Capítulo 15: Recuerdos II
Allison
7 meses atrás.
- ¡Ali vamos! - grita mi hermana.
- ¡Ya voy bajando! - respondí.
Iba a ir con mi mamá y mi hermana Alicia de tiendas por lo que me levanté muy temprano. Llevaba días en cama a pesar de que ya habían comenzado las vacaciones. Solo me entretenía en leer o ver series y películas. Salí súper bien en las pruebas, en Matemática mejor de lo que esperaba pero no tenía ánimos para celebrar. Mateo no paraba de llamar o mandar mensajes, sin embargo, no me encontraba preparada para escucharlo. Me sorprendió mucho cuando me dijo por primera vez que me amaba pero la parte pesimista mía pensó que solo lo hizo porque sabía que se equivocó. Me dolió mucho ver que otra mujer besaba a mi novio, pero ¿a quién no?
Simplemente no quería oír sus excusas ni que se defendiera porque yo vi lo que vi y eso no es fácil de borrar. Me sentí tan hundida y traicionada.
Demostró que no soy importante, solo un objeto que puede utilizar cuando desea, me quedó bastante claro.
No le intereso, es una frase que se colaba repetidamente en mi mente ¿acaso sólo fui un juguete?
¿Si alguien se fija en mí es para utilizarme o dañarme?
Por mucho que lo pienso, me pregunto de qué sirve ser buena y tener buenos sentimientos si él no los tiene en cuenta. Siempre he tratado de hacer todo bien y correcto, sin embargo, no lo valora. Prefiere las mujeres fáciles y yo estoy muy alejada de ser así.
Todas mis inseguridades y la poca confianza en mí misma salían a flote, eso que tanto traté de ocultar y sepultar eternamente. Todo empeoró en mi interior, una mezcla de malos sentimientos, porque con Mateo he sido completamente transparente y real. Me destrozó el corazón al mostrarme una parte de él que no conocía y ser capaz de engañarme de esa forma.
Siento como mi mamá me zarandea, estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no me di cuenta que habíamos llegado.
Traté de que no notaran lo mucho que me había afectado lo sucedido y fingía estar bien ante ellas. Sonreía de vez en vez, solo para tranquilizarlas.
Mi hermana trataba de animarme constantemente, pero me sentía tan mal conmigo misma por lo ocurrido que no tenía manera de sacarme la tristeza del cuerpo.
Bajamos del carro y pudimos observar la gran cantidad de personas. Al ser verano eso era muy común. Nos acercamos a paso lento al departamento de confecciones, después iríamos a comprar algunos utensilios de cocina necesarios para la casa.
Mi mamá se alejó para ir a ver lámparas que tanto le gustan, mientras que Alicia y yo nos dirigimos a ver bikinis.
El aire acondicionado nos dió la bienvenida, cosa que agradecimos, porque afuera había como treinta y cinco grados. Un agradable aroma a flores nos invadió y la encargada del departamento de ropa de playa amablemente nos preguntó qué estilo de trusa buscábamos. Después de decirle lo que nos interesaba, indicó la dirección correcta.
Alicia se apresuró para encontrar la última tendencia y lo más llamativo, yo solo quería algo cómodo y bonito.
Al cabo de un rato mi hermana quedó deslumbrada por un bikini cuya parte inferior era negra con tiras a los lados y la superior era de color blanco y palmas negras, tambien le gustó otro negro con rosas rojas.
Mientras que yo me decidí por dos trajes de baño enterizos, el primero completamente blanco, con unas finas tiras que dejaban toda la espalda al descubierto y el segundo lo elegí de rayas, color amarillo pálido y blanco.
También nos compramos gafas de sol: unas Ray Ban negras para cada una y a mí me gustaron otras de montura blanca en forma de corazón que combinaban perfectamente con mis trusas. Protector solar, unas toallas de nuestros colores favoritos y unos bolsos de playa de Victoria Secret's. Estábamos completas.
Salimos muy contentas con la compra realizada y cuando nos encontramos a nuestra madre iba cargada de muchas bolsas, pero muy sonriente, así que asumimos que estaba satisfecha. Nos sentamos en una cafetería para tomar algo refrescante mientras charlábamos de todo un poco.
Al cabo de unos minutos necesité con urgencia ir al baño, Alicia me acompañó a buscarlo porque en aquel lugar tan grande no encontrábamos nada con facilidad.
Cuando por fin llegamos, nos apuramos para entrar, sin embargo, me quedé inmóvil en la puerta. Escuché voces de dos personas, procedentes del interior. No las reconocí, pero estaban hablando de mí.
Lauren
- ¿Qué ocurrió con Mateo cuando fuimos al bar? - preguntó mi prima lavándose las manos.
Habíamos terminado de comprar algunas ropas para este verano y antes de irnos pasamos por el baño.
No le había contado mucho acerca de lo sucedido en el bar por lo que se mostraba más curiosa de lo normal gracias a mi falta de detalles.
- Nada ¿que va a pasar? Él como siempre rogándome para que volvamos - respondí.
- Lauren a mi no me engañas, además tú y él nunca estuvieron juntos.
- ¿Qué más da? Él siempre fue mío - aseguré con nerviosismo. Mateo ya había dañado un poco de mi confianza con su indiferencia.
- Pues no me pareció así aquel día.
Ignoré su comentario y comencé a pintarme los labios.
- Sabes que de una forma u otra caerá rendido a mis pies - afirmé.
- Yo tú no estaría tan segura -- respondió; podrás haber provocado una discusión entre él y su novia con aquel beso. Sin embargo, es cuestión de tiempo que vuelvan a estar juntos.
- ¿Qué sabrás tú? Conozco a Mateo desde que éramos niños y sé muy bien que es vulnerable a mis encantos.
- Creo que ya te remplazaron prima - argumentó Claudia.
- Nadie me remplaza y menos él- añadí- ¿Crees que Mateo se va a enamorar de ella? Pues no, él nunca se enamora, sólo juega y yo sé mejor que nadie la mejor forma para ganar en ese juego - concluí.
Allison
Lo que oí fue la gota que rebasó el vaso. Las palabras de aquella muchacha hicieron mella en mi autoconfianza. Estaba segura que era la pelirroja hermosa que le dió el beso.
¿Él sólo juega? ¿Todo había sigo un juego para él? ¿Parece que viví en una mentira durante meses y me creí el cuento como una tonta?
Cómo osaba Mateo celarme una y mil veces sin motivos cuando él lo único que hacía era utilizarme. Ella sólo me confirmaba lo que ya creía, yo no le importaba a Mateo.
Seguí escuchando y una lágrima corrió por mi mejilla.
Lauren
- ¿Cuál será el próximo paso en esta venganza? - preguntó Claudia.
- Ha sido tan fácil que lo único que falta es que Mateo se dé cuenta que yo soy la que él necesita y no esa flacucha - respondí.
- ¿Pero, no decías que quería volver contigo? - continuó con el interrogatorio y ya no sabía qué responder porque es cierto que Mateo no me hizo caso aquel día en el bar.
- Bueno... - tartamudié.
- ¡Así qué él no te hizo caso! - exclamó mi prima leyendo mi mente.
- La verdad es que ni borracho se acercó a mí - reconocí resignada.
Claudia comenzó a reír y en eso escuchamos pasos que se acercaban. Nos disponíamos a retirarnos cuando vi que unos ojos retadores me miraban.
La reconocí de aquel día, la novia de Mateo. Junto con otra muy parecida a ella, por lo que supuse que era su hermana.
Tuvo la osadía de ponerse frente a mí con los brazos cruzados en el pecho. Me dedicó una media sonrisa de boca cerrada y me asombré. Era alta, delgada y muy bonita. Por primera vez me sentí intimidada porque en el fondo sabía que Mateo la prefería a ella. Sin embargo, una ola de rabia me recorrió el cuerpo y solo deseé hacerle daño.
- Mira Claudia - dije dirigiéndome a mi prima - Nos encontramos a una pobre muchacha engañada ¿crees que debemos hacer alguna obra de caridad? - pregunté y la miré desafiante.
- ¿Te refieres a mí? - habló suave y muy bajito.
- ¿A quién más? No veo a otra por aquí llorando porque le quitaron el novio - rebatí.
- Es que creí que estabas refiriéndote a ti. Ah no verdad, me equivoqué es que él nunca ha sido tu novio - dijo irónicamente. Me dió la espalda, pero la tomé del brazo haciéndola retroceder.
- ¿Cómo te atreves flacucha infeliz?
- Disculpa, ¿te ofendí? - expresó en el mismo tono que había utilizado antes.
No tuve tiempo a responder, mi prima me llamó imperativamente y salimos de allí.
Allison
Me sentía confundida, a la vez que orgullosa de poder enfrentarla. Primero sus palabras dieron a entender que Mateo estaba muy ocupado rogándole a ella. Sin embargo, después reconoció el desprecio de éste y ya no sabía qué pensar.
- Alicia ¿crees que Mateo tiene la culpa?
- Mi hermana, sabes perfectamente que siempre te apoyo en todo, pero esta vez te equivocaste al no aceptar sus explicaciones. Te encerraste en un sufrimiento que no te permitió ver más allá. Independientemente de lo que pasó, no le diste un voto de confianza, ni la oportunidad de defenderse.
- Pero todo ocurrió frente a mis ojos. Nadie me lo contó, ni fue un rumor cualquiera - agregué.
- Es verdad, sin embargo, lo que oímos demuestra que él no está interesado en ella.
- Ya la escuchaste, solo es cuestión de tiempo para que eso pase.
- Mira Allison, todavía no puedo entender cómo tuviste valor para enfrentarte cara a cara con aquella arpía y después tener tan poca confianza en lo que tú eres. Sé que te sientes insegura pero siempre has sido fuerte y decidida ¿Cómo te vas a dejar derrotar?
- No me dejo derrotar Alicia solo que me cuesta un poco aceptar todo lo que sucedió y estoy confundida.
- Mi querida hermana usted me va a dejar todos esos fantasmas atrás y va a defender su relación con uñas y dientes. Nadie va a impedir que seas feliz y menos una persona que no te conoce, que vive de armar enredos y desatar el caos sin importarle el daño que cause. Tú eres superior, lo sabes - me animó Alicia.
Abracé fuertemente a mi hermanita que hablaba como una mujer. Lloré de la emoción al sentir todo su apoyo, su fuerza y su confianza. Había dejado de creer en mí y ella tenía razón, ninguna situación podía aplastar mi seguridad.
Salí más renovada y llena de sentimientos positivos. Cuando llegamos a donde estaba mamá, ésta nos recibió con cara de desesperación y ansiedad por la demora, así que la llenamos de besos y abrazos más melosas de lo normal.
Fuimos para la casa sintiéndome mucho mejor. Tomaría una nueva posición y comenzaría a ver todo de manera distinta. No podía negar que la solución no estaba al alcance de mi mano y tenía mucho que arreglar con Mateo, pero por lo menos le daría la oportunidad de enmendar su error. Amo con todo mi ser a ese hombre y como decía mi hermana no me iba a dejar derrotar por alguien que solo busca hacer el mal.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro