36° Capítulo
Contuve la respiración al oler el aroma a café recién hecho, eso hizo que mi estómago gruñera y la náusea subiera por la garganta.
Intento contenerme de no vomitar ahí mismo y que Sara no se enteré. Sabía perfectamente que ella no dudaría en echarme si lo descubre, de hecho, eso fue lo primero que pregunto cuando me dio el trabajo:
-¿Estás embarazada?
- No - respondí cien por ciento segura, -incluso comenté estar divorciada y viviendo con mis padres. A lo que ella me contrató de inmediato con gran alegría.
Sabía también que ella no estaría dispuesta a pagar el sueldo por licencia de maternidad, como lo establecía el código de trabajo. Y no por egoísta o agarrada, si bien fachenta que era. Si no porque no tenía tanto dinero como ella presumía.
Si bien podía irme y buscar otro trabajo menos cansado y sacrificado; no era así de fácil. Muchos patrones preferían despedir a sus empleadas por esa misma razón, alegando que resultaba mucho más económico contratar nuevo personal que mantener personas con goce de prestaciones sin trabajar.
-¿Sigues sintiéndote mal? -la pregunta de su jefa le hizo estar alerta
- No, no para nada, simplemente no me gusta el olor a café. -mentí
- Espero que sea solo eso -musito de manera seria, mirando mi rostro pálido y mis manos tapando mi boca.
- Con tu permiso, tomaré aire afuera -digo caminando hacia un pequeño jardín
- De acuerdo, únicamente te advierto, no te acostumbres a esas salidas con ese mismo pretexto -Gruñó.
Llevó la mano hacia mi vientre aun plano, - ¡Oh, por Dios estoy embarazada! - todavía esa palabra no cabía en mi cabeza. Y una lágrima bajó por su rostro.
-No sé cómo lo haré de ahora en adelante, pero algo se me ocurrirá -pensé tocando mi vientre con fuerza -te prometo bebe, que nunca te abandonaré.
De pronto unos gritos desde el interior de la casa, llamaron mi atención, por lo que decido correr a esa dirección.
Los ojos se me enrojecieron y el cuerpo tembló incontrolablemente cuando mire por una esquina a Luis Manuel discutiendo con Sara en la sala.
- ¿Por qué no has firmado la petición de divorcio?
- ¡Simplemente, no quiero! -respondió ella muy segura de su respuesta
- ¿Dime por qué?
- Porque aún te quiero -responde tocando su rostro, a lo que él rechazó de inmediato.
-¡No me toques!
- Mi amor... ¿Por qué no olvidas el pasado? Eso pasó hace muchos años. -responde ella mucho más tranquila.
- ¿Cómo dices Sara?
- Fue un error haberte dejado por un hombre más joven, es solo que a veces me sentía tan sola, abandonada, encerrada en esa casa pobre y en un barrio de quinta... pero ahora sé que nunca te deje de amar, que siempre fuiste el amor de mi vida y mi compañero de aventuras.
-¿Un error? Sara, -pregunta él molesto. - Se suponía que viviríamos juntos hasta la eternidad y juntos formaríamos la empresa. Sabías también que por esa razón no tenía tiempo para ti, y si, talvez, me equivoque en centrarme solo en eso, pero iba a ser pasajero, ya sabes, después tendríamos tiempo para nosotros.
-Tranquilo mi amor, yo ahora entiendo todo ese sacrificio del que hablas, solo que éramos muy pobres y nunca pensé que tus ideas locas tuvieran éxito... Pero ya eso pasó y podemos intentarlo de nuevo como una familia que somos.
- ¿Tu novio te dejó? ¿Verdad? ¡Claro! Ahora lo entiendo todo, bienes por más dinero. -gruño furioso -¿Crees que soy tan idiota para volver contigo, mujer?
-Por favor Luis Manuel, cálmate y tomate un vaso con agua para que se te baje esa chicha.
- Selena..., Selena... -voltea a ver a la cocina, para llámarme.
- Olvídalo Sara, no te daré más dinero -contesto él caminando hacia la puerta
- Espera, Luis Manuel, espera -lo sostiene del brazo para que no se vaya, mientras comienza a llamarme nuevamente.
- Selena... , Selena..., venga aquí inmediatamente - pero por más que llama yo no niego aparecer a lo que cansada vuelve a ver a Luis Manuel. -No te vayas por favor, yo te amo -implora de rodillas.
- Ya sabes lo que tienes que hacer. Solo firma ese documento -gruñó tirando el brazo hacia el frente para soltarme de su agarre.
- ¡No lo voy a hacer, te juro que no lo haré! No voy a caer en la pobreza otra vez, por favor, seré la comidilla de la sociedad y mi nombre estará en boca de la gente -se limpió el rostro lleno de lágrimas, para voltear a verlo directo a los ojos. -No voy a renunciar a la vida que ahora tengo, lo quieras o no, seguirás unido a mí.
Una pequeña sonrisa sale de su rostro al ver lo cínica que era la patrona.
-¡Como quieras Sara! Si no firmas la solicitud de divorcio, en cuanto el abogado tenga los papeles listos, voy a entablar una demanda en tu contra, por abandono de hogar e infidelidad dentro del matrimonio, creo que con solo decir eso, perderás no solo tu pequeña fortuna que acumulaste con mi dinero, que por tonto te deposite estos años, sino también tú casa y todo lo que aquí ahí dentro -gira su cuerpo hacia el auto sin esperar a ver la reacción que su futura ex esposa puso en su rostro por sus palabras, solo salio de la casa dejándola sola, se notaba que la quería fuera de su vida para siempre.
***
LUIS MANUEL
Al terminar de firmar el último documento del traspaso de propiedades, me sentí nervioso, se podría decir que la casa y el tramo de la familia de Selena eran míos y sin dudarlo ni un minuto me trasladaré a su casa e iniciar mi trabajo de conquista, aunque todavía mantenía mis dudas, pero eso no me desvelaba. -La verdad lo que pasó con ese dinero no me importa, al final lo que ella hizo, fue por amor a su familia.
Los nervios eran más que evidentes, temía que ella me rechazara y terminará echándome de su casa, o más bien la mía. Pero las actitudes de Selena en la mansión siempre fueron buenas, por lo que dudaba que tuviera ningún problema con ella.
Para mí lo más difícil de todo esto fue renunciar a mis principios de confianza y lealtad, pero no pretendía quedarme solo por el resto de mi vida. Sé que no le molestara cuando le diga que compre la casa y el tramo como obsequio de nuestra reconciliación. Incluso creo que se tirara a mis brazos para agradecer el noble gesto de mi parte.
La voz chillona de la nueva asistente me saca de mis pensamientos.
-Samuel te llamo, quiere que le devuelvas la llamada.
Ponlo en la agenda, ahora lo único que quiero es descansar -respondo algo molesto por su interrupción, caminando hacia el automóvil -nos vemos mañana... -me subo al vehículo y conduzco hasta la mansión, donde una vez entro, busco el mejor traje para ir en su búsqueda.
-Compraré un ramo de rosas para mí "prometida» y chocolates para el resto de la familia -digo en voz alta saltando de alegría.
-Patrón ¿Quieres cenar? -pregunta la empleada arrugando el entrecejo por mi conducta.
- No, Jacinta, creo que lo haré en otro lugar -conteste con una sonrisa en mi rostro...
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