Hermione miraba con el rostro distante a una niña rubia que estaba en brazos de su madre en ese momento, los pequeños rizos le recordaban a Hope y sentía que una ola de tristeza la invadía y que los ojos se le nublaban… tanto que ni siquiera notó cuando Tiny se sentó a su lado distante también…

Solo tenia una foto de su hermana perdida que yacía sobre la chimenea de su casa… y recordaba a la muchacha que había visto hacía unos momentos… así fuera su hermana mayor y era casi seguro que ella la adoraría.

-¿Hermione? - Draco la llamó al  notar su ausencia, acariciandole  el hombro con suavidad, ella se volvió sobresaltada y se volvió a ver a Destiny pensativa.

-Cariño ¿Te pasa algo?

-Eh… no mami…

-¿Y james? ¿No estaba contigo?

-En el camino lo jalaron sus primas, Vicky y Sabele… también andaba Sirius con ellas… ¿Y Drake?

-Encontró a Paris Jr, el hijo de Luna y se fue con él a comprar golosinas.

-Te noto rara,  bebé… - Murmuró Draco a su pequeña, acomodando sus rizos castaños - ¿Te preocupa algo?

-No - y se volvió a ver los ojos de su madre, que estaban un poco enrojecidos… ella sabía el  porque… era rara la noche que su madre no llorara por esa hija desaparecida… porque la palabra "muerta" no les salía…

Aparte, no le podía preguntar a Paris si en las listas de su madre no había estado el nombre de Hope Malfoy, porque le estaba prohibido decirlo a los mortales, hasta Luna estaba bajo esa condición… aparte que los dos se dejaban ver poco por el mundo de los mortales… solo los niños para que estuvieran en contacto humano.

Tiny no se atrevió ni siquiera a mencionar a aquella muchacha con el parecido a su hermanita desaparecida… aquello le procuraría mas dolor y era un día familiar…

Pero ya no se podría quitar de la mente a esa señorita…

Andrew hacía gestos… ¿Por qué su vida era tan miserable? ¿Por qué tenía que estar rodeado por tanto mago asqueroso? Aunque tenia que reconocer que soportaba mejor ese ambiente que el que vivía con su madre y sus amiguitos…

Pero no le quedaba de otro… la odiaba tanto como la protegía… si, eso se debía a que era un imbécil, porque sabiendo que su madre era una hiena, él la cuidaba de que no sufriera ningún daño… en fin… suspiró… compró todo lo que le habían pedido y salió del callejón acomodando la mercancía en su vieja mochila…

De nuevo la vida cantarina y apacible de Diagon… ¿Cuántos de todos ellos morirían si su madre iniciaba la guerra con Theodore?

No quiso pensar en eso y comenzó a avanzar hacia la salida, seguro lo estaban esperando, pero era imposible conseguir todo tan aprisa, a veces engañaban con mercancía que no era buena y seguro que Pansy le recordaría hasta a ella misma.

Solo pensaba que cuando cumpliera 17 podría romper lo que lo ataba a ella y escapar, huir, desaparecer de su vista… ¡Claro! En caso de que siguiera vivo para ello…

Cuando iba a la salida, algo le hizo volverse, se fijo en que… era un muchacho, admitió que buen mozo, estaba en una esquina y lo miraba fijamente, el pelo negro casi no se le veía porque se confundía con la oscuridad del sitio donde estaba…

Pero los ojos azules eran tan intensos que parecían que le querían decir algo… los ojos castaños que portaba Andrew cambiaron a su tono normal de pronto, su color bicolor… uno castaño claro y el otro ambarino… era extraño, había notado que de vez en cuando sus ojos se encontraban en paz, se volvían de un solo color avellana y cuando había peligro, cambiaban a su tono bicolor…

Y se daba cuenta porque sentía un ardor poco usual en sus ojos… Pero… ¿Acaso ese muchacho que lo miraba representaba peligro? Se quedo absorto cuando vio una figura tras él, era alta, oscura, casi borrosa, con una hoz en la mano…

Su corazón dio un brinco y sintió como algo frío lo recorría y parpadeó… fue suficiente porque de repente, ni ese muchacho ni esa horrorosa figura encapuchada, la muerte, estaban ya… pensó que había sido su imaginación…

Bufó y ladeo el rostro, se cubrió con su capucha y salió del callejón Diagon directo al Caldero Chorreante, tal vez necesitaba una bebida antes de seguir su camino… bien cubierto, se metió y pidió una sopa, mientras tomaba asiento en una esquina, mirando a todos con desconfianza.

Y fue cuando la vio…

¡Si, que casualidad! Pero la vio…

Ella entraba en ese sitio acompañada con otra señorita quizás unos años mas que ella, quizás su hermana, las dos eran hermosas, pero ella, lo era más… su corazón se detuvo y se encogió aún más entre su capa y capucha…

Sus ojos parecieron arderle más y supo que de nuevo habían cambiado, pero ahora… ¿Qué pasaba? Parecía verla casi de cerca y apreciaba cada cosa de ella…

-¿Qué te apetece que nos suban, Zoe? - le dijo Samsara a Zoe

-Me da lo mismo… no tengo mucho apetito - respondió Zoe con una voz que a Andrew se le hizo de lo más sensual… ¿Qué era ella? Era humana porque su corazón palpitaba, pero… pero parecía la cosa más dulce y hermosa que el hubiese visto…

Siempre rodeado de la podredumbre y el hastío con brujas horrendas que eran muy vulgares y desaseadas… encontrarse con esa hermosa niña de ojos castaños y pelo rubio platinado… que parecía el ángel de sus sueños… con el que siempre soñaba…

Lo que más impactaba a Andy en ese momento era que la veía como si estuviese frente a ella ¿Sería otro poder que tenia y no sabia? Pero su campo visionario era amplio y podía visualizarla toda…

Su rostro por ejemplo… no había imperfección en el… ni siquiera un lunar, solo unos ligeros hoyuelos cuando sonreía,  sus cejas eran delgadas y bien delineadas, sus ojos tenían pestañas espesas y rizadas, bajo los cuales ocultaba un par de ojos entre castaños   y dorados muy brillantes

La nariz era afilada y los labios sugestivos, carnosos, y amenazantes para un beso… el cabello era largo, rubio y encrespado, sedoso, suave, brillante… no era posible pasar delante de esa bella extraña y no mirarla…

El cuello era largo como un  cisne, y lo que seguía no lo veía, cubierto por aquellas capas de tela, seguramente ocultaba un delicado y perfecto cuerpo… como sus manos, sobresalían de las mangas holgadas y aún portaba los finos anillos y la magnifica manicura.

Era una niña rica sin duda… intentando pasar incógnita

Podía adivinarlo por como arrugaba la nariz por aquel sitio que no le agradaba para nada… alguna bruja de alta alcurnia que jamás se fijaría en el ni en sus cicatrices… cicatrices… su cuerpo pareció recordarlas y todas le ardieron y se maldijo… dejo de ver a esa muchacha, era lo mejor para un pobre diablo…

Cuando ella se retiró con su acompañante… Andrew se sintió más miserable que nunca, ya no quiso la sopa y salio de ahí, perdiéndose entre la multitud, para ir a la casona la cual ya estaban instalados los primeros… entre ellos su querida madre…

-¿Trajiste todo cuanto te pedí, engendro?

-Si…

-¿Y por qué tardaste tanto?

-Si querías todo exactamente como lo deseabas, tenia que esperar lo mejor… en ese callejón las personas son unas tramposas y se la pasan lanzando maldiciones a ver si caes en el conjuro y te roban el oro…

Pansy soltó una carcajada burlona

-¡Pobrecito el niño! Y lo mandamos a un lugar que su majestad no soporta… vamos Andrew… estás con escorias... ¿no es así? Ya estás acostumbrado a tratar con ella…

-Si ya tienes todo lo que quieres, me voy a la habitación que escogí… si no te molesta…

-¡Lárgate!

Andrew desapareció en ese momento

-Oye Pansy, se mas condescendiente con tu hijo - se acercó Nott

-¿Por qué?

-Porque si el quisiera, ya se hubiera largado y no nos protegería con su poder especial… ¿Nunca te has puesto a pensar en eso?

-De alguna manera, algo lo mantiene atado a mi - sonrió con burla - No creas que no ha tratado… pero nunca ha podido… pero si, tenemos que dar el golpe antes que cumpla 17…

-Sería mayor de edad

-Y quizás entonces, si se largue… y nos deje sin protección… ¡Al menos eso será lo único que haga por nosotros! Porque no levantará la varita para matar…

-Aún así creo que debes bajarle al tono…

-¡Ese engendro no merece nada! Maldije la hora en que nació… y lo seguiré haciendo aunque me sirva para algo… pero algo te digo… cuando se largue, lo buscaré para deshacerme de él …

Nott murmuro algo entre dientes…

Pansy tenia demasiado odio y rencor en su ser…

Andrew llegó a una habitación, al menos su madre no se había opuesto a que escogiera una y no terminara dándole la peor… entró al baño y había un espejo de medio cuerpo… lentamente se quitó la ropa y sus ojos cambiaron de color…

Estaba lleno de cicatrices…

Cerró sus ojos, no era necesaria que viera como tenia el torso, con aquellas marcas de hechizos oscuros con los que su madre acostumbraba a castigarlo cuando se negaba a ayudarla en algo… ahora ya no lo hacía, lo había dejado de hacer cuando tenía catorce, pero aún los sentía…

Su cuerpo era delgado pero atlético, sin embargo, debido a las cicatrices, se deformaba un poco, todas le atravesaban desde el hombro marcándole los pectorales y cruzando el abdomen… su brazo derecho también había sido victima de su desgraciada madre…

Sintió un dolor, un dolor intenso…

Su pecho le dolió y su corazón golpeteó… se miró lentamente al espejo y rechinó los dientes ¿Quién lo querría con esas deformaciones en su cuerpo? Sus ojos bicolores se enfocaron y le ardieron.

El espejo se rompió en mil pedazos cayendo al piso estridentemente sin hacerle daño alguno, por un momento se quedó absorto ¿El lo había hecho? No quiso saberlo.

-¡Reparo! - Envió el hechizo, antes que su madre lo viera y le hiciera un teatro por romper cosas, pero se quedo pensativo… ¿Podía hacer otro tipo de magia sin varita? Porque la protección la daba sin necesidad de la misma.

La noche acaeció, pero Hope no dormía, esa noche parecía que nadie lo hacía, ni Destiny, ni Dominic, ni Hermione… todos pensando en ella o en Andrew, y ella, pensando en él … en el bello ángel oscuro que miraba con melancolía…

¿Qué tristeza podía esconder en esos bellos ojos avellana? Ella que nunca había tenido un novio, pero que quería conocer el amor, el amor era algo que su familia no conocía más que por tecnicismos… así que eso era algo que tenia que descubrir por si misma…

Sin duda, ese muchacho la había flechado…

¿Así era el amor? Porque en solo doce horas no dejaba de pensar en él, en su mirada, en su aura blanca, en su pose de príncipe desposeído… ¿Cómo sería el amor? ¿Cómo seria amarlo a él?