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¿Desde cuándo tienes novio?
Ahora me encuentro sobre la cocina preparando el desayuno para Merian, sé cocinar pero no soy yo quién se mueve. Este maldito muñeco es el que me controla, debo recuperarlo para que ella no pueda controlarme nunca más.
Pero hay un problema, ni siquiera puedo mover un dedo a mi voluntad, será muy difícil quitarle mi muñeco a Merian.
Mis manos terminan de preparar el desayuno y coloco todo en una bandeja, como detalle pongo una flor blanca que tomé sin permiso de la planta que está en la ventana de la casa.
Luego camino hacia su habitación con la bandeja en mis manos. Entro abriendo la puerta con mi pie y la encuentro colocándose unas hebillas en su cabello.
-El desayuno ya está amor. -hablo dejando la bandeja en la cama y camino hacia ella para abrazarla por detrás.
Quizás debería aceptar mi destino y dejar que ella haga lo que quiera conmigo. No tengo escapatoria.
-Gracias bebé. -contesta la rubia besando mis labios por un momento. Ella de pone de pie y camina hacia la cama para desayunar.
Yo permanezco parado en mi lugar mientras que Merian come, de repente se escucha un ruido que interrumpe el silencio. Mi estómago.
Maldición, tengo mucha hambre.
-Ven Luke. -me invita y ambos desayunamos con tranquilidad. Cosa que es mentira por quiero largarme de aquí.
Los minutos pasaron y ya nos encontramos de camino hacia el instituto.
¿A dónde vamos? Jamás es estado en esta parte de la ciudad.
Cuando nos vamos acercando, un par de chicas se acercan a nosotros y comienzan a hablar con Merian. Sus amigas. Son cuatro como nuestro grupo.
Que coincidencia.
-¡¿Quién es ese apuesto chico que te acompaña?! -le pregunta una morena sonriendo. Está muy emocionada.
-Hola, soy Luke. El novio de Mery. -hablo involuntariamente y de forma automática. Ahora soy un estúpido robot.
-Es muy lindo y alto. -comenta otra castaña mordiendose el labio inferior.
Merian nota esto y toma el muñeco disimuladamente. Apenas me doy cuenta y ya me encuentro besando a la rubia en frente de todos. Somos el centro de atención.
Que vergüenza, dios.
Me separo de ella y Merian sonríe al verme. Sé que me encuentro muy sonrojado -Basta Luke, aquí no. -murmura "nerviosa" y me da un último beso en la mejilla.
-Nos vemos en la salida. -ella me lleva a un lugar un poco alejado y le da órdenes al mini yo -Espérame aquí Lukey, si alguien se te acerca te alejas. No hables más de la cuenta y te dejo un poco de dinero para el almuerzo cuando tengas hambre. -ella termina de hablar y guarda el muñeco en su mochila.
-Nos vemos linda. -contesto besándola de nuevo.
Ella entra a la escuela y yo permanezco en la plaza que está enfrente del instituto. Voy a morirme de aburrimiento.
Me siento en una banca y me apoyo sobre mi mano, en ese momento me voy cuenta que soy yo. Miro mi mano y la muevo, cerrando y abriendo los dedos.
-Al fin. Puedo moverme. -murmuro sonriendo. Me pongo de pie dispuesto a ir me de allí y regresar a mi casa pero mi cuerpo se detiene, cuando menos me doy cuenta, vuelvo a sentarme en la banca.
-Maldición. No puedo irme de aquí. -suelto un suspiro y agacho la mirada.
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