Yeon Jun le acariciaba la espalda a ese dulce Omega, quien estaba sobre su pecho dibujando unos círculos imaginarios, ninguno decía nada, pero al igual ninguno se arrepentía de lo que habían pasado juntos.

El silencio de aquel descanso fue interrumpido por el estómago del castaño, que pedía alimento.

El alfa volteo a mirarlo, pero el omega enrojeció y aparto la mirada. —Lamento eso.

Yeon Jun sonrió y se levantó de la cama para comenzar a vestirse. —No tienes porqué pedir perdón. —Estiró su mano y acarició suavemente el vientre del omega. —A puesto a que el cachorro tiene hambre.

Aquella imagen cautivo por completo al Omega, dibujo una sonrisa enorme y dejo salir una pequeña risa. —Nunca me habías tocado el vientre.

—Bueno, siempre hay una primera vez. ¿Quiéres comer primero o tomar una ducha?

—Quiero bañarme.

El pelinegro se levantó y lo beso suavemente en los labios. —Entonces voy a preparar el desayuno, cuando estés listo puedes bajar.

—Bien.

Mientras el alfa salía de la habitación, Soo Bin se levantaba de la cama y se dirigía al baño. Sus caderas dolían, pero no al punto de impedirle caminar.

Mientras una pareja se había entregado y pasado un buen rato, otra pareja estaba caminando por un parque que estaba de paso hacia una de las plazas mayores.

—Necesitamos conocernos adecuadamente. —El alfa ruso se detuvo frente al Omega, quien por educación se detuvo. Terry le sujeto de la mano y le beso el dorso de la misma. —Mucho gusto, mi nombre es Terry Ivanov, tengo 23 años.

El Omega sonrió mientras se llevaba uno de sus mechones rojos por detrás de la oreja. —Mucho gusto, Terry. Mi nombre es Huening Kai, 19 años.

Siguieron su camino hasta que Kai  recordó un detalle. —¿Eres de Australia? Recuerdo que mi madre lo menciono.

—No. Yo soy de Rusia, estaba en Australia cuando mis padres me dijeron que debía viajar hacia acá, por ahora mis padres me dejan realizar ese tipo de viajes.

—¿Por ahora?

—Me han dado libertad hasta que nuestro matrimonio se realice.

—Entiendo.

—Ahora cuéntame. ¿Cuáles son tus pasatiempos?

—Me gusta cantar y hacer pinturas. ¿Qué te gusta hacer a tí?

—Me encanta viajar, conocer nuevas costumbre, culturas, regiones, paisajes.

—Suena maravilloso.

—Es lindo. Prometo que algún día te llevaré de viaje conmigo.

Ambos se miraron con una sonrisa, ese día fue maravilloso para ambos, había estado lleno de risas y anécdotas de cuando eran niños o lo que alguna vivieron.

El día domingo, Soo Bin estaba en su habitación, no podía estar con el alfa ya que deseaba interrumpirlo en su trabajo, así que solo se limito a estar en su habitación, o ir a la sala a pasar algo de tiempo con los padres de Tae Hyun y Yeon Jun.

Por otra parte, Kai camina por las calles con aquel alfa ruso, tenían muchas cosas en común, lo habían notado.

Cuando el día lunes llegó, Soo Bin fue a la escuela en el coche del alfa padre de su bebé. Platicaban animadamente de lo que harían en las siguientes vacaciones, que serían al término del ciclo escolar.

—Podemos ir a la playa, o a las afueras de la ciudad. —propuso el alfa. —O podríamos hacer alguna cosa no tan grande, como por ejemplo ir al cine, pasear.

—Si, tal vez.

Al notar aquella respuesta tan cortante, el alfa recordó cuales eran los antiguos planes del Omega. —No me digas que aún quieres irte a Londres.

Soo Bin lo miro, Yeon Jun intentaba no perder de vista el camino.

No podía engañarse, si seguían juntos podrían ser felices, de eso no había duda. —Ya no pienso tanto en ello.

Ambos se miraron con una sonrisa.

Llegaron al colegio y Yeon Jun se estacionó debajo de los salones, el estacionamiento subterráneo. —llegamos. —informó ayudándole a desabrocharse el cinturón de seguridad. —¿Cuál es tu primer materia?

—Química.

—Bien. Si no quieres ir a buscarme a la sala de profesores entonces nos vemos en el patio principal a la penúltima hora para darte las llaves del coche.

—Bien.

Ambos bajaron del coche, Yeon Jun con la mochila del Omega.

Cierto alfa que pasaba por ahí logro notar a la pareja. —Soo Bin.

El Omega volteó mirando a uno de sus amigos. Sonrió ampliamente y se le acercó. —Hola, Min Gyu.

—¿Cómo estás? —el alfa se le acercó besando su frente, acto que llamo la atención del alfa pelinegro.

—Estoy bien.

La mirada de aquel alfa viajó hasta el vientre del Omega, mismo que ya estaba un poco más inflado. —Te creció un poco más el vientre. —estiro su mano acariciando aquel pequeño recipiente.

Yeon Jun dejo salir un gruñido, se les acercó y aparto la mano del alfa con un golpe, mientras que alejaba al Omega de suave tirón hacia su cuerpo. —¿No tienes clase? —preguntó molesto.

Min Gyu le miro dudoso. —Aún no comienza.

—Te recomiendo llegar antes, así podrás impresionar a tu profesor. ¿Qué clase tienes?

—Ehh, artes y música, mi clase es con usted. —el pelinegro se quedó callado, se sintió un idiota.

—Entonces deberías estar estudiando, hoy realizaré el examen final.

—¡Pero es lunes!

—Feliz inició de semana.

Min Gyu soltó un largo suspiro, miro a su profesor con odio y después al Omega con cariño. —Me voy, quiero hablar con Ji Min para algo que te tenemos planeado.

—¿Algo como qué? —preguntó curioso.

—Solo se me permite decirte eso. Esperalo. —Min Gyu se retiró con un suave gesto.

Yeon Jun por su parte, observó con odio a aquel alfa que se estaba marchando. —No te quiero cerca de él. —sentenció.

—Pero es uno de mis mejores amigos.

—No me gusta como te habla.

—Me ve como hermano. —Soo Bin pudo notar el gesto de molestia en el pelinegro, se acercó y lo abrazo por el cuello, de inmediato el alfa lo rodeó de su pequeña cintura. —¿Estás celoso?

—No digas tonterías. —Yeon Jun lo miro directamente a sus hermosos ojos, se inclinó un poco y habló con un semblante serio. —Dame un beso.

—¡¿Aquí?!

El mayor negó de manera infantil, con su dedo índice señaló sus propios labios. —Aquí.

—Me refiero al lugar.

—Nadie nos está viendo.

—Yo si. —Soo Bin empujó al alfa, ambos miraron en dirección donde la voz se había escuchado.

Una hermosa chica de cabellos rubios y largos, de hermosa figura, con ojos verdes esmeralda y largas pestañas, se les acercó.

De inmediato Yeon Jun volvió a su semblante serio y molesto. —¿Qué haces aquí? Pensé que seguías en California.

—El director me informó que tiene una vacante. A partir de hoy trabajaremos juntos. —Soo Bin miraba aquella escena sin entender, cosa que la rubia notó. —¿No me presentas?

El pelinegro torció los labios. —Soo Bin, ella es mi mejor amiga, Kim Chae Won.

La mujer sonrió y extendió su mano hacia el tierno Omega, quién sin dudarlo acepto el gesto. —Mucho gusto.

—Igualmente, Chae Won.

Al notar que la chica los miraba sin intensiones de marcharse, Yeon Jun la fulminó con la mirada. —¿Se te ofrece otra cosa?

—No conozco el camino.

—Tks. —se acercó al Omega solamente para besarle la mejilla con dulzura. —Te veo en la penúltima hora.

—Okey.

El castaño pudo ver cómo su alfa se marchaba con aquella chica, y como está entrelazaba su brazo con el de su profesor.

Aquella escena le revolvió el estómago, un extraño dolor que jamás había sentido.

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