8. No Soy El Enemigo
Draco comía silenciosamente, pasando el desayuno con dificultad y de eso se dio cuenta Hermione, que casi le pasaba lo mismo, asi que comenzó a jalar todo lo que encontró en su mesa incluyendo una jarra de zumo. Se levanto y se dirigió a donde el chico desayunaba.
-¡Vámonos de aquí! - le dijo y el rubio ni tardo ni perezoso, la siguió de inmediato, ante la mirada de los demás, pero Líam no se aguantó las ganas y se puso de pié.
-¡Eh aquí mi humillación! - gruñó alto para que todos lo escuchen - ¡Fui cambiado por el ahora retrasado príncipe de los Slytherin!
-¡Oooooooooooooh! se escuchó un murmullo general, y por un momento a Hermione se le hacía interminable el pasillo para salir.
-¿Pueden creerlo que esa preciosa chica? - señalando a Hermione, quien por fin se detuvo, nerviosa y todos voltearon a verla - ¡Esa maravillosa chica me haya cambiando por alguien que no vale la pena!
-¡Guarda silencio Líam! - se quejó Hermione
-¡YO NO PUEDO CREER QUE ELLA ME HAYA CAMBIADO POR EL PERSONAJE MAS FUNESTO, ODIOSO Y CRETINO QUE HAY EN EL COLEGIO ... QUE ES DRACO MALFOY!
-¡Cállate Líam, que él no recuerda nada! - protestó Hermione
-¡No me hables traidora! ¿De qué sirve tanta inteligencia si terminarás con lo peor de lo peor?
-¡Salgamos de aqui! - dijo Hermione temblando de ira, jalando a Draco, quien comenzaba a enfurecerse, una cosa era que lo insultara a él, pero no a ella... NO A ELLA...
Hermione salió huyendo del comedor y no paró hasta llegar a orillas del lago en donde se sento, derrumbada.
-Lo siento - dijo Draco - creo que mi presencia te esta causando problemas...
-No hay problema...
-Hermione ... pero yo te quiero - la abrazó con fuerza - en verdad te quiero y si te hice todas esas cosas horribles, por favor, perdóname...
-¡Oh, Draco! - Hermione se abrazó a él llorando - en verdad, todo lo que le había dicho Líam la había lastimado
-¿Por qué no pueden aceptar que me quieras? - gruñó Draco - ¿Y que yo pueda cambiar? ¡Ya no soy el mismo, soy otro y te quiero mi niña bonita!
-Para estar juntos - sorbió Hermione su nariz - tendremos que sortear muchos obstáculos y...
-¿Y?
-¿Y cuando recuperes la memoria?
-Espero no hacerlo nunca... y si eso pasa... espero que...siga recordando este amor que siento por ti - le dijo Draco dándole un suave beso en los labios - ¿ya te dije que te amo? - sonrió dulcemente
-No desde hace un segundo...
-¡Te amo, te amo, te amo!
Definitivamente Hermione estaba decidida, ya nada le importaría, ni siquiera si Ron o Harry hacían gestos cuando la veían, seria muy amable y cariñosa con Draco, asi que el distanciamiento se daba poco a poco.
Pero esos no eran todos los problemas que ellos debían sortear en esos momentos, Draco tampoco la tenía fácil, sobre todo con el comienzo del Torneo de quidditch.
-¡Ese Malfoy! - dijo Líam en una clase - Mañana juega Ravenclaw y Slytherin... ¿Y sabes una cosa? Será mejor que no te presentes, porque voy a romperte el cuello...
Los murmullos no se hicieron esperar, Draco en ese momento no podía recordar como se jugaba o como debía actuar... y mas siento el capitán del equipo, o al menos hasta ese momento.
-¡Me olvidaba del juego! - gruñó Pansy - ¡Draco ya no puedes seguir siendo el capitàn! - le gritó
-¿No? - alcanzò a preguntar el rubio tímidamente, y esa actitud le reventaba el hígado a Pansy.
-¡Claro que no, porque ahora eres patético e inutil!
-¡No soy un inutil! - gruñó Draco ofendido - Y voy a jugar...
-Jajajaja - soltó Pansy una risotada - ¡De por si tus reflejos son pésimos amorcito y si no es porque nos la pasamos haciendo trampa en todo el juego, no ganamos porque no atrapas ni las moscas!
-¡Bueno, ya atrapó a una mosquita muerta! - gruñó Millicent al fondo
-¡Hermione Granger! - gritaron los Slytherin y soltaron mas risotadas.
-¡Basta! - se puso de pié Draco con violencia y sentia que su corazón le estallaría - ¡No vuelvan a insultar a mi novia delante de mí!
-¡UY... tu novia! - espetó Pansy - ¡Como te llenas la boca para decirlo, no eres más que un pelele idiota!
-¡Insúltame todo lo que quieras Pansy, no me importa! - bufó Draco enrojecido - ¡Pero a Hermione la dejas en paz!
-¡Bien, bien!
-¡Y por el otro lado, si yo soy el capitán del equipo de quidditch, pues juego! ¿Cómo la vez?
-¡Ja! te apuesto a que no recuerdas ni como jugar ¿Qué vas hacer, eh? ¿qué vas a buscar?
-¡Un momento! - intervino Millicent - si todos nos ponemos de acuerdo, destituimos a Draco del equipo por incompetente ¿Qué te parece Pansy?
Pansy lo pensó un momento, en esos momentos y por la manera en como Draco defendia a Hermione, la sola idea de que Líam, con el coraje que le tenia, lo tirara de la escoba, le parecía perfecto.
-Seré buena - sonrió la chica y le dio un codazo a Millicent - Jugarás contra Ravenclaw... pero... si por algún motivo, razón o circunstancias, fallas, te sales del equipo... o de lo contrario, no nos querrás como enemigos...
-Ustedes ya son mis enemigos - gruñó Draco, tomando sus libros y saliendo del salón, pues ya la clase había terminado. Y directamente tomó rumbo a la biblioteca, en donde se encerraba a estudiar con Hermione, pero en el camino le esperaban mas sorpresitas.
-¡Malfoy! - le salió Harry al paso.
-¿Qué pasa ahora?
-Por tu bien y el de Hermione, te exigo que la dejes en páz...
-¿Qué?
-Escúchame bien Malfoy, ella es mi mejor amiga, la quiero mucho y por nada del mundo quiero que sufra... y tú la vas hacer sufrir...
-Eso no es cierto...
-¿Y cuando recuperes la memoria? ¿Qué pasará si de un día a otro recuerdas que eres un sangre limpia y que odias a las personas como Hermione, como Ron o como yo?
-¡Dejame en paz, Potter! - dijo el rubio entre dientes, sintiendo como su corazón latía a mil por hora - ¿Qué no pueden entender que la amo?
-La amas sin memoria... cuando la tengas... no quiero ni pensar en todo lo que sufrirá Hermione, quien se está buscando muchos enemigos por tu culpa.
Draco ya no quiso seguir escuchando a Harry, se apartó con violencia, y dirigió sus pasos a la biblioteca, pasando de largo a donde Hermione estaba sentada, hasta una estantería de libros al fondo.
De inmediato, la castaña supo que algo le había pasado y fue a buscarlo, ante la mirada de la señora Prince, que ya había escuchado ciertos rumores, sobre cierto romance y sobre todo, que Malfoy pasará mucho tiempo en la biblioteca.
-¡Draco! - le llamó Hermione y el rubio estaba apoyado frente a los libros, respirando, tratando de calmarse.
-Estoy bien - alcanzó a decir.
-¿Qué te paso mi amor? ¡estás muy pálido!
-Es mi tono natural - trató de bromear, parpadeando varias veces para no llorar de coraje.
-¿Qué te hicieron mi niño? - le acarció Hermione el rostro con infinita ternura.
-No te preocupes chiquita, estoy bien ya me pasará, creo que es parte de lo que era antes... lleno de problemas.
-Bueno, eso se arregla fácil ...
-¿Cómo?
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