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—Alza un pie y luego el otro, ¿de acuerdo? —obedecí las indicaciones de mi hermana, puesto que me estaba ayudando a colocarme el vestido. Ya habíamos vuelto del salón de belleza que Sofía frecuentaba, una vez maquillada y relajada estábamos en casa para cambiarnos.

Había invitado a mis más allegados de la escuela a una sesión de fotos dos horas antes del baile de graduación que comenzaría con una misa a las ocho de la noche. Georgina y Leo, amigos de Sofía que se dedicaban a la fotografía, nos harían el favor de realizarla.

Era un maquillaje juvenil y natural, ya que mi vestido estaba algo cargado.

El photoshoot sería en uno de los campos de un hotel llamado El Encanto. Había áreas de golf, por ende algunas de pasto. La parte donde lo haríamos era un jardín; con muchas plantas, una cabaña de madera con un puente sobre un pequeño estanque. Bonito, y con una perfecta hora dorada.

—Ahora baja la mirada y ladéate un poco —me pidió la chica de piercings mientras ajustaba su cámara y tomaba la foto, mostrando el búho tatuado en su antebrazo —Listo, terminamos.

Por mi parte, Alexis se encargó de tomarnos un boomerang a Naty, Isa y yo corriendo con los vestidos. Todo salió a la perfección.

Volvimos a casa por unas cuantas cosas más antes de llegar al lugar donde se ofrecería una ceremonia para dar gracias, y posteriormente pasaríamos al salón donde sería la fiesta. Era un lugar grande decorado al estilo Fairytale.

Un arco hecho de rosas blancas y rosa pálido estaba en la entrada, los pasillos adornados con globos dorados, blancos y y plata. Las mesas en el salón ordenadas por sección, con manteles dorados de encaje y arreglos florales con foquitos.

Todo lucía espectacular y costoso. Antes de servir la cena pidieron que los padres pasaran al centro de la pista para bailar una especie de vals con sus hijos graduados, claro estaba que el mío ni en broma podría estar ahí. Diego se levantó y me ofreció su mano para llevarme, donde me abracé a él mientras nos movíamos al ritmo lento de la música. Su cabeza estaba recargada de lado en la mía, mientras yo disfrutaba del momento cerrando mis ojos. Unos extensos minutos después se acabó y cada quién volvió a su lugar. Pasaron un vídeo de generación, hecho con la recopilación de otros.

Aunque entré un poco atrasada, todos me habían recibido con los brazos y corazones abiertos. Me había encariñado con la mayoría de ellos, puesto que no éramos muchos, especialmente en mi salón. Me llevaba de ese lugar a varios amigos muy buenos, como Alexis e Isa.

Luego inició el baile, el cual se pausó para servir la cena. Para la medianoche, nos dirigimos a un club nocturno, reservado para nuestro after party. Varios de los que se encontraban ahí, no eran de la escuela, pero las entradas se habían vendido con chicos de grados menores, e incluso, Marina vendría con Amanda.

—Tienes que saber algo _____, hay alguien aquí que no sé cómo te sientas al verlo —murmuró Amy antes de beber su chupito de un solo trago

—Ya Amanda, dejémosla disfrutar de la fiesta —Mar nos jaló a ambas, con copas en man,  hacia la pista; nos movíamos sin pena contra cuerpos más altos de desconocidos y conocidos, los cuales nos sonreían y se pegaban más

Este lugar era inmenso, sin embargom no fue lo suficientemente amplio como para ver sus ojos azules vagar por la pista, encontrándose con los míos; la manera más fácil con la que podría comparar el sentimiento, era cuando algo (o alguien, en mi caso) te quitaba el aliento. A pesar de que Tara me dijo la verdad, en estas dos últimas semanas no lo busqué. Tenía miedo, y supuse ya era tarde. 

Lucía guapísimo con esa camisa negra abierta y no estaba solo. Alan estaba junto a él riendo, además de Sofía de la mano de Bryan y el resto de los chicos. No veía a Ana y Diego por ningún lugar, supuse que estarían en alguna parte del bar. Probablemente en la barra de bebidas, a la cual mi vista no alcanzaba a llegar.

De un momento a otro me sentí abochornada, sus ojos habían desaparecido y me faltaba el aire; jodida bebida alcohólica. Decidí salir a la parte trasera del lugar, donde había un pequeño jardín vacío. No entendía el por qué, puesto que en otras noches de fiesta solía haber mucha gente por aquí bebiendo.

La fuente de sirena iluminada, que estaba en medio de la piscina, me hacía viajar a aquel pueblo donde conocí al chico de piel bronceada de aspecto mágico, en el restaurante de candelabros dorados. El tiempo se había encargado de correr y no sabía nada de él, probablemente así me quedaría para siempre, sin saber qué fue de Joel.

En dos días partiría de aquí y cualquier posibilidad de volverlo a ver se hacía remota, al igual que el querer regresar. Una parte de mí había aceptado la oferta porque quería alejarse de todo esto, dejarlo en el pasado y comenzar desde cero en un país diferente, con distintas personas, costumbres variadas y lugares nuevos por explorar. Europa era enorme, y podía tomar un tren en Francia para pasar un fin de semana en Londres. Últimamente a Diego le iba muy bien en su trabajo y Sofía siempre me consentía, me comprarían un departamento para mí sola y un coche para no tener que tomar el metro. Esto último no me molestaría tanto, las cosas por allá eran muy diferentes aquí.

Sentí pasos detrás de mí, mas los ignoré y me quité los zapatos antes de sentarme en la orilla de la alberca. Recogí mi vestido para evitar mojarlo, había costado demasiado como para no cuidarlo y guardarle un poco de aprecio. Mis pies con un nuevo decorado en sus uñas se movían al compás de las ondulaciones que causaba mi movimiento en el agua.

Todo se sentía en paz con el lugar en silencio, eso hasta que la atmósfera se rompió.

—La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar.

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¡Hola! 

En verdad jamás me cansaré de darles infinitamente las gracias por hacer esto posible. La primera parte de "Solo tú y yo" se termina y muchas gracias por su apoyo, por leer esta novela y de todo corazón espero que les haya gustado.❤

¡MUCHAS GRACIAS POR SU APOYO!

GRACIAS.

Gracias a cada un@ de ustedes por cada voto, comentario ya que todo eso me impulsó a seguir. Este es un logro más. Ustedes SIEMPRE serán parte de la novela. Gracias a las que me siguieron desde el principio y a las que se fueron uniendo poco a poco, y a las que pronto se unirán también. Por su paciencia cuando tardaba en subir capítulos o cuando tenía problemas con mi computadora. Esta novela ya pasó por tres computadoras jaja, y ustedes seguían ahí, sin capítulo, sin adelantos, pero ahí estaban apoyándome.

¡¡Ya 12k!! Todo esto es por ustedes. Que esta historia haya llegado hasta las pantallas de tantas personitas es un sueño.

¡Nos vemos en la segunda parte! Las quiero❤ Y corran a leer el epílogo, GO GO GO.

—Su fiel escritora Frida :')

ACTUALIZACIÓN 2020

Cuando escribí el final, éramos 12k, hoy en día (18/09/20) somos 114k de vistas. No me queda más que darle las GRACIAS.