Capitulo Unico.
|TobiDei|
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❝Donde sientas seguridad, comprensión y paz.
Ese es el lugar al que perteneces, Donde puedas ser tu mismo sin restricciones.❞
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El día había pasado relativamente lento para el rubio de Akatsuki, en el camino de regreso a la guarida de Akatsuki el azabache se había mantenido extrañamente callado en todo el recorrido, cosa que extrañaba al rubio de gran manera. No era usual que este se mantuviera en silencio total un día entero, Deidara se encontraba ligeramente preocupado aunque este no quisiera aceptarlo, el azabache se le notaba un aura pensativa. Esta extraña actitud había empezado después de su reciente misión de espionaje en Konoha, el rubio no sabia cual o quien fuese la causa de tal estado de su acompañante.
El rubio lo mira de reojo notando que el azabache se encontraba mirando sus propios pies, en varias ocasiones había atrapado a el enmascarado mirándolo fijamente mientras se encontraba distraído y verlo de la forma en la que se encontraba hacia que el rubio empezara a aceptar que se sentía ligeramente preocupado en sus adentros. Desviando su mirada al cielo, el rubio nota que estaba empezando a oscurecer por lo que para su caminar, cosa que no nota su acompañante el cual choca contra la espalda del rubio. Deidara se voltea y lo mira fijamente esperando la frenética disculpa que posiblemente soltaría el azabache, la cual nunca llego.
Ya harto por el inmenso silencio que había el rubio decidió hablar por fin.
—Ya esta oscureciendo, Descansemos aquí y continuamos en la mañana.
El rubio siguió mirándolo fijamente esperando alguna respuesta, el azabache por su lado solo asintió para después alejarse y sentarse apoyando la espalda en un árbol. El rubio por su parte bufo imitando la acción de su compañero sentándose justo a su lado, Deidara nunca fue una persona con paciencia en absoluto por lo cual estaba haciendo uso de una gran fuerza de voluntad para no explotar a Tobi, preguntarle que demonios le sucede y volverlo a explotar por no decirle antes. Suspira pesadamente.
Se estaba frustrando cada vez mas.
El rubio mira a su acompañante de reojo una vez mas, ya había perdido la cuenta de cuantas veces había hecho aquello durante todo el día, notando que este aun seguía ignorándolo, ¿Que tanto estará pensando? se preguntaba en su adentros el rubio. tanto silencio le ponía cada vez mas nervioso, no se acostumbraba a ello. Desde que conoció a Tobi añoraba un momento de silencio como aquel que había tenido durante ese día pero en vez de poder disfrutarlo... Solo hacia que se preocupara cada vez mas, por que si, ya aceptaba que estaba excesivamente preocupado.
Se encontraba preocupado por Tobi.
Y eso solo ocasionaba que sus nervios se alterasen de nuevo, el pensaba que aquellos sentimientos hacia su compañero que tanto se esmeraba en ocultar habían desapareció. pero, tristemente no era así pues en su lugar solo ocasionaba que estos se intensificaran y tenia miedo, miedo a querer aceptar en voz alta lo que sentía, moría de terror al saber que jamas seria correspondido, él el gran Deidara tenia miedo de su propio sentir.
—¿Qué tanto piensas?
Hablo por primera vez en el día el azabache, su voz baja y grave logro asustar un poco al rubio, sorprendiéndose de sobre manera al escuchar tal cambio en su voz, al mirarlo noto que este no traía su mascara la cual no sabia en que momento se la había retirado y aunque todos en Akatsuki ya conocieran el rostro el azabache, no era muy común que este se quitase la mascara.
—Eso debería decirlo yo, ¿En que tanto piensas?— Lo mira — has estado tan callado desde que inicio el día que dan escalofríos, ¿Que demonios te sucede?— Soltó desviando la mirada mientras susurraba lo ultimo.
El azabache lo mira en silencio durante unos cortos segundos, suspira con cansancio subiendo su mirada hacia el cielo nocturno, se sentía apenado sin entender la razón del porque lo estaba, el rubio toma su mentón obligándolo a mirarlo, insistiendo silenciosamente en que le contara que le sucedía. El Kamizuru se mostraba extrañamente comprensivo y preocupado, lo cual, hacia que el azabache se sintiera aun peor.
—Es... Es solo que...— Suspira con frustración mientras revuelve con ambas manos su cabello.— Es... Una tontería
Susurro apenado, el rubio muerde su labio para después tomar ambas manos del azabache con suma delicadeza, con sus pulgares acaricio sus mejillas. Sus miradas chocan perdiéndose en la inmensidad del contrario, negro y azul brillaban intensamente, ninguno deseaba apartar la mirada y un sentimiento de calma empezaba a invadir el pecho del azabache, este ante la inmensa sensación de paz este suspiro cerrando sus ojos y sin darse cuenta el rubio lo atrajo a sus brazos, envolviéndolo en estos.
—Para tenerte de esta forma...— Pausó.— dudo que sea una estupidez.
El rubio empezó a dar pequeños masajes en círculos en la espalda de este mientras susurraba en su oído. El azabache poco a poco rodeo al rubio con sus brazos correspondiendo tímidamente el abrazo del ojiazul.
—Lo es.— Suspira.— Es solo que... Es molesto fingir ser alguien... Quien realmente no soy.
El rubio comprendió al instante, Se estaba cansando de fingir aquella actitud infantil ante todos y podía asegurar que el rostro del azabache se encontraba fruncido al igual que con signos de tristeza, por lo que decidió abrazarlo con mas fuerza, hundiendo su rostro en el pecho del mas alto.
—Es normal que tengas tu limite, ni tu puedes soportar tanta estupidez.— Escucho la pequeña risa que había provocado en el azabache, reprimiendo así su propia risa,— 'Hm si lo que te molesta es fingir — Pausó. — Solo por hoy, te dejare actuar como tu mismo.
El azabache río una vez mas atrayendo el cuerpo del mas pequeño hacia si mismo, colocando su nariz en los rubios cabellos de su acompañante, por primera vez en mucho tiempo se sentía feliz de nuevo y reía con sinceridad. Se sentía...
—En casa...— Susurro y el rubio levanto su mirada, el azabache sonríe como hace años no lo hacia.— Cuando estoy contigo, me siento en casa.
El rubio se sonroja fuertemente por lo que vuelve a hundir su rostro en el pecho del azabache.
—Tu risa normal suena menos patética que la que haces siempre 'Hm,— Hablo después de unos segundos, el azabache río en voz baja.
«Que hermosa sonrisa.» Pensó para si mismo el rubio aun sonrojado.
—¿Me dejaras abrazarte toda la noche?— Preguntó.
El rubio aun sonrojado empuja al azabache contra el pasto colocando su brazo izquierdo sobre el abdomen del moreno y su cabeza sobre el pecho de este mismo, sus mejillas ardían en sobremanera.
—Solo por esta noche.— Susurro aun apenado.
Ampliando aun mas su sonrisa el azabache rodea la cintura del rubio con ambos brazos mientras soltaba una risa baja.
—Comprendo.— Río.
«Solo por esta noche, me permitiré ser yo mismo.» Pensó el azabache.
Lo que para ambos seria solo una noche, se convirtió en su día a día sin saberlo. Siendo ellos mismos sin restricciones, mostrándole así a ambos que Tobi no era ese frenético chico que solía mostrar y que Deidara era alguien realmente cariñoso y comprensivo.
Sin saberlo.
Sus corazones fueron uniéndose y su amor, por fin fue correspondido.
Lo que empezó por una noche, fue lo que marco lo que siempre se supo, el amor que guardaban entre ambos.
Fin
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Dedicado a jess_lm27 que gracias a sus historias,
me enamore enormemente de esta pareja.♥
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¡Feliz San Valentin!
Y feliz cumpleaños al bebo de Obito (Atrasado)
P
dt: Estaba tan ocupada ayer que se me olvido publicarlo, F.
¿Cual fue tu parte Favorita?
¡Gracias Por Leer!
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