía que no me dejaría en paz pero fuimos interrumpidos por unos golpes en la puerta.
-permiso, traje café y algunas galletas por si gustan- Charles entró con una sonrisa cargando una bandeja.
-oh Charles, sabes que amo tu cafe- dijo el idiota de Azazel recibiendo la taza- y al parecer a Erik también- Charles sólo sonrió y me pasó una taza.
-Erik, necesito llamar a Darwin- lo miré levantando una ceja- necesito que compre algunas cosas para comer, espero no te moleste.
-¡pero Charles!- dijo Azazel haciéndole saltar- debes ir, junto a Erik, por supuesto, él necesita salir y así Darwin no olvida nada.
Charles me miró como si estuviese en la duda. Solté un suspiro y me puse de pie.
-tienes razón, iremos a comprar ahora mismo, así que Azazel, te puedes ir- dije en un tono más en forma de orden que petición.
Azazel sonrió y yo lo miré seriamente, había caído en su juego, pero salir un momento no estaba mal.
Luego de que Charles se pusiera un abrigo y de que Azazel insistiera en que debíamos ir caminando, fuimos a una tienda cercana.
-¿qué es lo que necesitas?- Charles me miró sonriendo mientras se acercaba a un carro pero se lo quite de las manos- yo lo llevo- él soltó una pequeña risa y comenzó a caminar.
-sólo quería algunas verduras, café, y pastas en general- lo miré asintiendo y comenzamos a recorrer los pasillos.
Juro que nunca había visto alguien demorar tanto escogiendo verduras como Charles, miraba meticulosamente cada una de las cosas y las comparaba con otras, como si hubiese una gran diferencia entre ambas.
Luego de mirar cada cosa detenidamente, escogía la primera que tomaba. No entendía eso.
Pronto el carro se encontraba lleno de frutas y verduras en general, compramos café y algunas cosas más y nos dirigimos a la caja.
-bienvenidos a... ¿Charles?- la chica de la caja salto de alegría- oh cielos, ¡Charles! ¿Como has estado?- dijo la chica abrazando a Charles.
-Ororo, tanto tiempo, estoy bien, ¿como vas tú? ¿La Universidad como va?- Charles la abrazaba, demasiado a mi parecer.
-bien, muy bien, aunque aún extrañamos a nuestro campeón de ajedrez- oh, así que Charles sabe jugar... ellos reían mientras conversaban alegremente
-oh, Ororo, él es Erik, Erik, ella es Ororo una ex compañera de la Universidad- la chica me miró de pies a cabeza
-un gusto- dijo luego sonriendome.
-igualmente- al parecer mi voz sonó más fría de lo que pensé porque Charles me miró muy feo.
-oh, yo los estoy reteniendo aquí, disculpen- la chica comenzó a pasar las cosas mientras hablaba con Charles- tienes que juntarte con nosotros pronto, ¿de acuerdo?
-Claro, me contactaré contigo- Charles sonrió y nos fuimos de allí...
No dije nada más hasta llegar a casa...
Pero la nueva información que había obtenido de Charles era interesante...
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Porque soy buena persona, les traje la continuación 😘
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