24 años | Demián

Diciembre 31 | 11:58 PM

Mi corazón palpita con fuerza al revisar las notificaciones en mi teléfono, es un número desconocido, pero sé quién es el remitente. Me debato entre si verlo o no hacerlo. Será como retroceder diez mil pasos y derrumbar todos los muros que he conseguido construir en los últimos meses.

¿Pero qué carajos me pasa? Yo soy así. Yo no soy un cobarde.

Desbloqueo el teléfono y arrastro del dedo por la pantalla.

Feliz año nuevo, Demián.

Cierro los ojos un instante y pienso en todo y en nada al mismo tiempo. Soy un caos andante. Soy un desastre sin quererlo.

Lo tomo como lo que es: una despedida.

(...) (...) (...)

22 años | Anggele

Enero 1 | 12:02 AM

Las lágrimas bajan por mis mejillas sin contención, mi corazón se quiebra en mil pedazos distintos y no soy capaz de reconocer a la Anggele Stevenson que está sollozando en la soledad de un baño oscuro mentiras todos los vecinos de mi madre se abrazan entre sí.

Solo sé que mis manos tiemblan como gelatina y siento en el pecho una opresión dolorosa que no me deja respirar correctamente. Me seco las mejillas con el dorso de la mano y me juego la vida en sujetar el teléfono cuando este vibra anunciando que un mensaje me ha llegado.

¿Seré capaz de verlo? Yo le escribí, debo hacerlo.

Era la única manera de cerrar un ciclo que no sabré si podré olvidar del todo.

Feliz año nuevo, cielo.

Y así es como mi corazón termina de romperse.

Esa fue la última vez.

¡Aaaaaah!

Les tengo noticias:

¡FIN DE LA PRIMERA PARTE!

¿Qué creen que de venga para la siguiente?

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