Luna sonrió…

Tocó su intimidad e hizo un gesto de dolor y alzó la mano… unas gotas de sangre… miró largamente sus dedos y trató de incorporarse, hizo un gesto ¡Nadie le había dicho que le costaría trabajo ponerse en pie! ¿Exageraba? O quizá era porque Paris estaba tan bien proporcionado que pese al cuidado había quedado lastimada.

Limpió sus dedos y sonrió de nuevo… se ruborizó al recordarlo desnudo y hundió su cabeza entre sus piernas temblorosas ¡París era tan bello y sensual! Y ese cuerpo había sido de ella… a cambio de ese sacrificio, le había entregado su pureza…

Y no había sido al París bueno, al castaño, al que le sonreía dulcemente y la cuidaba con recelo… había sido al Paris malo, al de los ojos y pelo oscuros, sonrisa retorcida y que le decía lunática… al que decía tenerle lástima…

-Mío - Murmuró mirando a la puerta - Aunque sea por esta vez

Vaciló al ponerse en pie, las piernas aún le temblaban, se vistió y salió, fue directamente a la habitación, donde se ducho largamente, mientras recordaba cada paso y cada minuto de lo que le había pasado… ya no era más una niña… era una mujer…

Claro, sería una mujer muy triste, el ciclo escolar se terminaba a unas pocas semanas, Ginny aún tenía secuelas de lo que le había pasado, Draco seguía en el inframundo buscando el alma de su amada esposa, y ella… se convertía en mujer y se iba a casa… para estar de nuevo en medio de la soledad… sin sus amigos, sin París y sin nada.

Sobre todo sin París, porque en ese momento…

-¡Al diablo la escuela! - salió del colegio furioso, molesto, arrepentido, dolido, y con la conciencia intranquila.

Sacó su varita, la agitó un par de veces y se convirtió en guadaña…

-Me largo a casa - gruñó… el París anterior había aguantado quizás más que él, pero ahora, no había soportado el enorme placer y a la vez el enorme dolor y el enojo al hacerle el amor a Luna…

¿Qué podría tener esa niña?

De todas maneras, aunque ella se lo dijera… ¡Él jamás nada que ver con la lunática! El nada que ver con nadie… sintió un hueco en su pecho, algo muy pesado y oscuro, algo que jamás había sentido nunca y odio su parte humana… no la quería…

-"Espero no verte jamás"

Fue su último pensamiento antes de que girara con suma facilidad la enorme guadaña que portaba y abriera una brecha, se metio y de inmediato la selló… llegando al bosque de los muertos, a su casa, a su mundo…

Pero de repente, todo aquello a lo que estaba acostumbrado, se le hizo terriblemente gris y patético, la soledad que lo embargaba era infinita… odió por primera vez… su hogar definitivo.

En tanto, en el inframundo…

-Draco - sonrió Lady Kirana cuando ambos se encontraron en la estancia - te quedan tres días ¿lo sabías? - sonrió apesadumbrada, el chico tenia una cara de pocos amigos, había llorado y se notaba, había pensado mucho sobre lo que pasaría.

-¿Tres días? - preguntó extrañado y cuando sacó su pequeño reloj de arena, observó que los minutos y las horas eran muy rápidas

-¿Qué aflige a tu corazón? No es Ida...

-Quiero saber donde queda el reino de Noor...

-¿Para qué quieres saber donde queda el reino de mi hermana Noor?

-¿Es tu hermana?

-Si... Lady Noor....

-Hope fue llevada ahí, tengo que ir por ella...

-Hope no es tu asunto, es mejor que dejes las cosas así Draco... no puedes estar en dos caminos a la vez ¿me entiendes?

-Explícate...

-Tú estás aquí por Ida, no por Hope... si eliges ir en busca de Hope... olvídate de Ida...

Draco guardó silencio, se volvió a ver a la puerta, Hermione estaba ahí, escuchando de pié y callada, como siempre... Hermione era el amor de su vida, su luz, su máxima ilusión... pero había algo... algo en Hope... algo que...

Algo que le decía que si debía elegir... si debía elegir dolorosamente... de una causa perdida que era Hermione... a una luz en el camino que era el nacimiento de Hope, y que sus padres le esperaban en el mundo real... entonces...

Si la perdería para siempre, lo más seguro es que él mismo no regresará y pidiera a Kirana que le quitará el alma, le pediría que le quitara los sentimientos y los recuerdos… porque sin Hermione, la vida, no era vida.

-Te amo Hermione - carraspeó Draco a la chica - siempre serás el amor de mi vida y... algún día estaremos juntos, pero... tu no crees en mí y no confías en mi... Hope... a ella le espera una vida maravillosa y tendrá unos padres que la amarán... y donde yo esté... me sentiré feliz...

-¿Qué? - susurró Lady Kirana asombrada - ¿Qué clase de sacrificio era ese?

-Lo siento Hermione... te amo... - se volvió hacia Lady Kirana, las lágrimas se resbalaban incesantemente - Lady Kirana... iré por Hope...

Hermione alzó la vista y pudo sentir como el corazón de Draco se estaba despedazando por dentro.

Lady Kirana por primera vez mostró un rostro adusto y con algo de coraje por lo que estaba sucediendo.

-¿Cómo llego al Reino de Noor?

-Draco, escucha...

-¡He tomado una decisión! - dijo con el alma destrozada, y ellas podían percibirla a través de sus lágrimas, cada vez que una tocaba el piso, éste se volvía gelatinoso y todo el lugar parecía temblar y las paredes parecían llorar... afuera, un fuerte vientecillo aullaba tristemente y las rosas... las rosas se deshojaban... ellas también lloraban y morían de tristeza...

-Está bien - dijo Lady Kirana - te diré a donde queda el Reino de Noor... y que la buenaventura te proteja mi niño...

-Solo una cosa más - susurró Draco

-Decidme…

-Si muero… por favor, quítame todos los recuerdos, no deseo saber nada… no quiero estar en el paraíso y menos sin ella…

-Yo te puedo prometer que si mueres… procuraré en un gesto de amabilidad, poco usual en mi, que los juntaré a los dos, sea en el cielo, en el infierno o donde quiera que puedan estar juntos para siempre… te admiro Draco Malfoy

Draco recibió brevemente las instrucciones, Kirana le decía que el camino sería mucho más largo para llegar que con ella, extenuante y nada fácil, por un momento le dijo que no se suicidara tan pronto, que esperara lo que le faltaba y amablemente le quitaría su alma sin dolor para enviarlo al paraíso por el sacrificio, pero el rubio se negó y de inmediato se dio la vuelta y pasó junto a Hermione, se detuvo un momento...

"Solo quédate en silencio, 5 minutos, acaríciame un momento, ven junto a mi, te daré el ultimo beso, el más profundo, guardare mis sentimientos y me iré lejos de ti"

-Nunca olvides que te amo y eres el amor de mi vida - susurró el rubio, le dio un tierno beso en los labios secos de Hermione y salió de inmediato del castillo.

Hermione por un momento sintió como esas lágrimas que Draco había dejando en su rostro con el beso, le llenaban de una sensación agradable... levantó la vista y Lady Kirana se notaba muy molesta, entonces ella... ella quiso ir detrás de Draco, pero al intentar salir, los guardias de la entrada atravesaron sus espadas y no pudo hacerlo.

-Lo siento Ida - dijo Kirana - Draco decidió elegir a esa chiquilla, vuelve a tus labores y no te preocupes, cuando seas un ángel... podrás recordar todo y verlo a través del cielo... no te falta mucho para eso.

Hermione solo tenía esas palabras clavadas en su mente... lo que Hope le había dicho: "Tú eres mi mamá"... y si era verdad, si ella era la mamá de Hope, entonces... Draco... solo iba en busca de su hija

Y...

-¡No! - gimió Hermione cuando entendió lo que sucedía - ¡Si yo soy Hermione, entonces, entonces mi cuerpo está esperando bebé! - Draco no lo sabe...no sabe que Hope es su hija... y si no me rescata... mi cuerpo muere y Hope también...

-¡Demasiado tarde! - dijo Aryth a sus espaldas - creo que has comprendido demasiado tarde...

-¡Entonces es cierto, todo es cierto!

-Draco eligió Ida...

-¡Debo ir con él!

-¿Por qué?

-¡Porque el no podrá rescatar a Hope! ¡Tengo que hacerlo yo!

-Sabes lo que eso implica

-¡Si yo no me salvo, por lo menos ella podrá nacer!

Cruel verdad… la esperanza brillo en sus ojos y hubo una chispa de luz… muerte por vida… Aryth sonrió y  chasqueó los dedos y un débil aro de luz apareció para  protegerlos y se acercó a Hermione.

-Inexplicablemente... Kirana no sabe lo de Hope y la relación que hay entre ustedes... ignoro porque... pero yo si lo sé ... leí tu mente, leí la mente de Hermione, y supe todo de inmediato…

-¡Por favor amo!

-Si te dejo ir... tal vez nunca regreses, ni aquí, ni a tu mundo... ¿entiendes? en cuanto pongas un pie fuera del palacio, no podré detener a los guardias que vayan por ti...

-¡Tengo que ir con él ... tengo que rescatar a mi hija! - tiene que vivir... aunque sea solo con él ...

-Vete pues - Aryth alzó la mano y los guardias quedaron congelados - y que pase lo que el destino quiera

Hermione salió corriendo del castillo, y sobre todo el camino a la salida de éste, había un manto de pétalos negros y blancos regados por el piso, como una alfombra, y en pié... solo una rosa blanca y brillante quedaba en pié... y parecía susurrar algo..."esperanza"...

El viento era frío y parecía perverso, Draco caminaba con dificultad sobre el camino empedrado, se escuchaban voces que le llamaban de entre las oscuras ramas, las cuales se agitaban afanosamente... Draco aún tenía el  corazón partido... inexplicablemente, el había renunciado al más grande amor, por salvar a una "extraña"...

A su paso derramaba las muchas lágrimas que aún cargaba en su ser, y éstas caían como pesadas piedras por todo el camino, dejando una luz brillante, demasiado brillante de la cual, el rubio parecía no darse cuenta, y en su mente, solo tenía a dos personas en su mente, el tierno rostro de Hope, sonriéndole y el bello rostro de Hermione, cuando le decía que lo amaba...

También Luna sufría en ese momento… ya había pasado una semana más y le decían que París había dejado el colegio definitivamente… llena de dolor y sabiendo que no lo volvería a ver jamás, había ido al bosque oscuro, tirándose en el mismo sitio en donde una vez lo había logrado alcanzar…

Y así se quedo por largo rato, hasta que Hagrid la encontró y se la llevó de vuelta al colegio, la chica estaba triste, dolida, jamás había pensado el dolor tan intenso que era perder a alguien de ese modo, pensó en Draco, pensó en Hermione y pensaba que si ella supiera como llegar al infierno por París, lo haría también…

Pero París no la quería… esa era la diferencia…