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capitulo 74

Entré la oscuridad de esa habitación donde únicamente los que brillante intensamente esos hermosos ojos, sentado en la orilla de la cama yacía Eren, apoyando sus codos sobre sus piernas y con sus manos juntas sosteniéndo su barbilla.

Desde la distancia se veía al igual que una espléndida escultura posando pensativo. Solo que Eren no estaba pensando sino que acaba de levantarse de dormir, aunque la noche de ayer no durmió casi nada por eso las ojeras y el enrojecimiento por la falta de sueño.

No pudo dormir tranquilamente luego de lo sucedido, medio cerraba su ojos y aparecía esa mirada azules tras ese antifaz de tejón, e incluso antes de regresar a la mansión Astier; él fue a comprar un antifaz de tejón de miel, la que está sosteniéndo estos instantes junto a un peluche de felpa que de hecho es un tejón, uno que duerme junto a Eren.

Eren no recuerda exactamente cuando compró ese tejón del tamaño de un bebé recién nacido, de lo único que si era consiente es que no puede dormir si no está junto a él. Se siente vacío sino lo ve en la cama o en el llavero que cuelga de su celular.

Nadie de su familia ni su hermano gemelo sabe que tiene una especie de vínculo con ese adorable animal. Por eso cuando sale de viajes de negocios o ha otro sitio donde tiene que quedarse a dormir si o sí; lo primero que hace es empacar ese peluche de tejón.

—¿Crees que encontré a la persona que va ha sacudir mi mundo?—Le pregunta al tejón, poniéndole el antifaz.

‹Cuando veo este peluche y luego recuerdo esa mirada podría jurar que son iguales, desde el color hasta la agudeza en ellos... ¿Es como si hubiese sido mandado hacer con esa intención?›

El alfa no estaba equivocado él si había enviando a hacer y a caracterizar los ojos de Mikel en ese tejón, así no lo recuerde en está o en su anterior vida él también mando hacer uno igualito al que sostiene en sus manos, con los mismo ojos del otro alfa ya que, Eren creía firmemente que si su pequeño tejón hubiese nacido tendría la mirada de Mikel. De ahí el porque no puede ir a ningún lado ni dormir sino está junto a él o sobre la cama. Tenía que estar en un libro dónde pueda verlo.

‹Todo es muy confuso empezando por mi actuar, no solo me atreví a invadir su espacio personal sino que también me quedé con su celular. Anoche cometí varios crímenes en solo momento y lo peor es que no me arrepiento... tanto que crítico a los Bennet, y yo, no soy tan diferente a ellos, un de descarado...› Observa el celular sobre la mesa, sonriendo ligeramente que la carcasa es de un tejón.

—¿Será para bien o mal el que haya conocido esa persona? ¿Tú que dices?—Pasa sus dedos por esos ojos azules.—Tenia tu mirada, ¿por qué cuando veo tus ojos y recuerdo los de él mi corazón se siente angustiado?—Se deja caer sobre la cama. Cubriendo su cara con ese peluche.—¿Tal vez el vino que repartían los empleados de Dean tenía algo raro?

‹Si mis hermanos me vieran platicando con este peluche es posible que se preocupen, Erin querría llevarme a psiquiatría, y me estaría cayendo del pedestal "señor perfecto" en el que me tiene Lut. A sus ojos soy ese hermano mayor confiable, alguien e intachable, respetuoso, serio.›

Eren no estaba equivocado al pensar de esa manera porque es verdad, Luther piensa todo eso de Eren pero también sabe que podrá ser todo eso, pero su hermano seguía siendo un ser humano.

—No es momento de estar pensando en eso.—Deja de estar acostado, dejando a un lado al pequeño tejón.—Tengo que bajar a desayunar, no puedo hacer esperar a mis padres, hermanos.—Arreglo el cuello de la camisa.—Listo.—Antes de salir se la habitación acomodo su largo y delgado saco que se sostuvo en sus hombros.

Por hoy, Eren optó por no vestirse tan formal ni tan martirizado con un traje pulcro de tres piezas, no. Ahora solo está vistiendo ropa casual pero sin perder la sofisticación; que consta de una camisa gris, cuello alto, sin dejar expuesta su cuello mucho menos su clavícula, pero si remarca su pecho como delgada cintura al pegarse la tela a su escultura cuerpo.

Únicamente subió un poco las mangas por arriba de sus pálidas muñecas, una de ellas lleva un reloj y la otra una bonita pulsera de dijes colgado. Si Eren fuera modelo lo que más llamaría la atención serían sus manos. Tanto sus familia como conocidos suelen decirle casi siempre que tiene unas manos bonitas y los marketing en varias veces han usado fotos de las manos de Eren para sus anuncios.

—¿Qué es ese aroma?—Cuestiona.——Por reflejo se limpió las esquinas de sus labios, estaba babeando sin darse cuenta y es que con solo percibir tal aroma hasta su estómago rugió.—¿El tocino siempre ha tenido ese olor?

Eren empezó a olfatear a sus alrededor en busca de ese delicioso olor esparcido por todo el lugar, proveía de cocina pero Eren no entendía como logró llegar a la sala de la mansión si la cocina queda unos cuantos metros de de distancia.

—¿Mis padres cambiaron el chef?—Con eso en mente él se dirigió a paso ligero hacia la cocina.—...—Eren no dijo nada tras escuchar esa voz conocida regañando a alguien en específico.

—Deja de gruñir tanto sino quieres que finalicé la videollamada—Advertí, él sigue estando todo gruñón por no poder quedarse conmigo por más tiempo.

‹Es sorprendente que me haya podido levantar de la cama luego de lo que hicimos a noche en ese estudio en la galería, (le tomo exactamente cinco minutos el poder ponerse de pie sin sentir que su espalda se partía a la mitad.) una vez más termine e inconsciente en los brazos de Dean. Estoy seguro que ese lugar quedó hecho un desastre y me estoy empezando a sentir mal por las de la limpieza.

No recuerdo a que horas nuestros cuerpos dejaron de darse cariño, solo sé que cuando desperté ya me encontraba en en mi habitación. Llevaba ropa para dormir y me sentía fresco, limpió, solo con terrible dolor de espalda por lo flexible que fuí a noche de ayer por lo visto, pero eso sí; siendo abrazado cálidamente por mi alfa que me observa mientras dormía.

Era una mirada tan hermosa que me pertenece únicamente a mí, no podría saber cuánto tiempo me estuvo mirando pero creo que no lo suficiente, él quería seguír viéndome y me atrevo a decir que para siempre al igual que lo quiero yo, poder despertar todos los días a su lado.

"¿Volviste entrar por ventana?" Pregunté en ese instante porque era imposible que mi familia le haya permitido quedarse, a lo que me respondió él; "Sí, primero entre por la puerta principal hasta dejarte sobre la cama, (ni pidió permiso solo entro como si fuera su casa) fingí irme pero volví entrar por la ventana, cuando se trata de ti quiero ser un caballero un desvergonzado hasta el final, y no podía solo entregarte a tu familia luego de que cayeras dormido en mis brazos, no. Tenía que quedarme junto a ti hasta que despertara." Dejado un cálido beso en mi frente.

Él sabía que me sentiría ansioso si no lo veía al despertar por eso no se fue y se quedó conmigo, ¿cómo no enloquecer de amor por él si es así de lindo? Es imposible, y cada día logra que me enamoré mucho más de él.

—Tus gruñidos me esta desconcentrado.—Está sonriendo a pesar que le está hablando con firmeza a la otra persona al otro lado del celular.

Eren se quedó con las palabras en boca al escuchar y ver a Luther picando unas verduras para la ensalada, no era ningún nuevo chefs. Era su hermanito el que se había levantado temprano para prepararles el desayuno a su amada familia, ahí el descontento de Dean porque no podrá probar ese rico desayuno de su joven alfa. Quería ir corriendo pero lamentablemente tenía trabajo pendiente y si quería estar mayor tiempo con Luther entonces tenía que acabar con cualquier pendiente.

Si pudiera dejarlo a Ian o a Fausto ya lo hubiese hecho pero no es posible, son documentos que si o si requieren su firma y estar presente también en tres diferentes tipos de reuniones con altos mandos en el gobierno así como la conferencia de prensa que comunicó que realizaría para hablar un poco mas de lo perdidamente enamorado y babeando por su Súcubo.

—¿Entonces que hay de mí?—Pregunta.—Aquí el que necesita energía en estos momentos ese soy yo.—Mira la montaña de papeleo encima de su escritorio.

"¿Eren?" Solo entonces Dean se dió cuenta de la presencia de su cuñado, solo que no le hizo saber que lo había visto. Fingió no darse cuenta para poner en marcha esa idea perversa que brillo en su cabeza.

—¿Qué hay de nuestros bebés?

Sigue cuestionando seriamente y con una mirada entristecida la cual le causó escalofríos al ojeroso de Fausto. Este último se había costado tarde y su jefe tuvo la magnífica idea de despertarlo temprano para terminar el trabajo lo más pronto posible. Ya va por su cuarto taza de café.

—Nuestros dos bebés también quieren probar tú comida, mi amor.—Es más, deberían ser ellos quienes lo prueben antes que mis “queridos suegros y cuñados.”

"¡¿Bebés?! Entonces no era yo el que estaba escuchando de más, ¡si dijo bebés!" Eren perdió el color al escuchar tales declaraciones; creyendo que su hermanito estába embarazado, que ese animal desvergonzado se había comido a su lechón enfrente de sus narices.

—No creas que no me doy cuenta de lo que estás tratando de hacer, Doberman desvergonzado o debería de decir uno muy celoso.—Le dejá en claro que no caerá en sus obvias intenciones.

‹Se ve muy lindo haciendo esos pucheros aunque solo yo pienso de esa manera, Fausto que se encuentra no muy lejos de Dean, ya rezo tres padres nuestros es lo mismo cuando ve a mi alfa sonreír. Son unos exagerados, Dean tiene una a angelical sonrisa hasta aparece una deslumbrante luz cegadora detrás de él, demasiado hermoso.›

Si Fausto supiera lo que piensa Luther le volvería a ofrecer sus lentes, o le recomendaría hacer una cita urgente con el mismo oftalmólogo donde va él.

‹Esas personas que le temen a Dean y les da miedo cuando sonríe, tienen que estar agradecidos que sea así porque seguirán respirando un día más, no tienen sus días contados. Sin embargo, siempre habrá una persona valiente que querrá con mi hombre.

Habrá más de alguna persona que quedará embelesado al verlo sonreír tanto como yo lo hago, ese día ese atrevido o atrevida conocerá la desesperación. Porque lo sé, siempre hay una persona que usará cualquier método para obtener a mi hombre. Tendré que ir preparando de antemano para cuando llegue ese día, le haré desear no haber codiciado a mi Doberman desvergonzado.› Ese último corte en el tomate fue despiadado.

Dean que en todo momento mantuvo su mirada en Luther, se dió cuenta de la posesividad y agresividad en esos ojos celeste. Haciendo que Dean se estremezca y algo entre sus piernas se despierte más de lo que estaba con solo ver a su Súcubo.

—A ti y a nuestros bebés les prepare una receta especial, ¿te gusta la idea?—Tengo que consentirlo tanto o mas de lo que él me consiente a mí... Engordarlo para que nadie lo vea.

Agrega la ensalada recién preparada a un tazón, acto seguido inclinó su pecho hacia adelante frente al celular que está no muy lejos de la estufa, por eso Dean logró ver a Eren y Luther no porque se encuentra de espaldas a la puerta, también porque toda su atención está en Dean y en cocinar.

—Sí, me fascina.—Sonríe ampliamente.—¿Cuando dices especial es por qué nadie la aprobado aún, verdad?—Pregunta, mirando con el revés del ojo a Eren.—¿Seré el primero?

—Sí.—Sonríe al verlo todo emocionado.—Seras el primero en probarlo.

—Ire preparando la mesa entonces.—Ahora si me siento renovado, ya no tengo que envidiar a la familia Astier.

Dean alzó su pecho haciéndole saber a Eren que podrá disfrutar este día de la comida de Luther, pero él seguía ganando como siempre al ser el primero en todo lo que involucre a su Súcubo.

—¿Te gustaría al aire libre frente a la playa o en el jardín de nuestra mansión?

—Me encanta la playa y lo sabes.—Quiero besarlo y pellizcar su "personalidad" es una tortura el ver esa carne y no poder tocarla.

Me gustaría ir este momento hasta oficina y besarlo hasta que nos quedamos sin aire, pero, siempre tiene que haber un pero. Ambos tenemos mucho trabajo, desde solicitudes de pintura como mi amado trabajo en la reserva y es el que mas me interesa, seguir explorando y tomando muestras en el océano.

—Sin embargo, prefiero que sea en tu...¡¿Hermano mayor?!—Se exacto al verlo abrir la nevera.—¡¿Cuando llegaste?!—Exclamó, su rostro se tiño de rojo todo avergonzado que su hermano haya escuchado las obscuridades que se estaban diciendo antes de que Eren llegará a la cocina.

—Lut...—Bebe un gran sorbo de agua antes de preguntar lo siguente.

—¿Si?—Se encuentra mas serio de lo normal, su piel canela está más pálida que mi piel.—¿Te siente mal?

Luther preocupado por Eren mientras Dean disfruta del espectáculo, sonriendo perversamente al ver el malentendido que el mismo causo deliberadamente.

—...¿Estás embarazado?—Preguntó seriamente.

—¿Eh?—Luther se quedó en silencio por la locura que acaba de decir su hermano, pero eso solo causó que Eren creyera que si era verdad. A punto de irse se espaldas.

—¿Quién está embarazado?—Erin acaba de ingresar a la cocina, el también había perseguido ese delicioso olor.—¿Quién está embarazado?—Vuelve a preguntar.

—Lut, no te asusté.—Deja caer sus manos sobre los hombros de su hermanito.—Estaremos contigo siempre, lo que decidas está bien, te apoyaremos.

—¿De que estás hablando?—Por fin Luther dejó de estár en silencio.

Dean al otro lado de la pantalla estaba serio pero en sus adentros estaba risa y risa, si no dejaba salir esa carcajada y que la escuchen todo únicamente porque no quería ser regañado por Luther o que finalizará la llamada.

—¡¿Es Luther el que está embarazado?!—Exclamó.—¡¿Cómo es qué?!—Erin comenzó a balbucear.—¡Lo mataré, voy a matar a ese cerdo que se comió a nuestro repollo!—Agarro un cuchillo.

—¡Erin, suelta ese cuchillo!—Le da un manotazo.—Puedes lastimarte y nadie matará a nadie.—Dios, que desastre. ¿Cómo llegamos a está situación? Tengo que arreglar este malentendido antes de mis padres también aparezca y malentiendan todo.

—Ni si quiera podrás verme cuando ya estarás descansando con los peces.—Comento Dean.—Te pasaré está únicamente porque eres hermano de mi novio.—Sus ojos se oscurecen.—No habrá una segunda vez, “cuñado.”

—¡Luther, lo estás escuchando!—Corre abrazar a su hermanito.—Me acaba de amenazar y si muero el día de mañana será su culpa.—Vio con arrogancia a Dean pero este solo sonrió ampliamente y eso no le dio buena espina a Erin.

—Fuiste el primero en amenazarlo así que no te quejes.—Lo aleja de sus brazos.—Él solo se está defendiendo.—Aún así, fulminó con su mirada al alfa mayor. Sin embargo, Dean coquetamente le guiña el ojo. Dejándolo sin aliento a Luther.

—Eren, dime que escuché mal.—Lleva su mano al corazón.

—Deja de ser tan dramático.—Frota su ceño.—Eren, no estoy embarazado.—Ahora era su turno el poner sus manos en los hombros de Eren.—Se te olvida que soy un alfa, creí que eras más inteligente.—Niega con la cabeza.

Solo que Luther al darle la espalda a Eren para tomar su celular, no logró ver la expresión de su hermano mayor, pero Dean si percibió tal rareza en su cuñado.

—Pero escuché mencionar a dos bebés.—Expresa Eren.

—Y sí, tenemos dos bebés.—Mueve la pequeña pantalla de la videollamada a un lado para para poder entrar a galería.—¡Mirá, son ellos!—Le muestra una de las doscientos fotos que les había tomado a los bebés tiburones.—Son tan lindos.—Sonríe.—¿También lo crees, verdad?

—No creó que los cuñados piensen lo mismo, solo mira sus expresiones de terror.—Expresa Dean con pesar.—Mi amor, a tus hermanos no les agradan sus sobrinos.

—¡¿Cómo es eso posible?!—Ve la pantalla de su celular.—Son lindos, solo mira sus dientes.—Dean asiente.

—No te sientas mal por la insensibilidad de los cuñados.—Hace como si estuviera acariciando las mejillas de Luther.

—¡No reaccionamos así porque tengamos miedo!—Aclaran.—¿Cómo se supone que apreciemos a esas dos cositas si esa persona aparece en la pantalla también?—Se excusan.

—¿Esa persona?—Ambos hermanos se tensa al ver la expresión de Luther.—Por lo menos cuando este presente llamarle cuñado como él lo hace.

—Sobre eso...

—Lut, no es necesario que lo hagan sino les agrada.—Cuando Luther no veía el alfa mayor, este sonríe con descaro para que sus cuñados lo vean.

—Tú también deja de reírte.—Ve fijamente a su alfa.—Piensas que no sé que entré todos se llevan de la patada.—Seria un verdadero estúpido sino supiera que no se caen bien.

—Me atrapaste.—No iba a mentir.—Pero me merezco una recompensa por comportarme educadamente, ¿no lo crees así?—Eren y Erin entrecierra sus ojos e incrédulos ante la desfachatez de Dean.

—Luther, no caigas...

—Es correcto.—Mira a sus hermanos mayores.—Él tiene razón.

—Lo pueden ver, ser educado trae recompensas.—Asi sea por obligación.

—Sigue con tu trabajo y deja descansar a Fausto que desdé aquí, puedo ver que su alma está por salirse de su cuerpo.

—No lo estoy explotado, déjame te lo demuestro.—Saca su chequera, escribe unos cuantos unos números seguido de unos cuantos ceros.—Fausto.—Le muestra el cheque.

—Oh, mi querido cheque...digo señor.—Toma el cheque e inclina su cuerpo a más no poder.—¿En qué más puedo ayudarle? Solo ordene.—Pregunta pero no precisamente a Dean sino que al cheque en sus manos.

"Es como un perro saboreando su comida" Pensaron los tres hermanos al ver a Fausto, un amate empedernido y esclavo de dinero.

—Lo ves, solo hay gente rara a mi alrededor.

"Soy yo el que está rodeado y tiene que lidiar con gente rara a su alrededor." Pensó Vladi, el estaba viendo todo desde esa distancia en la que se encuentra, de pie junto a la puerta.

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