Yoongi estaba hablando con Namjoon sobre la propuesta de Jimin la cual consistía en que se presentaran al publico como novios ya que al Jimin ser un actor reconocido tenia que cubrir sus acciones no del todo legales con una polémica de citas y que mejor "salir del closet".

― Yoongi, por favor dime que no estas pensando en aceptar meterte en un problema que no necesitas ahora que estas en la cima.

Yoongi se quedó en silencio, mirando fijamente su taza de café, que ya estaba fría. La voz de Namjoon resonaba en su mente como un eco distante, lleno de preocupación. Sabía que su amigo tenía razón. Aceptar la propuesta de Jimin significaba cargar con una responsabilidad que no le correspondía y, probablemente, sacrificaría mucho de lo que había construido con esfuerzo. Pero... también estaba ese sentimiento, ese vínculo que no podía ignorar.

― Sé lo que piensas, Namjoon, y tienes razón ―respondió finalmente, su voz más apagada de lo habitual.― Pero... Jimin me necesita.

― ¿Te necesita? ―Namjoon se inclinó hacia adelante, mirándolo con intensidad.― Yoongi, sé que lo amas. Siempre lo has hecho. Pero ¿cuántas veces necesitas que te demuestre que él solo te ve como una opción?

Yoongi apretó los labios, desviando la mirada. No quería escuchar esas palabras, aunque sabía que eran verdad.

― No es tan simple ―murmuró.― Si esto puede ayudarlo a salir del problema, tal vez valga la pena.

― ¿Y qué pasa contigo? ―Namjoon elevó la voz, desesperado.― ¿Qué pasa con tu carrera, con todo lo que has logrado? Yoongi, la gente ya está esperando cualquier excusa para desacreditarte sabes como es el público coreano. Esto solo les dará más municiones.

― Mi carrera siempre ha sido cuestionada ―replicó Yoongi, con un deje de amargura.― Nunca he sido suficiente para ellos, Namjoon. Si no es esto, encontrarán otra cosa para atacarme.

Namjoon suspiró profundamente, pasando una mano por su cabello. No era fácil hacer entrar en razón a Yoongi cuando su corazón estaba involucrado.

― Escucha, solo quiero que lo pienses bien ―dijo con un tono más calmado.― Si aceptas, no será solo una "tapadera". Te pondrás en el centro del escándalo. Y no creo que Jimin esté pensando en lo que eso significará para ti.

Yoongi guardó silencio. Era cierto. Jimin siempre había sido impulsivo, enfocado en resolver sus problemas sin considerar las consecuencias para los demás. Pero aun así, algo en él se resistía a decir que no.

― Voy a hacerlo ―dijo finalmente, casi en un susurro.

Namjoon lo miró como si no pudiera creer lo que escuchaba.

― ¿En serio? ―dijo con incredulidad.― ¿Vas a arriesgarlo todo por alguien que apenas piensa en cómo esto te afectará?

― No puedo darle la espalda ―replicó Yoongi, con una mezcla de firmeza y resignación.― Tal vez sea estúpido, pero no puedo.

Namjoon se levantó de su silla con un suspiro pesado, frustrado por la obstinación de su amigo.

― Espero que no te arrepientas de esto, Yoongi ―dijo antes de salir de la habitación.

Yoongi se quedó solo, con un peso en el pecho que le costaba cargar. Miró su teléfono, donde un mensaje de Jimin esperaba respuesta.

"Confío en ti, Yoongi. Sé que me ayudarás."

Con los dedos temblorosos, respondió con un simple:

"Acepto."

En ese momento, Yoongi no sabía que esa decisión marcaría el inicio de la etapa más oscura de su vida. Una en la que su arte sería desechado como "vacío", su nombre reducido a un simple accesorio de la fama de Jimin, y su corazón destrozado más allá de lo que creía posible.