Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo unico

Era una mañana como cualquier otra, no tenía muchas cosas en especial, para Leo siempre era así. Los parques siempre tenían algo atrapante para las deidades quizás era porque siempre mostraban algo bueno del lado humano, niños jugando, parejas disfrutando y familias conviviendo. A Leo le era un sentimiento ajeno, pero al mismo tiempo cálido y no era el único que pensaba lo mismo. Un chico de cabello azabache, semi largo y recogido en una coleta (ese era su nuevo estilo para esa época) se encontraba sentado viendo la felicidad ajena.

-me agradabas más con tu cabello largo- decía Leo sentándose alado del chico.

-también es un gusto verte, Leo- el chico lo volteo a ver dejando al descubierto un parche en su ojo izquierdo.

Ambos se quedaron en silencio por un rato, hasta que uno de los dos rompió el silencio.

-lo desearías? - Kubo esta vez no lo volteo a ver solo admiraba a las personas, dejando confundido a Leo.

-a que te refieres cariño? -

-a esto, ósea todo esto a vivir una vida común, que en algún punto tenga un fin ¿no lo deseas? - Kubo al fin dirigió su mirada a Leo, esta vez con una mirada decidida.

-siii, quiero decir- aclaró su garganta y ocultó un poco su sonrojo -una vida corta se escucha tentadora, pero una vida humana con todo el sufrimiento que conlleva y todos los problemas. Se me quitan las ganas- la respuesta que le dio volvió a entristecer a Kubo, él sabía que tramaba algo - ¿tienes algo en mente? -

-quiero rencarnar...- y volvieron al silencio, esta vez más incomodo, Leo no recordaba cuando fue el último silencio incómodo que tuvo con Kubo.

-quieres abandonarme? -

-qué!!!, claro que no, podemos ir juntos- Kubo tomó la mano de Leo, se sentía cálida, y le dolía perder aquella sensación, comenzó a acariciar su mano -recuerdas cuando nos conocimos-

Época media

Kubo, se encontraba repartiendo comida, en esa época un pedazo de pan era un milagro y el en su tiempo en la tierra quería hacer algo, pronto un soldado llamó su atención, lucía algo extraño con prendas obscuras y su flequillo cubría los ojos, no era la primera vez que veía a un humano hacerse el interesante. fueron a un callejón solitario, solo se escuchaban los pasos de los dos.

-sabes porque te llame? - el extraño se dio la vuelta provocando que los dos se detuvieran.

-no señor- se encontraba calmado no tenía necesidad de sentirse nervioso.

Puede que el hombre cubriera sus ojos, pero aún así sintió que los ojos del soldado lo analizaron de arriba hacia abajo.

-si no tiene más que decir, me voy a-

-el pan, que contenía- le pareció extraña la pregunta y le explicó sin problemas -ya veo...- el soldado comenzó a reírse de una forma extraña, dejando a Kubo aún más confundido -si te soy sincero esperaba algo más, viniendo de algo como tú-

Kubo se sintió ofendido, quien era este humano arrogante para decirle como actuar o como no. El extraño le dio una sonrisa, y pronto dejo al descubierto los ojos del extraño, eran de un rojo intenso combinado con amarillo.

-asustado angelito- y pronto salieron dos alas de color negro, los cuales parecían imponentes. Kubo al verlas no se inmuto, al contrario, comenzó a reír, al principio eran leves risitas y terminaron en carcajadas, dejando al demonio algo molesto -que te parece tan gracioso-

-no...es que... JAJAJAJAJA... los animales... hacen eso para asustar- tomo un suspiro y luego volvió a su postura seria -pero si enserio quieres asustar- pronto salieron las blancas alas de Kubo, mas grandes que las del demonio, dejándolo impresionado.

-nada mal cariño- el demonio comenzó a rodearlo y Kubo no ocultaba su sonrisa ese demonio parecía bastante curioso y adoraba eso. -y que hace un angelito aquí repartiendo comida, caridad del día o algo así? -

-algún problema con eso- el demonio negó -y tú, lo tuyo debe ser algo mas especifico no es así? -

-naaa, solo estoy de pasada, es más ya me iba, pero tu presencia me llamo la atención-

-y cual es tu nombre debes decirlo al menos por educación-

-Cariño, pareces alguien listo y debes saber las reglas, si te digo mi nombre puede que me condenes-

Kubo se quedo pensando un rato, el demonio tenia algo de razón, aun así, le pareció alguien interesante.

-perdón, pero no parecías de un alto rango y pues... bueno olvídalo yo también ya me voy-

El demonio se sintió ofendido al comentario del ángel que se puso frente de el con una cara muy molesta, mientras que el ángel no quitaba una sonrisa.

-primero te ríes de mí, luego me insultas con mi cargo esto no...- no pudo terminar de hablar ya que pronto sintió un golpe en la frente haciendo que se separara del ángel -y ahora me pegas-

-te tingue no te pegue-

-es lo mismo!!!-

Kubo negó y se dio media vuelta para irse, pero antes escucho el nombre del demonio "Leo" dio una sonrisa de victoria y él también se presentó. Por primera vez conociendo sus nombres.

Época colonial México

Leo, se encontraba en su trabajo, como heraldo del infierno, pedir almas. No era la cosa mas divertida del mundo, pero al menos ya se hizo de un nombre inventado por los habitantes del lugar "El Charro". Era una noche como cualquier otra esperando a que le callera una víctima, cuando sintió un fuerte aleteo, que le saco una sonrisa.

-asique de esto trabajas-

-que vienes a detenerme o algo así- Leo miro a su acompañante, el cual llevaba un traje mas acorde a la época.

-es tu trabajo no?, no puedo hacer nada-

-oye que con tu ropa, ¿es una especie de vestido o algo así? - sin pudor Leo tomo el Hakama, provocando que le dieran un golpe en la mano.

-es un atuendo tradicional de Japón, lo usan los sacerdotes y bueno llamo mi atención- luego Kubo miro el atuendo de Leo -y tu no vas muy elegante? -

-esto para tu información cariño, es un traje de charro y es mas deslumbrante que el tuyo- y pronto recibió un tingue departe del ángel, ya se le volvió costumbre cada vez que decía algo que le molestara. Sus discusiones siempre eran las mas cortas para luego terminar en carcajadas.

Y con eso pasaron los años, los siglos, las décadas. Siempre eran los dos, veían al mundo cambiar y conocerse cada vez mas y eso les encantaba a los dos, tener alguien con quien conversar. El cielo repleto de gente que solo estaba muy metida en sus asuntos y el infierno con personas que no les importaba mucho los demás y cuando se veían pronto esa división se volvía nula, solo eran los dos conversando, riéndose y queriéndose.

Pronto llego uno de esos días, esta vez no había humanos a quienes cuidar o almas que robar solo eran los dos viendo un atardecer compartiendo un poco de comida mientras conversaban de un poco de todo.

-no, lose ya me siento un poco cansado sabes- Kubo se encontraba sentado alado de Leo, se esta desahogando de su agotador trabajo en el cielo -crees que algún día nos den vacaciones-

-lamento decirte que eso es imposible cariño, este trabajo es eterno- tomo un poco de vino, y pronto sintió como el ángel se apoyaba en su hombro, dejándolo sorprendido.

-si existe una solución, en estos momentos adoro no ser de un alto rango- Kubo se acomodo mejor con su acompañante mientras se quedaba dormido.

Leo por su lado pudo ver como el día se volvía noche por unos instantes como ellos, pudieron estar juntos. El frío de la noche hizo temblar a su ángel así que sacó sus alas y lo cubrió con estas.

-Cariño, te amo- cuando dijo eso volteo a ver a su acompañante, pero ya estaba dormido y no lo escucho.

Actualidad.

Kubo miraba de manera suplicante a Leo, mientras que el no le acababa de agradar la idea. Después de mucho tiempo robando almas, por tratos vánales no le termino de agradar pensar en ser un humano, poco a poco termino soltando la mano de su amado.

-pero cariño así estamos bien los dos, juntos, viviendo a nuestra manera sin miedo a cosas sin sentido-

-pero Leo yo ya estoy agotado de todo, durante milenios he estado haciendo lo mismo, papeleo, cuidar de los humanos, papeleo y dormir, no te cansas-

-lo mismo te pasaría si fueras humano-

-sí, pero al menos sabría que hay un final, una vida, una oportunidad, llena de tantas experiencias, de tantas emociones-

-y que me dices de todos los problemas, enserio piensas que va hacer fácil-

-se que no va hacer fácil, lo he visto demasiadas veces y eso es lo emocionante-

Leo miro la cara llena de ilusión de Kubo, que podía esperar de un ángel, que de todo lo malo siempre ve esperanza. Esta vez no hubo risas, solo se quedaron en silencio, Leo se levantó y se marchó.

- ¡que eso es todo, te vas sin al menos despedirte!, ¡LEO!, ¡LEO! -

-cuando seas humano y busques llenar tu vacía y triste alma, con objetos materiales no me busques si, no vales la pena ni para hacer un trato- eso fue lo ultimo que escucho de Leo, Kubo se encontraba molesto por su comentario, enserio creía eso de los humanos, pronto el enojo se volvió tristeza.

El día de volverse humano llego para Kubo, después de llenar un montón de papeles y firmar otros, al fin llego, pero no se emocionaba y constantemente miraba para atrás si algo cambiaba. Leo se encontraba en un bar humano se encontraba entre molesto y triste, pronto sintió una presencia a su lado, tenia esperanza de que sea su amado, pero solo se encontró con un señor de cabello rojo y lentes oscuros.

-parece que no es tu día, no amiguito? –

-ni que lo diga señor- Leo seguía bebiendo.

-mal de amores- Leo asintió con la cabeza -si a mi también me paso lo mismo, yo tenia a alguien que amaba muchísimo y que lo conocía de años, a veces discutíamos, pero nada grabe- el extraño también tomo un poco de trago -hasta que un día, tomo una decisión que no me termino de convencer y peleamos- Leo miro al extraño con curiosidad, era lo mismo que le estaba pasando con Kubo. Sin dudarlo pregunto si pudieron solucionarlo -no... y duele saber que esa discusión me separo de la persona que mas amo en el mundo. Amiguito, déjame decirte que eso de que solo se ama una vez, solo aplica para nosotros ángeles y demonios, no lo arruines como yo-

Kubo ya se encontraba frente a San pedro, lo iba a extrañar bastante al viejito era un ángel ejemplar y su despedida estaba siendo bastante larga, entre llantos y recuerdos. A lo lejos se escucharon los gritos de alguien quien se saltaba la fiala, Kubo al darse cuenta del escándalo volteo encontrándose con Leo que venia volando a toda velocidad. Quedaron frente a frente, Leo se veía agotado y Kubo sorprendido.

-esto... todo esto... me sigue pareciendo estúpido... tu idea... sigue siendo estúpida- Leo decía esto mientras intentaba agarrar aire, mientras que Kubo tenia una mira muy molesta por el comentario -pero sabes, adore eso de ti-

-adoras que sea estúpido-

-no, ya déjame hablar. Pero sabes esta bien, es tu decisión y no puedo hacer nada para detenerte, pero pensar que nunca mas te vere me parece más estúpido. Kubo- tomo las manos del ángel -el dicho humano de solo se ama una vez solo aplica para nosotros y yo te amo y me duele perderte, y sabes el hecho de volver a conocerte desde cero me encanta ya que volveré a amarte- pronto sintió los labios del ángel contra los suyos, sintió como el infierno nevaba y le encantaba. Al separarse vio como lagrimas caían del rostro angelical y sin dudarlo las limpio, y comenzaron a reír.

-esto es muy bonito- San pedro veía la escena conmovido -asique los dos se apuntan a volverse humanos- ambos asintieron -perfecto, pero solo hay un problema y es que la probabilidad de que se vuelvan a ver es de infinito a 1. Están de acuerdo con eso-

-ya te soporté miles de años, que es esperar lo mismo para volverte a ver- Leo rio al comentario de su ángel.

San pedro miro a los dos y los guio a un túnel de luz.

Los dos comenzaron a vivir una vida humana, nacieron, crecieron, experimentaron y murieron. Muchas y muchas veces. En ocasiones eran momentos buenos y felices y otros eran tristes y asquerosos, pero todo eso era parte de vivir. Se enamoraron de otras personas, a veces funcionaba y tenían una linda familia y otras veces fallaban.

Era una mañana como cualquier otra, Kubo un estudiante de música se encontraba descansando en el parque. Ver a todas esas personas ser felices le trajo un sentimiento de paz como si hubiera logrado algo, tenia una paz interior que fue interrumpida por la presencia de alguien a su lado. Leo estaba cansado de tanto trotar, su novia lo había convencido, pero no tenía el físico suficiente como para alcanzarla.

-deseas algo de agua? - Leo miro de quien se trataba, encontrándose con un chico -no esta nada- el chico tomo del agua para demostrar que solo era agua.

-gracias- Leo tomo del agua y su cansancio se iba de poco en poco -que cansado es caminar, a veces mu gustaría no se-

-volar? Si a mi también me pasa, parece que no este acostumbrado-

Leo miro al extraño con una sonrisa había algo en el extraño que llamo su atención -no escuche tu nombre cariño- pronto se tapo la boca al decir lo último, por otro lado, Kubo también se asombró y luego comenzó a reír.

-tampoco escuche el tuyo-

-pero yo pregunte primero- pronto recibió un tingue en la frente por parte del extraño, le pareció divertido, pero mientras se reía, se sintió raro como si eso ya le hubiera pasado. Kubo lo vio asustado y comenzó a preguntar si se sentía bien -si es solo... de casualidad te conozco de algún lado, tengo como un deja vu-

-no creo, pero sabes si quieres podemos ir a tomar algo y confirmar si de verdad me conoces- Leo le dio una sonrisa al chico y este le devolvió.

Leo estaba apunto de decirle que sí, pero pronto escucho los gritos de su novia buscándolo, se disculpó y se retiró, al final eran dos extraños no tenían la obligación de aceptar nada, aun así, les dolida separarse.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro