CAPITULO 26.
—¡Quiero duraznos! —exigió aquel hermoso Omega castaño mientras acariciaba su vientre de ya seis meses.
—¡¿Más?! Ayer comiste kilo y medio de duraznos. —le regaño el pelirrojo mientras miraban la televisión.
Terry observó aquel abultado vientre, le daba curiosidad pero jamás se había atrevido a tocarlo. —¿Debería salir a conseguirlos? —le susurro a su pareja con suavidad.
—No creo que sea conveniente darle tanto.
La puerta de aquella casa se abrió dejando ver a ese beta "mayordomo" con varias bolsas del supermercado. —He llegado.
Soo Bin se levantó del sillón y corrió hacia Ji Min con rapidez. —¡Dime qué trajiste duraznos!
El beta sonrió de manera tierna, ese Omega aún parecía un niño pequeño que requería de mucho cuidado.
—Por supuesto que los traje.
—¡Si!
—Has comido muchos de esos últimamente, los ví y cruzaste por mi cabeza. —de su bolsa saco una completa llena de duraznos, misma que le entrego al Omega.
—¡Soy tan feliz! —exclamó mordiendo un fruto con mucha energía.
Huening Kai se acercó y le miro de manera retadora. —¡Solo tienes derecho a comer uno!
—No me prives de comer, ¡Mi cachorro necesita alimento!
—No creo que debas decirle nada. —intervino el alfa ruso tratando de tranquilizar a su pareja. —Recuerda que el embarazo es muy complicado y se puedes desestabilizar muy fácil. —Huening Kai decidió rendirse.
Todos estaban en la sala, bueno, solamente Soo Bin y Huening Kai, Ji Min se estaba encargando de la comida junto con el alfa ruso, por lo general siempre cocinaban ellos.
Huening Kai se sentó junto al Omega y ambos comenzaron a comer duraznos mientras esperaban la comida.
—¿Cuándo tienes la cita prenatal?
—Mañana.
—¿Y aún si comes como si no hubiera un mañana? —lo único que Soo Bin pudo hacer fue sonreír.
Algunos profesores tenían dolor de cabeza, eran épocas de exámenes y aún así debían dar clases y dejar proyectos semestrales, sin mencionar que debían calificar y verificar cada uno de los proyectos y exámenes ya realizados.
Yeon Jun estaba atento a su computadora, no le faltaba mucho para terminar, pero ya sentía que no aguantaría.
La puerta de la sala de profesores se abrió de golpe, dándole paso a una beta de cabellos cortos y naranjos. —¡Yeon Jun!
—No puede ser. —Exclamó la alfa rubia mientras rodaba los ojos con molestia. —Llegó el dolor de cabeza andante.
La chica recién llegada se acercó al escritorio del alfa pelinegro, coloco sus manos sobre los hombros ajenos y se inclino para mirar lo que el alfa hacia en la computadora.
Frunció el ceño al ver que solo eran palabras y numeros. —dijiste que terminarias temprano.
—No es verdad.
–Dejá eso y vayamos por un helado a la plaza. —Hablo abrazándolo por los hombros.
Yeon Jun intento alejarla con un suave movimiento. —Tengo trabajo, Yun Jin.
—Nunca tienes tiempo para mí.
La voz tan chillona de aquella chica logro sacar de sus casillas a la rubia de ojos verdes.
Chae Won se levantó de su asiento y enfrento a la beta. —¡Estamos en épocas de exámenes! Tenemos que tener todo listo para los alumnos, me imagino que tú no sabes de trabajo ni cansancio porque tus padres te dan todo, solamente necesitas poner cara de tarada y todo lo que pides te lo cumplen.
—¡Yeon Jun, Chae Won me está gritando!
—Yun Jin. —le llamo el alfa ya molesto. —necesito hacer mi trabajo, retiraré.
La beta se molesto, cosa que al alfa no noto porque están dándole la espalda. Aun así la chica fingió su voz amable y soltó una risita. —Te estaré esperando en tu casa.
Antes de que el alfa pudiera negarse, la pelinaranja salió corriendo.
Chae Won soltó un largos suspiro, se dejó caer en la silla y observó a su amigo. —En serio, no entiendo cómo la soportas.
—A tí tampoco te aguanto y aún así te mantengo cerca.
—Idiota. —la alfa suspiro y para descansar se puso a checar sus redes sociales. —¿Has hablado con Soo Bin?
—No. Mis padres si.
—Siempre dices lo mismo. ¿Cuándo vas a decirle que lo extrañas y que regrese a tú lado?
—Jamás le diría eso. —Yeon Jun miro el calendario a su lado, pudo notar las fechas que más anhelaba. —Falta poco para las vacaciones.
—¿Qué haremos? Podemos ir a Londres y visitar varios lugares turísticos.
—También puedes visitar los lugares simbólicos de nuestro país.
La mujer soltó una risa irónica.
—Sinceramente, yo pienso que tus padres querrán ir a Londres, digo, por el cumpleaños de Soo Bin. —el alfa varón volteo rápidamente hacia la chica rubia. —Si no mal leí en la base de datos, su cumpleaños se celebra en la segunda semana de vacaciones.
Soo Bin estaba en la sala de espera, sus ultrasonidos siempre los enfrentaba solo, pues su amigo y su promedio estaban ocupados en las cosas de su próxima boda. Y Ji Min lo esperaba afuera del hospital ya que odiaba esos lugares por el aroma a medicamento.
—Puedes pasar. —informó la amable secretaría. Soo Bin agradecio y entro al consultorio del médico.
Logro identificar al médico a un lado de la camilla, observaba atento la tabla que tenía en su mano.
Aquel alfa lograba hacerle recordar a Yeon Jun, pues eran igual de altos, el mismo tono de cabello, y la misma comodidad que sintió cuando Yeon Jun dejo de odiarlo.
En cuanto la puerta se cerró, el médico levantó la mirada, se acomodo los lentes, y le dedicó una enorme sonrisa a ese Omega. —Hola, Soo Bin. ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?
—Estoy bien.
Soo Bin ya sabía lo que debía hacer, así que se acercó a la camilla dispuesto a subir.
—Déjame ayudarte. —el médico hizo a un lado su tabla, le acercó un pequeño banco de metal al Omega, y lo ayudo a subir mientras le sujetaba suavemente de la mano. —¿Listo?
—Si.
Se recostó y se subio la camiseta dejando al descubierto su abultado vientre. Yoon Gi, el médico, le coloco un poco de gel y comenzó a untarlo junto con cierto aparato, dejando ver en la pantalla de enfrente un pequeño bebé.
—¿Has tenido malestares? ¿Antojos raros?
—Tengo una obsesión por los duraznos. —respondió mirando la pantalla con mucha ilusión.
—Entiendo. ¿Seguro no quieres saber el sexo de tu bebé?
—Quiero que sea sorpresa. —efectivamente ya había dicho que no quería saber el sexo, quería sorprenderse el día de parto.
—Muy bien. Terminamos. —el médico aparto el objeto y le entrego una servilleta de papel al Omega. —Puedes retirar el gel mientras mando a imprimir tu ultrasonido.
—Bien.
Yoon Gi salió rápidamente y Soo Bin limpió su vientre para después bajar su camiseta, se quedó sentado al borde de la camilla mientras balanceaba sus pies.
El médico entró sin hacer ruido, observó atento y enternecido aquella escena que el Omega brindaba.
—¿Te ayudo? ¿Te encuentras bien?
—Si, gracias.
Yoon Gi se acercó y lo ayudo a bajar, el alfa pudo notar que Soo Bin no desprendía un aroma cierto. —¿Has estado usando el oculta aromas?
—Sí.
—Lo supuse. Tu aroma es casi nulo. ¿Has pensado en un nombre para el cachorro?
—Aún no.
—Ya veo.
La secretaria entró y le entrego un sobre amarillo al doctor. —Aqui tiene.
—Muchas gracias. —la chica asíntio y salio. Yoon Gi le entrego el sobre al Omega y sonrió ampliamente. —Ten.
—Se lo agradezco mucho doctor Min.
—No es nada. Te espero el mes que viene para tu cita.
—De acuerdo.
El dulce Omega salió de aquella sala siendo observados por el médico, quien sonrió negando al ver lo que su hermano había dejado escapar.
—Muchas gracias por recomendarme con él, Chae Won.
La puerta de aquella casa se abrió dejando ver a ese alfa mayor. —Hola, Yun Jin. Yeon Jun aún no llega de trabajar.
—Lo sé. Él me pidió que viniera acá par poder esperarlo.
—Oh, muy bien.-el hombre la dejo pasar y la chica observó el lugar. —¿Quiéres algo de beber?
—Muchas gracias, pero tomé algo de jugó en el camino. Si no es molestia, ¿Podría esperar a Yeon Jun en su habitación?
—No creo que haya problema, después de todo son amigos de la infancia.
La beta subió rápidamente y se encerró en la habitación del alfa... —Tus gustos han cambiado. —se sentó sobre la cama pero algo en el mueble de a lado le llamo la atención. —¿Qué es esto? —era una foto donde podía verse un Omega castaño abrazando a un hombre de la tercera edad. —Es un chico muy lindo, ¿Será un alumno? —dentro de un cajón semi abierto, estaba el ultrasonido que Soo Bin le había dejado al alfa. —¿Y esto? ¿Embarazo? ¿Por qué Yeon Jun tendría esto? Dudo mucho que Yeon Jun sea el padre. El odia a los omegas.
Indagando más, logro encontrar la carta que Soo Bin le había dejado a Yeon Jun, Yun Jin leía y con cada palabra, su rostro cambiaba por completo.
—Maldito Omega, ¡Bastardo!
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