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O8.

Kim So Hyun nunca imagino que a sus 6 años tuviera que cargar con el mayor sueño de su padre, sobre todo porque aunque para ella en ese entonces no importara mucho lo que tuviese que hacer con tal se hacer sentir mejor a su padre, esté último parecía no recordar que debía dejar que sus hijos escogieran su propia vida y no hacerlos salvar sus sueños.

—¿Has entendido lo que vas a hacer por papá? —preguntaba con calma el hombre mayor frente a la pequeña So Hyun quien lo miraba sumamente atenta. 

—Sí papi. —respondía la menor con entusiasmo.

—Bien, en ese caso repítelo. —pedía amablemente a su pequeña niña de 6 años. 

Posando la pequeña So Hyun sus ojos sobre el tierno chico detrás de su padre, sonreía, tomaba aire y respondía con dulzura —Cuando tenga 18 años me voy a casar con Kim Seo Joon, aquí presente, con quién no sólo me voy a casar para formar una familia y ser muy felices sino con quién también voy a hacer la empresa de papá más grande. —respondía la pequeña feliz, no agradándole mucho a su padre lo último antes dicho.

—Eres muy inteligente. La próxima vez omite decir lo último, mi amor. —pedía con algo de pena.

—¿Soy el orgullo de papá, ahora? —preguntaba con cierta ternura la menor. 

—Cuando te entregue en el altar a Kim Seo Joon, vas a ser el orgullo de papá. —contestaba su padre sonrientemente, rompiendo un poco las ilusiones de su pequeña niña, y es que Kim So Hyun nunca deseo nada que más que no fuera la aprobación de su padre y fue exactamente lo que obtuvo al casarse con el hombre que él había escogido para el padre de sus hijos y con quién compartiría el resto de su vida y aunque todo en un principio resulto bien, con el paso de los años y conforme los hijos de So Hyun fueron creciendo, ella se fue dando cuenta de que nunca antes había pensado en ella y por primera vez quiso decidir por si misma.

***

—Buenas noches. —saludó amablemente Namjoon al lindo Hostess del restaurante al cual habían entrado su hermano y él. 

—¡Buenas noches! —exclamó dulcemente el Hostess de nombre Jungkook quien inmediatamente como poso sus ojos en los lindos ojos del hermoso chico de tes acaramelada frente a él, le fue imposible no quedar prendado de los mismos. 

—Nos están esperando —mencionó Namjoon con una sonrisa por demás amable y carismática. 

—¿Me podría decir el nombre de la persona que los esta esperando, por favor? —Sonriendo y coqueteando otro poco, Jungkook no pudo evitar sentirse tonto por no recordar casi nada acerca de como era coquetearle a una persona. 

—Kim So Hyun. —respondió Namjoon haciendo salir de sus pensamientos a Jungkook. 

Centrando con mucho trabajo su vista sobre la lista de reservaciones del restaurante, Jungkook identifico rápidamente el nombre antes dado en la lista de reservaciones y quiso intentar saber que era aquella mujer tan elegante que segundos atrás había entrado al restaurante, de el lindo chico de tes acaramelada frente a él. 

La mente de Jungkook por un momento no pudo evitar pensar que la dama que había entrado momentos atrás era familiar de los atractivos chicos frente a él. Y es que el joven Hostess podría jurar que el precioso chico de tes morena tenía los mismos ojos que aquella mujer. 

—Si son tan amables de seguirme, por favor. 

Siguiendo de cerca al lindo y joven chico, Namjoon sintió como su corazón comenzaba a latir con un poco más de fuerza a la normal y por un momento se sentía extrañamente reconfortante aquella sensación. 

Demorando al menos un par de segundos en llegar a la mesa donde se encontraba su madre, Namjoon se cercioro de que Jin le siguiera detrás y grande fue su sorpresa cuando el menor aún seguía caminando detrás de él pero de manera lenta y algo nerviosa. 

—¿Estás bien? —preguntó con sumo cuidado, ganándose solo una pequeña sonrisa de Jin. —Es mamá. Todo va a estar bien. —le aseguro Namjoon a Jin mientras sujetaba su mano, como muchos años atrás lo hacia mientras lo llevaba al colegio, siempre más temprano que de costumbre para poder comprarle algo de desayunar en el camino, puesto que su madre casi nunca estaba para ellos. 

—Aquí es. —habló de pronto Jungkook, sacando de sus pensamientos pasados a Namjoon, sin poder evitar como las manos de ambos chicos estaban entrelazadas. —En un momento más vendrá un mesero a tomarles su orden. —explico con cuidado el pelinegro, sintiéndose un poco menos atraído por el moreno, y es que al parecer verlo tomado de la mano del otro atractivo chico le hizo perder toda esperanza con el lindo chico.  

—Gracias. —agradeció Namjoon antes de siquiera mirar a su madre con una enorme sonrisa.

—Tomen asiento, por favor. —pidió desde su lugar la madre de ambos, centrando su mirada principalmente en su hijo menor. 

—¿Cómo has estado, mamá? —preguntó con sumo interés Namjoon mientras tomaba una de las tres sillas vacías de la mesa para sentarse, no sin que antes Jin tomara asiento.  

—Más o menos, corazón. —respondió mientras sus ojos se posaban en Jin quien no la había mirado desde que habían llegado a la mesa. —¿Cómo han estado ustedes? 

—Bien. —contestó Namjoon. —Jinnie, comenzó a trabajar donde papá. —añadió feliz el mayor de los dos jóvenes. 

—¿En verdad? —indago con euforia la madre de ambos, y es que a pesar de todo lo que había pasado y lo que llegara a pasar, ella solo quería lo mejor para ambos. —¿Y el otro trabajo? —cuestiono de pronto, ganándose por fin la atención de Jin. 

—¿Co-cómo? —soltó con confusión Namjoon. 

—Sé que tienes un trabajo como bailarín erótico. 

—¡Genial! —exclamó con ironía Jin. —Lo único que faltaba en mi vida era que me juzgaras, mamá. —Sin darse cuenta, Jin, su madre se encontraba saboreando el pequeño mamá que había salido de los labios del más joven.  

—No vine a juzgarte, cariño. —se apresuro a responder. —Si ello te hace feliz, esta bien por mí. —decía con verdadera sinceridad, dejando a sus dos hijos mirándose entre sí y sin palabras. —Es más, así fue como conociste a Taehyung, tu pareja, ¿me equivoco? —agregó de pronto sin dejar de mirar a Jin.

—¿Taehyung? —preguntó perdido Namjoon, posando su vista en Jin quien varias veces le había dicho de aquella relación fugaz con el profesor de nombre Taehyung había terminado. —¿Cómo sabes de él? —preguntó inmediatamente Namjoon. 

—Una madre lo sabe todo. —contestó seriamente la madre de ambos. 

—¿A caso me mandaste a seguir? —cuestionó absorto Jin, viendo como su madre rápidamente evadía su mirada. 

—Quería saber que pasaba en tu vida. —se excuso la pelinegra. —Me sacaste de tu vida como si yo no significara nada para ti, ¿cómo crees que me hizo sentir eso? 

—¿Qué es lo quería que hiciera? —le reprochó Jin a su madre mientras Namjoon se levantaba en silencio de la mesa y comenzaba a caminar hasta la entrada del restaurante donde se encontraba sonrientemente parado el lindo Hostess de ojos negros recibiendo a la gente que iba llegando o aquella que se iba. —Mientras estuviste viviendo con nosotros nunca nos pusiste un mínimo de atención o tú dime, ¿dónde estabas cuando me empujaron en la escuela y me rompí dos dientes? o, ¿dónde estabas cuando Namjoon se quemo gran parte del brazo por intentar hacerme de cenar mientras papá trabajaba durante toda la noche? o mejor aún, ¿dónde demonios estabas cuando estuve en el hospital debatiéndome entre la vida y la muerte por dos meses?, porque si tú no lo recuerdas, yo sí, recuerdo bien como mi perfecta y amorosa madre, se olvido de pasar por mi al colegio ese único día que mi padre se lo encargo mientras él llevaba a su otro hijo al dentista. 

No fue mucho el tiempo que paso antes de que un gran par de lagrimas comenzaran a recorrer las mejillas coloreadas de la madre de Jin, haciéndole saber que en verdad había terminado por convertirse en una mala madre como lo había sido su madre con ella y su hermano, al igual que su padre. 

—No sabes en verdad lo arrepentida que estoy de no haberles dado la atención que merecían tu hermano y tú pero afortunadamente para ustedes tenían un buen padre que sin importar que, se hizo cargo de ustedes tanto emocional como económicamente. 

—Además, ¿qué querías que hiciera después de que dejaste a mi papá como sino significara nada? —le reprochaba Jin a su madre, sin importarle que siguieran cayendo lagrimas de sus mejillas. 

—Estoy de acuerdo en que la manera en que su padre y yo nos separamos no fue la mejor, pero de eso a correrme de tu vida como si yo no fuera nada hay una gran diferencia. —discutía la mayor —Te di tu espacio y tu tiempo para que meditaras las cosas porque quería que maduraras como lo hizo tu hermano pero ahora me doy cuenta que desde hace mucho tiempo debimos haber tenido esta conversación, en donde de una vez por todas afrontáramos las consecuencias de lo que estábamos haciendo.

—¿Has afrontado el hecho de que nunca te hiciste responsable por nosotros? ¿Has afrontado el hecho de que dejaste a papá por irte con otro hombre que apenas y conocías? 

—Lo he hecho y he asumido las consecuencias de mis actos, de ambos. —decía con pesar la mayor, pues a final de cuenta era totalmente cierto. 

Kim Taehyung el hombre del cual se había enamorado locamente, se había enamorado de alguien más, alguien más joven y más lindo que ella; su hijo, aquel hijo que a ella tanto le reprochaba.

—¿A que consecuencias te refieres? 

—A que mi hijo menor no quiere verme, ni siquiera en una foto y a que la persona de la cual únicamente me he enamorado, se ha enamorado de alguien más. —respondía con dolor en su voz y era algo que inevitablemente hacía sentir mal a Jin. 

—Lo lamento. —decía sinceramente Jin. 

—Esta bien, porque ambas cosas no solo las merezco sino que también mis acciones hicieron que dos personas muy importantes y lindas para mi, ahora estén juntos. 

—¿Estén? —preguntó bajamente Jin. 

Asintiendo, So Hyun sabía que era momento de decirle la verdad a su hijo si quería hacer las cosas bien esta vez. 

—SÍ y de hecho, tú lo conoces. —comenzó diciendo la madre de Jin, notando velozmente una mirada de confusión en su hijo. 

—¿Yo? ¿A quien conozco? Eso es imposible, hice de todo para no venir a esta cena y verte o verlo a él, inclusive tratar de saltar fuera de un auto en movimiento. —decía sumamente tranquilo mientras jugaba con la servilleta encima de su plato —, no hay manera de que yo conozca a nadie de tu circulo social o sentimental. 

—¿Hiciste qué? —interpelaba curiosa. —Luego hablaremos de eso, por lo mientras puedo asegurarte que lo conoces, amor. —afirmó la madre de Jin, instalándole un aire frio en la parte baja de su columna al mismo pelinegro. —Conoces al hombre del que me enamore hace años. —informó la pelinegra, haciéndole notar a Jin que hablaba enserio. —Te suena el nombre de Kim Taehyung, ¿cierto?

—Me mandaste investigar, deberías de saber que sí, me suena el nombre. ¿Qué tiene que ver él en todo esto? 

—Tiene que ver en que yo soy él nombre del que tu madre se enamoró. Soy el hombre por el cual tu madre dejo a tu padre. —respondió de pronto y sin previo aviso una voz gruesa y muy familiar para Jin, detrás suyo. 

—¡¿Tú, qué?!

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