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Capitulo XVII.

El sol estaba en su punto máximo, y sin una nube en el cielo que lo ocultara, quemaba con fiereza mi cabeza. Debí haber traído una gorra, tal y como hizo David.
Nos encontrábamos en el portón sur, esperando que llegaran los demás exploradores.

— Nos dividiremos en grupos de 4 personas esta vez, exploraremos cerca de la ciudad y si está lo suficientemente despejado, nos reuniremos todos en la veterinaria para decidir quiénes serán las dos personas que entraran a la ciudad. — Julian nos estaba explicando su plan y todos escuchábamos con atención.

— La veterinaria queda cerca de aquí, y es un lugar totalmente seguro. — susurro David a mi lado. — Es en caso de que algo salga mal y no podamos volver a la comunidad, está bien aprovisionada. — asentí con la cabeza, me parecía una excelente precaución.

Estuvimos esperando más de lo que debíamos por los exploradores que faltaban, así que Julian fue a buscarlos. Ya mi camisa estaba húmeda por el sudor y el sol hacia que me doliera la cabeza. Me acerque al muro para así recostarme de ahí, David me siguió.

— Este sol me esta matando. — dije cruzada de brazos mientras que el sudor se resbalaba por mi nariz, David saco un pañuelo de su bolsillo y me lo ofreció, levante una ceja.

— Tranquila, esta limpio. — me encogí de hombros y lo tome. Limpie mi rostro, su pañuelo tenía un leve olor a detergente de flores y era muy suave. Lo guarde en mi bolsillo y me quede cruzada de brazos, observando todo a mí alrededor.

Esta parte de la comunidad no era tan bonita como todo lo demás, las casas de este lado estaban sin terminar y los jardines estaban repletos de herramientas; el portón era como una enorme puerta de metal, más grande que cualquier otro portón que haya visto antes. Los muros de este lado también eran más altos que los demás y estaban reforzados de manera grotesca, con tablas de madera aquí y allá sin un orden especifico.

— ¿Por qué esta parte de la comunidad es diferente? — le pregunte a David.

— En esta área tuvimos un problema enorme. —  me contesto luego de haberse aclarado la garganta. —  una horda de cientos de infectados tumbo el portón anterior y se adentraron a la comunidad, pero por suerte logramos retenerlos acá y los aniquilamos. — aparto la mirada. — muchas personas murieron en ese entonces, fue una tragedia. — lo tome de la mano y me miro, sus ojos azules desbordaban tristeza, pero aun así se esforzó por sonreírme.

— ¡Ok gente, abran el portón! — grito Julian, voltee a verlo y se acercaba sudoroso hacia el portón, lo seguían dos chicos como de mi edad, supongo que eran ellos los exploradores que faltaban.

Un hombre alto y fuerte fue quien empujo el portón, por la expresión de su rostro se pudo ver que le costaba bastante, era sumamente pesado.
Frente a nosotros apareció la desolada carretera, con basura y algunos cadáveres pudriéndose a la luz del sol, los autos oxidados atrancaban el paso de cualquier otro auto, pero igual se podía caminar en línea recta entre ellos. Se podía ver el vapor salir del asfalto y el sol se reflejaba con fuerza sobre los autos, no había ni un árbol que brindara sombra o trajera algo de brisa en ese camino.

— David. — llamo Julian, ambos nos acercamos para escuchar lo que tenía que decir. — Desiré y Walter irán contigo y Katia. — David asintió y se acerco hacia el tipo alto que había abierto el portón, a su lado estaba una mujer morena y de cabello corto, era casi tan alta como él.

— Entonces nos toca hacer de niñeros. — suspiro la mujer. — Soy Desiré, él es mi hermano Walter. — señalo al tipo alto. — Manténganse cerca de nosotros y nada les pasara. — puse mis ojos en blanco.

— Bueno, en marcha. — Walter recogió su mochila del suelo y se la coloco en la espalda para luego comenzar a caminar.

Todos íbamos en fila india, delante de mi estaban Walter y Desiré, mientras que detrás estaban David y todos los demás. El sol quemaba mi cabeza sin compasión, así que coloque mi mochila sobre ella, para que me hiciera de sombra. David me tendió una botella de agua y sin pensarlo dos veces, la tome y bebí.

— Gracias. — se la devolví, la tomo y se quito su gorra para ofrecérmela. — No, no. — negué con la cabeza. — es tuya, no tienes porque dármela.

— Podemos turnarnos. — se encogió de hombros, quito mi mochila de mi cabeza y me puso su gorra, solo suspire y lo deje hacerlo.

— Gracias. — dije y seguimos caminando.

Finalmente llegamos al punto en el que nos separaríamos en grupos de 4 personas. Ya empezaban a aparecer los locales destrozados que nos señalaban que faltaba poco para llegar a la ciudad, por doquier había vidrios destrozados y gran cantidad de basura, al igual que manchas de sangre. Respire profundo, ese desagradable olor era en parte reconfortante, pues estuve mucho tiempo acostumbrada a tenerlo en mi nariz.

— Chica, pareces feliz. — Desiré me miraba extrañada. — Cualquiera diría que te encanta estar a la intemperie.

— Katia es una chica ruda. — dijo David.

— Ella fue quien te ayudo con los infectados el otro día, ¿no? — pregunto Walter y  David asintió con la cabeza. — Me han dicho que eres fuerte, aunque la verdad yo te veo muy flacucha. — se encogió de hombros, a lo que yo simplemente puse mis ojos en blanco.

— Pues aquí viene lo que hará que demuestre su fuerza. — dijo Desiré y se apresuro a sacar su cuchillo de la funda.

Hacia nosotros se aproximaban unos cinco infectados, con paso torpe y brazos estirados en símbolo de desesperación por alcanzarnos y comer nuestra carne.
Al igual que Desiré, saque mi cuchillo y me puse en marcha, tras de mí se encontraban David y Desiré; pase de largo delante de los dos infectados que se encontraban más cerca, para así dejárselos a ellos dos y fui a por los otros tres, clave mi cuchillo en el viscoso cráneo de uno para luego acercarme a los otros dos, a uno lo patee en su podrido torso para alejarlo y así encargarme del otro. Ya al haberme desecho del infectado intente agarrar al otro de su camisa, pero lo único que logre fue arrancarle un pedazo de carne putrefacta, con asco limpie mi mano en mi pantalón y deje que él se acercara a mí para luego a último minuto esquivarlo y así tenerlo de espaldas para clavarle mi cuchillo en la cabeza.
Limpie el cuchillo con mi pantalón y lo guarde en su funda, me voltee y me encontré con Desiré con su ropa igual de asquerosa que la mía.

— ¿Quién es la niñera de quien? — le pregunte burlona, ella solo me sonrió ampliamente.

— Buen trabajo, Katia. — Walter me palmeo la espalda.

— Les dije que era ruda. — dijo David con orgullo, a lo que yo solté una risita.

— Para ser tan ruda y hábil con ese cuchillo se ríe como niña. — Desiré me miro levantando una ceja.

Bebimos un poco de agua y nos limpiamos lo mejor que pudimos la mugre que nos habían salpicado los infectados para luego seguir con nuestro camino, registramos locales que no estuvieran marcados con una gran equis roja, pues los que estaban marcados ya habían sido registrados. En la mayoría no encontramos gran cosa, solo algo de ropa en buen estado, productos de higiene personal, y algún que otro dulce viejo.

— Una vez encontré una caja llena de azúcar, perfectamente sellada. — dijo Desiré con orgullo. — Se la entregamos a Tití y ella se encargo de hacernos galletas todas las tardes. — suspiro mientras recordaba. — sus galletas son lo mejor.

— Me gustan más los pasteles, son más suaves. — Walter estaba registrando el mostrador de la tienda, era una panadería. — Me encantaban los pasteles suaves y esponjosos.

— ¿Qué hay de ti, Katia? — me pregunto Desiré. — ¿Algún postre que extrañes?

— Me encantaba el pastel de chocolate que preparaba mi madrastra. — dije luego de recordar la manera en que olía la casa cada vez que Wanda horneaba uno. — Dejaba toda la casa con olor a chocolate. — sonreí. — Era la gloria.

— Vaya, y yo que pensaba que las madrastras eran malvadas. — Walter se echo a reír ante el comentario de su hermana.

— Chicos necesito ayuda por acá. — David nos llamo, se encontraba en la parte de atrás de la tienda revisando los estantes. Había varios estantes que estaban atrancando una puerta, Walter era el más fuerte de nosotros así que él fue quien los aparto, los estantes cayeron al suelo e hicieron un sonido tan fuerte que por un momento me inquiete.

— Veamos que tesoro oculto hay aquí. — David abrió la puerta y de repente le cayó encima un infectado, haciéndolo caer. David coloco sus manos en el pecho del enfermo para así mantener sus dientes alejados de su cara, Walter actuó rápidamente y le clavo un cuchillo en el cráneo. Todo paso tan rápido que no me dio tiempo de reaccionar, así que fueron Desiré y Walter quienes ayudaron a David a levantarse. — Que susto. — y sí que lo fue, por un momento pensé que podría haber perdido a David.

— ¿Por qué diablos esta cosa tiene una cadena en la cintura?— Desiré estaba agarrando una cadena entre sus manos. — Parece que lo tenían sujeto a algo. —  alumbre con mi linterna la habitación de la que había salido el infectado, y en efecto, la cadena estaba bien sujeta a un pilar, entramos a la habitación y esta estaba llena de cajas repletas con suministros.

— Parece que esa cosa era el guardián de estas cajas. — dijo David.

— Son demasiadas cajas, necesitamos un auto para llevarlas todas. — detalle toda la habitación y habían como mas de 20 cajas, abrí una y esta estaba llena de comida.

— Increíble, alguien estaba guardando esto. — Desiré tomo un paquete de fideos instantáneos de la caja. — Siempre odie el sabor de estas cosas.

— Me lo quedo. — dijo Walter, su hermana se lo lanzo y él lo atrapo para luego guardarlo en su mochila.

— Tenemos que avisarle a Julian y traer un auto para poder llevar todo esto a la comunidad. — David estaba mirándome seriamente, como si esperase que le dijera algo. — Tendremos que ir a buscarlo.

— Katia y yo podemos quedarnos aquí cuidando y revisando mejor el lugar, no vaya a ser que haya otra sorpresita. — sugirió Walter mientras movía  otras cajas.

— No te preocupes, David. — dijo Desiré al ver la mala cara que puso David ante la sugerencia de Walter. — Mi hermanito la vigilara.

— De acuerdo. — accedió después de un rato y se acerco a mí. — Ten cuidado. — su tono de voz era suave, y su mano encontró la mía.

— Eso debería decírtelo yo a ti. — le apreté la mano suavemente, no pude evitar observarlo con cariño y por un momento nos quedamos así, mirándonos a los ojos, diciendo muchas cosas con tan solo una mirada.

— Si nos vamos ahora volveremos más rápido. — canturreo Desiré, lo que me hizo volver en mi misma y separarme rápidamente del agarre de David para luego ir ayudar a Walter con las cajas.

— De acuerdo, ya regresamos. — ambos se fueron y solo quedamos Walter y yo.

Revisamos y apilamos todas las cajas más cerca de la entrada de la panadería y al terminar aprovechamos y nos sentamos a comer algo. Mientras comíamos Walter se mostro muy conversador, me conto que desde un principio siempre fueron él y su hermana, pues sus padres habían muerto cuando el tenia 15 años y ella 12. Lograron sobrevivir porque siempre se mantuvieron unidos y viajando constantemente, no se habían quedado en un solo lugar si no hasta que encontraron la comunidad.

— El que llegáramos a la comunidad fue cosa del destino, nosotros no buscábamos nada. Estábamos bien, así que solo nos dedicábamos a buscar comida y sobrevivir. — bebió un poco de agua. — Claus nos recibió con los brazos abiertos, como podrás ver mi hermana y yo somos algo fuertes. — dijo en tono de broma mientras me mostraba sus músculos, lo cual me hizo reír. — Ahora vamos, chica ruda, ¿Qué hay de ti? ¿Familia, amigos? ¿Cómo llegaste aquí? — inmediatamente me puse seria y lo mire sombría.

— No me gusta hablar de mi pasado. — Walter me miro un poco triste y decepcionado, claramente él esperaba que yo le contara mi vida, tal y como lo había hecho él. Me levante de mi asiento y tome dirección a la entrada para tomar algo de aire y estar sola, pero inmediatamente me detuve al escuchar voces.

— Parece que ya volvieron…

— ¡Shh! — le calle sin dejarlo terminar, me puse en estado de alerta y saque mi cuchillo.

— Debemos apresurarnos, hace un rato salieron los grupos de exploradores, no sabemos si andan por aquí cerca. — era la voz de un hombre.

— Tranquilo, ya debieron de haber pasado por acá hace rato, y dudo que hayan encontrado las cajas. — otra voz de hombre. Mire a Walter preocupada, este se encontraba ya levantado y apuntando su arma a la puerta.

Un segundo después, ya los hombres habían entrado a donde estábamos Walter y yo. Eran solo dos, me sentí aliviada, pero no me di el lujo de relajarme.
Nos miraron con asombro y levantaron las manos en señal de paz al ver que estábamos dispuestos a atacarles.

— ¿Carlos? — pregunto Walter impactado. — ¿Se puede saber qué demonios haces aquí? — La ira y la duda invadían el rostro de Walter.

— Amigo, tranquilo, solo vinimos a buscar unas cosas. — contesto calmado mientras se acercaba con cautela hacia nosotros.

— Ni se te ocurra dar otro paso. — le amenace, y el tal Carlos me miro con rabia; era un hombre joven, de unos 25 años, mientras que el otro, aun desconocido, se veía mayor, como de la edad de Julian.

— Tú debes ser la chica de la que todos hablan. — me sonrió cínicamente, lo cual me revolvió el estomago. — La que vino con el niño que en estos momentos, está en casa de Claus. — me observo cuidadosamente, esperando ver alguna reacción en mí, pero no le di el gusto y me mantuve tranquila; aunque me haya afectado su comentario, no podía permitir que me desconcentrara. — Solo vine a buscar unas pocas cosas y me largo. — miro las cajas y sonrió. —Veo que me prepararon todo, muchas gracias.

— Carlos, ¿En qué rayos andas metido, hombre? — Walter claramente estaba decepcionado— ¿Es todo esto el porqué siempre te perdías?

— Walter, ¿En que mas iba a andar metido? — bufo Carlos. — Tú y Desiré siempre han sido tan correctos. — puso sus ojos en blanco. — Como sea, necesito que te vayas, debo llevarme lo que es mío. Lorenzo, mata a la chica. — dijo como si nada, y Lorenzo sin dudarlo, saco su arma, apunto hacia mí y disparo.

Se que me he tardado un montón en subir, perdón, pero es que he tenido problemas y me ha faltado animo... ¡Pero al fin nuevo capitulo!🙌🎉 Y una nueva y hermosa portada😍😍

Mil gracias CynthiaDannot por la portada, me encanta 💜

Voy a hacer un esfuerzo en actualizar seguido para compensarles. Mil gracias por leer y dejarme sus votos y comentarios, significan mucho para mi💕💖 Espero el capitulo les guste😊

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