Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

VIII

Con el paso de los días, la vida de Raptor se iba haciendo más complicada, pues Sparta se volvía más insoportable y sus pensamientos crecían en cuanto al delincuente con el que había tenido contacto atrás.

Algo positivo que sucedió, fue que Víctor ya mostraba más preocupación por su hijo y eso, mientras era bueno para Mayo, para el menor era una acción que no necesitaba.
Algo negativo, es que al Señor X lo liberaron por "falta de pruebas" y porque también hay agentes policiales que están enlazados a Timbalosky.

Conforme pasaba el tiempo, las patrullas en diferentes zonas de la ciudad se hacían más constantes, entonces cuando a Ari le tocaba ir, siempre buscaba al individuo que lo interceptó antes; la curiosidad a veces puede ser demasiado extraña.

En el transcurso de aquellos días, simplemente ya no hubieron avistamientos de él. Pensó en rendirse, pero las ganas de saber más sobre su atacante lo mantenían con la esperanza elevada.

Según, sus motivaciones eran las de ayudar a Víctor para que Mayo se quedara tranquilo en cuanto al trabajo de su pareja; se convencía a sí mismo de su objetivo.

Una de las noches antes de realizar una vigilancia, Raptor decidió ir a explorar los alrededores de esa zona, pues, desde su ataque, le gustaba salir a recorrer las calles para que no lo tomaran desprevenido otra vez.

Preparó su vestimenta que consistía en un pantalón holgado negro, una sudadera roja y olvidó los pupilentes que usaba para esconder su heterocromía. Ya listo, bajó a la sala a despedirse.

—¡Papás! ¡Ya me voy! —avisó pasando hacia la puerta.

—Hijo —llamó el de ojos celestes—, ¿A dónde vas?

—Ehh... A pasear, papá —sonrió—. Me ayuda a despejar mi mente y a estar más centrado en el trabajo.

—Entonces con mucho cuidado, ¿Sí? Llama si hay algún problema.

—Claro. ¡Adiós!

Salió de su hogar a través de la puerta y después la cerró. Los mayores adentro solo pedían que a su pequeño no le pasara nada malo.

[...]

Tras revisar el mapa en su celular, el castaño oscuro finalmente había llegado a su destino y sin más, inició su recorrido en las calles solitarias del lugar.

La zona era un tanto amplia y vivían familias de clase media. A pesar de pertenecer a este escalón social, el panorama se veía bastante acogedor; estaban limpias las calles, los faroles apenas parpadeaban y, sobre todo, existía una excelente vigilancia vecinal. Todos se cuidaban entre todos.

Sin embargo, hasta la localidad más segura puede ser el blanco de las conductas antisociales¹.

Ari caminaba calmado e igualmente se iba cuidando a sí mismo, pues ya se trataba de instinto. El acto lo tenía tan acostumbrado que en algún punto dejó de vigilar, bajando la guardia.

A eso de las 23:45, mientras avanzaba a través de un callejón, su mente proyectó un déjà vu al sentir un peso mayor sobre su espalda que lo hizo caer de cara contra el suelo. Sometieron sus manos, aplastaron su torso y las piernas no le funcionaban como una defensa efectiva.

—¡Agh! Otra vez no, ¡Mierda! —se quejaba y forcejeaba, intentando liberarse.

—¡Calla! —le ordenó aquel extraño—. He escuchado que habrá patrulla mañana, ¿Es verdad?

—¡Ay! ¡No lo sé! —respondió—. ¡Ni siquiera vivo aquí!

—A ver —dijo y sacó una navaja, que después usó para ejercer dominio sobre su contrario—, te agradecería que bajes la voz, imbécil, antes de que sea peor para ti.

—Espera, espera —suplicó—. N-no tiene porqué ser así, por favor.

Todos en algún momento experimentamos el sentimiento más primitivo; el miedo.
Este nos hace temblar, sudar y altera nuestra mente, así que eso estaba sintiendo el pelicastaño oscuro.

Su agresor reconoció los síntomas, entonces giró el cuerpo ajeno, quedando boca arriba y encimados.

—¿Qué? ¿Al fin tienes miedo?

La víctima procesó un poco el aspecto de ese individuo y, cuando tuvo una imagen vívida de su pasado, habló:

—¿X? ¿E-en serio eres tú? —titubeó tembloroso.

—¿¡Y tú cómo sabes quién soy!? —le analizó; ojos que no podían confundirse—. ¿R-Raptor?

—C-creí que... —no terminó su frase.

—Y-yo también lo pensé —se alejó el de ojos morados e hizo conclusiones—. ¿¡Trabajas con ellos!?

—N-no es mi culpa. El día del incendio me rescataron y adoptaron después. Me criaron para ser igual.

—¿Es un "sí"? —cuestionó.

—Ehh... Sí; son mi familia.

En cuanto escuchó ese dato, el señor X volvió a someter al otro y de la mochila que llevaba, sacó unas sogas para amarrarle sus extremidades, impidiendo que escapara.

—¡Oye! ¿¡Qué haces!? ¡SUÉLTAME ANTES DE QUE LLAME MÁS LA ATENCIÓN!

—Sabes que no me interesa el ruido que hagas.

El más alto preparó un pañuelo con cloroformo², lo colocó sobre la nariz de Ari y poco a poco quedó inconsciente.

—Lo siento mucho.

X levantó a quien en una etapa anterior fue la mejor compañía que pudo tener y se lo llevó a un lugar remoto de la ciudad.

[...]

1:15.
Mayo, Víctor y todos sus amigos se hallaban preocupados, pues uno de los miembros del hogar ya estaba tardando demasiado en regresar.

—¿Y si empezamos una búsqueda? —sugirió Trollino y después se dirigió a Víctor—. Por ser tu hijo deberías darle prioridad.

—Pero no puedo hacerlo en solitario —mencionó.

—No, lo harás con nosotros.

—O quizá es un ataque de rebeldía —aportó Rius—. Existe una posibilidad de que no regrese hasta mañana.

—¡No digas eso! —regañó Mayo—. Mi niño no es así. Sabe que aquí tiene su casa y no hay motivos para que no vuelva.

—A ver —intervino Sparta—, vamos a ser sinceros. Raptor nunca vivió libre, siempre estuvo enganchado a ustedes; déjenlo explorar.

   »Ya que tiene edad, yo creo que es lo justo.

—¿Pero y si le pasó algo malo?

—Lo único que le podría pasar, es que esté en una fiesta, divirtiéndose.

—De ser así, hubiera avisado.

—No se preocupen —les sonrió el de ojos cafés a todos—. Es seguro que se encuentre bien. Por mientras, es hora de dormir para nosotros.

Con ese argumento, el castaño logró convencer a los adultos e incluso a su hermano menor, haciendo que fueran a sus habitaciones correspondientes y durmieran para esperar el nuevo día que se aproximaba.

[...]

En otra parte, Raptor apenas iba reaccionando tras habérsele administrado por su nariz aquel líquido.

A su alrededor solo veía un suelo duro, unas paredes desgastadas, unas mantas viejas, una ventana enrejada y una puerta de barrotes que se oponían a su libertad.

—¿Qué? ¿D-dónde estoy? —preguntó sin obtener contestación—. ¿Ha-hay alguien ahí?

—Saludos, pequeño —enunció una voz desconocida para el otro—. Qué bien que nos acompañes esta noche.

—¿Q-quién es usted?

—Soy solo alguien que desea algo a cambio, como todos, algo que podría dejarte partir.

—... ¿Qué es?

—¡Esa es la actitud! —se reveló ante el prisionero—. Hola, mi nombre es Timbalosky; supongo que ya me conoces.

Ese alguien que se mostraba ante él, lo dejó boquiabierto.

—T-tú... Eres e-el científico que tanto hemos buscado —aclaró al mismo tiempo que retrocedía hasta topar con la pared.

—Así es. ¿Por qué te asustas, niño? No voy a comerte.

Por la impresión, ninguna palabra surgía de la boca del de ojos bicolor, pues ya que tenía al criminal más buscado de su país, no contaba con lo suficiente para atraparlo.

—¿Qué? ¿De repente olvidaste cómo hablar? —inquirió en forma de burla—. Mira, te platicaré de mi proyecto porque necesito que confíes en mí y después, tendrás que darme lo que yo te pida.

   »Una vez hayamos terminado, te podrás retirar a tu casa, ¿Te parece? —estiró y metió una de sus manos entre las barras de metal, esperando respuesta.

La ansiedad poco a poco invadía la mente de Ari y aunque debía cooperar con su secuestrador, sus ideas lo traicionaron.

—¡No! ¡Olvídalo! —gritó y se puso en pie—. ¡No voy a aceptar! M-mi... Mi gente está primero.

—Mmm, como quieras, entonces.

El de cabello celeste se fue de esa zona y conforme caminaba, la risa que desató se volvía más macabra, provocándole escalofríos al recién llegado.

—Ay, papás... ¿Qué hago ahora?

Se recostó en el piso sobre las telas desgastadas; sería una noche bastante larga, a su parecer.

_________________________________

[N/A]

-Vocabulario-

¹ Las conductas antisociales consideran las siguientes características: Ser hostil, agresivo, violento o amenazante con los demás. No sentir culpa por herir a otros. Hacer cosas peligrosas sin tener en cuenta la seguridad propia ni la ajena.
A diferencia de la conducta asocial, es que es aislarse de los demás son provocar daños.

² El cloroformo es un líquido sin color con un olor agradable no irritante y de sabor ligeramente dulce. Respirar niveles bajos de cloroformo durante un periodo corto puede provocar mareos, cansancio o dolor de cabeza. En niveles altos, también podría provocar dificultad para respirar y desmayo. Respirar o beber una gran cantidad de cloroformo puede causar daños graves al hígado y a los riñones y, en niveles de exposición muy altos, puede causar la muerte.

[...]

[🖤🥀] Una disculpa si me atrasé casi un mes con la actualización, es que todavía debo otra historia y en la universidad estoy haciendo exámenes, así que mi tiempo es reducido. Perdón 🥺.

Y también perdón por las definiciones tan largas "^^

¡¡¡Bye!!!

-AshleyHgoRdz

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro