París no sabia que demonios hacia ahí… de pie frente al palacio de Kirana, estaba harto de estar dentro de su castillo, todo le molestaba, todo le ahogaba y todo le fastidiaba… quería gritar, quería romper cosas… quería matar…

-¿París? - Gruñó Kirana apareciendo frente a él

-Dame una actividad o me volveré loco, Kirana…

-¿Darte trabajo? - Bufó - A la muerte no le gustará - ¿Por qué no le pediste que te diera algo que hacer?

-No quiero - se alzó de hombros haciendo un gesto aniñado y berrinchudo que saco de control a Kirana por un momento

-¿Estás molesto con tu madre por algo Paris?

-Eso creo…

Se volvió a todos lados, cuando vio que los guardias comenzaron a salir del castillo y Kirana lanzó una blasfemia haciendo que todo retumbara.

-¿Qué sucede?

-¡Tu tienes la culpa!

-¿Yo?

-¡Tu le diste ese hechizo a esa bruja llamada Pansy Parkinson, así que por eso "ella" vino a dar aquí!

Luego le abres la puerta a ese mortal… el cual es un regalo de los dioses… ¡Y ahora él fue a rescatar un alma de no sé quien y al parecer mi criada se largó del castillo! ¡Pero los guardias se encargarán de desaparecerla!

-Oh…

-¡Mi reino es un desastre por tu culpa!

París hizo un gesto ¿Tenia que echarlo todo a perder?

-Ya basta Kirana - Apareció Aryth - Paris no está para que lo regañes

-¡Pues merece un jalón de orejas! ¡El hecho de que su madre sea la muerte no quiere decir que voy a tolerar sus…!

-Ya fue castigado - Suspiró Aryth - Contrólate - ¿Qué pasa Paris? - ¿Por qué estás aquí?

-Solo quería hacer algo que me distrajera…

-¿Quieres destruir almas malditas?

-Si…

-Vamos pues, les quitaremos un poco de trabajo a los destructores de almas malditas…

Kirana hizo un gesto y se volvió a los guardias de la puerta, diciéndoles  que todos fueran en pos de Hermione y la mataran de inmediato… en tanto que Aryth le contaba todo a París %mientras se encontraban en un remolino oscuro de almas maldecidas, que gritaban y se retorcían de dolor.

-¿Y la ayudaste a salir del castillo?

-No fue casi nada… los guardias no duran mucho tiempo congelados cuando un alma se escapa… ha pasado solo dos veces, este es la segunda…

-Pero no te veo optimista…

-Hiciste lo que pudiste, yo también… Pero lo demás depende de ellos, la verdad, me quedan mis dudas, no veo el futuro y no se que pasará, porque con Noor…

-Esta mas protegido…

-Y Draco Malfoy no iba a pasar de todos modos… iba a quedar quemado al intentar atravesar la barrera protectora… necesitaba a Hermione…

-Yo tuve la culpa - suspiró París apareciendo su guadaña… - Al parecer yo aporte el hechizo… ahora mi madre me los ha quitado todos…  aunque ya para que… finalmente no volveré con los humanos…

-Pero lo eres… tienes la mitad de tu ser así… no estarías completo en un mundo como este… tu debes, estar en el universo de los seres humanos.

-Es demasiado tarde para mí… solo espero que no sea muy tarde para Draco y Hermione… y su pequeña…

Volviendo al castillo de las almas eternas de Noor…

Draco esperaba impaciente tras la barrera protectora, su corazón se desbocaba pensando si Hermione tendría suerte y podría rescatar a Hope de ese sitio.

Hermione encontró unas escaleras, que bailoteaban y abajo se escuchaban risas de niños, algunos lloraban y parecía percibir la voz de Hope que le llamaba, ella se tomó fuertemente de los barrotes y comenzó a bajar, mirando un vacío abajo de los escalones, y dio gracias cuando tocó el piso de nuevo...

Aquello eran como mazmorras, la primera área, era de niños alegres, jugando, gritando, como en cámara lenta, eran felices, eran los niños que ya no habían nacido y se preparaban para regresar al paraíso y esperar la reencarnación...

Inocencia al final y al cabo, iban a un mundo mejor…

En el segundo pasillo, eran los llantos y las tristezas, era donde Hope estaba, permanecía sentadita en el piso, junto a los barrotes, con la cara sucia y el vestido amarillo muy deteriorado, cual si fuera una pordiosera.

-¡Hope! - gimió Hermione

-¡Mami! - chilló la pequeña y quiso alcanzarla, pero alejó las manos de los barrotes, pues no podía tocarlos...

-¿Estás bien? - Murmuró Hermione turbada por la actitud ¿Acaso la niña estaba tan sentida con ella que no la quería tocar?

-¿Es tu madre? - chillaron los otros niños asombrados - ¡la madre de Hope está aquí! ¡Pero es un alma!

-¡Mami, sácame de aquí... yo quiero nacer! - Gimió con desespero

-¡Claro que te sacaré! - y al tocar los barrotes se dio cuenta que parecían fuego incandescente, le provocó una sensación desagradable - ¡Oh! - y entonces entendió porque Hope no había querido ni sacar las manitas fuera de la celda.

-¡Quema! - lloró la pequeña

-Es quemante - dijo un chiquillo - aún siendo un alma como nosotros... esto nos quema…

-¡Soy más fuerte que esto! - dijo Hermione determinante - y no me importa que me pase... Hope, estarás con tu padre... - y miro los barrotes, a simple vista, no parecían peligrosos… finalmente, no tenían llave ni nada, solo era cuestión de abrir la reja…

-¿Qué vas hacer mamita? - preguntó la niña asustada

Hermione miró los barrotes, era un alma, es cierto, pero un alma, siente, y sufre... ella lo sufriría, pero era su hija... así que haciendo acopio de valor y crudeza... metió las manos entre los barrotes, soportando el dolor, el intenso dolor… comenzó a separar las rejas.

De inmediato, aquello azufroso comenzó a quemarle… pero ella logró abrir la reja solo una porción, era demasiado pesada, tuvo que pegar su espalda para abrirle paso a la pequeña y evitar que se quemará … a ella no podía pasarle nada…

-¡No mamita! - chilló Hope, al ver las manos de Hermione, que se comenzaban a quemar lentamente, y su espalda también, porque con ello trataba de mantener la pesada reja abierta.

-¡Toma mis manos Hope! ¡Nada te pasará! ¡Vamos, o no podrás salir!

Hope tomó las manos lastimadas de Hermione y ésta la jaló hacia fuera, atravesando los barrotes, la castaña no tuvo tiempo de pensar en el dolor, ni en lo quemadas que estaban sus brazos, sus manos o su espalda, ella cargó a Hope en brazos y comenzó a correr... justo cuando sonó una alarma...

Hope parecía hacerse muy pesada para Hermione, quien subió las escaleras como pudo, y atravesando el castillo, el dolor de sus manos era insoportable, hasta que no pudo mas y cayó al piso, llorando del dolor… la espalda le escocía terriblemente, lentamente se ardía más y más, provocándole un infierno.

-¡Mami! - gimió Hope

-¡Tengo que sacarte de aquí! - dijo y Hope le tomó una lágrima en sus deditos y la guardó de inmediato en su cajita de cristal que no abandonaba.

-¡Las hadas! - gimió Hope, cuando Hermione alzó la vista, miles de Hadas estaban sobre ella, apuntando con sus lanzas,.

Hermione, instintivamente, la abrazó y la cubrió justo cuando ellas lanzaron miles de flechas mágicas, a pesar de el pequeño escudo mágico que se formara sobre ella, no la protegió del todo y muchas flechas se impactaron en su espalda.

Aquello fue espantoso, sobre la espalda quemada se clavaban miles de alfileres que la mareaban y que hacían que sintiera mucha pena, mucho sufrimiento…

-¡Oh! - chilló Hermione, sin permitir que alguna lastimara
a Hope

-¡Ya basta! - gemía la pequeña bajo la sombra protectora de Hermione - ¡Dejen en paz a mi mamita, hadas malas, todas son unas hadas malas!

Cuando las hadas cesaron su ataque, Hermione no esperó otro, levantó a Hope y se la llevó cargando de nuevo, corriendo, aunque sus piernas se desfallecían, atrás seguían las hadas su ataque, rasgando sus vestidos, lastimándola, pero ella no soltaba a la pequeña, hasta llegar a la barrera protectora.

Draco se alegró de verlas, estaba desesperado porque no sabía si tardaría, sabía que no era tarea fácil, pero él no podía hacer nada por ayudarla... Hermione al ver la barrera, supo que debía ser rápida o ambas quedarían atrapadas, así que prácticamente, brincó sobre ella, atravesándola con Hope.

-¡Lo hiciste! - sonrió Draco, pero se disipó la curvatura de sus labios, cuando le vio los brazos quemados - ¡mi amor!

-Hope es libre - alcanzó a decir Hermione mientras se miraba las horribles quemaduras de sus brazos - ella es libre... Tienes que saber que ella... ella es...

-¿Qué pasa? - miró Draco a ambas, pero Hope ya no podía decir nada, solo Hermione.

-¡Ella es...!

No lo dijo... porque de pronto, una luz brillante se impactó contra ella, eran los guardias del castillo de Lady Kirana que le habían dado alcance, los guardias alados con sus espadas, apuntando a ella, para destruirla.

-¡No... ! - gritó Draco, pero no podía impedirlo - ¡Hermione!

-¡Draco! - chilló la chica, sintiendo como el rayo, la envolvía en su poderosa fuerza

-¡Te amo Hermione! - gritó Draco alzando una mano, Hermione hizo lo mismo y sus dedos apenas y se rozaron.

-¡Yo también te amo! - chilló el alma de Hermione y gritó justo cuando el rayo la envolvió...desapareciéndola

-¡Hermione! - Draco cayó de rodillas al piso, llorando con desesperación... había sucedido lo que Lady Kirana le había dicho, que pocos lo habían intentado y ninguno logrado.

Bien… pues él era uno de esos que no lo habían logrado…

Hubo un silencio espectral…

Hope permanecía de pie, mirándolo sufrir…

-Terminó - dijo Aryth a París

-¿Ya estuvo?

-Si…

-¡Oh! - De repente apareció en el cielo, un carruaje tétrico, era la recogedora de almas que se detuvo en medio del remolino oscuro, tiro algunas esferas y luego se volvió hacia París

-"Tu madre te envía un mensaje, que te presentes de inmediato en el castillo, desea hablar contigo ahora"

-Creo que esta molesta…

-¿Si? ¡Qué raro!

-Mejor no le des más motivos para que te mande con Hades… a no ser que quieras escuchar lamentos todo el tiempo… créeme, yo estuve un tiempo ahí…

-Si, mejor me voy… a ver que tiene que decirme