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+18 capitulo 27

Nota.🤍

Buenos días. 🌞✨ Espero que se encuentren muy bien.

Esté capitulo también tiene casi de seis mil palabras, 😱 no quise dividirlo en dos partes para no dejarlos esperando la continuación hasta el domingo, así que, disfruten la lectura y me disculpo por hacer el capítulo tan largo. (⁠٥⁠↼⁠_⁠↼⁠) sin más, feliz día.

Att; Yessi.A

Los ecos de dos rugientes corazón que desbordan emociones, se podía escuchar sin necesidad de poner tu oído sobre el pecho que sube y baja al ritmo de sus aceleradas respiraciones.

Son tan ruidosos que ese sonido daba la impresión de ser dos, tambores haciendo música al ritmo del vaivén de ese par de labios besándose apasionadamente, mientras sus manos se aferran entre sí a un lado de la cabeza del joven cabellos blancos.

Sus corazones no eran lo único acelerado, sus cuerpos también se estimulan al momento en que su piel se frotaba entré sí, ese cosquilleo apoderándose de todo su ser los hacia bailar sin música, ¿para que música? Ellos dos podían crear su propia y única melodía con el roce de sus cuerpos.

Entré más se devoraban a besos más se iba incrementando el calor en esa habitación impregnada con el olor de ambos, calentado su ya piel semidesnuda.

Luther yacía acostado de espaldas sobre la cama, bajó el monumental cuerpo de Dean, quién repartía besos por todo ese enrojecido cuello. Llevando una de sus manos al cierre del pantalón del menor, el cual quitó en menos de un segundo, dejándole solo en ropa interior. Pasado suavemente sus dedos por esa piel desnuda que se eriza por su cariñoso toque.

Luther podía percatarse de lo cariñoso y gentil que está haciendo Dean, solo bastaba mirarle y sentir en la forma que trata su cuerpo, como un tesoro. Eso le hacía sentir Dean, con cada toque especialmente cuando esos sensuales labios besan o apresan sus mejillas donde se encuentra sus hoyuelos.

"¡Nhg!" fue lo que salió de los labios de Luther, al darse cuenta de a dónde iba esa otra mano traviesa de Dean. Mano que quedó estacionada enmedio de sus piernas, las cuáles fueron acariciadas antes de ser separadas y así poder arrodillarse enmedio.

El pantalón de vestir de Dean, ya se encontraban por sus sexys muslos dejado expuesto su grandioso trasero, marcándose atraves de ese boxer azul negro apretando más que solo las sexys piernas de Dean.

Esa grande y gruesa muralla había despertado desde hace mucho, presionando lascivamente la torre hirviente del contrario, torre que ya había empezado a mojar la ropa interior del joven alfa.

Joven alfa que gemía disimuladamente, cada vez que Dean empuja sus caderas hacia adelanté. Ese empuje causaba fricción dentro de la ropa interior de Luther, electrocutado interior.

—Lut—Susurró íntimamente al oído de Luther.

‹Su acelerada y muy rasposa voz erizo los vellos de mi nunca, escucharlo llamarme de esa manera tan íntima me transporto a ese día, en la ducha. Cuando fantasie con él, ¿está también es una fantasía más? No, su tacto, caricias, todo se siente tan real que quema.›

Solo bastaba sentir esa mirada grisáceo sobré él, para sentir que en cualquier momento terminaría derretido peor que una paleta bajo el ardiente sol del verano. Así de caliente era la mirada de Dean, en este preciso instante mirado fijamente a Luther.

—¿Todavía estamos a tiempo?—Lleva la mano de Luther a su rostro.

Mentiría si dijera que no estoy rogando para que me pida que siga, que no pare. Pero, tampoco puedo tenerlo, poseerlo cuando él solo está confundido o algo más. Es enserio cuando expresó que quiero todo del Súcubo, pero no por eso me voy aprovechar de él, de su vulnerabilidad, eso no.

Por más que aseguré que no está cediendo por las circunstancias, sigo creyendo que ésto no es lo correcto, no ha sí.

—A tiempo de parar cuando mi autocontrol aun se encuentra vigente.—Besa la palma de la mano del alfa menor.—No voy a parar si lo pierdo.—Esa mirada es tan oscura brillante que Luther pensó que es como ver la noche, una noche que solamente le pertenecía a él.

‹Tiene razón, estamos a tiempo de parar y que cada quien vaya por su lado. Pero, ¿qué es esto que estoy sintiendo mientras lo veo o siento sus caricias?

Su respiración quema al ser contacto con mi palma de la mano, nunca había sentido un aliento tan caliente en mi vida ni cuándo tenía fiebre, o esa lengua traviesa lamiendo lascivamente mi mano...no quiero que pare.

Quiero seguír sintiendo como sus caricias me queman, no hay ningún ni abra arrepentimiento con respecto a tener mi primera vez con él. No estoy haciendo esto porque me sienta solo, no. Simplemente quiero disfrutar sin arrepentimiento por una vez en mi vida.›

Luther lamió sus labios al sentir sed pero no era por querer tomar agua, su sequía se debía algo mas como por ejemplo; los coquetos labios del hombre enfrente de él, o era por ese descubierto pecho.

Los ojos celeste se abrieron ampliamente al mirar las dos mordidas en el pecho de Dean, de como una de ellas se convirtió en un tatuaje, provocado cierto hormigueo en una parte de su cuerpo que no debería de hormiguear [🍑] Está tan sorprendido que no sabía qué pensar, eso terminó por confundirlo al igual que la agitación repentina de su corazón.

—Deja de luchar contra tu autocontrol.—Expresó.—Cuando sugerí que me hicieras sentir vivo, no fue por imprudencia o algo por el estilo.—Con su mano libre acaricia el cabello azabache.

Dejaré de pensar en lo que está bien y lo que no está bien, solo soy un maldito villano que está destinado a irse, desaparecer como una pluma mientras es arrastrada por el viento sin rumbó alguno. ¿Qué hay de malo en entregarle mis primera veces a un hombre como él? No tiene nada malo, mi vida ya ha sido lo suficientemente una mierda como para ponerme mis moños.

Si voy a ser olvidado luego de cumplir mi papel, por lo menos merezco sentirme bien y no hay nadie mejor para eso que Dean, un extra que quizás un día también desaparezca.

Luther tal vez este muy equivocado con respecto el papel de Dean, en este mundo. Dean Bennet está lejos de ser un simple extra.

—Te traigo ganas desde el momento en que aprecie tu "personalidad"—Solo por hoy está bien ser sinceros.—Eres mi tipo completamente, entonces, ¿déjame tenerte?

—Tendre que seguir manteniendo en forma mi "personalidad" por lo visto.—Me separo un poco de él para poder ver todas sus expresiones.—Te dejaré tenerme tanto como quieras, no te arrepientas después porque no lo voy aceptar.—Besa los rojos e hinchados labios del menor por tantos besos.

Mi tierno e ingenuo Súcubo, puedo saber lo que estás pensando con solo mirar esos brillantes ojos celeste, está bien. Sigue creyendo que cuando volvamos a la realidad todo estará terminado, eso no pasará. No puedo ni pienso dejarte ir a nigún lado, si vas algún lugar nos iremos juntos. Le decidí desde el momento en que lo ví por primera vez.

—No pienso detenerme aunque supliques.—Advierte.

Mis manos tiemblan con impaciencia al igual que mi corazón ansioso por la celestial vista frente a mis ojos, jamás había experimentado el nerviosismo, pero en estos momentos lo estoy experimentado y de que manera.

No hay palabras para expresar o evaluar la majestuosidad, seducción que emana su cuerpo semidesnudo. Cómo una pintura irreal que captó todos sus encantos.

Es que no hay absolutamente nadie que logré opacar y mucho menos traspasar su belleza albina, ¿cómo no creer que él es un Súcubo que nació solo para mí? Solo él puede provocar emociones en mí y hacerme actuar fuera de lugar. Ni yo mismo me reconozco cuando estoy frente a él, me convierto en el adolescente que nunca fui.

—Te voy a embestir una y otra vez mientras escucho como tú voz se va perdiendo por tanto gemir mi nombre, temblando en mis brazos.

El grisáceo sutilmente como el viento del invierno fue cambiando a la cálida primavera, con el retumbar de su corazón le dio la bienvenida a la floración de las fragante flores de cerezo.

Un olor más esquisisto que cualquier otro olor respirado por su naríz, fue tan malditamente embriagar para Dean, el ser golpeado por esa oleada de feromonas envolviendo todo su cuerpo y habitación.

Cómo si fuera un perfume especialmente creado para él, permitió que lo marcará con esa fragancia tanto como quisiera el de ojos celeste.

Luther se encuentra tan nervioso por la mirada brillante de Dean, sobre él, en su cuerpo. Por esa mirada hipnotica no logró mantener sus emociones a raya y con ello sus feromonas se desbordaron de su cuerpo.

Tragó grueso creyendo que Dean podrían una expresión de asco por percibir ese aroma de otro alfa, sin embargo su corazón dió un salto tan alto que creyó que se saldría de su pecho, todo al percatarse de ese color grisáceo tan dilatado cómo si fuese ingerido una sustancia ilícita que lo llevó al paraíso.

Más no sabía que si Dean se enterará que él comparó sus feromonas con algo sustancia ilícita, lo haría enojar. Seria sumamente inaudito porque para Dean las feromonas de Luther, son mucho mas embriagadoras y adictivas que cualquier vino o droga que pueda existir, nada de eso podría causarle placer como lo hace Luther con solo verlo respirar.

—Eso está por verse porque puede que no me hagas sentir nada.—Respondió seriamente sin embargo el rojo tiñendo su piel lo delató.

¿Por qué me sigue mirando de esa manera? Con solo tener su mirada sobre mi cuerpo, la timidez me invade por completo.

Al principio creí que iría directamente al punto que sus manos no acariciaría mi piel semi desnuda con tanto cariño, sin embargo es todo lo contrario. Sus caricias son tantas que el escalofrío en mi columna dorsal estremece todo de mí.

Cuándo le dije que quería sentirme vivo e imaginé que me tomaría con rudeza ahí mismo, haciéndome sentir a puro dolor. No obstante, fue todo lo contrario. Él me mirá y roza mi piel como si todo de mí fuera una obra de arte que tiene que ser admirada...espera, ¿cómo que hacerme gemir? ¿Embestir?

—¡¿No seré el de abajo?!—Se exaltó.—Sere yo, quién te haga gemir por mis embestidas.

Dean en su momento estuvo serio tratando de no reírse, pero no fue del todo bueno, su débil sonrisa fue notada por Luther.

—¿De que te estás riendo maldito Doberman desvergonzado?...¡Ngh!

Su tercera pierna rozó mi trasero y aun con la ropa interior podía sentir la temperatura de esa cosa, la palpitación cómo si fuera un corazón...¡Es anormalmente grande!

—Solo mirá como te estremeces al sentir mi segundo corazón latiendo por ti.—Cual tomate se convirtió el rostro de Luther.—Pero no me enojo si quieres dominarme, cabalgado en mi miembro por supuesto.—Sonrío pícaro.

—¡Muérete bastardo!—Una tremenda patada iba directamente al pecho de Dean.

El alfa menor no cometió su cometido, Dean atrapó el pie y al mismo tiempo volteó el cuerpo de Luther, impactado su pecho contra el suave colchón.

Dean aprovechó la conmoción y así poder alzar el trasero del contrario frente a su cara, lamiendo lascivamente sus labios al mismo tiempo que se deshizo de esa tela molesta que evita deleitarse, con el espléndido y muy sexy trasero del alfa ojos celeste.

Las sensuales caderas de Luther temblaron un poco sin quererlo, o esperarlo al sentir el alimento caliente del alfa mayor, respingando sobre su expuesto trasero.

Si Luther llegase a ver la mirada de Dean, se exaltaria por oscuridad, locura en sus ojos. Tragaba tan rápido su saliva por la resequedad en su garganta.

Él nunca se imagino que un día estaría jadeando cual pervertido mientras sus dedos transan un camino en esa bella espalda pálida de Luther, o que sus ojos se podrían brillantes como los de un pervertido.

—¡Mnhg!

Sus dientes mordían mi trasero pero no se encajaban en mi piel, era algo así como sus dedos frotado mi piel solo que en está ocasión es mi trasero...es demasiado vergonzoso. Estoy agradecido de no poder ver su rostro y ni que el miré el mío.

—¡No dejás de comportar como un maldito Doberman!——Vocifera todo avergonzado.

¡Maldición si con solo sentir su respiración o su aliento sobre mí ya estoy así de emocionado! ¿Cómo estaré cuando llegue ese momento?

—¿Eh?

De un segundo a otro mi espalda estaba nuevamente contra el colchón, sin embargo mis pies descansan en cada hombro de Dean y su rostro tan cerca de mi miembro, estimulado con solo sentir esa acalorada respiración.

—¿Qué piensas hacer?...¡¡Aaah!!—Su...su boca se encuentra en la punta de mi miembro apretado con su caliente lengua mi glande.

Luther enterró sus dedos en las sábanas sosteniéndose con firmeza de ellas, así como sus piernas apresan el cuello de Dean, sin la intención de dejarlo ir.

‹Su boca seguía bajando lentamente pero no llegaba al tronco, más bien me está torturado. Una de sus manos trazo un lascivo camino desde mi cuello hasta que sus dedos se quedaron inmerso en mis pezones, tan duros como una roca. ¿Es eso posible en primer lugar? ¿Por qué mi cuerpo se estremece cuál gelatina cada vez que sus dedos rozan y aprietan la punta de mis pezones?›

—Mngh...

Tuve que morder mi labio para evitar dejar salir ruidos extraños, sin embargo él me sorprendió en el instante en que metió sus dedos en mi boca como diciéndome; "muerde o lame esto pero no te lastimes." ¿Cómo se dió cuenta de lo que estoy haciendo cuando, él se encuentra ocupado lamiendo lascivamente mi miembro?

No tenía que hacer grandes esfuerzos o movimientos con su boca, era como si él supiera dónde estimular al punto de hacerme temblar en sus brazos, ¿cómo sabe a donde se sentirá bien? Yo, todavía desconozco mi cuerpo.

—¡Aaagh!—Tiro su cabeza hacia atrás mientras se retuerce de placer.

Luther podía sentir un líquido saliendo de la punta de su miembro, y no era precisamente la saliva de Dean, de cuando lamia esa barra de carne como si fuese el más sabroso bombón.

‹Su lengua parase más una lasciva y muy escurridiza serpiente succionando mi miembro, preparándolo para ser desintegrado en su boca porque esa cabida bucal está tan caliente que, al igual que su respiración quemaba mi pelvis.›

—Nmg...joder.—Maldijo de placer en vez de gemir.

Dean fue tan rápido en sacarse su ropa interior, ya no podía seguir con la incomodidad tanto así que, llevó una de sus manos a su dura tercera pierna. Masturbarse con los lujuriosos jadeos y pequeños ruidos salidos de los semi-abiertos labios de Luther.

—Súcubo.—Susurró, llevado su gran muralla junto a la del contrario.

—No me llames así que no soy esa clase de...¡Nhg~!

Mi cuerpo se estremece al sentir su caliente y palpitante miembro frotandose con el mío, ¡¿Cómo puede ser tan grande?! Puedo sentir lo anormal que es con solo rozarse con el mío, es como sentir brasas sobré mí. Un calor tan electrizante que lograba poner mi cabeza totalmente en blanco.

—Claro que eres mi Súcubo.—Inclinó su jadeante rostro muy cerca de Luther, mezclado sus respiración caliente.—Me sedujiste al igual que provocas la tentación en mí, entré otras emociones.—Froto con más fuerza sus ya chorreantes miembros.

—¿Cuando hice eso?...Nmh~—¡Esto es tan malditamente estimulante, voy a venirme si sigue frotado de esa manera!

—¡Súcubo!

—Deja de llamarme así...¡Aaah!

Exclamaron y al segundo después se besaron apasionadamente mientras su virilidad explotaba, como dos fuentes, fuentes que manchó sus cuerpos y manos con esa agua viscosa.

Tras recuperar nuestro aliento y normalizarlo, él siguió bajado por mi cuerpo mientras me besaba, en ocasiones succionaba mi piel, marcado de rojizo todo a su paso.

Tragué saliva inconcientemente al mirar como sus manos cubría esa cosa con ese condón, [XXL] ¿Le quedará? En serio su tamaño es anormal, soy alfa pero a la par de eso me seguiría viendo pequeño a pesar de ser grande...¡eso no entrara por ese lugar!

Luther se tenso al darse cuenta que es su trasero al que profanaran, que su intento por ser activo ni siquiera se puso en marcha cuándo ya se había rendido ante el placer, sin oponerse a ser el pasivo.

Y aunque quisiera huir no lograría ni cruzar la puerta, esa mirada grisáceo oscuro, se encuentra siempre alerta como animal salvaje cuidado de su presa para que no se escape.

‹Ya parecía un herbívoro estremeciendose por cualquier movimiento de esa bestia hambrienta, por los roces de sus dedos sobre mi cuerpo. Ni siquiera el palpitar de mi corazón podía controlarlo al ver venir a Dean, hacia mí.›

El alfa de ojos celeste se contrajo al sentir las manos de Dean, sobre su cintura acomodando una cuantas almohadas tras su espalda, alzado un poco el trasero del menor. De esa manera no sería incómodo al instante en que ese erecto miembro excave la pequeña cueva rosa de Luther.

—¡Frío!—Se quejó al momento en que la mitad del bote de lubricante fue cayendo atraves de los dedos de Dean.

Empapando por completo esa pequeña cueva que anteriormente se encontraba oculta, pero en este preciso instante está a la vista de esa hambrienta mirada afilada.

—Dejá de mirarme tanto maldición.

Luther quería cerrar sus piernas, sin embargo, ese movimiento fue detenido por Dean, quién sigue viéndolo descaradamente.

—No me pidas algo que no puedo hacer, no cuando eres así de Erótico.—Trago bruscamente su saliva, limpiando las esquinas de sus labios que en cualquier momento empezaría a babear.

Mi saliva se vuelve agua en el momento en que mi mirada cae en la suya y es algo que no puedo controlar, ¿como hacerlo cuando enfrente de mí se encuentra un ser tan sorprendente fuera de esté mundo? Su piel erizandosé cómo un gatito al cuál no le gusta ser acariciado en este caso, erizado por mis toques, caricias.

—Mi gatito Súcubo.—Lame pícaramente sus labios.

Estoy tan excitante que podría venirme una segunda vez, solo vasta mirar por unos minutos el esculpido cuerpo del Súcubo, él me pone así de mal...en serio que me desconozco cuando estoy con él. ¿Eso es malo o bueno? No lo sé, tampoco tengo porque perder el tiempo pensando en cosas como esas, en ese instante solo debo de concentrarme en lo que tengo frente a mi.

—¡Uhg!—Jadeo tan bruscamente cómo el aleteo en su corazón nervioso.

¡É-Él tiene su dedo índice presionado suavemente, sobre ese pequeño punto. Provocado tensión en todos mis músculos, nervioso de lo que vendrá acontinuación.

Lo peor es que soy consciente de las contracciones en mi trasero, sumamente vergonzoso el hacerle saber al Doberman desvergonzado que estoy emocionado por lo que seguía, luego de que afloje lo suficiente ese "lugar"

—Relaja tu cuerpo, por favor.—Pidió suavemente con su voz ansiosa.—No voy a lastimarte—Prometió.

—¡Cómo si eso fuera tan fácil con esa tercera pierna que cargas contigo!—Vociferó con su rostro todo enrojecido, evadiendo la mirada socarrona de Dean.—¿Pagas impuestos?—Ah, maldición.

Luther cubrió su humeante rostro con timidez, el cual podría explotar como un tomate en cualquier momento. El estar lúcido provocaba una severa vergüenza al mirarse así, con sus piernas abiertas y Dean mirado absolutamente todo lo que no podía ser visto anteriormente.

—Lo tomaré como un complido.—Sus ojos brillaron con picardía—Tendré que relajar todo de ti a base de inmensas caricias, caricias que dejarán tú mente completamente en blanco.

Dean arrastró sutilmente sus labios sobre la piel del menor, desde la pelvis hacia arriba, deteniéndose enmedio del pecho de Luther. Decidiendo que fresa probará primero y que dulce sabor obtendrá al succionar los pezones del alfa ojos celeste.

—¡Aah!

Sus primer dedo húmedo acausa del lubricante se fue deslizado por los blandos pliegues del estrechó "trasero" al principio se sintió incómodo, pero en ese instante sus labios chupando mis pezones me dejó sin respiración.

"¿Por qué puede provocar tanta excitación algo tan simple como lamer mis pezones?" Me pregunté desorientado, eso era tan estimulante que mis piernas flaquean, permitiendo la invasión de un segundo dedo.

Acto seguido sentí la excitante incrustación de sus dientes en mi piel, él había mordido mi pecho dejado enmedio el pezón. ¡Este bastador se tomó muy en serio el apodo de doberman.

—¡Uhg!

Quería decirle algo [reclamarle] sin embargo, el movimiento de tijera en mi interior y una de sus manos frotado mi miembro, no me permitía decir nada.

Era humillante que un movimiento así de simple me haga jadear y encorva los dos de mis pies como los de las manos, tirado de ese cabello azabache.

—Si sigues apretado de esa manera terminarás rompiendo mis dedos.—Comunicó, con una sonrisa orgullosa de lo que está logrando aunque, también irritado porque quería que Luther, rompería otra cosa. Su tercera pierna por ejemplo.

Su interior se encuentra tan caliente que mis dedos parecen estár tacado las llamas de un feroz fuego, tan estrechó que apenas puedo moverme y eso que ya tengo cuatro dedos en ese tibio lugar, pero sigue siendo demasiado estrechó no voy a poder entrar si no dilató bien su delicioso trasero.

—Ya dejá de jugar con mi...¡Mnhg~!—¡¿Qué fue eso?!

La espalda de Luther se convirtió en un arco y su mirada celeste tan radiante, se torno como el cielo despejado cuando los dedos de Dean embiste sucesivamente su descontrolado interior.

‹Tengo miedo, miedo de que mi cuerpo se vuelva más extraño de lo que ya se encuentra, por el toqueteo en mi interior, ¿me estuve perdiendo de esté placer?...¡por el amor al cielo que estoy pensando! Mis pensamientos no pueden ser controlados al igual que no puedo controlar los espamos en ese lugar que se contrae con fuerza, succionando los dedos largos y gruesos de Dean.›

—¿Puedo ponerlo?

Preguntó Dean, pero, más que una pregunta fue una súplica y Luther fue rápido en darse cuenta, sobre todo al ver esa mirada grisáceo dilatada y desesperada al mismos tiempo.

—Solo hazlo y deja de preguntar.—Expresó con sus manos en el pecho de Dean, amansando con firmeza y perversión esos pectorales.

Dean solo sonrió levemente al ver la expresión de satisfacción de Luther, al hacer algo como eso, más cuando vió su mirada brillante pervertida. Presentía que en cualquier momento la nariz del alfa menor tendría alguna hemorragia nasal. Sin embargo, Dean aprovechó ese instante de relajación en Luther. Excavando con su taladro esa estrecha cueva.

—Súcubo.—Susurró Dean sobre el oído de Luther, electrocutado todo del joven alfa bajo de él.

—¡Nhg...Ugh!—¡Lo escuché, estoy seguro que escuché un ruido provenir de ahí abajo! También sentí en la manera que las suaves paredes se van expandiendo para adaptarse al grosor de esa cosa anormal.

Fue tan repentina esa invasión, deslizándose por las estrechas paredes de su interior que las uñas de Luther, arañaron la grandiosa "personalidad" de Dean.

Ahora también tendría la marca de sus uñas del alfa menor en su cuerpo y no solo mordidas. ¿Se las tatuara también? No sería una sorpresa en alguien tan loco como Dean.

—¡D-Duele joder!—Ni si quería puedo hablar bien por la presión en mi estómago y el dolor se expande por todo mi cuerpo. Estaba consciente que sería complicando, pero, no tanto al punto en que hasta respirar se me dificultariá.

Dean no comprendía que era o que significaba la repentina incomodidad en su pecho, eso es debido a las lágrimas de Luther deslizándose por las esquinas de sus ya enrojecidos ojos celestes.

—Vamos a detenernos.—Tiro sus palabras de que no se detendría así Luther, le suplicará que se detuviera.—Lo siento.—Con las yemas de sus dedos limpió limpió gentilmente esas lágrimas en el rostro de Luther, sintiéndose pésimo por hacerlo llorar cuando prometió no hacerlo.

Si sus subordinados y familia lo escucharán pedir disculpas con la mirada que lo hace en estos momentos, [algo que nunca ha hecho en su vida] todos ellos se irían de espalda o terminaría ahogados con su propia saliva por la conmoción.

—No.—No voy a echarme para atrás y mucho menos perder la única oportunidad de disfrutar mi primera vez, con este magnífico hombre.—Ya metiste la mitad y quieres solo salir después de hacerme llorar.—Lo fulminó con la mirada.—Eso no es muy amable de tu parte.—Sigue apretado lascivamente el pecho de Dean.

—Solo ha sido la punta.

—Vez, ya fue la mitad...espera, ¡¿Qué?!—Su tes se volvió más pálida de lo que ya es.—¿Estás bromeando, verdad?—Sonríe rígido al mismo tiempo que trata de mirar hacía abajo.

Sus ojos celeste se agradaron cómo platos al comprar las palabras de Dean, no mentía cuándo dijo que solo había sido la punta.

—Es mejor qué...

—Ya dije que no.—Trago grueso.—Vamos.—Envuelve sus manos en el cuello de Dean.—Lleguemos al final.—Empujo sus caderas hacia adelanté, sintiendo la inmensa serpiente deslizándose nuevamente en su interior.

Sigue siendo complicado el tomarlo todo por completo, entre más va deslizándose en mi interior más apretado se va sintiendo mi estómago.

—¡Aahh~!

Dean tembló al escuchar el gemido de Luther, sobre su oído y sobre todo el aliento caliente invadiendo sus tímpanos, agitado no solo su corazón también la dura erección que sigue a mitad del camino de ese estrecho "túnel"

—Dean...

—¿S-Sí?

Mi muerto corazón se enloquece al escuchar a Luther, llamarme de esa manera. Es la única persona que puede hablarme todo irrespetuoso y en vez de enojarme me estremece.

—Besame.—Pidió con sus mejillas todas sonrojadas.—Besame mientras empujas tus caderas de una sola estocada.

—¿Seguro?—Besa cariñosamente los ojos de Luther.

—No...pero, si eres tú, estaré bien.

No debería confiar en este hombre del cual no sé casi nada, sin embargo mis instintos me dicen que él es la única persona que nunca me haría daño. ¿Por qué me transmite eso cuando veo sus ojos? Es extraño.

—¿Puedo confiar en ti?—Poso su frente sobre la Dean.—En verdad puedo hacerlo?

—Sí.—Aprovechó que la nariz de Luther estaba tan cerca para darle un tierno beso.—Si traicionó tú confianza yo mismo te daré el cuchillo, o el arma para que atravieses mi corazón.

Luther se contrajo al escuchar esa sería y muy escalofriante declaración, lo peor o bueno es que Dean se enteró porque su miembro fue apretado con fuerza.

—Deja de hablar de una manera tan espeluznante.—Cerro la boca de Dean, con sus sedientos labios.

Luther hizo ese movimiento porque presentía que si Dean, seguía hablando de esa manera su corazón es el que terminaría siendo atravesado por una flecha.

Acto seguido, Dean trazo con sus caricias varios caminos en el cuerpo del alfa menor. Logrando relajar cada tenso músculo del contrario, midiendo el momento adecuado para mover sus caderas y con una estocada entró completamente en Luther.

—¡Ngh~!—Sus ojos cerrados solo se fruncieron al igual que su frente, en el momento en que sintió la estocada y la pelvis de Dean, haciendo contacto con su cuerpo. Eso más el dolor le hizo saber que el alfa de cabellos azabaches, se encontraba completamente dentro de él.

Podía sentir el grosor, las palpitaciones, como si lo estuviera tocado con mis mano y no con mi interior. Lo caliente proviniendo de su miembro raspando gentilmente mi interior me estremeció.

Era como si la lava de un volcán había sido ingresada quemado mis entrañas en vez de su miembro. Los más ridículo que con el pasar de los segundos, se va sintiendo bien y eso que Dean no se a moviendo desde que entró.

Él sigue ultrajado mi lengua con la suya, relajado todo de mí con sus caricias, quiere que me sienta bien cuándo empiece a moverse...la verdad nunca imaginé que mi prima vez sería así de emocionante, estimulante, dolorosa [pero no al punto de sentirme a morir] y mucho menos que sería el de abajo. Fui muy iluso tener tales pensamientos...

—¡Aaah!

Luther todo su cabeza hacia atrás mientras su cuerpo tenía varios espamos, solo una embestida causó que la mente de Luther viera las estrellas.

—Tan caliente.—Expresó Dean, mientras se acostaba de lado detrás de Luther. Sosteniendo la sexy pierna del contrario a la vez que sigue embistiendo al alfa ojos celeste.—No aprietes tan fuerte que no puedo moverme con libertad.—Mordió y luego lamió el hombro izquierdo del joven alfa.

¿Qué es está adrenalina recorriendo por todo mi cuerpo sin necesidad de estar en una situación peligrosa? Su interior se encuentra tan caliente, suave. Es simplemente un locura la epifanía de estimulación que estoy sintiendo con solo explorar su interior.

Esto es mucho más peligroso que una guerrera entre organizaciones e inclusive que las drogas mismas, puedo entrar en la locura con solo sentir sus suaves paredes contrayendosé de placer, o escuchar esos lascivos gemidos que trata de evitar que salgan de su jadeante y muy dulce boca.

—Ngh~—El dolor se fue adormecido y solo fue quedando esa sensación placentera, ese placer dulce como si el algodón de azúcar se derritiera en tu boca.—¡Aaah!—Apoya su cabeza en el hombro de Dean, disfrutando de los besos y caricias lascivas del alfa ojos grisáceos.

No se en qué momento llegué a la posición en la que me encuentro, [mi espalda contra sus sensuales pectorales] puedo sentir como sus dedos se van hundiendo en mi piel por la fuerza en su agarré al tener levanta mi pierna.

Sin embargo, no sé cómo lo hace, pero no duele para nada tal agarré en mis muslos, o simplemente estoy siendo tan estimulado al punto de que no puedo sentir nada a excepción de sus firmes y poderosas embestidas excavando mas profundo en mi interior.

—¡Mngh~!

Luther se asustó por la repentina descargar eléctrica, una electricidad provocada por el miembro de Dean, frotando ese punto dulce que se encuentra algo profundo.

—Encontré tu lugar favorito.—Sonrió malvado mientras su mirada se volvía mucho más oscura y brillante.

‹Escuchar su desvergonzada voz solo provocó estremecimiento en mí, no tenía que mirarlo para saber lo que está pensado, o a punto de hacer. Ya ni siquiera puedo pensar bien, mi mente se va volviendo blanca entre más estimula mi próstata y su otra mano frota mi miembro el cuel ya está dejando salir ese líquido.

—Uhg~—¿Cuánto más profundo piensa ir? Si me tocó el estómago puedo sentir su miembro subir más arriba, es aterrador. Tan aterrador que en cualquier momento lo sentiré en mi garganta, ¡pero maldición que bien se siente!

—¿Te gusta?—Preguntó Dean al oído de Luther, mordiendo y lamiendo el lóbulo de su oreja.

—Sí...se siente tan bien.—Fue sincero.—¡Ni te atreves a dejar de mover tus caderas!—Advirtió.

Su sinceridad tomo por sorpresa a Dean, el alfa mayor creía que Luther se podrían altanero o desafiante, sin embargo fue todo lo contrario. Tomando la iniciativa de darse la vuelta y subir arriba de Dean.

—Me gusta más está posición.

Declaró con arrogancia, con esa voz de alfa dominate a pesar, de que se encuentra cabalgando arriba de Dean, con esa mirada celeste completamente perdida en placer.

—De está manera pareciera que soy yo, quién te está embistiendo.—Mordió sus labios todo coqueto y lascivo al mismo tiempo.

Dean escuchó una escalofriante explosion provenir de su corazón, había muerto por un segundo quizás tras escuchar las declaraciones del más joven. Hipnotizado por lo caliente y tan malditamente sensual que se veía Luther, arriba de él. Moviendo sus obscenas caderas mientras el cálido y hambriento agujero del joven alfa, succionaba su miembro.

—¿Qué se siente estar abajo de mí?—Sonrió.

—Muevete un poco más para poder responder.—Su voz y lado dominate es tan malditamente caliente, es la primera vez en mi vida que quiero seguir siendo dominado.—Dejame ayudarte...

—Quieto.—Impidió que Dean tocará su trasero, llevando sus manos arriba de la cabeza.

Ahí las apreso con fuerza, eso torturó a un salvaje Dean. Él quería dejar la marca de sus dedos en los redondos y muy sexys glúteos de Luther.

—Súcubo.—Suplicó.

El grisáceo de sus ojos se volvió negro y brillante como la noche de una aromática primavera, y en menos de un segundo hubo en destello de locura en él, en esa peligrosa mirada.

Con ello también vino el descontrol de sus feromonas cubriendo por completo el cuerpo sensual y muy erótico de Luther.

—¡Lut!

—¡Aah!

Su cuerpo convulsionó al instante en que los labios de Dean apresaron los de Luther y, sus manos hicieron lo que quisieron con esos rosados pezones, al igual que su miembro taladró repetidamente su punto dulce...habían llegado al climax y con eso tocado el cielo, así mismo como lo hizo Dean.

Ya que, es lo que le hacía saber Dean al joven alfa, con su respiración jadeante y sus caderas sin moverse mientras sus manos dejan los pezones de Luther para ir a las sensuales cadenas. Dean masajeó lascivamente esa tierna piel.

—Dean...—Sus miradas se encuentra, en ese celeste se vía una pequeña pero muy evidente felicidad. Habia disfrutado mucho de este momento.—Eso se sintió muy bien...

—¿Súcubo?—Me preocupe cuando su rostro cayó sobre mi pecho.—¿Lut?...¿Te desmayaste?—No sabía cómo sentirse al respecto, sin embargo la sonrisa incrédula en su rostro decía mucho.—¿Fue tanta emoción?—Beso dulcemente la frente del menor.

Sí, en definitivamente había sido demasiado estímulo para Luther, la segunda llegada al climax fue mucho más extasiante. Cuando Luther dijo que había tocado el cielo fue una expresión literal.

—Te salvaste solo por está vez.—Sale del interior del joven alfa, tira el preservativo al suelo luego de amarrarlo.—¿Cómo puedes ser tan confiando y creer que no te tocaré?—Bajo de la cama y luego levantó a Luther en sus brazos.

Tenía pensado limpiar el cuerpo de Luther, no podía dejarlo cubierto de sudor o ese aroma a sus feromonas mezclado con seme.

—No puedo traicionar tú confianza y tampoco soy un animal como para tocar a alguien que se encuentra e inconciente.—Frota su rostro en las mejillas de Luther.—La próxima vez no te desmayes, no hasta que lo hayamos hecho tantas veces que a penas podamos respirar del agotamiento.

Dicho eso, Dean fue a la ducha dejado suavemente a Luther en el jacuzzi lleno de agua tibia. Agregó unas gotitas de aceite esencial con olor a lavanda, de esa manera el cuerpo de Luther no se sentiría tan tenso e incómodo cuando se despierte.

Mientras Dean limpia con delicadeza y mucho respeto el cuerpo de Luther, Diell estaba en grandes aprietos al enterarse que la dirección no era la que le habían enviado. Muy tarde, el doberman desvergonzado ya se había comido al preciado tesoro de la familia Astier, y el doberman desvergonzado quedó fascinado con el sabor.

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