Perspectiva de Ren

—H-H-Hola... Lilith... ¿Qué haces aquí?.

Su expresión de preocupación rápidamente se convierte en una de sorpresa, sus ojos tenues se fijan en mí, parecía como si en realidad pudiera verme.

—¡Ah, Ren!. Que bueno que seas tú...—Muestra una calurosa sonrisa y da un respiro de alivio— Ammm, ¿Está el profesor Yosh?.

Es honorable que alguien como ella haga algo como esto; me asombra que su discapacidad no sea un obstáculo, de hecho, la hacen ver aún más bella.

—No, no está. Salió hace poco... Me imagino que está en la sala de profesores.

—Entiendo...—Su mirada decae, pensando en que hacer— Que mal...

Puede que yo no lo haya notado desde un principio, pero una gran oportunidad se presentaba delante de mis ojos... Como si el destino me dijera lo que es correcto.

¡Debía ser un caballero!.

—Si quieres puedo ayudarte... No tengo nada por hacer.

Sus ojos se abrieron de par en par. Una sonrisa irradiaba en su delicado rostro. Sus expresiones eran tan radicales que podrían mover cualquier corazón de un hombre.

Eso hace que quiera protegerla aún más.

—E-Estaría encantada de recibir tu ayuda Ren.

Maldición, lo logré... No esperaba que fuera tan fácil.

Recordaré este día para siempre, estaré a solas con la persona con la que cada dia sueño.

—De acuerdo, espérame un momento traigo mi mochila.

—Sip, esperaré el tiempo que sea necesario...

Es toda un Ángel.

Intento ocultar mi leve enrojecimiento con mi mano, aunque no me viera lo hacía por precaución. Lilith algún día detendrá mi corazón con su inconmensurable ternura.

Dando unos felices saltos me acerco a mi asiento, unas chicas todavía me esperaban y Julián ya se había ido.

Eso no importa ahora, le estoy completamente agradecido, me ayudó a forjar esta oportunidad; la oportunidad de estar a solas con Lilith.

Nunca pensé que este momento llegaría tan rápido. Voy a llorar.

Estiro mi brazo para agarrar mi mochila. Pero una mano detiene mi acción, una chica sostenía mi brazo, retenía mi paso, como si fuera completamente suyo.

—¿Quién es ella?—Frunce su ceño. Sus otras dos amigas mostraban una expresión de enojo también.

No quiero que nadie arruine este momento.

Sobre todo no quiero que mi estatus le llegue a hacer daño a Lilith.

En esta situación era claro lo que había que hacer, mantener la calma. Sin embargo, mis venas se llenan de sangre, una ira se apoderaba de mi.

En mi pasado esto era común en mí, vivía con rabia, buscaba matar y quería destruir mi débil género, quería ser el más fuerte o la más fuerte, hasta que todo ello cambió.

Antes odiaba con todo mi ser a los hombres, pero parece que las mujeres no se quedan atrás, ahora entiendo. Las mujeres son más sentimentales y los hombres más lógicos.

—¿Qué?, eso no te importa...

Después de decirlo reconocí lo que hice, ante mis ojos estaba una chica totalmente sorprendida, era una amiga de la infancia y nunca pensé que la llegaría a ver con odio...

Parecía que odiaba ser de alguien, ese sentimiento de sentirte agobiado junto a alguien no era lo mio, pero a pesar de todo lo buscaba, buscaba con ansias sentirme asfixiado con alguien que de verdad yo amase.

Suspiré y alejé su mano, —después me disculparé.— Tengo que mostrar una verdadera sonrisa delante de Lilith.

Tomo mi mochila y me acerco hacia la persona que me esperaba en la puerta.

—¿Vamos?—Le pregunto a Lilith.

—Si... pero, ¿Te pasó algo?, te siento un poco enojado—Me miraba con sus ojos sin vida, como si con ellos mirara en lo más profundo de mi alma. Ella sin mucho esfuerzo pudo ver a través de mí.

—No, no. No es nada, solo que Julián se llevó mi cuaderno de Matemáticas, toda una tarea que tardé horas fue robada...—Le digo una pequeña mentira.

—Ah, Jajaja—Muestra una pequeña risita—Eso es malo y Ren...¿Puedo pedirte un favor? —Tímidamente tocaba las puntas de sus dedos. Un leve enrojecimiento y miedo se manifestaba en su rostro.

Eso era muy inesperado.

—Claro, haré lo que sea—Hablo, motivándola a hablar.

—G-Gracias, no quiero chocar o golpear a alguien con mi bastón... Así que... ¿P-Puedo... pedir prestado tu brazo?... —Quedé en silencio por unos momentos, ella se avergonzaba cada segundo que tenía mi boca cerrada—N-No lo malinterpretes... E-Es para que seas mi guía...

Ahora lo entendía... Pero eso era lo menos importante, ¿Lilith abrazando mi brazo?. Esos eran sueños que imaginaba realizarlos en un futuro... Sin embargo, la fortuna me sonríe.

Tampoco debo emocionarme mucho, no es la primera mujer que abraza mi brazo... Ahora es diferente, mis sentimientos hacen que esto sea una explosión para mi corazón. ¡NO LO ARRUINES REN!.

—¡Si!... Por supuesto.

—Gracias—Muestra una bella sonrisa.

Lilith dobla su bastón de metal portátil; dejándolo del tamaño perfecto para su bolsillo.

Da dos pasos hacia mi y como si pudiera ver, sus brazos temblorosos rodearon mi brazo derecho.

Estaba totalmente pegada a mi, su altura era igual a la posición de mi mentón, su cabello violeta estaba debajo de mis ojos, podía sentir la fragancia de su shampoo en mi nariz. Ver su largo cabello bailando con el viento era un espectáculo maravilloso y... sentía sus pequeños pechos en mi codo.

Puede que las personas que transiten a nuestro lado piensen que somos pareja, esto es perfecto... y espero que no me note sudando, mi temperatura corporal está totalmente alterada.

Di el primero paso y ella me seguía sin ningún problema.

—Bien, caminemos Lilith.

—Sip, yo te seguiré—Me contesta amablemente.

Tenía una gran responsabilidad a mi lado, debo tener muchísimo cuidado como su guía, era la primera vez que sucedía esto en mi vida y seguramente, será algo que haré por bastante tiempo mientras mi relación con Lilith sea fructífera.

Un problema se presentó rápidamente, había que bajar las escaleras, ya que la sala de profesores se encontraba en el primer piso del Colegio.

—Lilith... Cuidado, bajaremos las escaleras.

—Entiendo.

Ella se aferró más fuerte a mi y abrazó mi mano con sus dedos, haciendo que me avergonzara muchísimo. Sus dedos eran muy suaves con el simple tacto... Pero no es momento de pensar en eso.

Bajamos las escaleras con cuidado y... Parecía que confiaba en mí, me alegra saber eso. Pero ese pensamiento transitó por mi cabeza, pensando en diferentes cosas a la vez.

Sentí un poco de celos, si me pidió mi brazo puede que también se lo haya pedido a otros...

—Lilith... Tú... ¿Tú le has pedido a otros chicos ser tu guía?—Mis palabras salieron de mi boca por sí solas, los celos invadían mi cuerpo.

Lilith estaba un poco sorprendida por la pregunta, pero la tomó sin mucha importancia y siguió bajando las escaleras junto a mi.

—De hecho tu eres el primero, es un poco vergonzoso decirlo así... Solamente le pido ayuda a unos familiares muy cercanos y a mis amigas.

Mientras yo respiraba aliviado, Lilith agrega unas palabras.

—Puede sonar extraño, pero puedo sentir los colores de tu alma.

—¿Mi alma?—Me sorprendió su afirmación.

—Sip... Tú desprendes un cálido color, al igual que Julián, solo que no quiero ofenderte, pero pareces que ocultas algo muy importante, algo que no quieres que nadie sepa...—Me quedo callado al escucharle, ella tenía razón, había cosas que debía ocultar para poder sobrevivir en la oscura sociedad— Jin tiene un color un poco... ¿Oscuro?... Es complicado hablar de colores para alguien que no puede ver jeje...—Ríe un poco ante su broma.

Mostré simpatía riendo con ella.

—Si y tienes razón, Jin es un poco... extraño y pervertido.

Lilith ríe —Qué mal tratas a tu amigo... pero esa se podría decir la manera de protegerme— Dice Lilith sin borrar su orgullosa sonrisa— mi método de supervivencia. Todas las personas desprenden un color y dependiendo de eso decidiré cómo relacionarme con esa persona.

—Entiendo, eso es genial... ¿Es como un sexto sentido?... pero tú no tienes un sentido... entonces... Maldición, perdóname si te hago ofender...—Me disculpo por haberlo arruinado completamente.

—Jajajaja—Muestra una carcajada—No te preocupes, sé que no soy normal y eso hace que sea difícil relacionarse conmigo—Lilith sonreía a pesar de que su situación era normal que alguien estuviera decaído.

Lo arruine.

—Tú tampoco deberías preocuparte mucho por eso, eres mucho más amable y hermosa que una persona normal—Nuevamente hablé sin pensar...

Miro su rostro y no estaba enojada, estaba sonriendo un poco.

En poco tiempo habíamos llegado a nuestro objetivo, una amplia puerta con un cartel junto a ella indicaba que era la sala de profesores, el fin de nuestro cálido recorrido.

—Muchas gracias por acompañarme Ren— Dice Lilith, sabiendo que ya habíamos llegado sin tener que decirle.

—Fue un gusto acompañarte Lilith, cuando quieras puedes pedirme ayuda. Puedes tratarme como un esclavo si así lo deseas—Suelto una pequeña carcajada en broma.

—Lo tendré en cuenta... ¿Puedo pedirte otra cosa?... —Otro acontecimiento repentino. Le respondo con un "si" y ella continúa hablando— Es algo extraño. Pero ¿puedo tocar tu rostro?... Esa es mi manera de imaginar tu rostro.

Oh si...

—Si, soy todo tuyo.

Después de responderle ella levantó sus manos, tocando suavemente mis mejillas. Haciendo que mi rostro se sonrojara un poco al sentir las miradas de los que estaban transitando por el pasillo.

Lilith tocaba minuciosamente mis labios, párpados, mejillas y mi cabello, para luego alejarse y sonreír.

—Vaya...—Lilith estaba sorprendida—Tienes un rostro muy lindo, como el de una mujer—Aleja sus dedos y rápidamente se disculpa—No es que quiera decirte que seas una mujer, solo que es mi imaginación y eso...—Lilith habla de manera rápida, intentando explicarse, mostrando un gesto de ternura.

—No te preocupes por eso, aquí nos despedimos.

—Hasta mañana Ren.

Ella entró al salón de profesores y yo me retiré con una sonrisa triunfante hacia mi club de fútbol.

Mañana le hablaré muchísimo... Me lo prometí a mi mismo.