La inexperta Lilith en las amistades se golpeaba suavemente a sí misma por estar imaginando cosas extrañas.

—Haru...— Detiene su voz al escuchar a Haruka alejarse— Me está evitando...—Un sentimiento de soledad perseguía a Lilith—¿Hice algo malo? o puede que tenga un mal día... si, eso debe ser, de seguro nadie la ha felicitado— Orgullosa, Lilith aprieta su puño al haber resuelto el misterio.

Sentada en su pupitre, en medio de la clase, Lilith ideaba un plan, una sorpresa, y para eso necesitaba ayuda. Ella esperaba una distracción de su profesor para enviarle un mensaje a Ren.

Era difícil, sin visión, lo único en que podía confiar era en sus otros sentidos.

—Lilith, guarda el celular—Dice el profesor—Estamos en clase.

—¡AH! LO SIENTO—Lilith suelta un gemido, disculpándose al instante.

Lilith era ahora dueña de las risas de sus compañeros, pero pudo enviarle el mensaje que quería a Ren.

—Lo olvidaba. Haruka, Lilith—Levanta nuevamente la voz el profesor— No tengo ganas de trabajar más, así que pueden ir a exponer su proyecto a los otros salones— Inesperadamente el profesor agarra su cobija y se acuesta en el suelo a dormir.

Un profesor realmente honorable, eso pensaba Lilith. Ojalá todos hicieran lo mismo, unas cuantas horas de descanso nunca están mal, después de todo somos humanos. Aunque eso puede hacer que el profesor sea despedido... Al cabo, cada uno con su vida.

Haruka y Lilith tenían un proyecto a exponer, una tarea de la materia "Democracia".

Su proyecto era centrado en la sensibilización del Bullying a personas con discapacidad.

Y para terminar rápido, ambas salieron del aula de clases, comprendiendo que era un trabajo extenuante una exposición, pero Lilith veía esto como una oportunidad.

Aprovechando la confianza, Lilith abrazó el brazo de Haruka, como lo hacía cada día. Haruka no le importó, sin embargo era extraño en cierta manera algo que solo la chica de cabello violeta había identificado.

Hoy Haruka llevaba un abrigo, algo que nunca usa, pero no solo eso... su piel estaba helada y sus manos temblaban levemente.

¿Temblando por el frío? Llevaba un abrigo y el día era realmente cálido.

¿Tal vez está enferma?

Era extraño, Lilith no decía ninguna palabra. Estaba sumida en sus pensamientos, pensando en su mejor amiga.

Tal vez sea... ¿Miedo?.

¿Temerle a algo?

¿Por qué?.

¿A qué se debían sus comportamientos?.

No podía confirmar si estaba pálida, su nula visión no se lo permitía...

—Expongamos nuestro proyecto en el aula de los mayores—Dice Haruka.

—Ah, si... ¿Estás bien?—Preocupada, habla Lilith.

No respondía, Lilith dejó de preguntar y se dejó guiar por su mejor amiga al aula que ella quería ir, podían exponer en cualquier aula, pero Haruka repentinamente quiere ir al aula donde están los estudiantes del curso más alto.

Parecía no tener miedo con los más mayores, lo más lógico sería con un curso igual al de ellas o menor, para evitar a los mayores y sus filosos comentarios.

Pero otra cosa había sorprendido a Lilith.

Notaba claramente el pesado aliento de la chica de cabello naranja junto a ella, ese aliento repetitivo y cansado.

Y esto se notaba aún más al estar cada vez más cerca de la clase de los mayores.

Parecía como si fuera a convulsionar pero aun así Lilith lo evitó, Haruka desde su arritmia ha padecido problemas constantes, pero siempre actúa como alguien fuerte, ocultando todo eso, pero hoy... era muy diferente a lo habitual.

Aunque sabía que Lilith debía hacer algo, un gran mal presentimiento recorría su espalda, pero Lilith infantilmente evadió todo y pensó que era su imaginación.

Tenía miedo al pensar en cómo reaccionar en ese momento, por eso lo evitó.

Pero...

Al estar frente a la puerta del curso un gran miedo invadió a Lilith.

Un fuerte miedo se apoderó de Lilith.

Un Demonio.

Un Demonio estaba a su lado.

Como si una bestia estuviera buscando venganza.

UNA GRAN ANSIA DE SANGRE PROVINIENDO DE HARUKA.

Lilith estaba aterrada por la ennegrecida alma de su mejor amiga.

La nula visión de Lilith no le permitía observar las expresiones del rostro de su mejor amiga, pero podía hacerse una imaginación y Haruka estaba sonriendo. No sonreía porque estaba emocionada, sonreía por algo que desconocía Lilith y era la venganza.

Sin embargo Lilith conocía de primera mano el sufrimiento y la psicopatía, pero esta gran ansia de sangre a su lado no se comparaba con nada que ha hecho y vivido.

—Profesor ¿Podemos exponer nuestro proyecto?—Habla Haruka, mirando al profesor con total odio.

—Ah, Haruka—Sonríe maliciosamente el profesor—Si, claro, pueden pasar.

Las dos caminaron hasta estar frente a todos, frente a 40 personas y debían exponer. Lilith sin sacarse a Haruka de la cabeza no podía recordar nada del proyecto.

Su mente estaba en blanco.

Aunque eso no le preocupaba del todo, al frente suyo había algo que le aterraba.

EL VERDADERO MIEDO.

Ese miedo la guiaba a querer huir.

ALMAS CORROMPIDAS, CON MILES DE OJOS QUE LA OBSERVABAN CON DESPRECIO.

Era raro, normalmente tendría que estar cerca de la persona para poder ver su alma.

Pero... sus almas desprendían un gran aura, como cuando alguien está completamente feliz, pero esta vez era lo contrario.

Frente a ella, había demonios mirándola, eso no era todo... podía sentir una gigante sonrisa.

UNA GRAN SONRISA PROVINIENDO DE SU AMIGA.

Una tenebrosa sonrisa.

Una sonrisa de una completa psicópata.

El alma de su mejor amiga estaba envuelta en una apabullante maldad.

Lilith en su mundo sin visión estaba rodeada de bestias...

BESTIAS EN CADA LUGAR DEL SALÓN DE CLASES.

Ella estaba temblando de terror.

EL REAL MIEDO DE TEMER POR SU VIDA.

LAS REALES ANSIAS DE QUERER VIVIR.

EL QUERER HUIR.

Ella nunca más querrá ver a esos horripilantes monstruos de cientos de ojos, aspectos horribles que solo quieren complacerse.

—Vete muy lejos...—Habla Haruka, abrazando a su amiga—Este es el adiós, no me olvides, yo siempre te querré...

//SIEMPRE TE QUERRÉ CON TODA MI ALMA LILITH, ERES Y SERAS MI MEJOR AMIGA POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE, PENSABA QUE JAMAS NOS IBAMOS A SEPARAR, PERO EL MUNDO ES DEMASIADO CRUEL LILITH, TE QUIERO DEMASIADO LILITH, ERES LO MEJOR QUE ME HA PASADO EN LA VIDA... SE FELIZ...

Un gran abrazo de su amiga Haruka.

Un cálido y melancólico abrazo.

UN ÚLTIMO ABRAZO.

Un abrazo que hizo derramar lágrimas repentinamente a Lilith.

Y un beso en la frente a Lilith hizo que su corazón también llorara.

Las palabras de Haruka hacían que Lilith no entendiera nada... no entendía nada... absolutamente nada.

Lo único eran lágrimas y las susurrantes palabras de su amiga con un beso...

¿Qué sucedía?...

Solo lagrimas...

Haruka deja de abrazarla y con fuerza empuja a Lilith hasta la salida del aula.

—¡VETEEEEEEE!—Ruge Haruka con todas sus fuerzas, sintiéndose el dolor en su garganta, como se desgarraba.

Una Haruka llena de lágrimas desde la distancia, con su mano se despedía...

Se despedía de su mejor amiga Lilith.

Cierra la puerta del aula.

Declarando el adiós.

—Nunca me olvides Lili—Dice Haruka a segundos de estar la puerta totalmente cerrada.

Múltiples sentimientos consumían a la pequeña Lilith, pero el sentimiento de supervivencia hizo que corriera lejos del aula.

Lilith corría lejos del aula hasta tropezar.

Lilith cayó al suelo, llenando el sucio suelo con sus lágrimas.

¿Qué pensaba?.

¿HARUKA?.

¿QUÉ SUCEDE?.

¡AYUDA!.

¡AYUDA ¡AYUDA!

¡AYUDA! ¡AYUDA! ¡AYUDA!

¡AYUDA! ¡AYUDA!

¡AYUDA!

¡AYUDA!

¡AYUDA!

POR FAVOR.

Gritaba Lilith en su cabeza.

Lilith necesitaba salvar a su mejor amiga Haruka, la única persona que decidió comprenderla y caminar a su lado en medio de toda la oscuridad.

Caminar a su lado...

No podía perderla...

Era su mejor amiga.

La mejor y única amiga de Haruka...

—¡REN, AYUDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!.

Entre lágrimas Lilith grita, desgarrándose su voz.

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Perspectiva de Julián.

¡MIERDA! ¡OLVIDÉ EL REGALO DE HARUKA!.

¿Cómo puedo dejarlo en la mesa de mi casa?, estaba seguro que lo metí en la mochila, maldicióoooooon.

Yo con ese pequeño problema y con el profesor de matemáticas dándonos más problemas...

Qué problemática es la vida.

Suspiré.

Después veo que hago, tengo que decirle a Ren que me ayude.

-¡CLANCK!

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Una silla de metal cae al suelo, atrayendo toda la atención del aula...

Allí estaba Ren, mirando con gran alteración su celular.

—¿¡DONDE ESTÁAAAAAAAAAS!?— Grita Ren de repente, pero tira su celular al suelo.

Con gran alteración la sangre hervía por el cuerpo de Ren, todos lo miraban y se preguntaban qué sucedía.

Hasta que él fija su mirada en mí.

Conecta su mirada conmigo, transmitiéndome la gran confusión que albergaba en su interior, algo que le causaba un gran odio.

Hasta que abre su boca y grita.

—¡JULIAN!.

Grita mi nombre y luego corre con todas sus fuerzas lejos de mi visión, lejos del aula.

¿Qué pasa?...

EL SENTIMIENTO DE LA MUERTE.

Algo mortalmente malo... Eso era lo único que significaba esto.

Me levanto de mi pupitre y con todas mis fuerzas corro para perseguirlo, en sus ojos estaba claro que me pedía ayuda, algo sucedía, sus acciones lo expresaban, sus ojos a punto de llorar me lo decían.

####

Corrí con todas mis fuerzas, siguiendo el paso de Ren, podía preguntarle qué pasaba, pero no había tiempo para eso.

Solo corrimos con todas nuestras fuerzas por los desolados pasillos de la escuela, escuchándose nuestras fuertes pisadas y nuestro descontrolada respiración.

Las preguntas se resolvieron por sí solas al ver a Lilith, en el suelo, con su ropa con polvo y llena de lágrimas...

—¡LILITH!— Grita Ren.

Nos acercamos y nos arrodillamos esperando por respuestas...

Pero...

La gran maldad se sentía en el ambiente.

El sentimiento de MIEDO estaba por todos lados.

Y en un momento.

MÚLTIPLES GRITOS.

EL INCREÍBLE HORROR DE GRITOS DE MIEDO.

Todo proviniendo del aula de clases que estaba relativamente cerca.

Esos gritos pidiendo piedad.

Pidiendo ayuda.

Hasta que...

Hasta que lo peor sucede.

...

...

...

...

...

Una gran fuerza nos empuja.

UNA GRAN DESTRUCCIÓN.

Los escombros volaron, impactando en nuestros cuerpos.

Nuestra sangre estaba expuesta.

Los escombros eran notables.

La destrucción era inminente.

-¡BOOM!

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UNA GRAN EXPLOSION.

Nuestros oídos estaban totalmente aturdidos y el polvo nos abrigaba. Yo y Ren protegemos con nuestros cuerpos a Lilith, recibieron los grandes escombros en nuestra espalda.

Eso no era todo, de nuestros cuerpos se deslizaban espesas gotas de sangre, no era nuestra sangre, era el producto de la gran masacre.

Una gran masacre.