Capítulo 10: Fiesta de Piyamas.
- Annie, iré a bañarme, ¿ya sabes que película veremos? -
- si Martin, ¿qué te parece si vemos enredados? -
- perfecto pequeña, me cambiaré aquí en la habitación para que te duches mientras me visto -
- claro, si, ah... ¿tenemos golosinas y botanas para la fiesta de piyamas? -
- no, ¿que tal si voy a comprarlas mientras te duchas? - dijo acariciando mi barbilla.
- si, así haremos tiempo - le dije y me dio un beso fugaz en los labios para después sonreírme y marcharse por la puerta del baño.
Recibí una llamada de Valeria y contesté el teléfono muy entusiasmada.
- ¡holaaa Val! -
- ¡holaaa Ann!, ¿como va su viaje romántico? -
- de maravilla -
- ¿qué han hecho? - preguntó mi cuñada y automáticamente en mi mente se reprodujo ese recuerdo en el bosque, él y yo besándonos sobre el lodo.
- bueno... fuimos a caminar al bosque y comenzó a llover así que nos mojamos, entonces nos caímos uno sobre el otro en el lodo y tuvimos un momento algo intenso -
- ¿intenso?, ¡cuñada!, ¿qué tan intenso? ¿ah? -
- no es lo que piensas Valeria, solo... nos besamos -
- por tu voz fue intenso -
- si pero no me falto el respeto - resalté.
- claro, mi hermanito no haría eso -
- si, lo conoces -
- y... ¿harán algo más? -
- si, haremos una fiesta de piyamas -
- ¡eso es cuñada! -
- bueno te dejo... Martin va salir del baño -
- oh, bien, adiós Ann -
- adiós Val - colgué la llamada.
Al salir Martin del baño sonrió con una sonrisa radiante y espectacular que me cautivó, le sonreí enamorada y mis ojos se fueron a su espalda y pecho desnudo, su espalda era tan ancha y que decir de su pecho y abdominales, cabe decir que aunque no es tan musculoso no es flaco, él... tiene lo suyo.
Estaba para chuparse los dedos.
- ¿qué miras pequeña? -
- nada, me iré a bañar - dije y tomé mi toalla tímidamente.
Cuando estaba a punto de entrar al baño sentí sus dedos en mi cintura girandome hacia él y me arrebató un beso que me robo hasta el alma.
Al separarnos respiré profundo y sonreí tímida.
- ¿porqué me sonríes así?¿ acaso tengo un efecto en ti al verme así? -
- esque estás tan... -
- ¿tan qué? - se río de mi.
- tan bueno - le confesé.
- pequeña se más respetuosa, ¿cuando te he dicho yo que estás tan buena?, que si lo estás pero no es la manera correcta de decirlo - estallé a carcajadas por su chiste-halago.
- bueno bueno, gracias pero te diré como me venga en gana -
- ¿ah si? -
- si - lo reté.
Me miró como si fuera a hacer el peor crimen de la historia y me volvió a besar hasta quedarnos sin aire.
- me iré a duchar - dije como si nada y me metí a la regadera.
- ¡ya me voy Annie! ¿me llevó las llaves o te las dejo? - gritó desde afuera del baño.
- llevatelás ya estoy mojada, cierra muy bien no queremos que un psicópata me rapte -
- ese seré yo -
- si claro -
- adiós - se despidió.
- ve con cuidado - le dije y escuché como salía de la cabaña.
Terminé de ducharme y me pusé uno de los piyamas conjunto que le regalé a Martin.
Me cepillé el pelo y pusé música en una bocina que había traído para nuestra fiesta, comenzé a bailar sola y me olvidé del tiempo.
- ¡Martin! - exclamé al sentir sus manos envolviendome la cintura por detrás.
- ¿no me escuchaste entrar? -
- no, llegaste muy rápido - tragué saliva al sentir sus manos acariciar mi abdomen.
- traje gomitas chamoy y papas fritas - dijo separándose como si nada dejando un último roce en la parte superior de mi abdomen.
- delicioso, ¿y de beber? -
- dos sodas de limón -
- genial, traigamos todo para ver la película -
- siéntate preciosa, traeré todo, ponté cómoda - dijo poniendo sus manos en mis hombros.
- gracias caballero - le dije sonriente y me senté recargando mi cabeza en la cabecera.
- aquí tiene señorita Ann, gomitas con chamoy y papas fritas -
- ¿y mi soda de limón caballero Martin? - le seguí el juego.
- lo lamento, no encontramos soda de limón para usted -
- que pena, no obtendrá su recompensa - le dije acariciándole los hombros con delicadeza y sensualidad.
- ¿de qué habla señorita Ann? -
- de esto - le dije, lo jalé de la camisa y le arrebaté un profundo beso.
- veré que puedo hacer señorita Ann - dijo al separarlo de mis labios.
- gracias - dije inocentemente.
- encontré una soda de limón para usted, señorita Ann -
- le agradezco señor - tomé mi soda y le di un trago.
- no hay de que preciosa - dijo y jaló de mis cachetes cariñosamente.
- ven acá - le dije y se sentó a mi lado.
Pusé play a la película y comenzamos a comer golosinas.
- amo esa escena, el primer beso, es de lo más bonito - le dije a Martin viéndolo con los ojos llenos de brillo.
- me gusta mucho ver este tipo de películas contigo -
- ¿porqué?, son algo infantiles ¿no crees? -
- no son infantiles, me gusta verlas contigo porque siento que esa chispa de amor que hay entre nosotros se hace más grande, es de esas sensaciones raras pero llenadoras ¿me entiendes? -
- te entiendo perfectamente, me pasa lo mismo -
- gracias por venir aquí conmigo -
- no ¿que dices?, gracias a ti - le dije metiéndome una gomita con chamoy a la boca.
- ¿te gustaron las golosinas que preparé para ti? -
- me encantaron - sonreí satisfecha y él hizo lo mismo acurrucándome entre sus brazos haciéndome sentir protegida y amada.
Al terminarse la película Martin se fue al baño a ponerse su piyama mientras tanto yo reproducí Streets de Doja Cat en la bocina y subí todo el volumen cantando con entusiasmo.
Él salio del baño y entró a la habitación, al verme se unió a cantar conmigo.
- i can't sleep no more
in my head, we belong
and I can't be without you
why can't I find no one like you?
i can't sleep no more
in my head, we belong
and I can't be without you
why can't I find no one like you? - cantamos juntos y nos besamos en el proceso.
- me llenaste de chamoy - dijo Martin riendo, sonreí con malicia y le lambí los labios limpiando cada resto de chamoy.
- me estás asustando - dijo alejándose un poco de mi cuerpo.
- ¿porqué? - le dije mientras me seguía moviendo al ritmo de la música.
- estás comportándote como un caníbal Annie -
- me ofendes Martin, no soy eso que dices - hice un ademán con mi mano en el pecho.
- es broma, ven acá pequeña - dijo y tomó mis manos para que bailará con él.
- esta parte te la dedico, escucha bien Martin:
damn papa, you a rare breed, no comparing
and it's motherfuckin' scary
tryna keep him 'cause I found him
let a hoe know I ain't motherfuckin' sharing
i could take you to the parents, then to Paris
plan a motherfuckin' wedding
you the type I wanna marry and keep you merry
i'll put the ring on when you ready - terminé de cantar la dedicatoria y él sonrió algo confundido.
- ¿si sabes que dice no? -
- no, ¿qué dice? -
- ¿en serio Martin?, tú conoces la canción desde antes que yo -
- mentira, claro que sé, solo estaba fingiendo - dijo abrazándome como consuelo.
- bueno, más te vale - lo abrazé sintiendo sus músculos.
- pon algo de reggae -
- ¿qué tal Don Omar? - propusé.
- pon salió el sol -
- oh si, esa me gusta - le dije y la pusé.
Comenzamos a bailar pegados y a reírnos sin ningún sentido.
Así estuvimos bailando una media hora más hasta que quedamos rendidos y nos sentamos en la cama haciendo un círculo y agarrandonós de las manos.
- ahora juguemos a algo -
- ¿haremos un ritual? -
- cállate, no, jugaremos a ¿quién conoce más al otro? -
- ¿en qué consiste? -
- te explico mi caballero: yo te haré una pregunta sobre mí y tu tienes que responder, si tú respuesta es incorrecta tendrás que hacer un reto, después tu me preguntas a mi y así sucesivamente - le expliqué.
- entiendo...preparaté para perder y hacer muchos retos preciosa -
- mmm no lo creo precioso -
- ¿quién comienza Ann? -
- tu Martin -
- ¿cuál es mi lugar favorito? -
- el mar - contesté en un tono egocéntrico, yo me las sabía todas, o eso creía.
- respuesta... correcta - dijo él y sonreí.
- ¿qué es lo que más me gusta de ti? - pregunté y fijé mi mirada curiosa en él.
- mis abdominales - dijo seguro.
- ¡no Martin! -
- Annie me mirabas como si me fueras a comer vivo -
- ¿qué?, no, ¿cuando? - me hice la tonta.
- cuando salí de bañarme, me cubrí la parte inferior para que no te alborotarás pero veo que no funcionó -
- estoy realmente enamorada de ti, ¿que querías? -
- estás loca por mi, definitivamente son mis abdominales -
- ¿respuesta definitiva? -
- no, la respuesta es... mi dulzura -
- respuesta...¡correcta! -
- ahora yo ¿qué es lo que más me gusta de ti? -
- mi bondad -
- respuesta...correcta -
- ¿cuál es mi bebida favorita? -
- soda de limón -
- respuesta correcta -
- ¿comó se llamaba mi última novia? -
- Daniela -
- tu error romántico se dice precioso -
- si, tienes razón, respuesta muy correcta -
- ¿cuál es mi país favorito? -
- Suecia -
- respuesta correcta -
- te hago la misma pregunta -
- México, nuestro país -
- respuesta correcta -
- ¿cualés son mis tres colores favoritos? - le pregunté.
- amarillo, morado y negro - respondío.
- respuesta correcta -
- ¿cuál es mi comida favorita? -
- albóndigas -
- respuesta correcta Annie -
- ¿cuál es mi canción favorita? -
- te gustan varias pero es... In your eyes de The Weeknd -
- muy bien Martin, respuesta correcta -
- ¿cuál es mi película favorita? -
- El niño con el piyama de rayas -
- respuesta correcta Annie -
- ¿qué prefiero?, ¿beso lento o rápido? -
- lento, te derrites con eso -
- si, respuesta correcta -
- ¿qué es lo primero que llamo mi atención en ti? -
- mi pelo y mis piernas largas -
- pero ¿qué fue lo primero? -
- mis piernas largas - le contesté.
- respuesta correcta -
- bien, hacemos dos últimas preguntas y pasamos a la otra fase de la piyamada -
- ¿cuál es la otra fase Annie? -
- ya te diré en un momento -
- okey preciosa -
- ¿cuántos hijos quiero tener? -
- queremos Annie, tres -
- respuesta correcta - dije y solté una risita.
- ¿cuál es mi recuerdo favorito de nosotros? -
- cuando nos besamos bajo el amanecer en la playa, cuando nos conocimos -
- respuesta correcta -
- ese también es mi favorito ¿sabías? -
- no lo sabía - dijo sonriendo.
- bueno, ahora haremos una casa de sabanás y almohadas - dije como una niña pequeña.
- buenísima idea, traeré alguna sillas para amarrar las sabanás -
- genial, si - asentí.
- aquí están, ¿tienes ligas para amarrarla? -
- claro, tengo estas - le dije y se las tendí.
- toma estas dos y amarra la sabaná a esas dos sillas y yo me quedaré con estás para amarrar las otras dos ¿bien Annie? -
- entiendo - le dije y fui a hacer lo que me pidió.
Martin destendió la cama y sacó la sabaná, la amarramos en las sillas y formamos el techo de la casa.
- ahora...las almohadas Annie -
- ¿ponemos esta cobija debajo? - le dije y le pasé las almohadas.
- si, será nuestro suelo - dijo y agarró la cobija que le tendí.
- ¿qué más le agregamos? - le dije mientras él acomodaba las almohadas a nuestro alrededor en forma de círculo.
- traje luces Annie, pensé que podíamos usarlas para usar como decoración al hacer la fogata pero...también serán útiles para esto -
- ¿son de colores? -
- sí, ¿las ponemos? -
- sí, hagámoslo -
- toma esta esquina de las luces y hazle un nudo en la silla de ese lado - dijo apuntando la silla que antes había amarrado a la sabaná.
- bien, ¿así? - le dije enrollandola en la parte superior de la silla.
- si, ahora pasame las luces para enrollarla en esta silla de acá -
- ten Martin - le pasé lo que quedó de luces sueltas.
- listo, solo falta conectarlas -
- pasámelo, el enchufe esta de mi lado -
- ten linda - dijo y me las pasó.
- se ve espectacular - le dije al prenderlas y ver como se veía debajo de las sabanás.
- se ve romántico ¿no? -
- sí, romántico... - dije y me le quedé mirando con amor.
- ¿qué? - dijo él frunciendo el ceño.
- no puedo creer que este viaje se haya hecho realidad -
- lo sé, es inexplicable -
- ¿qué es inexplicable? -
- lo que sentimos cuando estamos juntos lo que... estamos sintiendo ahora con este viaje de ensueño -
- es algo mágico -
- si, así es -
- es amor -
- esa es la respuesta - sonrió satisfecho y tomó mi manos.
- es lo que sentimos lo que llamamos inexplicable el amor -
- sí, sin duda lo es -
- y... ¿qué hacemos ahora? -
- hablemos sobre nuestro futuro -
- ¿juntos? -
- si, ven, recostemonos en el suelo -
Me acosté junto a él en el suelo arriba de las cobijas y me acurrucó en su pecho acariciando mi cuero cabelludo y relajándome por completo.
- Annie ¿a qué edad te gustaría casarte conmigo? -
- ahora mismo - le dije mientras acariciaba con mis manos su pecho y su abdomen.
- ¿no te parece que aún eres pequeña? -
- no, seguiría estudiando mi carrera y tú podrías seguir trabajando de fotógrafo, tal vez hasta estudiar otra carrera; vivir juntos y ser esposos es otro de mis sueños, además... no soy menor de edad Martin, tengo 20 años -
- ¿estarías lista para dejar a tu familia? -
- si, ellos te aceptan y no me prohibirían casarme contigo, te conocen y saben que tienes buenas intenciones -
- ellos me aman ¿o no? - dijo orgulloso.
- si, te aman - reí.
- ¿dondé nos casaríamos? - preguntó él.
- en la playa, donde nos conocimos, en Holbox -
- sería majestuoso -
- ¿Valeria viviría con nosotros? - dudé.
- no lo sé, no lo había pensado -
- si, será como nuestra hija pequeña -
- ¿no crees que nos debería de dar espacio? -
- no, no importa -
- y nuestra luna de miel ¿donde sería? -
- podríamos ir a Suecia -
- ¿Suecia? ¿no es muy lejos? -
- sí pero somos jóvenes y podemos hacerlo, podríamos ahorrar dinero para que no haga falta pedirle a nuestros padres -
- si, yo podría conseguir trabajo en eventos grandes para ganar el dinero suficiente y casarnos lo más pronto posible -
- si si, oye Martin... ¿tú harás la sesión de fotos de nuestra boda? -
- podría hacer una especial para nosotros y pedirle a mi compañero Steve que tomé fotos en la boda para así no tener que separarme de ti -
- sí, así podremos estar pegados en toda la fiesta -
- ¿que parte de Suecia te gustaría visitar en nuestra luna de miel? -
- Estocolmo, es lo más bonito de Suecia -
- muéstrame como es -
- tengo algunas fotos que saqué de internet, ¿me pasarías mi teléfono? esta en la cama -
- claro, ten - dijo estirándose para tomarlo y dármelo.
- mira, te va encantar - le dije y le mostré.
- vaya, es realmente espléndido -
- si, lo es, ¿te gustaría ir a Estocolmo para nuestra luna de miel? -
- sería un gusto ir con usted a Estocolmo - dijo y sonreí dichosa.
- ¿qué nombre le pondríamos a nuestros hijos? - cambie de tema.
- Louis, Dalia y Joel - dijo y me sorprendí al ver que ya lo había pensado.
- ¿dos niños y una niña? -
- si, ¿no te gustaría? -
- si, me gustan esos nombres que escogiste ¿ya los habías pensado cierto? -
- sí, desde la primera vez que nos besamos supe que quería hijos contigo y pensé en sus nombres -
- pero ¡que romántico y dulce eres Martin! - exclamé y besé su cara con impulsividad.
Él tomó una almohada y comenzó a golpearme suavemente en la cabeza.
- ¿pelea de almohadas? - le dije mirandoló entrecerrando los ojos.
- si - dijo él y me pegó en las piernas con la almohada.
- toma esto - le dije riendo y le di en la espalda haciendo que se cayera sobre la sabaná que era el techo.
- noo, se cayo todo - dijo él riendo y lo ayudé a levantarse.
- las sillas se cayeron - dije riendo.
- arruinaste nuestra casa de sabanás -
- lo siento - le dije y le di otro golpe en las piernas.
- ¿ah si?, toma - dijo y me golpeó con las almohadas en la cara haciendo que cayera sobre la orilla de la cama.
- oye ¿qué te pasa? - le dije fingiendo que me enojé.
- lo siento - dijo lo mismo que yo había dicho un momento antes y se sentó de rodillas entre mis piernas abiertas y me golpeó el pelo con suavidad para no lastimarme.
- me despeinas Martin - le dije chillando y riendo al mismo tiempo.
Volvió a golpearme con las almohadas en la cabeza para provocarme a que lo golpeara de nuevo y yo saqué mi almohada para golpearlo con fuerza en la espalda.
- ¡Annie! - gritó riendo y cayó sobre mí.
- gané - le dije y comenze a ponerme nerviosa al darme cuenta que estaba encima de mí de nuevo, y gracias a mí.
- ¿quieres tu recompensa? - dijo mientras bajaba sus manos con lentitud hasta mis muñecas y sostenerme los brazo ahí.
- ¿qué? ¿cuál recompensa? - reí nerviosa.
- esta - dijo y besó mi cuello succionando cada parte de el haciéndome estremecer y revolverme en el colchón.
- Martin... - dije su nombre en un susurró al sentir su lengua en mi clavícula.
Dejó un beso en mis labios y se apartó.
- ¿ha sido la mejor recompensa o no? -
- si - dije tímida y me senté.
- ¿qué pasa Annie?, pensé que te alegraba haber ganado la pelea -
- fue algo excepcional y nuevo -
- ¿te gustó entonces? -
- si, me encantó - le dije sonriendo y sintiendo calor de repente.
- te amo - dijo comiéndome a besos la boca.
- hay que dormir - le dije al separarnos.
- ¿tienes sueño? -
- sí, estoy algo exhausta -
- ¿tanto beso te dejo así? - dijo burlándose de mi estado, estaba llena de pequeños moretones en el cuello y en la clavícula.
- parece que sí - sonreí cansada.
- ven, siéntate aquí, tenderé la cama para que te duermas -
- ¿no dormirás conmigo? -
- ¿quieres que duerma contigo? -
- si, vamos a dormir no a besarnos - lo miré fulminandoló por lo que me había hecho.
- okey, te dejaré descansar - dijo riendo burlón.
- bueno - le dije y me senté en la silla que me ofrecía.
Miré como tendía la cama analizando cada parte de su cuerpo ,estaba buenísimo.
- ¿me estás mirando de nuevo así? - dijo al terminar de tenderla y verme boba.
- si, tengo derecho a admirar a mi novio ¿no? -
- claro y futuro esposo- dijo y besó mis mejillas.
- porsupuesto - le dije, me paré de la silla y me metí en la cama.
- me iré a lavar los dientes ¿me acompañas? -
- oh si, vamos, lo había olvidado -
Me dio la mano y me ayudó a levantarme.
- ¿quieres que te ayude? - dijo riendo al verme jugando con el cepillo y mis ojos cerrándose.
- si Martin - dije sonriendo.
Tomó mi cachete con una de sus manos y con la otra cepillo mis dientes con delicadeza y suavidad.
- vamos escupe - me dijo y escupí en el lavabo.
- solo un poco más y acabamos - dijo y siguió cepillando.
- escupe escupe - dijo y escupí por segunda vez.
- terminamos corazón - dijo y me dio el vaso con agua.
- gracias lindo - le dije y me enjuague la boca.
- no hay de que preciosa - dijo y me secó con la toalla.
- buenas noches - le deseé cuando nos metimos bajo la cobija.
- ¿tienes frío? -
- sí - le dije temblando.
- pero estas cobijada Annie - dijo riéndose.
- ya lo sé -
- ven pequeña - dijo y me abrazó pegándome a su cuerpo.
- eres tan dulce - le dije y estreché mis brazos en su espalda abrazandoló por completo.
- dulces sueños bella durmiente - dijo en mis oídos y sonreí.
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