Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15• Pensamiento crítico II

JADE

Tirada en el sillón de la sala espero que los dos hombres con los que convivo lleguen para cenar. He preparado el menú favorito de ambos, me gusta consentirlos, me han tratado como a una reina en este último mes, incluso en mis días de periodo, como si estuviera agonizando a causa de mis molestos cólicos.

Mis amigas piensan que después de un mes de prueba ya debería escoger a uno de ellos, considerando a Kurt, con quien solo he salido un par de veces, aunque no pasa de una buena charla y extensos besos. Su personalidad no es impulsiva, está disfrutando del momento, no puedo quejarme, los labios de Kurt Riley son tan sabrosos que siempre quedo con hambre voraz.

El ruido de las llaves me alerta el ingreso, mi mirada se desvía hacia la entrada cuando los dos llegan con sus sacos en una mano y el maletín en la otra. Perfectos, jodidamente perfectos.

—Hola, Jade ¿Cómo estás, linda? —Se acerca para dejar un casto beso en mis labios.

—Muy bien, Tadie, recién terminé de preparar la cena, tu comida favorita. —Miro hacia la cocina— ¿Cuenta cómo cena? —interrogo apenada.

—¡Claro que cuenta!

Se muerde el labio y hace un gesto de chuparse los dedos. Hace unos días mencionó que el cheesesteake le fascina y me tome el atrevimiento de buscar el mejor tutorial para prepararlo. La cocina no es mi fuerte, algo tan simple puede terminar horrendo si no estoy atenta. A simple vista se ve apetitoso, espero que el sabor también acompañe.

—Hola, Jadie—Me abraza con poca energía, algo distante.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué me das este abrazo tan suave?

—¿Los abrazos tienen que ser fuertes? —Me aprieta un poco más y besa mi frente como si se tratara de una niña pequeña.

—¡Sabes a que me refiero, Joan! ¿Estás enojado conmigo por algo? ¿Es por qué no te esperé a que salieras de la ducha esta mañana?

—No, no es eso —Suspira evitando el contacto visual conmigo, es obvio que algo anda mal—. Es solo que...

—¿Qué? —Demando con insistencia.

—Ya no quiero ser parte de esto, de estar en el trío y lo que venimos haciendo. Lo siento, Jade.

—¿Por qué? ¿No estábamos bien así? Los tres obtenemos un beneficio.

—Es lo que dije, pero él ya tomó su decisión. —Media el castaño alertando la situación.

—¡Me gustas! —expresa Joan—. Y no quiero compartirte más, no debo compartirte. Tampoco quiero que elijas porque sé que no te quedarás conmigo.

—¿Entonces me dejas porque elegiré a Tad? ¿Crees conocerme lo suficiente para saber a quién voy a elegir?

—¡No! ¡No sé a quién vas a elegir, pero es obvio que no será a mí! Si no es él, será Kurt, ¡Será otro! Y quiero que seas feliz con quien tú quieras, aunque por dentro me muera de ganas por hacerte el amor—bufa— ¡Ya basta! En definitiva, sigues con Bennett.

—¿Y qué si yo también te amo? —digo casi gritando.

—¿Qué? —Su vista se desvía hacia Tad.

—Te amo, no estoy mintiendo, pero también amo a Tadie. —Cubro mis ojos con total indignación porque sé que no es normal.

La sensación en este momento es tan patética como cuando era adolescente y tenía algún capricho estúpido, o cuando gastaba dinero en algo innecesario por el mero hecho de adquirirlo con pleno conocimiento de que nunca lo disfrutaría. Sí, algo así de idiota.

—No llores. —Pide Tad haciéndome sentir protegida en sus brazos.

—Te creo, porque a nosotros nos pasa lo mismo contigo. Los dos te amamos; pero ese el problema, Jade, tendrás que elegir a uno, no puedes tenernos a los dos.

—¡Por favor, no me dejes, Joan! —Le digo sollozando como si fuera de ayuda y Grant se conmoviera ante mi llanto de niña pequeña—. No es un capricho.

—Jade, no te estoy dejando, nos vamos a seguir viendo ¡Vas a vivir conmigo aquí! Lo único que cambia es el sexo. —Sonríe, mas no me agrada.

—Lo vienes pensando hace mucho, ¿verdad? ¡Por eso estás tan tranquilo! —Le grito—. Por eso no te afecta, lo que pasó anoche... todo fue mentira, me usaste.

Me atrevo a mencionar que me usa cuando en un principio fue moneda corriente para los tres. Nos usamos, y vaya que lo hicimos. ¿Con qué cara le estoy hablando si planteé el pacto y sus nuevas reglas encajando a mi beneficio?

—No te usé, todo lo que te he dicho, la forma en que te he tocado siempre fue real; sin embargo, ya no puedo seguir así, no quiero que ninguno de los tres salga herido y se está yendo a la mierda de igual forma.

— Ya no va a cambiar de opinión, Jadie, intenté convencerlo, pero no quiso.

—No importa, es una de las reglas. ¿Qué hay de ti? ¿Tú también me vas a dejar?

—No, bebé, nunca te voy a dejar. —Deposita un beso en mis nudillos, continuando con una caricia amistosa sobre mi cabeza.

Sé que Tad quiere aminorar un poco la situación, no obstante, no hay nada que sea idóneo y acorde por ahora. No queda más que aceptarlo, es una regla.

—Me iré a dormir, me duele la cabeza otra vez —digo con calma, ignorando cada palabra que dijimos—. En la cocina está lista la cena, solo sírvanse, les hice la comida preferida de cada uno, que la disfruten.

Me alejo en silencio, devastada por mis decisiones y la de ellos, por tener estas ideas que al principio parecían increíbles, pero que al corto plazo se volvieron caóticas. Desde el inicio era un hecho, cuando pensé que eran dos psicópatas con problemas de pareja en búsqueda de experiencias nuevas, debí interpretar que no me darían más de lo que ofrecían.

Ideas pésimas como establecer 10 nuevas reglas y convivir a diario, involucrar a mis amigas en este secreto, incluso salir con Kurt Riley dos o tres veces sabiendo que después regresaba a acostarme con cualquiera, o con los dos a la vez. Soy un asco de persona.

Ahora quiero dormir, olvidarme por un rato que Joan acaba de dejarme. ¡Suena terrible! No éramos nada y se siente así de todas formas. Me rechazó, Joan Grant acaba de rechazarme, ya no quiere tener sexo conmigo y no dejo de llorar porque realmente me duele el pecho del solo pensarlo. Soy una estúpida.

Abrazo la almohada ocultando mi llanto, quizás dormirme de una vez sea apropiado. En mis sueños soy más valiente, me animo a enfrentarlos y me alejo de ambos. En mis sueños soy como Joan, decidida. ¡Y eso me gustaría, que todo esto sea un sueño!

TAD

Sé que Jade se encuentra susceptible por la decisión de Joan, pero es un beneficio para mí. La posibilidad de acercarme a ella en modo sentimental no desaparece de mi cabeza, es una idea brillante si lo pienso con detenimiento.

Entro a su habitación después de dos golpes cortos en la puerta, Jade permanece de pie frente al espejo cepillando su cabello ahora castaño. Voltea a verme, jovial y luminosa, con los ojos maquillados en un tono rosa cálido. La punta de su nariz destella un brillo haciéndola lucir espléndida, aumentando mis ganas de acurrucarla entre mis brazos y protegerla de todo mal que se avecine.

Ya está lista para ir a la universidad, con su atuendo cómodo debajo de un tapado azul oscuro que le llega hasta las rodillas. Las zapatillas blancas le otorgan lo casual, acertando en un estilo relajado, pero sin perder el gusto.

—¡Buen día! —Sonríe.

—¿Estás bien? —Le pregunto.

—Sí, Tadie, quizás anoche actúe impulsiva, creo que exageré. Perdón. —Su voz no parece coincidir con lo que demuestra— ¿Te gustó la cena?

—Claro que me gustó, tú cocinas muy bien. —Beso su cuello con el fin de causarle cosquillas—. Podría comerte a ti.

—¡¡¡No, no!! —Carcajea—. ¡Déjame, Tadie!

—¿Te llevo a la universidad?

—Sí, por favor, se me hará tarde.

Grant se ha ido más temprano a la oficina, dijo que tenía cosas que hacer. No es nada más ni nada menos que esquivar a Jade, no hay otra explicación. Estoy seguro de que se va a arrepentir, actuó precipitado.

Dentro del auto Jadie se mantiene en silencio, yo no quiero interrumpir sus pensamientos, solo la acompaño. Hoy se ha peinado diferente, lleva el pelo recogido y su rostro destaca muchísimo. El sol que ilumina de frente por el parabrisas distingue la belleza de sus ojos avellana, su largo cabello también torna un brillo especial, aunque ella no sea consciente.

—Hoy estás muy linda —menciono rompiendo el silencio.

—No. —Contradice esquivando la mirada.

—Sí, muy bonita, la mujer más linda de todas.

—Tadie, tú siempre estás lindo, me encanta la combinación de colores de hoy.

Me gusta hacer cambios de vez en cuando, salir del monótono traje y probar otros atuendos que me hagan sentir bien sin perder la imposición dentro de la discográfica. Soy uno de los dueños, tengo una imagen que cuidar dentro y fuera de ella. Hoy opté por un pantalón verde musgo, una camisa celeste y zapatos marrones. Ante el espejo me agradó, incorporé un pullover azul y el saco debido al frío que se aproxima, sin embargo, no conté con el cumplido por parte de Jade.

—¿Por qué todo te quedan tan bien?

—Porque tengo sentido de la moda. —ironizo solo para escuchar su risita de nena a una ínfima distancia.

—Eres mi modelo favorito, te has ganado una sesión de fotos privada.

—Quiero una sesión de orgasmos.

—Tentador...—Muerde su labio—. Yo también quiero.

La dejo en la puerta de la universidad y, antes de descender del coche, se acerca para dejarme un tierno beso, ni siquiera le importa si alguien nos ve, aunque sean sus amigas. Sonrío sobre sus labios porque el hecho de que no tengamos que ocultarnos me genera bienestar.

—Chau, bebé, que tengas un lindo día.

—Chau, Tadie, igual para ti, te voy a extrañar. —Guiña su ojo y camina hacia el campus.

Me tienes embobado, Jade Jeffers ¡eres realmente preciosa! 

Paso por la oficina de Joan con tan solo poner un pie en la discográfica. No está haciendo nada, solo gira en su sillón y oprime esa pelota antiestrés una y otra vez.

—¿Qué quieres, Bennett? —Me pregunta haciendo su cabeza hacia atrás.

—¿Por qué lo haces? Dime la verdad y no inventes excusas.

—¡Lo hago por ti! —Se altera ante la primera pregunta de la mañana—. Jade te gusta y te estoy dejando el camino libre.

—¿Me dejas el camino libre? ¿No crees que ella podría escogerme a mí por encima de ti sin darme ventajas?

—¡Claro que lo hará! ¡¡Eso es lo que quiero evitar!! Odio sentirme poca cosa y lo sabes. No voy a soportar que te elija, por eso me aparto.

—¡Deja de ser tan imbécil! Lo mismo dijiste cuando tendríamos sexo con ella por primera vez y mira lo que ocurrió. Yo tampoco quiero ser rechazado, pero no quiero que se quede conmigo porque soy la única opción que tiene.

—Piensa lo que quieras, Tad, ya tomé mi decisión. Aprovecha el acercamiento o aléjate, me da igual, no quiero seguir pensando en Jade ahora.

—Eres tan obstinado a veces...

Joan Grant es el cabeza dura número uno que he conocido, no va a dar su brazo a torcer por más errada que esté su decisión.

Lo ignoro retirándome a mi oficina para comenzar con mis tareas, sin escuchar su respuesta, la discusión previa ya me ha afectado la paciencia.

Un golpe en la puerta y Porter ingresa para informarme sobre los contratos. Toma asiento frente a mí explicándome con detenimiento las novedades. Se ha encargado de transferencias bancarias y las nóminas de este mes debido a la ausencia de uno de los empleados del Departamento Financiero, y mi demora al presentar los nuevos planes de acción.

Brendan es muy eficaz en su trabajo, pero no puedo halagarlo o nos cobrará como horas extras. Sonrío y le agradezco, me ha salvado.

Pedimos dos cafés para continuar evaluando la situación sobre las metas comerciales aprovechando para ahondar un poco en los resultados del semestre anterior.

—¿Cómo van las cosas con la chica? —Interroga al notarme desconcentrado.

—Joan decidió abandonar el trío y me deja el camino libre con Jadie.

—¿Y por qué esa cara? ¿No querías formalizar con ella?

—¡Sí quiero! Pero no que me escoja a mí porque soy la única opción que tiene.

—Amigo, si persisten los tres con esta idea absurda todo se ira a la mierda en cualquier momento, ¿no lo crees? Piensa que Grant te está haciendo las cosas más fáciles.

—Pero nada me asegura que Jade se quede conmigo. Podría irse con otro mejor que yo, Brendan. Tiene 20 años, es una bebé.

—No la llames así cuando no te importó follártela junto a Grant—refuta con cansancio.

Me está juzgando, ahí, sentado frente a mí con su traje negro y sus gafas ejecutivas. Guarda el celular en el bolsillo interno del saco y enlaza sus manos manteniendo la calma para escuchar mi argumento absurdo e inválido, uno que quedará desecho cuando él mismo lo reformule.

—¡Lo sé, eso me convierte en una mierda! No es justo tampoco que se quede a mi lado.

—Te daría un puñetazo en la mandíbula —expresa harto y es solo el comienzo—. ¿Eres bipolar o sufres de algún trastorno? ¿Te escuchas cuando hablas al menos?

—Ya lo sé, Porter —rio—. Solo espero no arrepentirme en un futuro.

Estoy decido a pelear por Jade, haré todo lo que este a mi alcance para que ella se dé cuenta que en verdad me ha atrapado.

Insólito que haya logrado enamorarme, nunca tuve dudas con otras mujeres, no he tenido relaciones serias, los noviazgos y compromisos me causaban fastidio. Suena estúpido a mis 30 años, pero no podía pretender atarme a una relación cuando disfrutaba del sexo esporádico con todas las mujeres que quisiera. Desde que empecé a experimentar a los 15 siendo un total mocoso, que no he dejado de sacar provecho en cuanta oportunidad aparecía.

Recuerdo aquella noche en la que platicamos con Joan acerca de mujeres. Tomábamos cerveza mientras veíamos televisión, nada interesante al menos, cuando de repente surgió la idea, la maravillosa idea de hacer un trío y compartir la misma mujer para experimentar un rato, para saber si el otro era realmente bueno como tanto alardeaba.

Habíamos participado en tríos antes, Grant es como yo, no se anda con vueltas, hace lo que quiere y cuando quiere, por lo menos si hablamos de relaciones. Lo cierto es que hacer un trío entre nosotros se tornaba extraño. Ver a tu mejor amigo desnudo, follándose a la misma mujer que tú no es algo que haces a diario, o al menos eso pensaba, hace meses que se ha vuelto habitual en nuestras vidas y poco me importa ahora.

Creí que saldríamos ilesos de esto, que equivocado estaba. Estoy aferrándome a una niña de 20 años que me tiene en sus manos y podría desecharme en cuestión de segundos si así lo quisiera, mas no me importa. Sé que tengo que relajarme, dejar de cuestionar a futuro y solo vivir el presente como siempre lo hice, pero cuesta hasta respirar si la proyecto con otro hombre al lado.

—¡Bennett! ¡Vuelve a J&T discográfica! —Palmea cerca de mi cara—. Maldita sea, te haré firmar un poder y no pararé hasta volverme dueño de todo. —Carcajea.

—Sabes que, si me robas parte de la empresa, Grant va incluido en el combo, ¿no?

—Visto de esa manera, ya no la quiero. —Niega con su cabeza—. Suficiente con tener que soportarlo en sus días de reproche.

—Ahora concentrémonos en esto —Señalo la nueva planificación—. Necesito de tu interpretación y que me digas que sigo siendo el mejor de todos. —Alardeo divertido regresando a mi mundo.

—Quieres una estrategia para que las cosas funcionen sin tu presencia—asiente—. Entiendo el punto.

A lo mejor hoy ni siquiera consigo trabajar. 

JADE

Acabo de salir de un examen, al menos estudié ayer antes de las nuevas noticias. Cada una de las consignas fue contestada, mas no puedo asegurar con exactitud que las respuestas sean correctas, estoy dispersa.

Las chicas me han preguntado desde que llegué si todo está bien y,  a pesar de mi insistencia en que lo estoy, no parecen creerme; son mis amigas, ya conocen mis tontas excusas.

—¿Puedes decirnos qué es lo que te pasa, Jade Jeffers? —Se sienta en la primera mesa al ingresar en la cafetería.

—Joan me dejó anoche.

—¿A qué te refieres con que te dejó? —Consulta la castaña recogiendo su cabello.

—¿Ya no habrá más trío o se han peleado? No entiendo, Jade, ¿puedes ser más específica?

—¡Exacto, Alison! No quiere estar más conmigo en trío, dice que es obvio que elegiré a Tad y por ese mismo motivo él se aparta de ambos. ¡Nos deja el camino libre para que follemos tranquilos!

Me miran asombradas, aun así, piensan que soy una imbécil. Casi seguro que Alison por telepatía intenta decirme "te lo dije", mientras Ema está pensando en que Joan estará solo y puede conquistarlo si no tiene oportunidad con el tarado de Joshua.

—Jadie, sabías que esto tenía que pasar —dice Ema—. Quizás es mejor así y te quedas con Tad, tú sabes que en fondo lo quieres mucho, siempre he pensado que él es bueno para ti.

—Yo pensé que te quedarías con Joan —Admite la otra—. Pero tienes que decidirte ahora mismo por uno. Mas allá de que él te haya dejado, tú misma sabes la razón, no quiere que lo rechaces por su amigo.

—¡Es que no quiero dejar a ninguno! —Me quejo—. Yo sé que ustedes no pueden entenderme ahora, pero amo a los dos y siento que voy a morirme con el distanciamiento de Joan.

—¡Escúchate, Jade! ¿Es que acaso enloqueciste? No puedes quedarte con ambos, no está bien. Ni siquiera sé cómo soportaron hacer esto por meses, ¿cómo es que los tres son tan idiotas para no darse cuenta de que tarde o temprano esto debe terminar?

Tiene razón, lo peor de todo es que mi amiga está siendo realista respecto al tema. Sin embargo, me niego, no quiero dejar a Joan, tampoco a Tad. Es un debate constante entre el bien y el mal porque sería anormal frente al resto de las personas, pero resulta favorable para nosotros, si bien no lo están considerando.

—¿Qué hay de Kurt? Ay, Jadie, estás cavando tu propia fosa —Insiste la castaña.

—Con Kurt no hemos pasado de un par de besos y, aunque me agrada su compañía, no creo que tenga intenciones de ir más allá de eso conmigo.

—¿No crees que te respeta y ya? Quizás no es un pervertido que anda en orgías.

—¡Yo tampoco ando en orgías, solo hice un trío! Es la única experiencia sexual que tengo.

—A nadie, realmente a nadie se le ocurre hacer un trío en la primera vez. —Se burla agarrándose la cabeza—. Jade, lo lamento amiga, creo que estás al límite. Quédate con Tad, quédate con Joan, o déjalos a ambos y simplemente aparenta no ser una zorra con Kurt.

Aparentar... algo que vengo haciendo hace meses. Fingir que fui de intercambio a Italia, que las cosas con mi mejor amigo permanecen normales como cuando éramos niños, usar un nombre que no es mío y, como si fuera poco, también finjo que todo está bien cuando no puedo sobrellevar la confusión que cargo.

Creo que lo mejor va a ser, por ahora, irme a casa y luego tomarme un tiempo para analizar mi posición. Tengo que pensar tranquila, no puedo estar enamorada de los dos, todos me lo están diciendo.

—Me iré a casa a dormir un rato. —Me levanto de la silla colocándome el tapado antes de salir.

—Duerme y piensa, querida Jadie, purifica tu mente.

—Luego hablamos, llámame cualquier cosa, ¿de acuerdo? Cuídate

Tengo mucho que pensar, mucho. 


Gracias por leer! En Instagram sometí a votación los días para actualizar y la mayoría voto por Viernes, sábados y domingo.  Seguiremos esa programación. 

Mi Instagram por si quieren seguirme: Golden.mineEK 

PREGUNTA: ¿Cómo hubiesen reaccionado ustedes si fuesen Jade?  👀 Las leo.

Les mando un besote enorme.

JK 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro