Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

X

—¡Excelente! —celebró Timbalosky.

De su bata, el científico sacó una llave pequeña, se acercó a Raptor y le retiró las esposas.

—Listo —sonrió—. Si vas a trabajar con nosotros, no podrás llevar las manos amarradas siempre.

—¿Confías tanto en él que ya lo dejas libre el primer día? —dudó el Señor X de las acciones de su jefe.

—Tengo que hacerlo, X, si no, tú tampoco estarías aquí.

Sus compañeros, aún presentes en el cuarto, comenzaron a soltar una risa burlona contra el pelicastaño y en un parpadeo, ambos tenían una bala incrustada en su pierna.

—¿A qué se debe el ruido? —guardó su pistola—. Ya saben que les tengo prohibido las ofensas hacia X —suspiró—. Salgan de aquí ahora.

—P-pero... ¿¡Y la herida!? —le reclamaron.

—Agh, no soy su niñera; conocen dónde queda la enfermería, ¿Cierto? Pues vayan —ordenó.

Ellos salieron cojeando por el dolor.

En el lado contrario, a causa del disparo, Ari se hallaba pegado a la pared, cubriendo sus oídos y apretando sus ojos cerrados.

—¿Y a ese qué le pasa? —inquirió el de cabello celeste.

—Al parecer le dan miedo las armas —supuso el Señor X y se agachó frente al de ojos bicolor—. Hey, ¿Estás bien? —colocó sus manos sobre las ajenas.

Lentamente, Raptor fue relajándose y de a poco abrió sus ojos, encontrándose directo con los de X.

—¿Te sientes mejor? —le preguntó con una sonrisa leve.

—¿Eh? ... ¡Sí! —se alejó deprisa y se levantó luego, sacudiendo su ropa—. N-no era necesario que t-te preocuparas.

—Bien, par de chamacos —llamó Timbalosky—, ya son las 4:12 y es muy tarde para que el nuevo ande solo por las calles; es peligroso —consideró.

—¿Usted habla de peligro? ¿En serio? —preguntó el castaño oscuro con ironía.

—Mira, mis hombres no actúan si yo no lo pido y, además, no vamos matando a la gente por ahí en la calle, mucho menos asaltando —aclaró—. Por mi parte, no se corre peligro por las noches.

—¡Pero sí asesina a las personas! —remarcó.

—Solo a las que se lo merecen. No tengo necesidad de robarle a alguien sus pertenencias si con este negocio gano grandes cantidades... Más de lo que podría ofrecerme un bolso de imitación.

—Entiendo —dijo en tono bajo.

—Tranquilo, ya me conocerás de a poco, niño.

—Es hora de irnos, Raptor —informó el de ojos morados.

—Claro.

Los dos se despidieron del jefe y después salieron de la base.
Por precaución, el Señor X tuvo que vendar los ojos de su acompañante para evitar que memorizara el camino a su escondite y asegurar que no los delataría con sus parientes.

Al ya estar en un espacio cercano a la ciudad, el pelicastaño retiró la tela del rostro ajeno y tras orientarse, expresaron sus ideas.

—Y... ¿Cómo sobreviviste tú, X? —cuestionó el de ojos heterocromáticos

—Creo que la respuesta es muy obvia —suspiró—. Timbalosky me "salvó" de ese incendio —marcó las comillas con los dedos.

—¿De verdad?

—Sí, pero no fue un acto de caridad, sino que él iba buscando a los niños para hacerlos sus empleados. Debido a que son mentes jóvenes, es más fácil manipularlos —explicó—. Hasta el día de hoy, él no se arrepiente de haberme dado una segunda oportunidad.

—Qué bien. Siento que otros ya se hubieran suicidado y me da gusto saber que tú resististe.

—No te pongas sentimental, ¿De acuerdo? —puso una advertencia—. El "destino" nos permitió reunirnos otra vez solo por motivos mayores.

—¿Significa que no quieres que seamos amigos? —inquirió casi pareciendo una broma.

—Más bien significa que no debe existir una relación fuera de la laboral, ¿Entiendes? Ni amigos muy cercanos, ni pareja.

—¡Jaja! Ya quisieras que fuéramos eso último —se burló, soltando una risa después.

—No es que lo desee, simplemente estoy especificando lo que se debe evitar.

—Ajá, si no fuera así, ¿¡Por qué se te ocurrió coquetear conmigo en el coche de mi papá!? —gritó en forma de regaño.

—¿Yo? —se hacía el desentendido—. No sé de qué me hablas. Seguro lo que usé para dormirte afectó tu cerebro.

—¡Maldito loco! —golpeó con su puño cerrado el hombro del más alto.

—¿Esa es toda tu fuerza? Ni me dolió.

—Agh, no es para que te duela, es...

—¡Shh! Llegamos a tu casa, princesa —señaló al frente con la cabeza y ocultando sus manos en sus bolsillos.

Ari observó en la dirección indicada y algo había cambiado en su perspectiva.

—No noté que era tan grande —dijo.

—Por favor —mencionó un poco enfadado—. Debido a que tu familia es reconocida, por todos sus ingresos, tienen este enorme hogar.

—Espera, si tienen tanto dinero, ¿Por qué no lo usan para ayudar a fundaciones o ese tipo de lugares? —dudó Raptor.

—No lo sé —respondió X—. Pregúntale a tu papá.

Al pelicastaño oscuro le surgieron bastantes cuestiones acerca de sus parientes, pero por un tiempo, no pensaría en ese asunto; realmente no importaba ahora.

—Ya me voy —informó el de ojos morados—. Mañana, Timbalosky te quiere en la base a las 22 horas.

—¡Oye! —llamó antes de que se perdiera—. ¿¡Y cómo se supone que voy a llegar allá!?

—Ve al bosque y yo paso por ti —ofreció como solución—. Adiós, princesa.

Tras decir el apodo de mal gusto, la silueta del Señor X fue desapareciendo en la oscuridad de la noche y en Raptor nació una preocupación.

—¿¡Qué carajos voy a decirle a mis padres!?

[...]

8:10.
Con las pocas horas de sueño que el de ojos heterocromáticos había conseguido, el cansancio era bastante notorio, tanto en sus mirada como en la forma de expresarse.

Gracias a su postura encorvada, su voz ronca, el cabello desordenado, la ropa sucia en su cuerpo y un hilo de saliva que emanaba de su boca, realmente parecía que su lugar de procedencia era una fiesta.

Él bajó a la cocina y buscando un vaso con agua, se cruzó con Mayo, quien empezó a hablar algo desesperado.

—¡Hijo! ¿¡Dónde estuviste toda la noche!? —gritaba y reclamaba el mayor—. ¡Entraban las llamadas a tu celular, pero nunca me respondiste!

—¿Mi celular? —dudó—. C-creo que lo perdí, no recuerdo.

—Bueno, eso es lo de menos —enunció y lo abrazó—. Lo que me alegra, es que volviste a casa, corazón.

—Mjm —hizo el sonido con su garganta en forma de afirmación, a la par que correspondía la muestra de afecto del otro.

Se sentía raro, pues los abrazos del pelimorado siempre eran su consuelo y en ese instante, no lo disfrutaba como debía; sin embargo, amaba a esa persona que lo rescató y educó.

La paz se vió interrumpida por la presencia de Andrés, quien corrió la voz de los rumores y ahora estaba feliz de ver a su amigo. Apartando a Mayo, se acercó para también rodear con sus brazos a Raptor.

—Mi mañana marchaba genial hasta que apareciste tú —mencionó el castaño oscuro.

—Ay, no es para tanto, Ari —contestó y se alejó un poco, alzando su cabeza para lograr contacto visual—. Igual me preocupé.

—Hubieras salido a buscarme, ¿No?

—¡Tonterías! —expresó, apartándose—. Es mejor que te diviertas con tus amigos, total, yo siempre estaré aquí, esperando por ti.

Acto seguido, el de ojos cafés tomó con ambas manos las mejillas de su contrario y depositó un beso pequeño en su nariz.

—Te amo. Adiós —se despidió rápido y se fue; iba tarde a su trabajo.

—Aw, Sparta es tan lindo —comentó el de cabello morado, sonriendo—, ¿Estás seguro de que no te gusta, Ari?

—Por supuesto —afirmó—. Él solo se comporta de esa manera cuando están cerca ustedes, pero no es más que un hipócrita.

Su padre suspiró.

—A mí me gustaría verte al lado de él, como una pareja.

—Lo siento, papá, creo que eso no lo voy a poder cumplir.

Antes de volver a su cuarto, el de ojos celestes le anunció al menor:

—Por cierto, Víctor te espera en la estación a las 4 de la tarde. Prepararé tu desayuno, así que ve a darte una ducha.

[...]

Mientras Raptor reposaba en una tina con agua caliente, limpiando su cuerpo al mismo tiempo, la idea de que ahora pertenecía a dos grupos completamente distintos, le empezaba a aterrar.

¿Cómo escondería todas sus fechorías de sus padres? Si es que estas comprometían las normas establecidas en su empleo.

_________________________________

¡¡¡Bye!!!

-AshleyHgoRdz

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro