capítulo único
Un ligero suspiro de placer escapo de su pico, sus brazos antes cruzados ahora colgaban a su lado, una sonrisa de satisfacción se pinto en su rostro borrando el ceño fruncido que paralizaba a mas de uno. Este tipo de momentos eran los que anhelaba, los que golpeaban con fuerza sus pensamientos durante sus peleas exigiendo atención, los que le dan el motivo de ganar y poder regresar a casa sin algun hueso roto.
Tot:te extrañe mucho-confeso a su contrario quien sonrió feliz por su comentario, no hubo necesidad de responder con palabras y eso se lo confirmaba la sonrisa boba que se formo en el rostro del gallo vengador.
Ban:¿como estuvo la pelea de a noche?
Tot:estuvo bien-se encoge de hombros restandole importancia
Ban:¿bien?
Tot:si, quitando los 3 dientes que me tumbaron y el tremendo chichon en mi nuca, estuvo bien-dijo con una sonrisa de dientes
El ex-campeon miro la dentadura de su pareja, una carcajada se escuchó por el lugar al quedar al descubierto 3 espacios en la "perfecta" dentadura del mas joven
Tot:¡no te burles!
El gallo de plumaje blanco ignoro el reclamo de su pareja, en toda su carrera profesional como peleador jamas de los jamases habia visto un caso igual, situación que se le hacia muy divertida.
Harto de que se burlara se abalanzó al mayor y junto sus picos en un beso para asi poder callar sus carcajadas. Mientras tanto el Bankivoide tomo las mejillas regordetas de Toto y lo pego mas a su rostro.
Lo que antes era un juego ahora se volvio en una guerra de quien dominaba, guerra que Toto perdio. Toto se dejo llevar por un momento, hace tiempo que extrañaba este tipo de contacto, los suaves y húmedos besos que transmitían lo mucho que se amaban. Con el paso del tiempo los labios de su pareja se volvieron su adicción favorita.
Con pesar, el gallo de plumaje blanco rompio el beso por falta de aire, sonrio divertido al ver el pequeño puchero que hizo su pareja.
Ban:¿te han dicho que te ves adorable haciendo pucheros?
Tot:¡no soy adorable!
Ban:lo que digas
Resoplo molesto y se cruzo de brazos indignado, el no era adorable.
En cambio el mayor decidió ignorar al gallo de plumaje amarillo, sabía de sobra el comportamiento del menor, ambos se enojan, bueno en la mayoría de casos solo Toto, despues de unos minutos comienza a sentir remordimiento y en un abrir y cerrar de ojos ya lo tiene encima, llenandolo con mimos y palabras empalagosas. Asi que sólo se limitó a mirar a su izquierda fingiendo estar enojado con su pareja.
Tot:oye...psss
Ban:¿si?
Tot:¿estas bien?
Ban:¿a que te refieres?
Tot:bueno te pregunto porque se que te pones algo sensible cuando te levantó la voz
Ban:-¿esta hablando enserio?
Quizo corregirlo pero mejor prefirió escucharlo, tal vez diría el porque estaba tan seguro de lo que dijo.
Tot:sabes que no me gusta pelear contigo pero esta vez te pasaste, admitelo
El mayor fruncio mas el ceño, desde cuando la palabra "adorable" era un insulto, o si, desde que conocio al pequeño gallo enojon, dramático e impaciente
Tot:y yo...yo quiero pedirte perdon por haberte gritado.
Había demasiadas cosas que el Bankivoide queria aclararle a Toto con respecto a su disculpa, pero solo se reprimio, en cambio tomo en sus alas a Toto y lo abrazo, pegándolo a su pecho.
Toto correspondió el gesto con una pequeña sonrisa de ternura, amaba como los brazos de su pareja lo rodeaban de manera protectora mientras disfrutaba la suavidad y cálido calor que transmitía, no era secreto que le agradara estar pegado al pecho del Bankivoide y asi escuchar el latir de su corazon, y también por que el gallo tenia un rico olor a manzanas rojas.
A hora que lo pensaba, Toto recordó la primera vez que fue esclavo de los fuertes brazos que con recelo lo apretaban en este instante.
Flash back
El rubor en sus mejillas era intenso, el calor en sus cachetes era sofocante, su respiración se detuvo por un largo tiempo.
La situación en la que se encontraba era muy embarazosa para el, jamas imagino que su idolo lo abrazaria de una forma tan cariñosa.
Era sorprendente la forma en que sus fuertes y musculosos brazos lo acunan y como su cabeza encajaba perfectamente en el hueco que se formaba entre la cabeza y hombro del de plumaje blanco.
Toto aseguraba algo, si cualquiera lo hubiese abrazado sin duda le habría hecho saber lo mucho que le desagradaba el abrazo, no le importaría en lo mas mínimo sus sentimientos; pero en esta ocasión fue diferente, el no era cualquiera, era el Bankivoide, el gallo de pelea a quien admiro desde su juventud. Es por eso que aceptó el gesto.
Dejando aun lado el fanatismo había algo mas que lo obligaba a quedarse entre los brazos del mayor, el cuerpo del campeón desprendia un fuerte olor a frutos rojos, si su memoria no fallaba podria asegurar que era manzana roja, inclino su cabeza un poco mas para asi poder oler mucho mejor, aquella fragancia inundaba sus fosas nasales, hipnotizado.
Cosa que no paso desapercibida por el mas alto quien sonrió al escuchar el suspiro de satisfacción en su oido.
Tot:huele rico, ¿que es?
¿sera algun perfume especial o desodorante buenísimo? Sin duda Toto lo compraría, como no
Ban:digamos que cada quien tiene una fragancia que nos hace especial
¿Escucho bien? A caso dijo que era un olor natural, su olor natural.
Sin previo aviso el campeon lo bajo al piso, cosa que Toto acepto a regañadientes, por que MUY en el fondo deseaba seguir con el abrazo.
Recordo las palabras que antes le fueron reveladas, "cada quien tiene una fragancia que nos hace especial", por un impulso de torpeza levantó su ala derecha para poder oler su axila, como respuesta hizo una mueca de asco y desagrado al percibir su "fragancia especial"
Mientras Toto pensaba seriamente en tomar una buena ducha el Bankivoide se llevó una ala al pico, silenciando una pequeña carcajada que amenazaba con salir.
End Flash back
Aprovecho que estaba de espaldas y se acerco a las llamativas plumas de tonalidad verde de su pareja. Toto acariciaba las plumas de su cola con sumo cuidado, tal como si fueran de cristal, sus pupilas recorrían desde el inicio hasta la punta, analizando a detalle cada trazo escrito en las mismas, tratando de memorizar el patrón que seguían.
El mayor aun no entendía porque Toto le dedicaba tanta atención a sus plumas traseras, no eran ni bonitas tampoco suaves como las de un gallo comun.
El gallo vengador dejo en paz su cola y mejor se abalanzo a su pareja, ambos tumbados en el suelo riendo divertidos y felices por la travesura del menor de la pareja.
Hubo un momento donde los dos quedaron cara a cara, observando con cuidado la belleza del contrario. El Bankivoide admiraba la adorable carita de Toto, como esos cachetes regordetes se teñian de un color rosa suave, sus pupilas verde esmeralda que brillaban con la luz de la luna, su sonrisa que derrama dulzura a mas no poder. Ver su linda carita le causaba emoción, felicidad y amor, todos esos sentimientos se combinaron dando como resultado un leve sonrojo acompañado de una sonrisa torpe. El ex-campeon no necesitaba expresar sus sentimientos por Toto con palabras.
En cambio Toto no se guardo nada, el expreso lo que sentia de una forma peculiar.
Tot:si amarte es mi pecado, que me lleven al infierno de una vez-dijo coqueto acompañado de un ronroneo sensual.
Sin esperar alguna respuesta por su piropo, Toto se acurruco en los pectorales de su pareja usandolos como almohadas, unas suaves y esponjosas almohadas.
Mientras el menor dormía en su pecho, el Bankivoide estaba en shock, ¿desde cuando Toto lo chuleaba con piropos? Si no mal recuerda la primera vez que le dijo un piropo fue durante su cortejo, agregando que se escuchó muy forzado e incómodo, bueno, despues le preguntaría el motivo de ese piropo, por el momento sólo se dedicó a acariciar la cabeza de Toto con cariño
A simple vista se notaba el amor de ambos.
Bye los amo❤❤❤❤❤
Palabras:1379
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