A veces nuestras malas decisiones afectan demasiado nuestro futuro y es cuando llega el arrepentimiento. El ser adolescente conlleva a tener un gran peso, es donde se deben tener la madurez necesaria para tomar decisiones ya que no se le afecta a uno mismo si no a los que los rodean, y también cómo los sentimientos, cómo el pasado influyen mucho.

✧⋄⋆⋅⋆⋄✧ ─── ❖ ──♚ ── ❖ ─── ✧⋄⋆⋅⋆⋄✧

—¿Su clienta puede asegurar que no tiene ninguna relación con Verónica Smith?

—Hay documentación que lo respalda, y su coartada explica el porqué estuvo ahí.

—Será una investigación muy larga, abogado.

—Nunca pensamos que sería tan fácil. Es más divertido cuando las cosas se tornan un poco complicadas para el ojo que observa desde una perspectiva... tan pobre de información.

✧⋄⋆⋅⋆⋄✧─── ❖ ──♚ ── ❖ ───✧⋄⋆⋅⋆⋄✧

—Lo único que me declaro culpable, es creer en personas que me trataría de culpar de acciones que se hicieron bajo mi nombre. Creer que la justicia, las leyes de este país serán transparentes e imparciales—volteo hacia la poca audiencia que se permitió entrar al juicio, si no contamos a los periodistas y cadenas de noticieros. Y ahí está él, a lado de su rubia y estúpida prometida, que no disimulaba ni un poco su sonrisa, pero el que ríe el último, ríe mejor-. Porque es más fácil inculpar a alguien que creían que no tenía el dinero suficiente para defenderse.

La confusión del general Moreau es demasiado satisfactoria. El abogado que le asignaron mi caso para que tratara de demostrar mis crímenes, empieza a alzar la voz.

—¡Objeción! Esto no se trata de un caso de discriminación y abuso de autoridad para culpar alguien por el tipo de clase económico—las cámaras lo apuntan y él solo guarda silencio, meditando sus palabras. —Tenemos evidencias que demuestran lo contrario, repito, no es abuso.

Las cámaras empiezan a tomar flashes, la sala empieza a descontrolarse y los periodistas empiezan a hacer preguntas. Y por la cara del abogado y del equipo del general, sé que se filtró información de mi estatus social y económico. Y la silueta del fondo del juzgado que inclina su cabeza en una señal, solo lo reafirma.

Me encanta ver el mundo arder... pero no arder en él.

JJ. Mauricio—