capitulo 83
Nerviosamente en fila se encuentran varios empleados sin saber que estába pasando o del porque los habían mandado a llamar, no era ni su jefe si no que el guardaespaldas de su jefe ese que últimamente da mucho miedo.
Edgardo se a tomado la libertad de poner el órden en la propiedad ya que el mayordomo no lo hace, habido muchas irregulares pero sobre todo el problemas es que les terminan obedeciendo a Lander cómo si fuera su jefe. Ya les había prohibido que lo dejarán entrar y desobedecieron.
—¿Podemos preguntar el por qué nos mandó a llamar?—Preguntó una señora de mediana, mirándo a Edgardo que revisaba algunos papeles. Está haciendo el trabajo de su joven maestro.
—Algunos de ustedes ya lo saben pero sí, pueden preguntar.—Estas cuentas están de mal en peor, ¿qué rayos está haciendo el padre de mi joven maestro? ¿Dónde está usando tanto dinero?
Tengo que solucionar esto mientras mi jefe lucha con sus demonios internos o con lo que sea que este luchando, desde hace días que no puede dormir se despierta gritando a media noche. "¡No quiero olvidar!" "No te voy olvidar." Es lo que traspasa la puerta de su habitación pero a los segundos se calla... Viviendo olvidar lo que con tanto esmeró recordó.
Solo puedo decir que todo está relacionado con el joven Luther Astier y Lander Cooper, este último es la causa de que mi joven maestro se encuentre en ese estado. No sé como demonios lo hace pero logré aparecer o llamar justamente cuando mi joven maestro está superando una crisis.
Quisiera ayudarle más pero no puedo es algo que tiene que hacer por si mismo, solo estoy preocupado de su reacción cuando vea la conferencia de prensa que dio el Ceo Dean Bennet. Esa declaración de amor y advertencias para todo aquél que se atreva a codiciar o lastimar lo único que de verdad ama. No ví mentiras en sus ojos ni en su voz cuando declaró que por Luther se convierte tanto en angel como el rey del infierno.
—Estan aquí porque desobedecieron las órdenes que se les dió.—Dejo de mirar los papeles y computadora para míralos a ellos.—Se les pidió de que no dejarán entrar otra vez al joven Cooper...
—Pero es el prometido de nuestro joven maestro...
—Eso ya no es así.—Hay disgustó y frialdad al escuchar eso.
Ese sujeto ya no es ni será el joven que una vez conocí solo ahora me doy cuenta de eso, que el Lander Cooper que se comprometió con mi jefe era un chico dulce, amable y sobre todo nunca pero nunca invadía la providencia de Charles. Tampoco se proclamó el amo y señor de este lugar como lo hizo el actual Lander Cooper... En serio todo es tán extraño, ¿puede cambiar tanto una persona de un momento a otro? Empezando por el joven Luther Astier.
Si no estoy mal desde que dejó de perseguir a Lander las cosas empezaron a cambiar, es como si nos hubiera quitado una venda de los ojos principalmente a mi jefe, aunque ha sido difícil para él pero ha empezado a pensar por si mismo y no se deja influenciar por Lander. Ya sabe decir no y expresar sus disgustos no como antes que obedecía y hacia lo que su ex prometido le decía.
Tengo que descubrir la causa de todo esto y, si Luther es la clave entonces tendré que pedir una reunión a él y con Dean Bennet por supuesto. Voy a salvar a mi jefe cueste lo que me cueste de alguna manera tengo que pagarle todo lo que ha hecho por mí, si no fuera por él no sería lo que soy ahora.
—Lander Cooper ya no es nada del joven maestro Charles, su matrimonio está roto desde que el padre de ese joven terminó en prisión, es el motivo de rompimiento y así lo decido el maestro Turner.—Informó.—El anunció se dará hoy por la tarde para todo el país.—Es otro atrevimiento que me estoy tomando, es ahora o nunca.
—¡Te estás tomando libertades que no te corresponden!—Exclamó un hombre de mediana edad.—¡Nuestro joven maestro está enamorado del joven Lander y se va a casar con él, les guste o no!
Edgardo no dijo nada mas que solo observa el extraño comportamiento de ese hombre, era como si estuviera poseído y sus ojos brillan furiosamente mientras observa fijamente al guardaespaldas.
—No sé quién seas ni me importa pero ten por seguro que tú juguito está por dejar de ser divertido.—Lo ví, ví claramente como sus ojos se contrajeron desconcertado por lo que le dije.
Me iba a levantar e ir tomarlo por el cuello pero me dí cuenta ya había desaparecido la cosa o el ser que le hizo decir eso, lo que me confirma mis sospechas de que este mundo es mas misterioso de lo que creía. Es como una enorme cárcel dónde pensar por uno mismo está altamente prohibido, ¿es lo que está viviendo mi joven maestro? Solo que para él es peor, ¿por qué? ¿Por qué tienen tanto control sobre él?
—Sacarlos a todos, no dejen nadie y luego toman su dieron antes de irse también.—No dejaré a nadie cerca de mi joven jefe el necesita estár alejado de cualquier persona que lo perturbe, empezando por Lander. Ese sujeto querrá venir a este lugar ahora que los están echando de su casa.
Mientras Edgardo se está preparando para proteger a toda costa a Charles, el último mencionado se encuentra luchando para desbloquear su recuerdos restantes aunque de las esquinas de su boca no deja de fluir líneas de sangre. Era como si sus entrañas las arrancan al igual que un árbol de raíz.
En el subconsciente de Charles...
(Para no confundirlos desde ahora al cerezo lo llamaremos Luk, (del cuál está enamorado Charles) Luk es el hermano de este actual Luther.)
El color celeste se volvió uno con el azul intenso del océano mientras lo contempla, pensando en tantas cosas para que al final decidiera adentrarse mas profundo.
—Hermano.—Miro el cielo oscurecido.—Lo siento, hermano mayor.—Su mirada se nubla por la humedad en sus ojos.—Ya lo sé todo, no me lo dijo nadie lo averigüe por mi propia cuenta de que tengo un hermano gemelo... Muerto.—Deja de mirar el cielo para ver el agua.
Luk se enteró de la existencia de Luther cuando buscaba como derrotar esa voz, al enterarse paso bastante tiempo el procesar esa información porque también se enteró que la culpable de todo fue esa voz.
—Desde que se tu existencia me preguntó; ¿qué harías en mi lugar? ¿Serías mas fuerte? Estoy seguro que serías mas fuerte y valiente como ese día de nuestro nacimiento, dándome la oportunidad de vivir cuando sabías que si nacía primero entonces tú, ya no podrías quedarte conmigo y te irías a descansar junto a nuestros padres.
El agua ya cubrió sus muslos si sigue así no tardará en llegarle a la cintura, ya había dejado una nota para su familia y a Diell lo había enviado por unas cosas para no tener interrupción.
<Sabes que si mueres volveremos al principio, ¿verdad? Estás haciendo cosas innecesarias, ¿por qué tienes que ser tan testarudo?> Aparentaba el no importarle pero si lo estaba y Luk lo noto sabía.
—Si sigo haciendo esto habrá un momento en que retrocedemos tanto que volveré al vientre de mi papá.—Junto a mi hermano.
‹Veremos quién se cansa primero y si tengo que ser yo el que se desgaste en vez de las personas que me importan, estoy dispuesto de hacerlo para siempre... Lander y Charles tienen que ser feliz, ¿verdad?› Sonrió con el agua hasta sus hombros.
En eso escucho que gritaban su nombre con tanta desesperación, dejándolo como una ilusión porque no se lo dijo a nadie más de dónde estaría. Sin embargo, por la orilla del mar si corría desesperadamente un joven de unos 20 años, en su mirada únicamente podías observar un terrible miedo. Hay tanta ansiedad y miedo que se olvidó que corría sin zapatos, y la orilla de esa playa no estaba del todo limpia por lo que de vez en cuando pisaba ya sea piedras filosas, o pequeño pedazos de vidrios.
—¡Luk!—Gritó con el corazón en su mano.—¡Luk!—Sigue gritando, buscándole ansiosamente.—¡L-Luk!—Perdió el color al ver cuerpo flotando en el agua.
Salto al agua mucho antes de darse cuenta e ignorando las violetas olas, las infernales aguas frías. Él solo quería llegar a ese cuerpo flotante con el corazón en su garganta, aterrorizado.
—L-Luk.—Se ahogo en secó al ver que no había movimiento por parte del contrario.
Lo saco del agua tan rápido como pudo con su cuerpo temblando y su cabeza punzando horriblemente aún si él siguió dándole reanimación.
— Pececito...—Lo llama con su voz quebrada.—Vamos, quédate conmigo, por favor.—Suplica.—Por favor, por favor, Pececito no me hagas esto.—Suplica una y otra vez.
Ya no eran gotas de agua cayendo sobre el rostro palido del contrario sino que, eran lágrimas que parecían un aguacero cayendo de los temblorosos ojos de Charles sobre el rostro del ojos celeste.
—¡D-Despierta!—Sigue reanimando.—¡L-Luk, por favor despierta tengo tantas cosas por decirte!—Pide entre agonía e impotencia.—¡L-LUK, NO ME dejes!
—Cof...Cof...—Tosió y tosió hasta que el agua salió por completo, sus ojos entrecerrados se abrieron en grande al observar el rostro pálido y mirada llorosa del contrario.—¡¿C-Charles?!—¡¿Cómo es que él está aquí?!
—¡Gracias a Dios!—Se desplomó sobre el cuerpo de Luther, apoyando su rostro en el pecho del alfa ojos celeste.—¿Por qué?—Tiembla mientras abraza fuertemente al contrario por miedo a que se vaya y ni pueda alcanzarlo.—¡¿Que rayos pretendías haciendo eso?!—Solloza.—¡¿No te pusiste a pensar en las personas que te aprecian?!... ¿En mí?
—Si ya lo sabes para que preguntas.—Muerde su labio.— Precisamente lo hago por las personas que me aprecian y apreció.
—Luk...—Levanta su mirada.
—¡Solo déjame en paz!—Explotó.—¡¿Por qué sigues viniendo a mí?!—Sus manos agarran con fuerza la arena bajó de su cuerpo.—¡Qué no entiendes que al hacer eso solo me complicas la vida más de lo que ya está!—Decir eso fue doloroso.
—¡No me mientas!—Sus miradas conectan como las olas con el viento.—Sé que soy importante para ti, si no fuera así entonces no me hubieras confesado que tenías un hermano gemelo, que por eso debería de llamarte Luk porque Luther es el nombre tu hermano...muerto. Que te sientes honrando el ver sido llamado como él pero que no querías que yo, te llamará de esa manera...
——¡¿Por qué?!—Mira directamente a Charles.—¡¿Por qué te empeñas tanto en salvarme?!—Las esquinas de sus ojos se humedecen.—¿Por qué..?
—¡Porqué me gustas!—Confesó.—¡Me gustas tanto que me estoy volviendo completamente loco!—Siguió sincerandose, dejando sin aliento y con el corazón rugiendo a mil por horas el corazón de Luk.—¿Por qué te empeñas en fingir que no lo sabes?—Cuestiona.—Por ti estoy dispuesto a todo incluso dar mi vida con tal que seas feliz sin importar si no es conmigo, déjame ayudarte.
—¿Te estás escuchando?—Los dientes apretando sus labios están por hacerlos sangrar.—Solo estás...
—¡No me vengas con que estoy confundido!—Deja caer su frente sobre la Luk.—Mi mente y corazón nunca han estado tan de acuerdo como lo están ahora... así que...por favor.—Con sus dedos evita que Luk se siga mordiendo los labios.—Por favor.—Lame los labios del contrario.—Solo por una vez también sé sincero...por favor.
—Yo...—Toma una pausa, sosteniéndo el rostro de Charles en sus manos.
<¿Qué estás haciendo nuevamente, Luther? Crees que conduje a Charles hasta aquí para que te confesaras, es claro que no. Simplemente no puedes morir, no hasta que haya completado tu papel.> Hablo fríamente, aunque en realidad no trajo a Charles, el nombrando encontró por si solo el paradero del ojos celeste. <Sigue siendo un buen amigo, dejá de codiciar lo que no es tuyo. Sabes bien que por mas que te digan cuanto te quiere, lo seguirá olvidado...¡Luk!>
El de ojos celeste ignoró a esa voz, toda su atención la puso únicamente en sentir la textura de los labios de Charles, abrazándolo con fuerza. Llevando a Charles de debajo de él.
—Tal vez en otra vida lo nuestro si pueda ser...—Sonríe entre lágrimas.
—Hazlo.—Expone su cuello.—Sé que no durará para siempre tengo el presentimiento que en mi alma si quedará gravada tu marca, para siempre.
—Eres un Ajolote atrevido.—Pasa su lengua por sus colmillos.—Te estaré esperando a que me encuentres si un día desaparezco.—Muerde el cuello de Charles.
—¡Unhg!—El extraño calor y ardor provocando por los colmillos de Luk, adentrándose en su piel lo hicieron estremecer e incluso ocasionó un destello brillante en sus ojos.
—Eres mío y así me olvides seguirás siendo únicamente mío.—Su mirada oscureció al mismo tiempo que sus feromonas impregna de pies a cabeza el cuerpo de Charles.—Él podrá obtener un par de besos pero jamás obtendrá tu cuerpo y mucho menos tu corazón.—Volvio a encajar sus colmillos solo que está vez dejo fluir sus feromonas, esas que no tardaron en mezclarse con la sangre de Charles.—¿Estoy siendo egoísta...?
—No.—Niega con la cabeza.—Luk.—Levanta las manos para sostener el rostro del contrario, enredando sus piernas en la cintura de Luk.—¿No hay otra manera de liberarnos de lo que sea que este pasando?
—Este bucle solo terminara cuando uno de los dos muera...cof..cof.—Tosió sangre.
—¡L-Luk!—Se horroriza.
<Me estás empujandome al límite, Luther Astier. Eres una molesto como toda tu familia, no hace mucho también se coló a este mundo el alma de tu hermano. Arruinando el encuentro de Dean con Lander.> ‹¿Qué? ¡¿Mi hermano logró ingresar a este mundo?! ¡¿Dónde está?!› <obviamente que en su mundo lo envié de regresó, no tenía nada que hacer aquí. ¡Sabes el gasté de energía el que me costó!> Gritó con furia.
Luk sentía que una mano invisible estaba apretando fuertemente su corazón, haciéndole toser grandes cantidades de sangre. Pero ni así evito que Luk siguiera hablando.
—T-Tú...¡Tú eres el protagonista masculino de este mundo, Charles. Mientras que, yo, solo un villano que tiene que ponerle las cosas difíciles a Lander y a ti!"
—¡No sigas hablando tenemos que ir al hospital...!
—¡Escucharme!—Los sostiene del rostro.—Si un día una voz extraña aparece en tu cabeza como tú conciencia no le hagas caso, no le creas nada y nunca, nunca se te ocurra hacer algún trato con esa voz. ¿Entiendes?
—Sí.—Limpia la sangre de las esquinas de la boca de Luk.—Puede que me obliguen a olvidarte... Espero y me perdones si eso llaga a pasar.
—No será tú culpa pero si me vuelves a recordar espero y me logres reconocerme... También me gustas.—Sello con los suyos los labios de Charles.
Eso último volvió a la realidad a Charles que se encuentra jadeando horriblemente mientras sostiene su adolorido corazón, sudando frío como si hubiera estado metido en un congelador a punto de congelar sus huesos.
—Luk...—Susurró entré lágrimas.—Mi Luk...—Sale corriendo de la habitación sin zapatos.
—¿Joven maestro?—Hablo Edgardo.
Charles no le hizo caso y solo paso a su lado con dirección al estanque, a sacar lo que había enterrado abajo esos que le ayudaría a obtener mas respuesta como recuerdos porque lo presentía, presentía que su pececito podría ya no estar en este mundo.
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