II
En los próximos días, los cuatro niños fueron conociéndose más y más, formando esos lazos de amistad que inevitablemente surgen tras convivir un tiempo con ciertas personas que te agradan.
Poco a poco, Ari fue superando su ansiedad, al menos con ellos, y ya platicaba las cosas que habían sucedido en el orfanato antes de hablarles.
Por otro lado, también se formó una conexión bastante linda entre Raptor y X, esos niños que se vieron por primera vez gracias a la herida del más chico.
Pasaron tantas situaciones a través del tiempo. Por ejemplo, en esa institución también le impartían clases a los huérfanos, así que siendo casi de la misma edad, la parejita iba junta en el salón. Esta razón era suficiente para que los dos compartieran una banca y fueran acreedores a múltiples llamadas de atención.
Un día, ambos se encontraban resolviendo unas operaciones básicas, pero Ari se había emocionado de más y continuaba platicando con su amigo sobre sus gustos, ya que era lo que ayudaba a relajarlo. El problema surgió porque no dejaban explicar a una "hermana"; encargadas de cuidarlos y enseñarlos.
—Oh, y también tengo una pijama de dinosaurio —mencionó contento el de ojos bicolor.
—¿De verdad? ¿Y por qué no la he visto? —dudó el otro.
—Porque se la llevaron a lavar y no me la han dado —informó un poco triste.
—¿No la pediste otra vez?
Raptor negó con su cabeza, poniendo esos "ojos de perrito" que normalmente se nombran.
Debido a esta plática, la maestra se colocó detrás de ellos y estos al notar su presencia, giraron su cabeza hacia arriba de forma lenta. Al ver a la mayor, sonrieron con vergüenza, aunque fue inevitable que los llevaran con las hermanas que dirigían ese orfanato.
[...]
—¿Qué pasó ahora? —inquirió una de ellas.
—Es que, entiendo que los niños son hiperactivos, pero ahora no me dejaban dar la clase —expresó tranquila.
Ninguna de las encargadas eran malas, solo buscaban el bienestar de sus pequeños y brindarles la mejor de las educaciones.
—Niños, ¿Qué habíamos dicho sobre hacer ruido durante las actividades? —les preguntó la directora a los menores.
—Q-que era una falta de respeto hacia las hermanas —respondió el castaño oscuro.
—¿Por qué?
—P-porque... Es molesto interrumpir a los demás c-cuando están hablando, a menos q-que pidan nuestra opinión y n-nos den permiso.
—Vale. Saben que los castigos no son severos, solo deberán realizar el doble de los ejercicios que su maestra les asigne como tarea, ¿Estamos de acuerdo?
Los dos niños, sin muchas opciones, asintieron con su cabeza.
—Bien. Debemos asumir nuestras consecuencias —dijo como último la señora—. Ahora vayan a los juegos antes de que empiece su siguiente clase.
A punto de que se los llevaran, X emitió palabra otra vez.
—Por cierto, mi amigo les dió una pijama para que la limpiaran y no se la regresaron. ¿Dónde está?
—La buscaremos en la lavandería y esta noche la pondremos en su cama, ¿Sí? —mencionó en un intento de calmarlo.
—Vale. Es que es su favorita —sonrió.
La mayor le devolvió la sonrisa y luego ambos fueron dirigidos a su área recreativa.
El más chico se sentó en los columpios mientras su compañero le empujaba despacio.
—Gracias por decirles de mi pijama, X —enunció nervioso Raptor.
—Por nada —dió unas palmaditas en su cabeza—. Es genial que vayas a recuperarla.
—Sí, ya la extrañaba.
—¿Pues cuánto tiempo llevas sin ella? —dudó.
—Casi dos semanas —contestó bajando su mirada al suelo.
—Oh —expresó incrédulo—. La próxima vez no dejes pasar así las cosas —le recomendó.
—Lo intentaré —prometió, mostrando una leve sonrisa.
—Y... ¿Qué te gustaría ser cuando crezcas, Raptor? —le preguntó el de ojos morados.
—Mmm, no lo había pensado —admitió—, pero si tuviera que responderte algo, diría que... Policía —volteó a ver al más alto.
—¿Policía? ¿Cómo los de la televisión?
—Sí. ¡Sería divertido! —expresó levantando sus manos en símbolo de festejo.
—Jaja, seguro que sí.
—¿A ti qué te gustaría, X? —le cuestionó Ari.
—Creo que también me convertiría en policía, porque su trabajo es cuidar de la gente, así como hago yo contigo —abrazó al contrario.
—... Me haces sentir tu mascota —se quejó.
—No te llamaría de esa forma, aunque parezcas un conejo asustado todo el tiempo —destacó sin soltarlo.
El pelicastaño oscuro se mantuvo sin decir nada; se encontraba feliz de haber conservado a un amigo que lo quería sin importarle su personalidad tan tímida y ansiosa.
—¿Quieres jugar? —sugirió X.
—¡Vale! —aceptó Raptor, poniéndose de pie.
[...]
En otra parte de la ciudad, se hallaban un grupo de personas que buscaban reclutar gente joven para seguir el "legado" de su negocio.
—¿Y qué, jefe? Ya ninguno de los niños que traemos cumplen con el estándar —reclamó uno de ellos—. Siempre los termina mandando para el otro lado.
—Porque no saben seguir simples órdenes. Sencillamente no tienen cabeza para esto —explicó el líder de ese bando.
—Además, usted es un científico bastante inteligente, ¿Cuál es el propósito de seguir con esta actividad?
—¡Financiar mis propios proyectos! —gritó—. Los que están coludidos¹ no son suficientes, así que debo conseguir alternativas.
»Mira, niños nacen todos los días, entonces no hay nada de malo en matar uno que otro, así también evitamos la sobrepoblación. El siguiente punto es que yo no soy el villano; trato de ayudar a los que lo necesitan, ya que el gobierno es un corrupto que solo satisface a los suyos, ¿Entiendes? —inquirió serio.
—Sí, señor.
—Así sea con acciones ilícitas², pero trato de hacer este mundo un lugar mejor. Desaparecer a los niños que no sirven, previene que sigamos adelante y lastimosamente no tienen a nadie que se ocupe de ellos, entonces no es problema.
El trabajador suspiró.
—¿Qué sigue? —volvió a preguntar.
—Hay un orfanato que quiero que investiguen —ordenó.
—¿Eso no es muy cruel incluso para usted?
—Nah —le otorgó un papel con la dirección—, como dije, son quienes necesitan una oportunidad de vida.
—¿Qué hacemos con el edificio?
—Quiero que lo hagan cenizas, para que no quede rastro alguno de que estuvimos ahí, ¿Quedó claro?
—Sí, señor —afirmó y se marchó con sus hombres.
—A veces uno tiene que hacer las peores cosas por el bien de los demás.
»Yo no elegí ser este monstruo, pero el mundo no deja más elección.
__________________________________
[N/A]
-Vocabulario-
¹ Aliarse o ponerse de acuerdo un grupo de personas o instituciones para realizar algo en común.
(Generalmente se trata de asuntos ilegales
┐(´ー`)┌ )
² Es aquello que no está permitido legal o moralmente.
[...]
[🖤🥀] Sé que el capítulo es corto, pero en el siguiente se viene el drama, ya ven que a mí ni me gusta 😉.
Qué maña la mía de echar todo a perder en los primeros episodios 😗✌🏻.
Anyways...
(De todos modos...)
¡¡¡Bye!!!
-AshleyHgoRdz
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