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Finge ser mi Novia

Perspectiva de Julián.

Había amanecido, amanecido con Rin usando como almohada mi brazo, un brazo que tenia entumecido y hasta casi morado. Mientras que en la puerta estaba mi madre, una madre con una sonrisa burlona y llena de felicidad, como si ver a sus dos hijos la hiciera irradiar de felicidad.

—¿Qué miras?— Bufé, quitando la cabeza de Rin de mi brazo, intentando moverlo para que la sangre volviera a correr por todo mi brazo.

—Nada, solo que hacía años que no dormían juntos y abrazados ¿A que se debe?— Pregunta mi madre, colocando mi uniforme en la cama junto al de Rin.

—Un hermano debe proteger a su hermana cuando llora— Declaré mientras Rin abría los ojos.

—¡No estaba llorando!— Alza la voz Rin al escucharme, alejándose rápidamente de mí.

Me levanté y me estiré, saliendo de la habitación con una toalla en mi hombro, caminando por el pasillo, delante de mi habitación, pudiendo ver a Hazel y su madre, quienes ya estaban aseadas y arregladas. Hazel con su uniforme y su madre Lina con un vestido que le prestó mi madre.

—Ah— Tosí, arreglando mi voz de dormido— Buenos días.

Las dos me saludaron y yo continué con mi camino, bañándome y luego de eso me puse el uniforme, volviendo a bostezar y preguntándome como siempre si ir o no a la escuela.

Al final por obligación salí de la casa, junto a Rin y Hazel, caminando por la acera en dirección a la escuela, junto a varios estudiantes que seguían la misma ruta.

Volví a bostezar, parecía que hoy no era un día agradable para mi, como esos días que te levantas con ganas de solo pelear. Me pasaba casi lo mismo, solo que hoy eran esos días depresivos en los que solo quería estar solo.

En poco tiempo estábamos en la escuela, separándonos los tres, yendo a su respectivo salón de clase como era habitual.

Miré mi celular, mientras me sentaba en mi escritorio, me sorprendí un poco al ver la cantidad de mensajes, pero eran de Jin, preguntando por Hazel, solo le respondí que ella está bien y está en la escuela, para luego clavar mi cabeza en la dura madera del escritorio, cerrando mis ojos e ignorando los saludos de Ren y Amelia.

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Salí de clases, era hora del descanso. Yo solo me dirigí y senté al lado de un gran árbol, que daba una agradable sombra en medio de la soledad y volví a suspirar.

—Ya va siendo hora— Pronuncié aquellas palabras al aire.

Y era cierto, iba siendo hora de aclarar cosas, cosas que parecían solo una ilusión y una mentira; una de esas cosas era Alicia, quien no dejaba de escribirme cada dia y preguntar por mi por medio de mi hermana.

—Hola, Alicia— Le hablé a mi celular mientras lo tomaba cerca de mi oreja.

—¿Qué... pasa?— Con una voz dulce y llena de nervios dice Alicia.

—¿Puedes venir un momento al patio? Aquí estoy.

—¿Eh? Si, dame un momento— Responde rápidamente, pudiendo sentir los murmullos de Rin y de Lilith, parecía que estaba con nuestro grupo "Las flores de Loto"— ¿Es acaso una declaración de amor?.

—Algo así— Dije eso y colgué.

Dejé el teléfono en una de las fuertes raíces del árbol y me pregunté si lo que estaba haciendo iba a estar bien.

Quería rechazarla, quería aceptarla, quería intentarlo y quería enamorarme verdaderamente, aunque cuando pensaba en ella instantáneamente pensaba en Amelia, pensaba en si realmente amo a Amelia o solo estoy siguiendo una ilusión.

Aún así quería hacer algo radical y que hay más que radical que el amor; el sentimiento más poderoso que trasciende cualquier realidad. Eso era lo que quería, amar y ser amado. Sin embargo puede que eso no sea lo correcto y realmente no conozco a Alicia y puede que la termine dejando. Yo no quería arruinarle sus sentimientos, aunque puede que ella solo me vea como alguien que en realidad no soy. Sólo le ayudé ese día, la protegí y ella se superó, pero para amar se necesita más que seguridad.

—¿Qué debería hacer?.

Cuando pensaba en ello se me había ocurrido una idea, algo que podía ser lo mejor, ya que tampoco quería que Amelia me viera con otra mujer y eso haga que pierda interés en mí, algo que apenas había comenzado a forjar.

Volví a tomar mi celular y llamé a Ren.

—Ren ¿Estás con las flores de Loto?— Le pregunté mientras escuchaba a lo lejos pequeñas voces que conocía.

—Ajá.

—Bueno— Susurré un poco para que Lilith no me escuchara, sabía que ella tenía un oído impresionante— Aléjate de ellos, necesito contarte algo interesante.

—Ok...— Acepta Ren con ligeras dudas y se aleja del comedor, hasta situarse al lado de una ventana —Listo.

—Te propongo un reto, mejor dicho quiero que me propongas este reto que te diré.

—¿Qué?— Ren arquea su ceja notablemente— Está bien ¿Qué es?.

—Verás, quiero que dentro de dos semanas salgamos los tres, tu, yo y Jin. Cada uno con una novia o por lo menos que sea una novia ficticia.

—Emmm... a ver— Suspira Ren, rascándose su cabello— Déjame entenderte ¿Quieres que te rete a que tengamos novia?.

—En efecto.

—¿Para qué?— Rápidamente Ren pregunta, haciendo quedar en silencio un momento.

—Míralo como una oportunidad, si le dices a Lilith que actúe como su novia hasta nuestra salida puede que las cosas salgan realmente bien.

—Ya veo...— Levemente gime Ren, emocionado— Eres un genio, tengo que decirle a Jin, aunque parecerá un poco extraño que solo estemos nosotros tres.

—Tienes razón, lo pensé tan rápido que no pensé en si parecía extraño.

—No te preocupes, pensaré en algo bastante creíble— Dice Ren mirando a Lilith con estrellas en sus ojos— Pero... ¿A quién le dirás? Sobre que sea su novia.

—A Alicia— Respondí al instante, haciendo que Ren volviera a gemir.

—Pensé que le dirias a Amelia, pero ya entiendo, se que tienes algo en mente, solo que espero que todo salga bien...— Termina Ren, colgando el celular.

Dejé el celular dentro de mi bolsillo y a lo lejos podía observar a Alicia, como caminaba apurada, con su largo cabello rubio ondeando con el caluroso aire del día, mientras que sus ojos lila me miraban, con un iris tan claro que podrías decir que sus ojos son rosas, unos grandes ojos que te hacían inquietar. Todo de ella parecía bailar, al igual que su sonrisa, con su falda también bailando al son del viento.

Era solo un año menor, pero su rostro liso y definido la hacía ver como una chiquilla, pero su estatura le daba un gran toque de madurez, midiendo 1.65 metros, llegándome al hombro su cabeza, lo que te hacía dudar entre lo hermoso y la perfección.

—Es vergonzoso si no paras de mirarme, casi me caigo por lo nerviosa que estaba— Suspira Alicia, ajustándose su falda y peinándose su sedoso cabello con sus dedos.

—Siéntate o mejor no, el viento está a punto de levantarte tu falda— Sonrío burlonamente.

Alicia mientras se sonrojaba, al instante agarra su falda y se sienta a mi lado, apoyando su espalda en el árbol, estirando sus piernas en la hierba. Dejando ver sus largas piernas, cubiertas por unas largas medias negras que le llegaban a sus rodillas, apenas pudiéndose ver la piel de sus muslos.

—En fin— Dice Alicia mirándome de reojo, con sus cachetes matizados con un color rosa— ¿Qué querías decirme?.

—Bueno— Hablé con calma, mientras mi mirada se dispersaba en el infinito cielo— Quería decirte algo bastante vergonzoso, por eso te quería a solas.

—¿Tan importante es?.

—Maso menos, pero primero quería decirte que como estabas, luego de lo que sucedió la ultima vez no hemos podido hablar a solas.

—Siempre te escribo y siempre eres muy seco— Dice Alicia, con una voz fría y decepcionada.

—Lo sé, no quería que pensaras eso, solo que prefiero verte y hablarte contigo a mi lado, tal vez sea porque tu mirada me hace relajar.

—Oh...— Alicia toma un mechón y comienza a moverlo, mientras que su rostro estaba aún más sonrojado— Si no me lo dices nunca podré entender...Es difícil comprender lo que piensas.

—Lo siento— Cierro mis ojos, sintiendo el suave viento chocar con mi rostro— Siempre intento parecer alguien fuerte y al final termino haciendo lo contrario.

—No es verdad...— Habla con suavidad Alicia, acercándose a mí y apoyando su cabeza en mi hombro, mientras sonreía y cerraba sus ojos— Para mi eres más que eso...eres la persona más fuerte que conozco y más amable, y gracias a ti me he convertido en una nueva persona.

—Se nota, ahora pareces un monstruo— Rio ligeramente, hasta que Alicia se aleja de mi hombro y conecta sus ojos con los míos, sintiendo esos grandes ojos amenazadores.

—Oye...— Replica Alicia.

—Es broma y...— Apoyo mi cabeza en el árbol y miro sus hojas— Hasta me pareces mucho más linda que la primera vez que te vi... De hecho ¿Cuándo fue que nos vimos por primera vez?.

—Fue hace casi un año, cuando conocí a Rin y a ti cuando llegaron a esta ciudad y se cambiaron de casa.

—Ha pasado bastante tiempo, recuerdo cuando le seguías la corriente a Rin y solo decían cosas malas de mi...— Me detengo al escuchar unos susurros de Alicia.

—Nada de eso es verdad... —Dice Alicia, con su cabeza abajo— Solo era por bromear...

—Lo sé— Decidí apoyar mi mano en la suya, para así calmarla— No me preocupa eso, de hecho hiciste que Rin fuera más feliz...

Iba a continuar hablando hasta que sonó el timbre del colegio, para volver a clases. Apenas me había dado cuenta de cuanto alargué esta conversación y necesitaría más horas para llegar a mi objetivo, asi que decidí ser sincero e ir a mi objetivo.

—Ammm Alicia...—Tomo su mano y la levanto, haciendo que mirase con sus hermosos ojos lila— Verás... yo te llamé aquí era para algo distinto a lo que hablábamos... emmm— Rasco mi cabello, intentando ordenar mis palabras— Ren me desafió a ir con una novia a una salida que él hará... entonces... ¿Quieres fingir ser mi novia hasta ese día?.

Vi la expresión de Alicia, no era una expresión que irradiaba felicidad, pero parecía aliviada y su sonrisa no había caído.

—Está bien— Afirma Alicia— Hasta entonces prepárate para ser muy cariñoso conmigo— Termina Alicia, agarrándome el cachete y jalándolo suavemente.

—Si agarrar tus pechos o sobar tus muslos entra en ese cariño pues con gusto lo haré.

Alicia vuelve a sonrojarse, levantándose sin dejar de sostener mi mano.

—Puedes tocarme lo que quieras— Declara Alicia, con una sonrisa burlona.

Suelto una pequeña risa y me levanto, sacudiendo el polvo de mi pantalón, viendo como Alicia se adelantaba, viendo como ondeaba su largo cabello, con unos pasos cortos, cayendo encima de ella la fuerte luz del sol, haciendo que se diera la vuelta y me mirara con sus relucientes ojos lila, era realmente linda.

—Vamos, nos van a dejar por fuera— Dice Alicia.

Comienzo a caminar, llegando a su lado, caminando a la vez. Caminando junto a ella, caminando junto a mi novia falsa.

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