Perspectiva de Rin (Hermana de Julián)

—¿N-No sientes que nos siguen?—Con pasos temblorosos, Rin le pregunta a su amiga, para luego sentarse en una silla.

—Creo que si, desde ayer he visto a ese hombre siguiéndonos—Observa al Hombre que estaba acompañado de otro Hombre— aunque puede que esté imaginando cosas.

—Puede ser... A él lo vi con mi hermano hace días, no creo que mi hermano se junte con raritos... creoooooo que no.

—Haces que dude de tu hermano si lo dices de esa manera Rin...

—Pero Alicia, también estaban con Ren. No creo que el Príncipe se junte con raritos.

—Si estaba con tu hermano es por algo, a cada rato dices que tu hermano es un rarito—Golpea suavemente Alicia a Ren en su cachete.

—¿Eh?—Rin se soba por el golpecito—Mi hermano es... él es... ¡Genial!—Exclama Rin levantándose de la silla del centro comercial.

—No exageres Rin, es la primera vez que le das un elogio a tu Hermano.

—No, no. No lo creo, lo elogio bastante...Igual vámonos, ya estoy temblando. No quiero volver a ver a ese tipo nunca más.

—No te me pegues así, ni que te fuera a secuestrar—Alicia aleja con fuerza a Rin que abrazaba su brazo con gran determinación y temor.

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Perspectiva de Julián.

—Ren... ¿No es incomodo que me abraces de esa manera?—Suspiro al ver a Ren abrazándome el brazo.

—¿Qué más da? Hoy es un día especial. Trátame como tu novia hoy.

—Claro que no, mi cabeza está hecha todo un lío, déjame sentarme un momento.

Ren con un claro puchero me suelta de mala gana del brazo, yo tomo asiento en una pequeño banquito en el parque, para luego poner mis manos en mi cabeza y querer gritar.

¿QUÉ LE PASA A REN? ¿POR QUÉ ESTÁ TAN CARIÑOSO?. Tal vez porque se siente bien por haberme dicho su secreto o... no, es imposible que tenga sentimientos por mi. Pero puede ser posible que tenga el mes, es una mujer al fin y al cabo, toda posibilidad es un hecho en este caso.

Sin embargo... es bastante lindo cuando hace esas expresiones tan hermosas...

Suspiré.

Mi amigo se sienta a mi lado y mira con nostalgia a las mujeres que pasan alrededor. con solo mirarle su rostro era indiscutible no negar su belleza, pero bajo eso se podía presenciar una absoluta tristeza.

—Ren—Apoyo mi mano sobre su cabeza—¿Qué quieres hacer hoy?.

—¿Por qué la pregunta tan repentina?........................— Ella mira para abajo mientras acariciaba su cabeza, unas pequeñas lágrimas comenzaban a dibujarse en sus ojos— Quiero hablar un rato, además quiero que también me hables de ti, nunca me dices nada de ti, nada, absolutamente nada— Me amenaza con el dedo, viendo como sus lagrimas estaban a punto de caer.

—¿Ah no?—Ren toma mi mano y me levanta del asiento, para luego jalarme, pisando la soleada pradera.

—Estaba a punto de suicidarme— Declara Ren soltándome y dando unos pasos adelante, colocando sus manos atrás en su cadera y dejando caer unas lagrimas—Veía desde un edificio lo lejano que podía ser el suelo— Dice Ren con temor— y lo triste que podía ser la noche... Mi padre violaba y golpeaba cada día a mi madre y yo solo observaba, para luego ser golpeada hasta llorar sangre, estaba muy harta de eso, harta de que ningún hombre nos defendiese como en los cuentos de hadas.

—¿Pedías ayuda?—Le dije.

—Si, mis abuelos y mis tíos, hasta la policía. Eso me hizo darme cuenta que las mujeres también son horrendas, decían "Tu madre debe solucionar eso por sí sola". Cada día era lo mismo... hasta que a pocos minutos de suicidarme, una mujer, embarazada y fumando, sentada con varias botellas de licor a su lado me habló. Yo no la había visto, era de noche en esa oscura terraza del edificio.

Historia de Ren niña.

—No lo hagas—Con un gran grito, la mujer lanzó una botella a mi lado, destruyéndose con el suelo, dejando cientos de trozos de vidrio en los oscuros ladrillos de la terraza—Si sufres lo único que debes hacer es matar ese sufrimiento.

—P-Pero— Dijo Ren entre lágrimas.

—Si alguien te está haciendo sufrir lo que debes hacer es matarlo y si no eres capaz de hacerlo... no te rindas...

—Nun-Nunca podría...m-matar a mi padre.

—Entiendo, con que eso es—La mujer se levanta y se acerca a Ren, sosteniendo con su mano su pesada barriga para luego acariciar la cabeza de la pequeña—No te preocupes, veo que estamos en las mismas, yo te ayudaré a destruir ese sufrimiento.

Unas simples palabras cambiaron el rumbo, pero más que todo era la compañia y el tiempo que le brindó aquella mujer a la pequeña Ren, ese tiempo para convertirla en una chica poderosa.

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Con eso la Mujer se llevó a Ren a su casa, una pequeña casa en un barrio pobre. La pequeña Ren no sentía miedo, había depositado toda su confianza en esa mujer.

En la habitación, la mujer se quitó su ropa, dejando a la vista aquella gran barriga. Luego hizo lo mismo con Ren y la llevó a su cama.

—Te daré un poco de placer, algo que ningún hombre podrá hacerte sentir—Se sienta en su cama y le da un beso en la boca a Ren—¿Cuántos años tenías?.

—Tengo 12—Dice Ren con una gran vergüenza.

La mujer sonrió y con sus dedos comenzó a tocar suavemente los pequeños senos de Ren, haciendo que Ren gimiera por placer.

—Para destruir a alguien debes primero ser ese alguien, si quieres pelear contra un demonio primero debes convertirte en Demonio y luego ser mejor, si tu contrincante es fuerte, pues haz lo mismo que él y sé el mejor—Habla la mujer.

En esos momentos Ren no entendía lo que decía esa mujer, pero despues de tener sexo con aquella mujer embarazada, Ren sintió un verdadero placer y una gran felicidad. Habia conseguido una nueva meta para continuar con su vida.

—Debes estar preparada para matar—Concluyó la mujer.

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Pasó un mes

—Hija, ¿Ya viste lo que publicaron en las redes?—La madre de Ren le acerca el celular.

Ren al ver aquella noticia sintió ganas de vomitar y sus lágrimas comenzaron a salir instantáneamente, la pequeña golpea la pared del baño, donde se ocultaba con su madre, esa habitación que era su refugio frente al demonio de su padre.

La pequeña Ren sale de casa, sin escuchar las amenazas de su padre, corre por todo su barrio, hasta llegar a una zona pobre, buscando a la mujer que le ayudó durante un mes.

En un basurero había sido encontrado un cuerpo de una mujer, mutilado y quemado. Ren al ver las manos de la mujer con la que tanto disfrutó se llenó de ira.

Esa mujer un día antes había ido a matar a su esposo, pero ahora y junto a su hijo en su barriga terminaron en la basura, con su cuerpo separado y lleno de moscas.

—No te decepcionaré—Susurra Ren en medio de la multitud.

Ese fue el gran impulso que necesitaba Ren para actuar de manera irrazonable.

Una decisión inhumana, una decisión que tomó desde hace tiempo...

Ya que...

Los débiles...

Solo buscan la muerte...

La forma más fácil de salir del problema...

La muerte.

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Con la música al máximo volumen, Ren toma la pistola que aquella mujer le regaló por su cumpleaños. La pistola oculta en su bolsillo, camina junto a su Padre y Madre en medio de la congestionada Discoteca.

Era el momento que tanto esperaba Ren, su madre también lo sabía y le apoyaba. Quería matar a aquel hombre que tanto las hizo sufrir.

El Padre de Ren entra al baño y mientras orinaba...

...

...

Unos fuertes estallidos provenientes de la pistola sonaron en el baño, como si dos explosiones hicieran eco en ese lugar cerrado. Esas balas fueron incrustadas en su cabeza, cayendo al instante al suelo el cuerpo de su padre.

El cuerpo finalmente estaba en el suelo.

Sin vida...

Ren mientras la luz estaba apagada huye tirando la pistola al suelo. Para luego abrazar con una gran felicidad a su madre.

Que la esperaba con sus brazos abiertos en medio de la multitud.

Donde lloraron de felicidad por primera vez.

Perspectiva de Julián

—Luego de haber matado a mi padre—Habla Ren con melancolía—continuamos mi madre y yo, en mi caso, hice todo lo posible para parecerme a un hombre, por eso, ahora juego Futbol, aunque fue duro superar la hostilidad cuando un hombre me tocaba, hasta que no me importó, ya que era mejor que todos esos hombres—Ren me mira, mostrándome una sonrisa—Eso es todo... mi aburrida historia.

—Ya veo, te convertiste más fuerte que cualquier hombre... pero hay algo que no me ha quedado claro, ¿Cómo es que te gusta tanto Lilith?.

—Ah, Lilith, también es una rara historia.

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Perspectiva de Ren.

Luego de dos años fui internada por parte de mi madre a un orfanato, para que un psicólogo me llevara nuevamente a la normalidad y dejara de querer ser igual a un hombre.

Mi madre aborrecía el hecho de querer convertirme en un hombre, creía que me había poseído un Demonio cuando comenzaba a decirle mis ideas.

Con ello, fuí agrupada con 10 niñas, cada una con diferentes problemas y allí estaba Lilith. Una pequeña niña, asustada de todo lo que la rodeaba, una niña que no podía ver en absoluto y una niña solitaria.

Por mi parte no buscaba relacionarme con ninguna niña, solo quería entrenar y mejorar mi carácter, así era como dedicaba parte de mis días a estar en un pequeño patio en el orfanato y allí en el pequeño patio siempre estaba Lilith, tocando y jugueteando con cada cosa que estaba a su alrededor, parecía una chica fuerte e ingeniosa, pero muy tímida.

Y si, Lilith era muy fuerte, lo descubrí cuando una compañera, una niña de 9 años fue violada por uno de los doctores. Aquella niña estaba traumatizada, no hablaba con ninguna chica y la única que supo la respuesta fue Lilith, esa chica Lilith era la única que podía conocer las respuestas correctas frente a otras personas.

—Fue violada—De repente la niña de cabello violeta me dirigió la palabra en el patio.

—Como era de esperarse—Apreté mi puño al oirle, tenía una remota idea de lo que le pasó a la niña pero Lilith lo había confirmado—¿Cómo lo sabes?.

—Puedo ver más que una persona normal.

—Oh—Gemí sorprendida—¿Es una broma?—Susurre a mi misma.

A pesar de que dije eso, se veía muy seria con su comentario.

—Haré lo que sea para que lo atrapen—Declara Lilith mientras enterraba un pequeña pala en la arena.

—Déjame ayudarte, les daré una buena paliza.

Me ignoró y se retiró en silencio.

En esos momentos me di cuenta que Lilith estaba planeando algo para ayudar a todas, si el tiempo pasaba ese hombre podría profanar a todas mis anteriores compañeras, claro que quería hacer algo pero no fue necesario, Lilith es una persona grandiosa.

Y en tan solo un día las cosas cambiaron.

—Doctor, ven a jugar conmigo—Decía Lilith mientras jalaba del brazo al doctor—Solo un ratitoooo—Jadeaba Lilith.

—Está bien, solo un rato ¿Qué jugaremos?.

Observaba a Lilith, en aquella habitación con paredes blancas y con nuestras compañeras, parecía que Lilith tramaba algo, era raro verla tan animada y con más razón, al hombre al que jalaba era el mismo que violó a una compañera.

La verdad, el caso era fácil de resolver, podíamos decirle a uno de los doctores que aquel hombre hizo tal horrible acto y aunque nos tomarán por locas, ellos mismos actuarían y llegarían a una conclusión, pero Lilith buscaba algo más.

Lilith buscaba venganza.

Esa tímida Lilith quería destruir a aquel hombre, con solo verla me hacía sentir como una inutil, pensaba que yo, quien quería convertirse en un hombre para destruir a los próximos que intenten destruir mi vida, pensaba que yo era más fuerte que cualquiera, hasta que Lilith me sorprendió.

—Siéntate un momento Doctor, apagaré la luz un rato, intentarás encontrarnos.

El Doctor suspiró e hizo lo que le dijo y se sentó en el suelo, mientras que todas se preparaban para esconderse, con ello Lilith apagó la luz.

Pasaron unos minutos y cuando la luz volvió a ser encendida el Doctor estaba en el suelo, estaba casi dormido, parecía que esa droga era potente y en su cuello había una jeringa, incrustada allí.

Todas estaban conmocionadas y ahí Lilith habló.

—Este hombre violó a nuestra compañera, quiero guardar el secreto con ustedes y hacer sufrir a este hombre.

En aquel orfanato no había cámaras, por eso Lilith desde su bolsillo desenfundó un teaser, y se lo entregó a la niña que había sido violada.

El momento fue rápido, la chica sin dudarlo presionó el gatillo, apuntando a sus genitales, electrocutando y con tal potencia hizo despertar al hombre de la droga, pero solamente tiritó al sentir la descarga.

El acto no fue tan caótico, el hombre con ayuda de los doctores despertó y comenzó a gritar que las niñas eran las culpables y con ello se descubrió la verdad, fue encerrado en prisión y con ello mi amor por Lilith aumentó.

Era la primera chica que había conocido que fue capaz de destruir a un hombre, aun siendo tan pequeña.

Pero al final nos separamos, ya que mi mamá me sacó del orfanato por esa demanda de abuso infantil...