Capítulo 12: Bajo las estrellas.
Salimos del coche y comenzamos a armar la casa de campaña.
El cielo estaba repleto de estrellas parpadeantes.
- ahora Annie ¿qué te parece si ponemos una de las cobijas que trajiste sobre el pasto, y nos recostamos ahí a observar las estrellas? -
- si si, los dos juntos bajo las estrellas como habíamos planeado hacer en este viaje -
- vamos, ayúdame a extenderla - dijo y sacó la cobija de la parte trasera del coche.
La extendimos la tendimos en el suelo y nos sentamos sobre ella.
- tomemos una foto con tu cámara justo así como estamos -
- buena idea Annie, iré por el equipo - dijo al levantarse y sacar el tripie con la cámara.
Pusó el temporizador de 10 segundos y se acomodó sobre la cobija sentándose a mi lado.
Esperamos a que se escuchará el clic de la cámara y fuimos a ver como había quedado la foto.
- vaya... quedó extraordinaria, se ve muy bien la luna y el enfoque de las ramas del árbol y el pasto - le dije al verla.
- si... hice unos ajustes en la cámara y así captar la luna de esa manera -
- eres un fotógrafo fabuloso, por cierto: me encanta esta foto ¿puedes imprimir una copia para mí? -
- claro que sí, ten... para ti - dijo al sacar una copia de la cámara instantánea.
- me encanta... gracias Martin -
- no hay de que Ann -
- bueno, ¡vayamos a observar las estrellas! - dije entusiasta y le tomé la mano para ir a donde estábamos.
Nos acostamos sobre la cobija y nos dedicamos a observar el montón de estrellas que se podían apreciar en el cielo.
-
le tomaré algunas fotos al cielo, ¿quieres las copias? - dijo Martin y tomó su cámara.
- dale, si - le dije sonriendolé.
- ¿qué tal quedaron? - dijo y me mostró 5 fotos diferentes del cielo estrellado.
- todas están increíbles, eres todo un profesional eh - le dije y le di un leve codazo en el brazo.
- tengo toda una carrera como fotógrafo, claro que soy profesional - dijo en un toque egocéntrico en su voz que me hizo soltar una risilla.
- estoy orgullosa de eso - le dije ignorando su broma.
- que bueno saberlo pequeña - dijo y se acercó a mis labios dejando un tierno beso en ellos.
Me recosté en su pecho y seguimos admirando las estrellas.
- recordemos para siempre este día y este momento - dijo Martin entre el silencio.
- cuando tengamos nuestros hijos les contaremos sobre esta aventura juntos -
- sí, ellos creerán en que el amor existe gracias a nosotros -
- sí, seremos su ejemplo a seguir - le dije sonriendo fascinada imaginándome todo lo que estábamos diciendo.
- vamos a hacer la fogata Annie -
- vamos, iré por los malvaviscos - le dije y él me ayudó a levantarme.
- sí, yo iré por algo de leña - dijo y camino tomando ramas para la fogata.
Hicimos la fogata y reproducimos una playlist que preparé especialmente para este momento.
- de verdad ¿preparaste una playlist para este preciso momento? - preguntó asombrado Martin cuando se lo dije.
- sí - me limité a decir.
- es muy buena, me gustan todas las canciones que agregaste a esta playlist... ¿comó es que se llama? -
- bonfire - le dije y al ver que frunció el entrecejo le expliqué: - significa fogata en inglés.
- ohh... muy original -
- ya están los malvaviscos, ten - le dije y le di dos baras de malvaviscos blancos.
- gracias Ann -
- espero que te gusten - respondí y me me metí unos malvaviscos a la boca.
- esa canción... es perfecta - dijo refiriéndose a Sweater Weather de The Neigbourhood que sonaba en la bocina.
- sí, cuando la escuché supe que quedaría muy bien con este momento -
- one love two mouths...one love one house - cantó una parte de la canción.
- sí, esa es mi parte favorita - le dije con una sonrisa alegre en mi rostro.
- Annie... - me llamó Martin en un tono serio, me giré a mirarlo, por un momento me asusté pero recordé todo lo que me dijo hoy y olvidé cualquier pensamiento malo que surgiera en mi cabeza.
- dime ¿qué pasa? -
- tengo que decirte algo... o más bien pedirte - dijo y noté algo de nerviosismo en su voz.
- sí, lo que quieras, pídeme lo que sea - le dije y le tomé una mano, tratando de calmar sus nervios.
Él se paró para después incarse frente a mí.
¿Qué iba hacer?
¿Acaso me iba pedir casarme con él?
No, él me dijo cuando le pregunté que aún era jóven para casarme con él, entonces ¿qué será?
- Annie quiero que te conviertas en mi esposa ¿te casarías conmigo? - dijo y sacó un anillo de una cajita color crema.
Lo que escucharon mis oídos me dejaron totalmente boquiabierta.
¿En serio me estaba haciendo la propuesta?
- pero dijiste que aún era jóven para eso - fue lo primero que dije.
- sí, pensé que podría proponerte matrimonio y casarnos en 1 año -
- ohh, para cuando me gradúe -
- sí, ¿qué dices?, ¿aceptas?, creí que querías casarte conmigo - dijo algo inseguro y asustado.
- ¡claro que acepto! ¡jamás me negaría a esa propuesta! ¡te amoo! - le dije estallando de felicidad.
- te amo Annie - dijo y pusó el anillo plateado con la piedra color morada en mi dedo anular.
- ¿esa piedra es amatista? - le pregunté.
- si, ¿te gusta? -
- es preciosa, recordaste que era mi favorita - le dije, me levanté y me acerqué a su rostro para besarlo.
- nunca te había visto tan feliz -
- nunca me habías propuesto matrimonio - le dije y soltamos una carcajada.
Nos unimos en un abrazo lleno de amor y felicidad.
Nos sentamos sobre la cobija y apagamos la fogata.
- ¿no tienes una canción para este momento? - me preguntó Martin con un brillo en su mirada.
- claro que la tengo - le dije, tomé el teléfono y reproducí Yellow de Coldplay.
Nuestros ojos se encontraron transformándose en miradas enamoradas llenas de luz y de alegría.
Era como dos ángeles uniéndose en uno solo.
Como el sol reuniéndose con la luna en un eclipse.
Como un ser adentrándose en otro ser a través de sus pupilas.
Un momento lleno de magia.
Minutos después nos metimos en la casa de campaña.
Nos acostamos en la cama que habíamos hecho de cobertores y nos cubrimos con cobijas por el frío que hacía.
- abrázame y duérmete Annie, verás que ya no sentirás frío -
Me apegué a su cuerpo, lo abrazé y él me acurrucó en su pecho enrollandomé en sus brazos.
- perdí el sueño Martin - le dije fastidiada.
- tranquila, ya te vas a relajar - me dijo y acarició mi cuero cabelludo con sus dedos haciendo que me diera sueño al instante.
Me dormí entre sus brazos.
Al día siguiente despertamos a las 6 de la mañana para ver el amanecer desde ahí.
- tomemos una foto Annie, ven - me dijo Martin y tomó una foto con su cámara donde el sol salía apenas y nosotros formabamos un corazón.
- está super - le dije sonriendo.
Tomó otras fotos del amanecer y después nos sentamos en la cobija que aún no habíamos quitado desde ayer.
- te dije que sería como en las películas - le dije derrepente.
- lo fue - dijo y me miró con ese brillo que se encendía cuando me miraba.
- oye Martin abramos los regalos, ¿los trajiste verdad? -
- oh si no me acordaba, los traeré - dijo y sacó las dos bolsas de regalo del coche.
- ¿quién primero? - le dije con un dejo de emoción en mi voz.
- tú, ten, abre el mío - me dijo y me tendío la bolsa morada.
La abrí y saqué una pluma con forma de diamante color roja que decía Durango con letras cursivas y plateadas y una libreta color café de madera.
- que bonita pluma, ah y la libreta es muy linda también, me gusta ese toque rústico, gracias - le dije contenta - ahora abre el tuyo.
Le di la bolsa blanca y sacó el collar.
- es lapislázuli ¿cierto? - me dijo también contento.
- si, lo es -
- me encanta Annie, es perfecto, gracias linda , ¿quieres ponérmelo? -
- claro Martin - le dije y le pusé el collar con la piedra azul en el cuello.
- ahora vamonós, tenemos que empacar todo para dejar las llaves a las 8 en la cabaña -
- vamos entonces - le dije y recogimos todo. Lo metimos dentro del coche y nos fuimos a la cabaña.
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