Me encontraba entrando a mi casa, era un lunes por la tarde y recientemente había salido del bachillerato, hace poco que había cumplido mis dieciséis años, luego de comer con mi mamá y mi hermana mayor en el comedor, como siempre, todos los días arrojaba mi mochila contra el suelo de mi cuarto y de allí no la movía hasta que llegaba el próximo día para ir a la escuela, ¿pues qué era lo que hacía en todo el día?, no tenía muchos amigos o conocidos y mi familia estaba ocupada resolviendo sus problemas, así que me encerraba en mi cuarto sin ganas de estudiar; lo único que quería hacer en todo el maldito día era jugar pokémon del alba hasta el ocaso sin parar. Era bueno, no es que sea presumido, pero es la verdad, me sabia a la perfección todas las criaturas sumados a sus tipos con sus debilidades y fortalezas, a raíz de esto creé un equipo casi invencible, era imbatible, mis pokémon se complementaban a la perfección por que cubrían las debilidades de los otros y al mismo tiempo hacían relucir sus fortalezas, además de que me había memorizados a que ataques eran débiles todos los pokémon de cada generación, de la primera la octava ¿verdad que soy el mejor? A mí nadie me ganaba.

Debo admitir que casi no he jugados los juegos en su modo aventura, solo uno que otro, a mí me gustaba mejor irme directo al competitivo y robarme los equipo de otros, esa era mi pasión, humillar a cualquiera que se me cruzara en mi camino, fácilmente arrasaba equipos completos mientras que mi equipo imbatible entre comillas prestado permanecía intacto, aunque de vez en cuando me tocaba gente que mis respeto porque lograban hacerme mucha batalla, pero a pesar de eso, yo siempre salía triunfante, no era cualquier cosa. Nadie me ganaría hoy ni nunca, he dedicado toda mi vida a pokémon, a diferencia de los demás que lo veían como un pasatiempo, era difícil encontrarme con personas a mi altura, hasta que finalmente llegó el día que descubrí que a pesar de que era difícil de vencer, nada era imposible, no lo podía creer, después de varios años finalmente me había encontrado con un similar: alguien a mi nivel.

Esa ocasión fue cuando decidí ingresar a un torneo regional de pokémon; Se armó la gran batalla, luego de largos minutos de intenso combate, al final quedamos con solo un pokémon, ninguno de los dos tenía ventaja sobre el otro, lo que significó que sería el combate más complicado que he enfrentado en años, la partida se alargó demás, consumando todo mi esfuerzo a un último turno que definiría al vencedor de toda la pelea. Nos quedamos un pokémon cada uno, el atacó primero cosa que me heló la sangre sobre todo cuando vi acabándose la vida de mi Toxapex bajando mucho, creí que era mi fin... pero todos quedamos sorprendido cuando sobrevivió con el mínimo de salud, había recibido el mínimo de daño, después de ese pequeño infarto respiré profundo y cubrí mi boca con las manos cuando presencié como el tipo agua-veneno atacó con Escaldar al Darmanitan-Galar bajándole toda la vida de ese golpe ¡con todo ese criticó justo en la cara! Estaba extasiado, porque el que mi pokémon resistiera aunado a ese máximo daño al enemigo había sido cruciales para obtener la victoria, me da pena admitirlo pero gané gracias a la suerte.

Había ganado el concurso: Conseguí ganarle a ese extraño contrincante, aunque debo decir que la suerte dejaba una sensación algo agridulce, mi pokémon había quedado con 1 de HP, en eso mi rival me felicitó, por el chat en línea de la página web, en consecuencia de haber sido el primero en ganarle en años, igualmente yo lo felicite porque había sido la batalla con más adrenalina que había tenido hasta ahora, fue de verdad intensa. De repente ese extraño sujeto como broma o no sé qué, me dijo que si me gustaría ser un pokemon y que si mi respuesta era positiva, ¿Cuál sería? Yo siguiéndole la corriente dije que me gustaría ser un Lucario, luego el extraño usuario me dijo que eso solo sería posible en mi imaginación, pero continuo con su juego preguntándome ¿te unirías a mi equipo? Y yo le dije que sí aunque no esperaba que pasara algo extraordinario. Después de eso se despidió y ya nunca más volví a saber nada de él o eso creía, me pareció extraño pero no le preste mayor importancia. En eso me fijé en la hora y casi me quedo en shock al saber la hora sumado al hecho de que mañana había el examen de la peor materia de la que me daba ¡No otra vez! Grite de desesperación.

Me di un golpe en la cara con mi mano por tanto jugar pokémon y me dispuse a dormir de inmediato. Apague la consola y la luz de mi cuarto. Me relaje en la cama, puse mi cabeza arriba de mi almohada, cerré los ojos para poder dormir un poco, pero nada... tenía insomnio ¡¿Por qué tenía que pasar en este momento tan crucial de mi existencia?! En fin, solo pude admirar el sombrío techo de mi habitación mientras esperaba impaciente el dormir, pero mi mente en lugar de desconectarse se pasó a divagar en lo que me había dicho ese usuario ¿Qué pokémon seria? Claro continúe imaginándome jugando una partida de la edición diamante en la parte de isla hierro donde combates haciendo equipo con Quínoa, luego de pasar esa parte y recibir un huevo con manchas azules, continúe pensando en la batalla con el ultimo líder de Gimnasio, después el Riolu nació... No recuerdo en que momento me quede dormido con exactitud.

De repente comencé a sentir algo extraño en mi espalda, se sentía como si estuviera dormido arriba del césped, intenté tomar mi cobija, pero por más que la buscaba no podía encontrarla. Enseguida me di cuenta que mi almohada había desaparecido, en consecuencia decidí abrir los ojos por toda esa cadena de eventos que me dejó extrañado; me llevé una gran sorpresa cuando descubrí que estaba en medio de un enorme bosque, los arboles eran enormes y yo me sentía diminuto, me levanté del suelo sin saber que era lo que había pasado. Bajé mi mirada para ver mis manos o ¿patas? Di un fuerte gritó cuando descubrí que no tenía un cuerpo humano, empecé a correr de la desesperación por no saber que pasaba hacia quien sabe dónde, llegué a lo que era un enorme río y casi caigo pero me detuve a tiempo, tenía la respiración agitada y taquicardia por el intenso miedo del descubrimiento de la que fuera que sea; con pavor caí de rodillas a la orilla del caudal, allí vi mi reflejo en el agua, mi ojos asustados se tranquilizaron y acobardado rostro se transformó en un alegre con una gran sonrisa, el pánico se había ahuyentado mas no podía creer lo que mis ojos contemplaban: me había convertido en un Riolu.

Abrí mis ojos todo lo que pude ¿realmente era un pokémon? La desesperación me invadió de manera rápida, inicié a gritar de lo conmovido de la situación ¡si esto es un sueño jamás quisiera volver a despertar! Esto es lo mejor del mundo, hice un par de sentadillas antes de inaugurar mi primer salto mortal hacia atrás ¡nunca lo había hecho! Qué genial, continúe con una serie de puñetazos al aire sin parar para luego proseguir con acumular una abrumadora cantidad de energía en mi mano y chocarla contra la tierra, dejé una difusa marca de mi palma en el suelo. Quedé asombrado por toda la energía contenida en mi pequeño cuerpo. Extasiado era poco para describir el enorme goce que sentía por ser un pokémon y uno que me fascinaba serlo, no podía esperar para evolucionar en un Lucario. Pocos segundos pasaron antes de oír los fuerte grito de otro Riolu, para su desgracia había sido atrapado por la corriente e iba siendo arrastrado con fuerza por el río dirigiéndose directo a lo que parecía ser una enorme cascada. Decidí que salvaría a ese Riolu, no comprendía porque tenía necesidad de salvar salvarla, pero no tenía tiempo que perder y decidí mejor saltar a la acción.

Empecé a correr a la par de la necesitada de ayuda que era arrastrada por el rio, no sabía porque pero intuía que era hembra, me imaginó que ha de ser por esa cosa rara del aura o algo así. Total, tenía que sacarla de ese apuro costara lo que costará, aceleré a todo lo que me daban mis piernas y mis brazos estaban hacia atrás. De pronto aparecieron un Torterra y un Venasaur estorbando en mi caminó debido a que ubicaban en el borde del causal tomando agua, pero eso no me detendría. Mi velocidad aumento y con suma facilidad saltó a la espalda del tipo planta-tierra, esquivo el árbol que tenía para después impulsarme para dar un fuerte brincó arriba del tipo planta-veneno, mis piernas se dieron un tremendo golpe al momento de tocar el suelo, cerré por unos momentos un ojo por el dolor aunque eso no me importó en lo absoluto y seguí adelante como si nada. Vi hacia adelante; a unos kilómetros se ubicaba un gran árbol cercas de la orilla del rio, en ese momento fue cuando apresure el paso para poder conseguir tiempo a tal punto que sentía que volaba. Observé a la Riolu atrás de mí, por tanto mi trotar no fue en balde.

Luego de unos minutos a toda máquina por fin llegué a la dichosa planta, al mismo tiempo que me movía realicé mi ataque desde lejos pero la base aguantó, en consecuencia recurrir a usar palmeo justo tocando el troncó para poder derrumbarlo, enseguida use el árbol para llegar al centro del rio donde la corriente era demasiado fuerte, me puse en posición y ya solo tenía que esperar a la tipo lucha pasara por ahí, después de unos segundos llegó el momento y sujeté a la Riolu para que dejara de ser atormentada pro el agua, la subí al árbol caido y ya en mis brazos estaba relativamente a salvo. Así mismo ella me abrazó con lágrimas en los ojos, estaba agradecida conmigo por haberla salvado, yo le devolví el abrazo con mucho afecto, así estuvimos por varios segundos que deseé que nunca se hubieran acabado; repentinamente el troncó inició a rodar hacia la cascada, en consecuencia los dos corrimos hacia la seguridad de la tierra firme y conseguimos llegar a ella justo en el momento que ese árbol cayó por la enorme catarata. Todo esto fue tan inesperado, no lo podía creer, literal había actuado por instinto, ni siquiera lo había pensado; en un segundo me localizaba admirando mi nuevo cuerpo y ahora me ubicaba enfrente de una Riolu la cual cerró los ojos sumado a esa cálida sonrisa que me regalo.

Mi corazón empezó a latir a mil por hora, era como el destino nos hubiera unido para ser felices juntos, presentía algo extraño como a la vez afectuoso una sensación que nunca había sentido en la vida, inclusive sentía algo raro en el estómago ¿estaré enfermo? Sí, me imagino que debe ser eso. Enseguida recordé que yo no era un pokémon sino un humano ¿Qué era lo que había pasado? No tenía sentido alguno, pero al carajo yo no quiero despertar jamás de este extraño sueño que parecía tan real. Intentó hablarme, pero lo único que escuchaba que salía de mi garganta, eran inentendible ruidos que no comprendía nada de nada, pero bueno, aunque no la entendía en lo absoluto me dio mucha ternura e igual la quería aunque no la entendiera... total, lo importante es el amor, el amor por los demás. Me encariñe tanto de esa Riolu que inicié a llamarla: Rihanna. Luego de eso, me aparte de ella para seguir con mi camino, me empezaron a rugir la tripas... ¡sabía que ese dolor de estómago era por algo! A qué bueno, pensé que me había enamorado, que alegría que no fue así; me adentré en el bosque para conseguir algo de comer ¿en lo sueños se necesita alimentarse? Qué curioso.

Cuando pensé me encontraba soló volteó para fijarme que en verdad lo estaba, la Riolu me siguió y cuando se dio cuenta que la miraba extrañado ella se fue a esconder a un árbol tratando de aparentar lo contrario de manera inútil. Seguí adelante y pasó lo mismo un par de veces más, me cansé de ser acosado por lo tanto empecé a correr a toda velocidad pero ella parecía que no entendía el mensaje, luego de unos quince minutos de darme a la fuga como si escapará de mis hijos ilegítimos me cansé y decidí mejor que me acompañara, la cual aceptó con alegría y me ahorco con un tremendo abrazo que me tomó por sorpresa. Más tarde, empezamos a buscar comida juntos debido a que ninguno de los dos aguantaba más el hambre. En eso yo localicé un alto árbol con deliciosa fruta entre sus ramas ¿el problema? Era que esas delicias jugosas se ubicaban a gran altura y nosotros estábamos en el suelo, intenté bajarlas usando Palmeo pero fue en vano; en eso Rihanna se dejó impresionado ya que de un salto en el suelo y otro en el troncó del árbol llegó hacia la tal codiciadas sabrosuras, cortó con sus manos o patas o quien sabe que tengamos como extremidades superiores, en fin, obtuvo la fruta y aterrizó de manera magistral en la tierra.

En consecuencia ambos comimos esas deliciosas, se nos quitó el hambre y pudimos avanzar en nuestra aventura juntos, el restó del día no fue la gran cosa, buscamos un lugar para pasar la noche pero al no encontrar algo útil, decidimos armar nuestro propio refugio; consiguiendo el árbol perfecto, nos subimos en él y colocamos una base de madera que los humanos habían tirado por allí, la colocamos entre las gruesas ramas y después la rodeamos con ramas pequeñas, nuestro improvisada casa de campaña quedo terminada y justo cuando acaba de anochecer. Ambos nos encontrábamos cansados por lo tanto nos acostamos juntos en el piso suspendido entre las ramificaciones, Rihanna no tuvo problemas en dormirse, de hecho se quedó soñando mientras me abrazaba y se acurruco arriba de mi brazo junto a mi cuerpo. Me quedé pensativo durante un buen tiempo mirando al vació y haciéndome muchas preguntas existenciales... No quería que este sueño terminada, había sido hermoso y asombroso haber sido un pokémon pero desgraciadamente este Riolu tiene que despertar para enfrentarse a la realidad como humano otra vez.

De repente empecé a oír el sonido del reloj despertador, no quería levantarme pero tenía que hacerlo, en eso mis ojos se abrieron de golpe al recordar que el crucial examen del semestre era hoy, miró la hora al toque y me dio un ataque cuando descubrí que era bien tarde. Abrí mi caja de ahorros de toda la vida, admiré que disponía de quince dólares, saque un par de ellos para luego vestirme con rapidez para finalmente salir de mi casa a la calle sin desayunar y tomar un taxi de inmediato. Una vez llegado al bachillerato agradecí haber llegado justo a tiempo, aun así no tenía tiempo que perder, me vio a toda velocidad a mi salón de clases pero por no fijarme bien termine chocando con el buscapleitos estrella de toda la jodida escuela.

─Oye ¡¿Cuál es tu problema imbécil?! ─se dio cuenta de que se traba de mi─ con razón, vaya, vaya, vaya, pero miren nomás quien tenemos aquí, no es sino el bueno para nada de Norberto, no me sorprende nada eres un torpe ─se burló.

─Ezequiel no tengo tiempo para esto, lo arreglamos a la salida ─traté de escapar lo más pronto que pudiera.

─El bebé quiere salir corriendo jajajaja ─me empezó a empujar─ esto lo arreglaremos aquí y ahora perdedor ¿o tienes miedo?

─Me tengo que ir, no tengo tiempo para tus provocaciones ─trate de esquivarlo pero me bloqueo el pasó.

─ ¿A dónde? No he terminado contigo Norberto ─me agarró de la camiseta.

De pronto se apareció alguien sujetando una enorme animal con colmillos igual de monumentales cerca del rostro del bravucón, eso lo sorprendió y me salto al instante para luego alejarse del arácnido.

─¡¿Pero qué demonios?! ─dio un salto hacia atrás como reflejo─ aleja esa cosa horrorosa de mí.

─Que bueno que entendiste, esta araña tiene un veneno letal ─dijo el fanático de esas criaturas─ sino recibías atención medica te morirías en cuestión de días ─sentenció con una perturbadora sonrisa.

─Maldito enfermo, estas demente ─el buscapleitos decidió marcharse porque no quería ser picado y tampoco es que debiera llegar tarde a clases─ arreglaremos este asunto después Norberto.

─Gracias amigo me salvaste ─agradecí a mi defensor de ese bravucón─ si no hubieras llegado, ese tal Ezequiel me hubiera hecho papilla.

─El puré de papa es delicioso ─comentó mientras devolvía a su amado arácnido a su pecera que usaba para transportarla─ además, pase casualmente por aquí.

─Nunca creí que tu adicción a las arañas me fuera útil ─a pesar de eso sigo creyendo que el tipo está loco.

─De nada, aunque debo corregirte, esta es una Tarántula ─se jactó─ mejor dicho, Tarántula gigante colombiana.

─Armando no exageres ¿cuál es la diferencia? ─Me dio un dolor de cabeza por pesar en aquello; ambos tienen ocho ojos, ocho patas, tiene seda, colmillos, son aterradoras por igual...

─Veras, las arañas con más pequeñas, tiene patas más largas, tejen telarañas en enormes extensiones de forma geométrica, sueles ser más venenosas a diferencias de las tarántulas que son más grande y gruesas, no tejen enormes telarañas, tienen pelo por todo su cuerpo y a diferencia de la violinista su veneno por lo regular es insignificante para el ser humano ─me explicó el amante de los arácnidos.

─De acuerdo, bueno Armando ya me tengo que ir, tengo un examen al cual sobrevivir ─recordé que tenía ese duro pendiente que hacer.

─Tranquilo, Bárbara y yo estaremos bien ─fue lo que dijo.

─¿Bárbara? ─No sabía a quien se refería.

─Así se llama mi tarántula, es hembra ─agregó.

─¿Cómo sabes que es hembra? ─Me dio curiosidad por entender a diferencias entre sexos, porque yo no podría diferenciarlos jamás.

─Porque si fuera macho ya se hubiera muerto ─lo menciono como si fuera cualquier cosa.

─¿Es normal que este boca arriba con la patas tiesas? ─Me fije extrañado en la pecera que sostenía.

─¡¿Eeeehhh?! ─Se dio que su tarántula acababa de fallecer─ No Bárbara, te moriste.

─¡El examen! ─Grité de la desesperación y Salí corriendo al salón.

En consecuencia entre a la clase, me senté en el primer asiento que vi disponible y dispuse a hacer el examen de matemáticas, cuando descubrí los ejercicios que dejo el profesor para resolver entendí chino porque no entendí nada de nada, leí todo el examen tres veces seguidas y llegue a la conclusión ¡no podía resolver ni un solo ejercicio! Por lo que prácticamente me hice pendejo por casi una hora, no quería entregar el examen en blanco pero no sabía ni que poner y ya había puesto mi nombre. Que dolor de cabeza, la mayoría de los temas del examen los explicó rápido como si lo entendiéramos a la primera o mejor dicho como si le entendiéramos, que dolor de cabeza, tengo miedo, tengo miedo. Pasó el tiempo destinado a la evaluación que valía el setenta por ciento la calificación de la materia ¡y lo acabé entregando en blanco! Literal, el profesor me había hecho papilla, terminada las clases, me fui al toque a la salida para no encontrarme con el Ezequiel... pero fue en balde, él me empezó a perseguir por todo mi camino a la casa junto con su banda de vándalos de la escuela.

Corrí hacia cualquier lado terminando en un barrio de mala muerte y esos buscapleitos no terminaban de perseguirme como si su reputación dependiera de ello, este... de hecho su reputación si depende de que me hagan puré. Primero el profesor me destruye con su examen de mierda y ahora los brabucones terminaran con el trabajo. ¿Cómo podría empeorar este día? De repente apareció un camión que me cortó el paso y dejó encerrado con Ezequiel y su pandilla de cuatro integrantes. Con pánico ingresé a una calle privaba tratando de escapar pero solo ingrese a un callejón sin salida, tenía a mis verdugos enfrente y yo no podía defenderme en absoluto, de pronto se entremedio un extraño sujeto con un paliacate en la cabeza y una navaja suiza en la mano.

─A ver, a ver ¿Por qué vienen a hacer alboroto y medio en mi territorio? ─Se quejó el residente de la zona.

─Vinimos a desquitarnos con él ─habló uno de la banda del Ezequiel.

─ ¿Y yo me quiero desquitar con ustedes, que? ─Amenazó el hombre.

─Nosotros somos cinco y tú solo uno ─También hicieron lo propio.

─Entonces ¿quieren probar suerte? ─Sacó su arma sujetaba con firmeza.

─Háganlo pedazos muchachos ─sentenció el líder de la banda.

En consecuencia los cuatro amigos de Ezequiel rodearon a su víctima para después empezarlo a atacar en conjunto. De pronto como si de un maestro de artes marciales se tratará los repelió a todos al mismo tiempo, en eso soltó un puñetazo en el rostro de un muchacho con letalidad casi al mismo tiempo que soltaba una brutal patada para agredir al otro que se le acercaba a un costado, de manera rápida se le acercaron los otros dos pero con un rápido movimientos de manos uno de ellos recibió navajazos en los antebrazos bien cercas de sus venas, el ultimo que quedaba consiguió golpear en el estómago a su contrincante pero este ni se inmuto y en cambio su oponente recibió el cuchillo de la afilada hoja que recorría su mejilla cortándola en el trayecto. Luego ese malandrín acabo con sus adversarios sin piedad dándoles puñetazos para que cayeran al suelo y después los aniquilo dándole de patadas hasta dejarlo bien molido.

─ ¡Tú sigues! ─Le gritó con determinación y mostrando su navaja cubierta de sangre.

En consecuencia Ezequiel no dudo en salir corriendo por su vida, dejando a sus amigos atrás.

─Cobarde ─comentó el delincuente.

─Gracias... ─me le acerque para asegurarme que se trataba de un familiar mío─ ¿tío Kevin?

─Norberto, cuanto tiempo sin verte ─me abrazó con fuerza─ la Ultima vez que te vi en personas eras un niño bien pequeño, ahora mírate, creciste mucho.

─Si, yo casi ni me acordaba mucho de ti ─mi familia por obvias razones nunca me permitieron estar con él.

─Pues es una lastima ─comentó

─Nunca me imaginé que siguieras viviendo aquí ─de hecho sabía bien poco de él.

─Este es mi hogar, mi territorio, nunca lo dejaría, tengo que defenderlo de mis rivales, mejor ya vete, no es seguro estar aquí ─me aconsejó.

─No crees... ¿Qué fuiste duro con ellos?

La banda de Ezequiel estaba tan muerta de miedo que no dudaron en marcharse en cuanto tuvieron oportunidad.

─Esos chicos no saben la cantidad de veces que estuve al borde la muerte, para mí esto fue un paseo, ellos pueden convertirse en mis futuros enemigos, solo les quise demostrar quién es el que manda aquí

─Está bien, bueno creo que ya me voy ─no tenía alguna razón para permanecer en este horrible lugar.

─Un momento, ¿A dónde tan rápido? ─Me mostró la mano y flexiono los dedos varias veces.

─Solo tengo un dólar ─le mostré el billete.

─Bueno ─dio un suspiro─ algo es algo ─me lo quitó─ no he desayunado ─hizo la con la mano─ ahora si ya vete, antes de que alguien te apuñale por no tener dinero.

─Si tienes razón ─me marché a paso veloz.

De regreso en casa, realicé la rutina de siempre y termine encerrado en mi cuarto a continuar con mi sesión diaria de entretenimiento con su juego favorito, así me la pase todo el medio día ganado batalla tras batalla en el competitivo, hasta que me cansé y me acosté en la cama, estuve pensativo por varios minutos hasta que por pura casualidad recordé el sueño que tuve hoy. Me salía una lágrima de los ojos, recordé lo que se sentía ser un Riolu, ese sueño había sido tan real que pareciera como si de verdad hubiera estado por una jornada en el mundo pokémon. Recordé haber realizado palmeo, haber comido bayas y se me iluminaron los ojos cuando recordé a Rihanna. Golpeé mi puño contra la cama, en verdad deseaba volver a tener ese sueño y volver a vivir toda esa experiencia y viaje maravilloso, ser un pokémon era magnifico, en cambio como adolescente tenía que sufrir de maltrato y odiosos exámenes. Inicié otra vez a soltar mi imaginación para imaginarme la hipotética nuevas aventuras en el sueño lucido que tendría si se pudiera volver a repetir ese viaje astral tan exquisito.

Como humano era débil además de que a cada rato era salvado por otros o me iba pésimo, pero como Riolu podía defenderme y protegería a los necesitados. Todas infinitas posibles episodio que podría realizar siendo mi tipo lucha favorito, estaba ansioso no podía esperar por que se hiciera de noche. De pronto mi celular recibió un mensaje de un número desconocido, lo leí y me dio un escalofríos, decía que ¿Cómo estuvo mi incidentes en el mundo pokémon? Me quede perplejo. Luego llegó otro mensaje que comentaba: si quieres volver a tener ese sueño, ven a la plaza comercial y únete a mi equipo, te contare más detalle cuando estemos en persona. Me quede pasmado, no sabía en qué pensar ¿era real lo que estaba pasando? En fin, sin pensarlo dos veces me dispuse a ir al mencionado sitio a una hora de que cayera la noche, por lo que tuve que convencer a mi mama de que llegaría temprano sin excepciones.

En consecuencia me fui rápido al mentado sitio, el recinto ubicado a un kilómetro de mi casa era extenso, en realidad se trataba de uno de los aglomerados de locales más grandes de la ciudad, gente caminando de un lado al otro, entrando y saliendo de diferentes tiendas, había un cine en el fondo de la plaza comercial y un gran tienda departamental en el otro lado. Me subí al elevador y subí hasta el último tercer piso, me senté en uno de los asientos que había disponibles en una parte de llena de mesas rodeadas por un montón de locales de comidas que nos rodeaban; solo me puse a esperar, me hubiera gustado pedir algo pero no tenía dinero que perder, caramba, si fuera un Riolu ya hubiera localizado algo para comer. En eso volví a recordar la tierna sonrisa de Rihanna, cerré mis ojos por unos segundos para recordar ese increíble día en el mundo pokémon sin embargo cuando los volví a abrir comencé a darme cuenta que estaba solo a mi alrededor, lo primero que se me vino a la mente es que había perdido la noción del tiempo y ya casi cerraban, aunque otro pensamiento me recordó que había llegado temprano por lo que eso no debería ser. Quizás no había mucha clientela ese día, cosa extraña en consecuencia de que se trataba del mejor edificio comercial de la ciudad.

¿Qué está pasando? Un silencio espectral recorrió la zona, volví a mirar a mí alrededor y seguía sin haber noticias de nadie. Estuve un par de minutos tranquilo como sentado en mi asiento pero esa extraña al igual de amarga sensación de soledad me incomodaba a tal punto que tuve que irme a investigar a descubrir a donde se habían ido todos. Camine con tranquilidad por todo ese piso y pareciera un desierto, los locales estaban a abiertos con toda la mercancía a la vista pero ningún encargado que atendiera y eso me llamó la atención, de repente esa sensación de inquieto aumento de manera exponencial a tal punto que cuando de forma casual un trapeador se cayó lo escuché a la perfección y ese inesperado sonido me hizo saltar del susto por lo inesperado al igual de inoportuno que resultó. Me asome del borde sujetándome del barandal para observar los otros dos pisos inferiores y de reojo contemple una sombra en el primer piso. Eso me temblar de miedo y sentí por un segundo como mi corazón de sobresalto bien feo, traté de alejarme pero mis pasos eran lentos debido al pánico que me invadía y en cuento volví a tener control total de mi cuerpo comencé a correr hacia la planta baja.

Solo quería largarme lo antes posible de allí, para mi infortunio me entraron una ganas tremenda de hacer de mi necesidades, ingresé al baño para evacuar, fueron unos minutos tan largos que solo eran comparables con los de la insufrible clase del maldito profesor de matemáticas. En cuento terminé me lavé las manos y en ese preciso momento en cuento vi el espejo contemple un Gengar detrás mío. Volteé de inmediato para verificar que efectivamente se traba de mi imaginación porque no había nada allá atrás. Recordé sobre el mensaje que me mandó aquí ¿tendrá ese desconocido algo que ver con todo esto? En el próximo segundo un fuerte sonido rompió con el silencio que me había carcomido hasta esos momentos, con temeridad salí de los sanitarios para fijarme en el pasillo central del establecimiento, en consecuencia pude escuchar otro sonido aún estruendoso que el anterior, sorpresa fue cuando me percate que ese escándalo era ocasionado por el conflicto entre dos sujetos ubicados en medio de la plaza comercial.

Me les acerque tratando de que no me vieran, me pegue a una esquina a unos metros de la intensa batalla que desarrollaban en el pasillo adyacente en el que estuve. No entendía que ocurría pero por lo menos el terror que me había invadido se había marchado, admiré a los dos peleadores para percatarme de algo insólito uno de ellos se asignar a un auténtico Gengar flotando en el aire mientras el otro a pesar de tener forma de una persona tenia las cualidades y atributos de un Arcanine como si se le imputara de un poké-humano. De pronto el tipo fantasma-veneno acató con una potente Onda toxica; el tipo fuego ni se inmutó porque lo esquivo cual experto fuera, corrió a Velocidad extrema para después dar un brincó de casi tres metros para llegar hasta el pasamos del piso de arriba y se impulsó de lleno consiguiendo así abalanzarse contra el Gengar que creía a salvó. En consecuencia este recibió una dolorosa mordida de parte de su adversario, quien aterrizó sin problemas con las piernas flexionadas y una mano en el piso. Pero su oponente no se dejó vencer tan fácil porque recurrió a sus poderes telekineticos que disponía con su ataque Psíquico, atrapando con eso a su víctima y con una perturbadora carcajada lo agredió con un ese brutal rayo proveniente de su psique; lastimándolo de sobremanera con una rodilla tocando el suelo, pero ese dolor se desvaneció de su cuerpo cuando recurrió a usar su movimiento Sol matinal recuperando salud.

─Ja, te mueves bien para ser un anciano ─Se burló el contrincante que podía flotar.

─Lo mismo te digo ─se puso otra vez de pie─ no permitiré que me gane ningún hijo de Giratina ─comentó con seguridad.

─¡Te mostraré que tan hijo de Giratina soy! ─Lo miró con seriedad absoluta─ ¡Llave infernal!

Enseguida ese sujeto comenzó a transformarse en algo que me dejó impresionado, sentí en vivo como su nivel de poder se incrementó de manera exponencial en cuestión de segundos; de un cosquilleo en la espalda. Todo el contorno del Gengar fue cubierto por una combustión que lo envolvió por completo y su característico morado se convirtió en un pálido rojo pero sus escleróticas se tornaron de un color carmesí intenso. Sin perder tiempo ejecutó una fulminante Bola sombra embalada en llamas que conectó al toque contra el pecho del tipo fuego que lo recibió desprevenido y catapultó en dirección hacia la esquina donde me localizaba, obligándome a abandonar mi posición lo antes posible y apenas me aleje lo suficiente para escapar de la zona de impacto. La pared terminó destrozada con varios ladrillos partidos aunado al hecho de que se generó una cortina de polvo fue que me percate que el contrincante caído había sufrido una dura derrota. Cuando la partículas se disiparon pude admirar de cerca el Arcanine desmayado en el suelo entre los escombros. Lo toqué percatándome que definitivamente era real, en eso escucho la risa macabra del Gengar y el pánico volvió a apoderarse de mí, en consecuencia salí corriendo por mi vida hacia la seguridad de la calle.

Una vez allí paré para recuperar el aliento, grata mi sorpresa cuando descubrí aliviado a la gente caminando en la acera y el claxon sonante del tráfico de la avenida principal. Con algo de timidez ingrese otra vez con las piernas temblorosas para luego inquietarme el hecho de que todo regreso a la normalidad, había multitud por todos lados y el incidente de la batalla pokémon ni sus luces. Me hallaba bien anonadado ¿¡Que carajos acaba de pasar?! Fue lo único que se me ocurrió pensar.