Azeroth alternativo
- Comprendo tu trato, Alleria Brisaveloz. Pero debo preguntarte: ¿y tú? - eran las palabras de un ser que se comunicaba con Alleria.
Alleria no parpadeó.
- ¿Importa? - dijo Alleria.
- A mí no - dijo el ser con simplesa.
Alleria comprendía el trato a la perfección. Pero las consecuencias… el precio que tendría que pagar…
En fin. Todo a su tiempo. Antes de destruir a la Legión Ardiente, debía escapar de ella. Su captura no había sido precisamente parte del plan, pero las circunstancias exigieron un
poco de improvisación. Al menos la había acercado a su premio. Habían pasado quinientos años de búsqueda. Su objetivo estaba ahora al alcance de la mano.
- Pronto tendremos que actuar. Creo que ya he agotado su paciencia. Prepárate, Caminante intersticial - dijo Alleria.
Se oyeron risas desde la jaula que flotaba sobre ella.
- He estado aquí mucho más tiempo que tú, Brisaveloz. Estoy más que listo para irme - diría el caminante intersticial.
- Bien - dijo Alleria había vigilado a los interrogadores de la Legión.
Últimamente, la frustración ante su voluntad inquebrantable era cada vez más visible. No quedaba mucho
tiempo.
- Esto será desagradable - pensó Alleria.
Desde la jaula de la otra criatura brotaron luces color violeta.
- Y ahora comienza la primera lección. Es una técnica simple y muy desagradable. Escucha con atención - dijo el caminante intersticial.
Alleria cerró los ojos y abrió la mente. Las advertencias de Xe'ra resonaron en su cabeza. No les hizo caso. Ya estaba comprometida con ese camino.
Lo único que esperaba era soportarlo.
Hace algún tiempo atrás....
Argus...
- ya veo si me conoces supongo que sabes de él no es así - dijo Goku traquilamente.
- milenios atrás estaba por destruír Azeroth pero el apareció y solo vasto un leve movimiento de su mano para acabar con mi ejército - dijo Sargeras enfocando su atención en el saiyajin.
- ya veo, así que también eres ajeno aquí - dijo Goku traquilamente.
- nada sobrevivió ante su cólera pero el destino me trajo a este nuevo universo y me dio la oportunidad de continuar con mi labor, pero ahora entiendo que jamás lo conseguire - dijo Sargeras.
- si, supongo que solo es un pérdida de tiempo - dijo Goku traquilamente.
- aún así el me dio la respuesta jajaja - decía Sargeras enfocando una sonrisa malvada.
Goku presto atención pues parecia que algo tenía entre manos.
- entre más absorvia a mis versiones alternas más poderoso me volvería, universo tras universo fue cayendo ante mi dogma, mi sueño de vencer a la sombra al fin se estaba logrando - dijo Sargeras.
- espera ¿que tratas de decir? - dijo Goku seríamente.
- aún no lo entiendes Son Goku, soy más poderoso que las sombras más poderoso que Azeroth - dijo Sargeras enfocando una diabólica sonrisa.
- ya veo - dijo Goku traquilamente mientras su aura se manifestaba a su alrededor.
- vas a matarme - dijo Sargeras mirándolo.
- puede ser aunque me eres de utilidad aún - dijo Goku simplemente.
- así y porque - dijo Sargeras.
- no confío en Xe'ra, en Elune, ni mucho menos en la luz así que sigue con tu juego de desesperación tarde o temprano un mounstro te matará - dijo Goku traquilamente.
- creí que serías ese mounstro - dijo Sargeras.
- no, soy un Dios para mí toda vida es valiosa, incluso una tan patetica como la tuya, aún así eso solo causara que todos se maten entre sí y sinceramente no me interesa en lo más mínimo pues la vida puede nacer de la destrucción - dijo Goku sin expresión alguna.
- grandes palabras y en qué te vasas para decir eso - dijo Sargeras mirándolo fijamente.
- recuérdalo Sargeras, Antes de la creación viene la destrucción - eran las últimas palabras que oyó por parte del saiyajin quien desapareció del lugar sin dejar rastro alguno.
Con Turalyon...
La lucha en Argus había cesado por un momento. Pero no por mucho tiempo.
Turalyon caminó por el salón con paso firme, detrás de la fila de vanguardia.
- ¡Prepárense! Defiéndanse de la primera oleada y retrocedan. ¡Debemos hacerlos entrar a
todos! - dijo Turalyon.
Pasó junto a Lothraxion. El nathrezim le devolvió la mirada.
- ¿Podremos darles tiempo suficiente? - dijo Lothraxion Turalyon no dijo nada, y fue respuesta suficiente.
Lothraxion gruñó - Bueno, al menos podemos herir el orgullo de la Legión - dijo el nathrezim.
Un estruendo de pisadas firmes y armas invadió los pasillos. Se oía cada vez más fuerte.
Turalyon sujetó su espada. Luz, cómo deseaba que Alleria estuviera a su lado.
- ¡Ahí vienen! - alertó Silvannas quien tenía su arco listo con una flecha.
Un grupo de demonios salvajes atravesó la pequeña entrada, liderados por tres nathrezim.
Lothraxion los recibió con una carcajada, espada contra espada.
- ¡Me alegra volver a verlos, hermanos! - dijo Lothraxion luz y vileza se entrelazaron en un furioso
espectáculo.
Peleaban en un pasillo angosto. Demasiado estrecho. La Luz logró defenderse contra fuerzas mayores en número por el momento. Un demonio atravesó las filas delanteras,
pero la espada de Turalyon lo derribó. Miró hacia atrás. Sus artificieros trabajaban en la construcción de fallas en la cámara principal.
- ¿Está listo? - gritó Turalyon.
Uno respondió con un grito agudo de frustración.
- ¡Ya casi! Necesitamos… un poco... - dijo un guerrero de la luz.
- Se nos acaba el tiempo. ¡Retrocedan y abran la falla! - dijoTuralyon se volvió hacia su ejército y alzó la voz.
- ¡Retrocedan! ¡Retrocedan! - grito Turalyon.
Sus soldados obedecieron con calma, retrocedieron al unísono y se ocuparon de los pocos necios que arremetían solos. Se retiraron del pasillo hasta una sala amplia de techos altos, una cámara donde la Legión Ardiente guardaba sus barreras de fallas.
Después de siglos de asaltos, la Legión finalmente había dilucidado cómo evitar que el Ejército de la Luz abriera fallas en Argus para ataques fugaces. Las barreras los detuvieron de inmediato.
Esa ofensiva era una estrategia desesperada. El ejército de Turalyon no sabía cómo funcionaban las barreras ni cómo destruirlas. Pero era un riesgo que todos estaban
dispuestos a correr. Si triunfaban, recuperarían el acceso a Argus. Podrían amenazarlos con
capturar el alma del mundo y sembrar el pánico entre las filas de la Legión, e incluso obligar a la Legión a ponerle fin a su invasión en Azeroth.
Pero no habían triunfado. Y ahora, todos los demonios de Argus se acercaban.
Lothraxion tenía razón. Solo les quedaba lastimar el orgullo de la Legión. Pero Argus estaba en el Vacío Abisal. Los demonios que asesinaran jamás volverían a levantarse.
La retirada del ejército a la cámara fue todo un espectáculo. Los demonios surgieron desde
los pasillos y se precipitaron a la sala abierta tan decididos a perseguir a las fuerzas de Turalyon que no advirtieron que había dos paladines esperándolos a cada lado de la puerta.
Cuando Turalyon no vio más que demonios, dio la orden.
- ¡Ahora! - ordenó Turalyon.
El ejército dejó de retroceder. Los dos paladines de la puerta regresaron al pasillo con los brazos extendidos. Se liberó un poder sagrado. Los demonios chillaban ante ellos mientras la Luz los consumía a todos.
Los que ya habían llegado a la cámara se voltearon y se encontraron con Turalyon y su grupo de asalto. La batalla terminó rápido y fue desigual. Tal como Turalyon había planeado.
Uno de los paladines, un comandante de nombre Rosallas, salió rengueando del pasillo. El otro no volvió a aparecer. Turalyon le dedicó una plegaria en voz baja y luego alzó la voz hacia los demás.
- Es hora de irnos - dijo Turalyon.
El transporte de los paladines seguía activo. Fue necesario que cayera físicamente en Argus, pero ahora que estaba aquí, podía abrir una falla hacia el Xenedar. El ejército se escabulló por la abertura estrecha, cruzó una distancia vasta en un instante y volvió a quedar a salvo.
Turalyon fue el último en atravesarla. La falla no se cerraba, y los demonios se apresuraban para cruzarla.
- Ciérrala - le ordenó Turalyon a Rosallas.
- No puedo. Hay algo que… - decía Rosallas Una ráfaga de viento entró en el Xenedar y, finalmente, la
falla se cerró. El paladín parpadeó y se encogió de hombros.
- Disculpe, Alto exarca. Algo estaba bloqueándola - dijo Rosallas.
- No me sorprende. A la Legión le encantaría invadir este lugar - dijo Turalyon apesadumbrado.
Fue la última vez que se infiltrarían en Argus. No había duda. No podrían volver a tomar por sorpresa a la Legión con los transportes del Xenedar.
Por el momento, el Ejército de la Luz estaba atascado allí, oculto en el Vacío Abisal.
Lothraxion palmeó a su líder en el hombro.
- Fue una buena pelea, Turalyon. Nos guiaste muy bien hoy - dijo Lothraxion elogiando a su líder
Turalyon le estrechó la mano.
- Peleaste admirablemente. Como todos. Diles que he dicho eso - dijo Turalyon.
- Así lo haré, Alto exarca - dijo Lothraxion.
Turalyon observó su retirada. Sí, contra todos los pronósticos, habían perdido solo a una tropa. Pero la Legión había ganado.
La guerra de mil años contra la Legión había logrado mucho. Había liberado a prisioneros de destinos peores que la muerte. Había retrasado la invasión demoníaca de Azeroth.
Y ahora había llegado a su fin, no con una última victoria, sino con una pequeña escaramuza y un muro que el Ejército de la Luz no había logrado derribar.
Turalyon se dirigió cansado hacia las profundidades del Xenedar en busca de Xe'ra. Le informaría de su fracaso. Y no habría respuesta. Ella había previsto que los campeones que
luchaban en Azeroth eran la única esperanza de derrotar a la Legión Ardiente.
Su mente estaba concentrada en repeler la invasión.
Eso le dolía a Turalyon, quizá más que cualquier otra cosa. Ella sabía que él iba a fracasar, y no había intentado ayudarlo a vencer el destino.
Luz, ojalá ella tuviera éxito. Hasta que así fuera, él no podía hacer nada.
Con Silvannas...
Los sucesos ocurridos en este tiempo no fueron capaces de sorprenderla, había algo extraño aquí, de hecho era como si la legión ardiente estuviera más a la defensiva pues al liberar a muchos de los prisioneros de la legión, el ejército de la luz se encontró con una defensa mediocre.
Algo estaba mal...
- estás segura de esto - dijo Goku traquilamente.
- si - dijo Silvannas con seriedad.
- Turalyon no te preocupa el o lo que diga Xe'ra - dijo Goku simplemente.
- ambos sabemos que no pertenecemos aquí, así que eso no será problema alguno - dijo Silvannas con seriedad.
- ya veo - dijo Goku.
- como esta ella - dijo Silvannas con tranquilidad.
Sabía que el podía ver a Alleria desde el Xenedar, nadie Turalyon, Lothraxion incluso Xe'ra supieron eso.
Esto hubiera sido de ayuda para vencer a la legión y retrasar la invasión de la legión a Azeroth más tiempo, pero Silvannas y Goku sabían que Xe'ra no lo aprobaría.
Ambos se percataron que no ayudo a Turalyon en Argus, en ese momento lo supieron este ente de la luz no seguia el camino correcto para salvar el mayor de vidas posibles solo seguía uno lineal recto uno deacuerdo a sus convicciones.
- está con el caminante intersticial, un ser muy peculiar a mi parecer pero confiable de momento - dijo Goku traquilamente.
- en fin andando - dijo Silvannas con seriedad.
- luego no me culpes - dijo Goku traquilamente.
Ambos fueron envueltos por una aura plateada y de un momento a otro una estela de luz arcoiris se vio cruzando el vacío avisal.
En otro lugar..
El aprendiz de inquisidor flotaba sobre su estrado, por encima de Alleria, y los lazos de magia vil enviaban agujas de dolor que le atravesaban la mente.
- Dime cómo encontrar el Xenedar o sufrirás por toda la eternidad. - dijo el eredar.
La Legión Ardiente había demostrado mucha creatividad para la tortura cuando Alleria llegó a Niskara. Los demonios eran expertos en interrogación, capaces de romper
voluntades inquebrantables con métodos ingeniosos. Hubo momentos en los que realmente tuvo miedo de ceder ante la agonía… o al menos revelar que ella había querido
que la llevaran a esa prisión.
¿Pero esto? Esto era francamente lamentable. Se le hacía difícil ocultar su desprecio. El alto inquisidor era un maestro de su oficio. El aprendiz no tenía imaginación.
El inquisidor extendió la mano. Abrió sus dedos de garfas largas para revelar un pequeño cristal negro y pulido. Alleria ya había visto algo así antes. Era una piedra de alma.
- Es un regalo de Kil'jaeden. Será una recompensa por la información que me daras. ¿Comprendes, Brisaveloz? Si no obedeces, tu alma le pertenecerá a kil'jeaden para siempre. - dijo el demonio.
- ya veo - murmuró Alleria.
- Ah, veo que comprendes bien. Pero quizás eso es lo que quieres. Cuando llegue, tu alma y la de tu amante se reunirán en gritos de agonía hasta que las estrellas sean polvo. —Cerró
las manos en un fingido gesto de adoración - Será tan romántico - culminó el demonio.
Alleria no respondió.
El inquisidor suspiró decepcionado.
- ¿Necesitas más motivos para que te convenza? Muy bien - dijo el demonio quien movió la mano y los lazos de
vileza desaparecieron.
Alleria cayó al piso fingiendo estar exhausta. Él se le acercó lentamente, ideando una nueva tortura que no tendría oportunidad de usar.
Alleria respiró hondo.
- Saldemos nuestro trato, Caminante intersticial - dijo Alleria quién se levantó con brusquedad. No tenía armas físicas. Los inquisidores le habían bloqueado el acceso a la Luz. Pero ni la astucia de la Legión habría imaginado que una guerrera del Ejército de la Luz habría aceptado a la Sombra.
Un poder oscuro le corría por las venas. Las voces del Vacío regresaron a ella, mareadas, delirantes. Siguió las enseñanzas del Caminante intersticial. Extendió una mano hacia el inquisidor. La otra, hacia la jaula del Caminante. La jaula y el demonio, que no tuvo tiempo ni de gritar, explotaron en pedazos.
Alleria esperó, con el oído atento. No oyó ninguna alarma. Tampoco gritos de furia. El inquisidor se había confiado tanto que no había traído guardias ni invocado ojos
guardianes. No había testigos.
El Caminante intersticial surgió de las ruinas de su jaula. Era un etéreo, una criatura de energía pura. Cuando lo capturaron, habían destrozado sus protecciones. Era una masa
amorfa de poder irregular.
- Buen golpe, Alleria. He tenido estudiantes peores - dijo el caminante intersticial.
Miró a su alrededor. Por un momento consideró buscar su arco, pero sabía que no había tiempo. Pronto advertirían la ausencia del inquisidor.
- Debemos irnos - mavullo el caminante intersticial.
- Sí, ya lo creo - dijo Alleria de su interior brotó magia de las Sombras. Un portal se abrió ante ellos.
- Yo debo recuperarme y tú, entrenar. Hay un lugar donde podemos hacer las dos cosas - dijo el caminante intersticial.
Alleria dudó. Se arrodilló junto a los restos del inquisidor. El etéreo temblaba de impaciencia.
- ¿Qué estás esperando? - dijo el caminante intersticial.
Levantó la piedra de alma.
- Esta era para mí. Temo que haya otra para una persona que aprecio muchísimo - dijo el ser
Las palabras del etéreo no transmitían piedad.
- Nuestro trato no me obliga a esperar a que estés lista. Decide cuál es más importante, Ahora - dijo el caminante intersticial.
Alleria le lanzó una mirada furiosa, pero no había que tomar ninguna decisión.
- Él se esconde en el Vacío Abisal. No sé cómo encontrarlo - dijo el caminante intersticial.
- Lo encontrarás. Si sigue vivo cuando termines - dijo el caminante intersticial.
- Entonces vamos - dijo Alleria.
Atravesó el portal. Los cielos arremolinados de Niskara se desvanecieron. Y en su lugar…
nada. Ni sonido. Ni viento. Ni suelo. Solo un silencio agobiante. Lo único que emanaba un poco de luz era el resplandor del etéreo. Alleria flotaba libremente.
—Hasta que aprendas a sobrevivir aquí, será mejor que no llames mucho la atención. Bienvenida al Vacío, Alleria Brisaveloz - dijo el caminante intersticial.
- ¿Por dónde comenzamos? - dijo Alleria.
- ¿Qué tal unos asesinatos más? No. Eso te sale naturalmente. Quizás algo más... fundamental. - dijo el caminante intersticial. Latió , y la Sombra comenzó a retorcerse ante él.
- Hablemos sobre conservar tu cordura. El Vacío hará todo lo que pueda para quebrar tu voluntad - dijo el caminante intersticial.
- Eso puede ser un problema - dijo Alleria.
- Sin duda - dijo el etéreo.
- La Sombra sanará tus heridas. La Sombra te mostrará tu destino - dijo el caminante intersticial.
Alleria se disgustó.
- No te metas con mis recuerdos - gruño Alleria con seriedad.
La envolvió el sonido de una carcajada.
- No podría, ni aunque lo intentara. Sabré todo de ti cuando esto haya terminado.¿Empiezas a arrepentirte? - dijo el caminante intersticial.
- No - dijo Alleria.
- Entonces, comencemos. Hasta ahora fuiste una estudiante sobresaliente, Alleria Brisaveloz. Pero apenas has tocado la Sombra. Para comprender verdaderamente tu destino, la Sombra y tú deben ser una - dijo el caminante intersticial el poder del etéreo palpitaba silencioso - Y he ahí
el peligro. Crees que el Vacío es tu enemigo. Y él piensa lo mismo de ti. Por ahora. Su propia naturaleza es hostil a lo que tú conoces como vida y cordura - comentó el etéreo.
La oscuridad que los rodeaba parecía estar cambiando, Pero sin las Sombras, jamás habrías sobrevivido.
La oscuridad tocó a Alleria. Las voces que había aprendido a ignorar se tornaron ruidosas. Muy ruidosas.
Alleria no podía alejarlas. No podía resistirse. Pero el Caminante intersticial siguió hablando, guiándola por la tormenta.
- Ya comprendes una verdad, Alleria. La luz es ciega. No puede ver todo el destino, porque no es la única responsable por él. Tu camino estaba envuelto en la Sombra y por eso estaba oculto de la Luz - dijo el caminante intersticial.
La fortaleza de sus palabras era un ancla a la que aferrarse mientras los
torrentes de oscuridad la sacudían.
- Ahora, comprende otra verdad. La Sombra es igualmente ciega. Vio que tu destino se cruzaba con el suyo y se regocijó. Pero ella también ve solo un fragmento del destino. Y ese fragmento no se parece a nada que hayas vivido hasta ahora - dijo el caminante intersticial.
Alleria comenzó a tener visiones.
Visiones sumamente terribles.
Vio el movimiento de la Luz en el cosmos, como una depredadora voraz. La vio tocar las mentes de los mortales de Azeroth, un toque que los corrompía para siempre. Vio a
generaciones vivir y morir con cadenas invisibles, atados a una fuerza que les concedía momentos de paz pasajeros a cambio de total obediencia.
Vio guerras. Vio que las fuerzas de la Luz contraatacaban al Vacío. Vio mundos oscurecidos ardiendo en el fuego sagrado. Vio millones de criaturas encerradas en cristales luminosos grandes como montañas, alimentadas por la Luz e incapaces de morir. Los Guerreros de la
Luz eran monstruos que corrompían y consumían todo lo que tocaban.
Y siguió viendo más y más y más cosas, hasta que no pudo comprender más.
- Mentiras - susurró Alleria - Puras mentiras - dijo nuevamente la Elfa.
- Que te quede grabado en el corazón —dijo el Caminante intersticial.
- Compréndelo, y jamás lo olvides - dijo el etéreo.
- No... ¿Qué…? - dijo Alleria.
El Caminante intersticial la hacía flotar con firmeza.
- Has conocido a la Sombra como una mera suma de horrores. La Sombra ve a la luz de la misma forma. Ninguno de los puntos de vista es cierto. Ninguno es erróneo - dijo el caminante intersticial.
El rugido del Vacío apenas le permitía oír su voz. Los maestros del Vacío le estaban desgarrando la mente. Apenas pudo defenderse.
- La Luz busca un camino y ve al resto como mentiras. La Sombra busca todos los caminos posibles y los cree certeros - dijo el caminante intersticial.
Más visiones. Futuros posibles
Vio a Xe'ra, la Madre de la Luz, declarándola hereje y ordenando su ejecución. Vio su sangre en la espada de Turalyon.
Vio a Arator reuniendo a un ejército de paladines para cazarla, solo para terminar con las flechas de Alleria en la garganta.
Se vio arrodillada ante El Durmiente bajo las olas de Azeroth. Se vio asesinándolo y tomando su puesto, dirigiendo una banda de horrores que consumiría todas las naciones.
Cuanto más se sumergía en la Sombra, más ciertas parecían las visiones. Al principio.
Lentamente, comenzó a distinguir los recuerdos de la Sombra... los planes de la Sombra y los... deseos de la Sombra. Y entonces...El destino.
Vio lo que era invisible para la Luz. Vio lo que era invisible incluso para la Sombra, porque, sí, era igual de ciega.
Vio decisiones terribles. Traiciones nobles. Vio... la victoria, de una forma que apenas podía comprender.
Y entre todo eso, vio un sinfín de acontecimientos que jamás ocurrirían. Las mentiras de la
Sombra eran fuertes, embriagadoras, pero se derrumbaron velozmente.
Quizás algún día caería en la locura. Quizás algún día traicionaría a sus aliados. Era capaz de hacerlo. Pero jamás, de ninguna manera, bajo ninguna circunstancia, lastimaría a su hijo.
Jamás le levantaría un dedo a Arator. Incluso si él la matara por quien era ahora, lo aceptaría con gusto. El peso de esa verdad la mantenía a flote. Y sentía la confusión de la Sombra. No comprendía los lazos entre mortales. No comprendía que había ciertas cosas que no podían corromperse.
Surgió otra verdad, algo que ocurriría muy pronto. Nadaba por la Sombra antes de que lo exigiera su destino.
- Estás lista, Alleria. Cada gramo de poder ahí fuera estará a tu disposición. Sumérgete en él. Tu mente seguirá siendo tuya - dijo el caminante intersticial.
Sin duda estaba lista. Pero todavía no era hora. Se había visto a sí misma lanzándose de un risco, entregándose con toda paz a la caída. Cuando llegara la hora, no habría opción ni
alternativa. Ahora podía escapar, y su destino se lo exigía.
Alleria quería encontrarle sentido a todo. Acudió al Vacío en busca de respuestas. No las encontró, y contactó instintivamente a la Luz. Las fuerzas chocaron con un golpe de dolor enceguecedor. Pero divisó una verdad:
Una estela de luz tan brillante que lo destruirá todos, Turalyon, Arator Silvermoom, Azeroth el universo todo estaba desapareciendo ante sus ojos.
Esto no era el pasado, era algo relativamente cerca, un presente cercano el futuro.
- algo esta mal, el universo, la luz, la sombra todo esta apunto de desaparecer....todo es por él... - dijo Alleria como en forma de susurro.
- de que hablas Brisavelos - dijo el caminante intersticial.
- el trajo consigo un mal muy grande debí saberlo, en su cuerpo mora la luz y la oscuridad en perfecta armonía - dijo Alleria.
- ¿Que fue lo que viste? - dijo el caminante intersticial.
- el estaba allí yo lo puedo ver, el vendrá y consigo traerá la destrucción de todo - decía Alleria conmosiona.
Una visión más se hacía presente, delante de todo el ejército de la luz, de Xe'ra, Lothraxion y Turalyon, un hombre los miraba.
Su cabello era negro estilo de palmera, sus ojos vacíos carentes de cualquier vida una diabólica sonrisa adornaba su rostro.
- ese es Goku - decía Alleria impactada.
Antes de seguir profundizando más y más en este tema una presión se haría presente sabreexaltando al caminante intersticial y a Alleria, dejando aún lado el entrenamiento ambos volverían al vacío avisal a tratar de averiguar qué sucedia.
- ¿que es esto?, es esa misma presión que sentí hace mucho tiempo atrás - dijo el caminante intersticial atípica recordando la gigantesca presión que siento hace un milenio atrás.
- este poder sagrado, es de él, viene hacia aqui - dijo Alleria con seriedad.
- ¿de quién hablas Brisavelos? - dijo el caminante intersticial.
- Son Goku - era lo único que diría Alleria con seriedad.
De pronto una gigantesca ráfaga de viento sacudió el lugar, de entre la oscuridad una estela de luz arcoiris se hizo presente en el lugar a los pocos segundos esta misma estela de luz arcoiris se detuvo frente a Alleria y el caminante intersticial.
- valla así que aquí estabas Alleria - dijo Goku traquilamente con una voz amigable.
- menos mal te encontramos - dijo Silvannas con un suspiro de alivio.
- oye quien eres realmente Son Goku - dijo Alleria con suma seriedad.
Las voces en su mente la estaban enloqueciendo, le decían que huye de ese mounstro.
- huye rápido, no puedes hacer nada contra ese mounstro, con su sola presencia aquí las posibilidades no existen rápido huye - eran las palabras del vacío.
Alleria se alarmó y posteriormente se sujeto la cabeza con fuerza, Silvannas se alertó y se trató de acercar a Alleria pero Goku no la dejo.
- si la tocas si energía, invadirá tu cuerpo - dijo Goku traquilamente.
- está sufriendo, que le pasa - dijo Silvannas.
- el vacío trata de devorar su mente a causa de mi presencia, quiere sacarme de aquien pues cree que los destruiré a el y sus maestros - dijo Goku traquilamente.
- maestros de quién hablas - dijo Silvannas confundida por ésto.
- los señores del vacío, no lo entiendo Sargeras ahora es más poderoso que ellos por qué no los destruye todavía - dijo Goku traquilamente.
Goku no le dio más asunto al tema y puso su mano derecha en la cabeza de Alleria, transfirió un poco de ki divino a su cuerpo y calmo su mente impidiendo que los señores del vacío invadieras su mente nuevamente.
- supongo que te sientas mejor - dijo Goku traquilamente.
- que fue lo que hicistes - dijo Alleria mirando sus manos una sensación extraña recorria su cuerpo.
Se sentía más poderosa sentia un poder diferente en su interior.
- mientras tengas cautivo mi ki divino, tu mente quedará tranquila no escucharás nada ni un susurro del vacío aún así podrás usarlo supongo - dijo Goku traquilamente.
- este es su poder, es una locura no puede ser normal, cualquiera enloqueceria por tanto poder - pensaba Alleria asombrada.
- Alleria debemos volver al Xenedar no sabemos que pasara si te quedas aquí por mucho tiempo - dijo Silvannas mirandolo figamente.
Tiempo después...
Alleria estaba volviendo. La sala de cristales era extensa. Él observó cada uno de sus pasos con la mente
atontada, apenas podía pensar.
Se detuvo frente a él. Parecía exhausta.
- Me alegra volver a verte - dijo Alleria.
Quería decirle lo mismo. Quería decirle que la amaba y que nada podría cambiar eso. Habría sido cierto. Pero no le salían las palabras. No todavía.
Y ella parecía comprenderlo.
- Mi destino no termina en la Luz. Termina en la oscuridad. Lo he sabido por mucho, mucho tiempo. —dijo Alleria mirandolo a los ojos, sin parpadear.
- Y si no sigo ese camino, te pondré
a ti, a Arator y a todo Azeroth en peligro. Por favor, créeme - dijo Alleria.
Lothraxion los interrumpió.
- Yo he vivido la oscuridad, Alleria. He visto criaturas perdidas. No eres una de ellas. No has cruzado la línea - dijo Lothraxion.
- La cruzaré, algún día - dijo Alleria sin rodeos.
El nathrezim se burló.
- En nombre de la Legión he cometido un sinfín de actos imperdonables. Participé en cientos de genocidios. Pese a todo, la Luz me redimió. No te abandonaré, Alleria Brisaveloz.
No tan fácilmente - dijo Lothraxion.
Turalyon analizó su cara. La conocía demasiado bien. Apreciaba las palabras de Lothraxion… pero ella no le creía.
- Alleria, anda. Vete - dijo Turalyon.
Sus ojos mostraron dolor.
- No - dijo Alleria.
- Ojalá pudieras quedarte - eran las palabras de Turalyon no llevaban enojo, solo una verdad agonizante.
- Xe'ra no lo permitirá. Te hará... Debes irte, Alleria. Mientras puedas. No sabes lo que hará - dijo Turalyon.
- Sé exactamente lo que hará. Y sé lo que vendrá después - dijo Alleria.
Una presencia intensa y terrible inundó la sala. Turalyon sintió la ira divina alrededor de Alleria. Se acercó a su lado.
- Xe'ra, por favor, ten piedad - dijo Turalyon.
Le advertí lo que sucedería si simpatizaba con la Sombra. Y ahora se atreve a profanar este lugar.
Lothraxion se arrodilló ante el poder arremolinado de la Madre de la Luz.
- Escucha mis palabras. La dama Alleria Brisaveloz regresó para salvarnos a pesar de saber que no la aceptarían aquí. Valor, honor, altruismo… aún lleva esas virtudes en el corazón - dijo Lothraxion.
- Las virtudes no sirven de nada cuando uno se aparta del camino que la Luz ha elegido - dijo Xe'ra.
Y aun así, a pesar de su ira, Xe'ra vacilaba.
Turalyon abrió la mente para ella, le dejó ver sus dudas, su angustia y su determinación.
- Te lo ruego, Xe'ra, no la lastimes - rogaba Turalyon.
La mirada impiadosa de Xe'ra examinó su alma, y después se volvió hacia la mujer que él amaba.
- Alleria Brisaveloz. ¿Renunciarás al Vacío y jurarás lealtad a la Luz? - dijo Xe'ra.
Alleria respondió sin miedo.
- Lucharé hasta que la Legión Ardiente sea polvo - dijo Alleria.
- Responde mi pregunta - dijo Xe'ra.
- Recorremos distintos caminos, pero no somos enemigas. Lo he visto. Me uniré al Ejército de la Luz en la última batalla contra la Legión, y juntas haremos caer a los demonios - dijo Alleria.
- No, Alleria. No será así. Permanecerás aquí, encarcelada, hasta que vuelvas a aceptar el
camino de la rectitud. No permitiré que corrompas lo que he previsto - dijo Xe'ra.
- Haz lo que debas hacer - respondió Alleria.
Alleria no se resistió, ni siquiera cuando los miembros del Ejército de la Luz se la llevaron para encerrarla en algún lugar del Xenedar. Turalyon la observó marcharse. Ella le devolvió la mirada con una sonrisa tranquilizadora.
Lothraxion esperó allí junto a él.
- Regresará. No pierdas la esperanza - dijo Lothraxion.
- Aún confío en el propósito de la Luz. Pero… también confío en Alleria. Siempre he confiado - dijo Turalyon quién miró a Lothraxion—. ¿Eso me hace un necio? - indagó Turalyon.
- Si así fuera, los dos somos necios, hermano - dijo Lothraxion.
Turalyon se sentó mientras llegaban trataba de asimilar lo sucedió aun. Su destino, oculto. No podía ver lo que sucedería.
Pero tenía un lugar donde refugiarse del caos. Un centro de paz. Sin importar lo que sucediera, siempre confiaría en ella. Siempre lucharía por ella. Y ella haría lo mismo por él. No tenía dudas.
Y eso le traía paz.
En algún lugar de la oscuridad del más allá...
En un pequeño domo de energía yacían Goku y Silvannas mirando este desenlace.
- creí que te quedarías con ellos - dijo Goku traquilamente.
- cambiamos mucho la historia de este universo, supongo que ya no importara lo que hagamos aquí verdad - dijo Silvannas con tranquilidad.
Goku tenía la mirada fija en una dirección mirando algo en particular.
- será divertido - dijo Goku en sus pensamientos.
- estás más loco que ella - dijo Shen long desde su interior.
- vendrá verdad - dijo Goku en sus pensamientos.
- de eso no hay duda alguna - respondio Shen long con seriedad.
- buen nuestra última pelea será en este Azeroth alternativo - pensó Goku con una mirada sería.
En algún lugar del megaverso Alfa...
Se podía ver tanto a N21, Aki, Azrael, Reynare y Taimat quienes estaban admirando toda la magestuosidad del lugar.
- así que esto es una brecha dimensional - dijo N21 asombrada.
- es muy diferente a la que hay en mi mundo - dijo Taimat con tranquilidad.
- Azazel-sama describió el lugar como una puerta hacia otras dimensiones o más bien un espejo ya que el atravezarlas era absolutamente imposible - dijo Reynare con tranquilidad.
- algo así me dijo Goku también, pero solo hay que superar el límite del universo al cual quieras entrar - dijo Azael con tranquilidad.
- ¿más fuerte que un universo? - dijo Taimat con sarcasmo.
- que pasa con esos ánimos - dijo Azrael mirandolas.
- hasta hace poco sabía que era una de los más poderosos dragónes del mundo, ahora solo soy un mero insecto solamente - dijo Taimat suspirando.
- el universo está lleno de seres poderosos, pero como el mismo se muevo por el poder, siempre aparecera alguien más fuerte es la naturaleza en la cual se mueve está existencia - dijo N21 con tranquilidad.
- jum....el poder atraer al poder - dijo Reynare con un tono sarcástico.
Antes de que alguien pudiera decir algo más, un sonido llamo su atención.
- lista Azrael, Aki- dijo N21 con tranquilidad.
Ellas solo asintieron y tomaron ambos báculos con sus manos mientras hacía fluir esa aura carmesí características del poder de Goku y plateada por el poder de aki.
- espérame Goku-chan, sea donde sea que estés te encontraré - pensó Azrael con una mirada sería.
Una inmensa luz cegó a todos las presentes del lugar, mientras el hechizo mágico se hacía cargo de llevarlas a un nuevo mundo.
Tiempo después....
Se podía ver a Azrael quien comenzaba a despertar en lo que era solamente un páramo vacía lleno de acantilados.
- ¿Uh? ¿Donde estoy? - dijo Azrael en sus pensamientos.
Ella miró los alrededores en busca de las demás pero no las encuentraba al tratar de sentir su ki y magia no las detectó por ningún lado.
- Valla estoy perdida - dijo Azrael de manera suspirante.
Ella enfoco su vista más en los pequeños iconos que estaba si su campo visual y trato de tocarlo pero le fue imposible, después de varios intentos ella puso acceder a una de los paneles con su mente.
- uh, Azrael, tal parece que ese lugar uso mi nombre real, bueno no importa - dijo bella Ángel.
Delante de ella se manifestó un mapa de la zona algo que le saco una sonrisa.
- esto es verdaderamente útil - pensó Azrael con una sonrisa - ¿Valla del dragón? - dijo Azrael mirando la zona nuevamente.
- esto más parece un videojuego jajaja - dijo Azrael con una sonrisa pero en uno de los caminos puso observar como una gigantesca tropa de soldados se acercaba a gran velocidad.
- se acercan, parecen que vienen por mi, pero ¿porque? - dijo Azrael mirando esto con tranquilidad.
Ella miró los iconos nuevamente y vio que tenía habilidades que ella desconocia.
- Tres lluvias de meteoritos, y un mapa de búsqueda - dijo Azrael en sus pensamientos.
Ella presionó el icono de mapa de búsqueda y el mapa tomo otra función, señalando las acciones del enemigo.
- son rojos supongo que son enemigos - dijo Azrael - ¡ejército de hombre lagarto de élite! ¡Mierda! Son 300 y todos de nivel 50 - dijo Azrael mirando a la enorme tropa acercarse.
- No sé si pueda con todos, creo que tendré que huir de aquí - dijo Azrael con tranquilidad.
Ella los vio detenerse y apuntar sus arcos hacia ella.
- tal parece que no me dejaran ir - dijo Azrael con tranquilidad.
Ella atrapa la primera flecha que lanzaron en su dirección y solo suspiro.
- no hay de otra - dijo Azrael con una mirada sería.
Ella se lanzó contra ellos directamente mientras dejaba ver doce pares de alas de color dorado y materializaba dos espadas de luz.
- aquí voy - grito Azrael mientras comenzaba a combatir con los hombres lagarto.
Muchos de ellos la enfrentaron directamente con sus espadas y dagas pero el número de enemigos no trdo en abrumarla.
Cortes de espadas, dagas, navajas y flechas caían en su dirección pero ella los esquivava con dificultad debía hacer algo o la matarían.
Ella no era alguien común despues de combatir contra miles de demoníos en la guerra y al haber peleado frente a frente contra la bestia del apocalipsis, tenía experiencia pero por alguna razón los enemigos la estaban logrando hacer retroceder.
Ella observo los íconos que tenían esa habilidad llamada lluvia de meteoritos y sin dudarlo los presióno, pero nada sucedió.
- maldicion, no me queda de otra que usar eso - pensó Azrael con seriedad.
Ella comenzó a canalizar una inmensa cantidad de ki y magia mientras preparaba su mayor ataque pero una luz llamo su atención y al mirar al cielo se sorprendió enormemente.
Decenas de meteoritos comenzon a caer al suelo donde ella estaba sin más ella decidió solamente elevarse al aire para evitar la explosión que debasto con esa habilidad.
- mierda...por alguna razón esto causara problemas más adelante - dijo Azrael con una sonrisa nerviosa.
Una gigantesca explosión cubrió toda la zona generando una fuerte ventisca que la envío al suelo nuevamente.
Momentos después...
Se podía ver cráteres de gran tamaño por doquier, y una chica levantandose mientras tosia polvo.
- está en mi boca, asqueroso - decía Azrael pero un ruido llamo la atención de la bella Ángel.
- valla sobrevivió, es increíble - pensó Azrael mirando al hombre lagarto que yacía frente a ella.
Este le arrojó una espada a lo cual ella solo la tomo y la blandió contra el, el lanzó un ataque con su lanzó a lo cual ella lo evadió fácilmente, en un rápido movimiento ella corto al lagarto en dos con la espada.
- para que aprendas a no atacar a una bella mujer sin razón aparente - dijo Azrael con un tono serio.
Momentos después...
Ella estaba sentado en una roca mirando el cielo tranquilamente.
- sentí un leve incremento en mi magia, que habrá sido - dijo Azrael tranquilamente.
Ella miro nuevamente el panel central y vio sus estadísticas.
" Azrael : nivel 999+"
" Raza: ángel "
- Maná: infinito"
- Ki divino: 0.00% en recuperación"
- parece ir los atributos están al máximo - dijo Azrael al ver todo al límite.
- ya entiendo, mi magia aunmento con la lluvia de meteoritos, bueno no importa tengo que averiguar dónde estoy - dijo Azrael mientras sacaba sus alas y alzaba el vuelo hacia el sur donde a los kilómetros de distancia cruzo una especie de barrera.
- jajaja en verdad, parece un juego - pensó Azrael con una sonrisa.
Después ella siguió su camino hacia el poblado más cercano, pero se detuvo en un lugar y acampo.
- debo mesclarme con el entero, mi ropa llamaria mucho la atención - dijo Azrael mirando su ropa la cual era muy llamativa.
Para su sorpresa el ataque com esa lluvia de meteoritos le dio muchas cosas útiles, agua, dinero, incluso armas divinas y mágicas algo que le sería de mucha utilidad en este travesía.
Ella hizo aparecer un círculo mágico en sus pies el cual subio lentamente y cambio su ropa a un más antigua.
- jaja no uso esto desde que estuve en Camelot - pensó Azrael con una sonrisa.
- bueno sería aburrido no ir a ningún lado, como sea dormiré un poco y mañana vere a dónde ir - dijo Azrael con tranquilidad mirando el cielo.
En otro lugar del infinito megaverso Alfa...
- ocaso son estúpidas - era el grito que resonó en la sala.
Delante de esta persona estaban Aki, Taimat, Reynare y N21 está última trataba de calmar a la persona que estaba furiosa frente a ellas.
- cálmate Chronoa, no sabías que algo así podía pasar - dijo N21 un tanto nerviosa.
Todas se encuentraban en el nido del tiempo un lugar desconocido para muchos, la suprema kaioshin del tiempo las rescato antes de que cayeran en una grieta temporal de la cual jamás podrían salir.
- imbeciles acaso querían morir o que - dijo Chronoa con seriedad.
- a quien llamas imbecil, mocosa malcriada - dijo Taimat mirando a la diosa.
- ya ya calmemonos - dijo Goku Xeno con una sonrisa.
La pequeña diosa solo bufeo y miro a otra dirección.
- como sea hay que buscar a esa mujer llamada Azrael, lo antes posible - dijo Trunks Xeno con tranquilidad.
- a todos esto aquí, quién es esa insecta y porque tanto interés en irla a buscar - dijo Vegeta Xeno con su típica expresión seria.
- ¡uh!, es la mamá de Goku - dijo N21 con tranquilidad.
- ¿¡Queee!? - dijeron todos los patrulleros del tiempo sorprendidos.
- dejando eso aún lado creo que debemos separarnos - dijo Aki con tranquilidad.
- separarnos, ¿Por qué? - dijo N21 con cálma.
- bueno con esto ya son dos personas a quienes debemos buscar, Azrael debería ser la prioridad según yo creo, Goku se puede cuidar solo - dijo Aki con tranquilidad.
- ya veo bueno tienes razón, pero ella posee los poderes de Goku ahora - dijo Tiamat.
Devuelta con Azrael....
Un nuevo amanecer se hizo presente en el nuevo mundo en el que ella se encontraba...
- primero iré a la fortaleza de los guerreros - dijo Azrael mirando el mapa - que viento más agradable, hace tiempo que no me sentía así de emosionada por una aventura- sinseo Azrael con una sonrisa.
Ella desplego sus alas y comenzó a recorrer el lugar en dirección de su destino, admirando la fauna del mundo.
Ella llegó a su destino.
- ¡Esa es la fortaleza de los guerreros! ¡Eh! - dijo Azrael con tranquilidad.
- una monarquía, parece que retrocedi en el tiempo - dijo Azrael con tranquilidad - Cuidad Salue... parece el lugar más cercano - dijo Azrael mirando el mapa.
Ella levantó su mirada al cielo, sentía la presencia de un dragón a su alrededor, desplegando sus alas ella comenzó a buscarlo por los alrededores, solo para ser sorprendída por el mismo quien la envío la suelo rápidamente.
- itetete, me lastime el atractivo - dijo Azrael mirando se sobaba el trasero.
El giverno se acercó a ella a lo cual Azrael enfoca su atención en el.
- lagartija, superdesarrolada me las pagarás - dijo Azrael mirando con seriedad.
Ella alzó el vuelo confrontando al dragón quien la atacó y ella esquivo su ataque lanzado un ataque de luz en su dirección auyentando al dragón.
- cobarde - dijo Azrael mirando como se alejaba de ella.
Pero ella recordo que en la misma dirección por la cual Hiba el dragón sintió múltiples presencias humanos.
- rayos, creo que había personas por alli - dijo Azrael con tranquilidad - supongo que es mi culpa - dijo rápidamente desplegando sus alas y comenzó a perseguir al dragón.
Ella llegó al lugar donde vio a los soldados enfrentandose contra el dragón aún así no comprendía nada de lo que decían.
- demonios no entiendo ni una palabra de lo que dicen - pensó Azrael con tranquilidad.
Ella habrio uno de los extranos paneles en la que encontro opción donde se relacionaba con el idioma, después de poner la habilidad al máximo ella podía entenderlos completamente.
- ¡mantengan sus posiciones! - dijo un soldado.
- ¡muestren el espíritu de salue! - grito un soldado
- ¡ahí viene! ¡lanceros no bajen las lanzas! ¡empujen con las piernas y mantenganlo allí! Si se eleva no podremos detenerlo - ordenó el capitán
- arqueros prepárense. Esperen a que las lanzar lo asusten y se detenga - dijo una mujer al mando de los arqueros.
Al disparar las flechas estás rebotaron como si nada.
- así no le harán nada, la piel de los dragones es muy dura y una arma común y corriente jamás la atravezara - dijo Azrael con tranquilidad mirando lo que los soldados hacían.
- ¡turbulencia! - decía una hechisera confundidolo con una ventisca muy fuerte.
- ¡Air Hammer! - dijo otra hechisera generando una honda de choque tan fuerte que lo envío al piso.
Donde los soldados lo atacaron rápidamente.
- ¡Ligthnigh bolth! - exclamó otra hechisera descargando una poderosa ráfaga de rayos sobre el dragón quien no la siento y de un movimiento mando a volar a muchos soldados seguido de eso de elevo al aire nuevamente.
- mierda, viene hacia mi - dijo Azrael mirando como se acercaba a ella el dragón.
- ¡frenalo, Zena! - ordenó el capitán.
- ¡Si! - exclamó Zena quien tenía una armadura y comenzó a resitar un conjuro - ¡Air cushion! - exclamó liberando un pequeño tornado que al impactar con el dragón este le rebotó envíandola a volar.
- ¡resist fall! - exclamó una hechisera generando una corriente de viento que detenía su caía.
Azrael al ver esto solamente salto con el fin de atraparla en sus brazos, ella estaba inconsiente debido al impacto de su magia contra ella.
Ella descendió lentamente hasta caer en una rama saliendo que yacía en el risco.
- ¿Despertaste? Te cuidado al ver abajo - dijo Azrael con una mirada tranquila.
Ella instintivamente miro hacia abajo asustandose y rápidamente la abrazo.
- voy a saltar, sujetate bien - dijo Azrael con una sonrisa.
Allí ella comenzó a subir el risco con suma facilidad, podía volar con sus alas pero eso llevaría a más preguntas para ella y eso no quería realmente.
La chica llamada Zena estaba sorprendída ante la facilidad con la que ella saltaba cuesta arriba.
- gracias, peleaba contra ese giverno y... - dijo Zena.
- caias del cielo mientras subía el risco - dijo Azrael con tranquilidad.
- ya veo, me salvaste la vida - dijo Zena con una sonrisa.
- me llamo.... - decía la ángel - bueno no importa, realmente - pensó el ángel de la muerte con tranquilidad.
- me llamo Azrael - dijo la bella Ángel con una sonrisa.
- Azrael..eh - dijo Zena con tranquilidad - soy una maga militar y sirviente del duque de salue, me llamo Zena estoy al servicio del ejercicio hace dos años, tengo 17 años y no estoy casado... tampoco tengo novio - dijo Zena un poco nerviosa.
- es mucha información - pensó Azrael con una cara neutral.
Una flecha paso a su lado sorprendiendola.
- ¿Quien eres? Alejarte de nuestra compañera - dijo lilio.
- espera Lilio está bien - dijo Zena
- ¡Guarda silencio, Zena! - dijo Lilio
- mucho gusto chicas, soy una hechicero, mi nombre es Azrael - dijo la ángel con una sonrisa.
- no tienes el aspecto de una hechisera - dijo una pelirubia con algo de hostilidad.
- y acaso eso importa, no he hecho nada malo como para resivir está agresión - dijo Azrael con una mirada tranquila.
- bueno tienes razón, pero.... - dijo la pelirubia quien seguía blandiendo su espada contra ella.
- ¿pero que...? deja de apuntarme con esa espada me estás poniendo de malas - clamó el ángel de la muerte con una mirada sería.
Por alguna extraña razón un sentimiento muy extraño las invadió por completo, puede que se vea muy tranquila pero esa mirada les daba mala espina
- bien muéstrame tus documentos entonces - dijo la pelirubia con seriedad.
- los perdi tras escapar de la lluvia de meteoritos - dijo Azrael con tranquilidad.
- muy bien, puedes hacer nuevos papeles en la cuidad de salue - dijo la pelirubia quien guardo su espada.
Momentos después...
Ellos estaban en un carruaje dirigiéndo a la cuidad...
- somos un escuadrón de investigación envaido a determinar si hay cambios tras la lluvia de estrellas - dijo Zena con tranquilidad.
- ¿El cadáver del guiverno? - dijo Azrael con tranquilidad.
- las armaduras y capas de piel del guiverno son muy duras, así que deberían venderse bien - dijo Zena.
- pero por otro lado, debemos preocuparnos por si tendremos carne de guiverno en adelante - dijo la pelirubia con tranquilidad.
- ¿Sabe mal? - dijo Azrael con tranquilidad.
- es terrible, todo el que la prueba no quiere volver hacerlo, aunque en los pueblos del oeste y los esclavos la comen - dijo el conductor del carruaje.
- valla aquí hay esclavos - pensó Azrael con tranquilidad - siento magia en este mundo, talvez haya seres sobrenaturales también aquí - dijo tranquilamente.
- Azrael-san, ya puede verse - dijo Zena con una sonrisa señalando la cuidad de que veía a lo lejos.
La bella Ángel de levanto para admirar el lugar, se podía ver una gran cuidad de aspecto medieval.
- wao...se parece mucho a la antigua británia - dijo Azrael en sus pensamientos.
Después de entrar a la ciudad ella tuvo que registrarse en el ayuntamiento de la cuidad.
- ah.. Iona - decía un hombre con una sonrisa.
- ella salvo la vida de Zena, parece haber perdido sus papeles, vinimos hacer unos nuevos - dijo Iona con tranquilidad.
- de acuerdo, ¿Quieres usar la piedra de Yamato? - dijo el hombre con tranquilidad.
- si, por favor - dijo Iona con tranquilidad.
- bien, señorita por las manos sobre la piedra de Yamato - dijo el hombre con tranquilidad.
- ¿Piedra Yamato? ¿Que nombre tan extraño? ¿Me enviara a algún lugar especial o que? - pensó Azrael quien puso las manos con tranquilidad.
- tengo una pregunta, no eres un criminal buscado, ¿No? - dijo el hombre con una sonrisa.
- no - dijo Azrael.
- bien, di tu nombre - dijo el hombre.
- Mi nombre...no creo que funcione Tokoyogi Aya, así que seguiré usando el real - dijo el ángel en su mente.
- Azrael - dijo el ángel de la muerte con calma.
De inmediato una planilla se hizo presente frente a ella.
- es mi información....mierda - pensó Azrael con tranquilidad.
- señorita, puede quitar las manos - dijo el hombre - eres un adulto¿Eh? Pensé que eras más joven, me sorprende señorita nivel 100 parece que tú vida no fue fácil - dijo el hombre con tranquilidad.
- algo así - dijo Azrael con simplemente.
- bien - decía el hombre poniéndole el sello al pergamino - ten no los perdas está vez - dijo el hombre entregándole el pergamino.
- una moneda de plata por el trabajo - dijo el hombre.
- si - dijo Azrael con tranquilidad rostro.
- y el impuesto, es una moneda de cobre para los plebeyos - dijo el hombre.
- retiramos el impuesto de entrada a cambio de salvar Zena - dijo Iona con tranquilidad.
- que suerte, bien toma esto, es tu permiso de entrada, es válido por diez días si quieres quedarte más tendrás que pedir una expansión aquí o en el ayuntamiento central, lo harán por tres de cobre sin importar a dónde vallas - dijo el hombre dándole una pequeña barrilla.
- si - dijo Azrael.
- si un soldado te ve con un permiso expirado, hay una multa de una plata. Si no puedes pagarlo te convertiras en un esclavo, recuérdalo - dijo el hombre con tranquilidad.
- si gracias - dijo Azrael saliendo del lugar.
- el lugar del cartel amarillo es la posada del portal - dijo Iona con tranquilidad.
- entendido, gracias por ayudarme Iona - dijo Azrael mientras se alejaba de ella.
- pero qué día, me preguntó donde estaré no más importante donde estarán las chicas - pensó Azrael con tranquilidad.
- Señorita, acaba de cruzar el portal ¿verdad? Si no tienes donde quedarte ven conmigo, te atenderemos bien, tenemos buena comida y camas limpias - dijo una chica de cabello castaño con una sonrisa.
- ¿Que...? Tiene trece años y ya está muy desarrollada para su edad - pensó Azrael mirando a la chica detenídamente.
- mamá, traje un cliente - dijo la chica pelicastaña.
- no deberías obligarla - dijo una mujer mayor.
- no se preocupe - dijo Azrael con una sonrisa.
- oye, no tienes equipaje - dijo la mujer.
- perdi mis cosas durante la lluvia de estrellas, por suerte tenía mi cartera y pude entrar a la ciudad - dijo Azrael con tranquilidad.
- que mala suerte, si quieres quedarte sin comer, será una e cobre grande y si comes en el bar tendras un platillo gratis con eso - dijo la mujer.
- me quedaré diez entonces - dijo Azrael con tranquilidad.
- bien, entonces serán dos de plata exactamente - dijo la mujer.
- ¿puedo comer algo ahora? - pregunto Azrael con tranquilidad.
- lo siento ya apagamos el fuego, solo tengo Quiche enfriandose - dijo la mujer.
- entonces comeré eso - dijo Azrael con tranquilidad.
Después de sentarse y que le pasarán los platillos ella estaba muy tranquila observándo la comida.
- el Quiché de mamá es mejor fresco - dijo la chica pelicastaña.
- Martha, ¿Limpiaste el cuarto de los mercaderes? Lo cobardes se fueron - dijo la mujer.
- lo siento. Aún no...nos vemos - se despidió Martha mientras se alejaba del lugar.
- ¿mercaderes cobardes? - dijo Azrael con curiosidad.
- ah, durante la lluvia de estrellas, gritaban que el rey demonio buscaba pelea con los dragones del valle del dragón y se fueron - dijo la mujer.
- ¿Hay un rey demonio? - pregunto Azrael con tranquilidad.
- si lo había, hace unos 60 o 70 años el héroe venció al rey demonio, no he escuchado que haya revivido en algún país - dijo la mujer.
- así que aquí también hay demoníos - solo Azrael en sus pensamientos - pero a qué se refiere con eso de un héroe, me hubiera gustado enfrentarlo - dijo Azrael con curiosidad.
- jum por qué los de mi mundo son unos verdaderos cobardes, mira que huir del dragón el fin - susurró Azrael con tranquilidad.
- aún si el rey demonio ataca, ira a la cuidad laberinto primero al otro extremo del país - dijo la mujer.
- ya veo - dijo Azrael con tranquilidad.
Ella comenzó a comer con tranquilidad.
- es menos agrio si lo revuelves - dijo Martha con una sonrisa.
- ah, Martha-chan ¿Terminaste de limpiar? - dijo Azrael con una sonrisa.
- si - respondió la pelicastaña.
- eso me recuerda hay un lugar donde pueda comprar abastos - dijo Azrael con tranquilidad.
- ¿Abastos? Puedes comprar ropa y herramientas en los puestos de la calle del oeste, pero es muy caro - dijo Martha.
- ¿Hay sitios que vendan prefabricados en vez de a la medida - dijo Azrael con tranquilidad.
- ¿Ropa que ya fue hecho? Usas palabras difíciles para ser tan joven, hay en la calle tapta pero también es caro - dijo Martha con tranquilidad.
- calle tepta, eh - dijo Azrael con tranquilidad.
- ya se, te llevaré allí - dijo Martha con una sonrisa.
Momentos después...
Ambas chicas caminaban por las calles del pueblo ante la mirada curiosa de Azrael era la segunda vez que estaba en un mundo desconocido era emosionante para ella, pero no olvidaria el porqué cayó allí por error... Debía seguir buscando a su hijo.
- cuanto faltará para que mi ki divino se restaure por completo - pensó Azrael con tranquilidad.
" Azrael : nivel 999+"
" Raza: ángel "
- Maná: infinito"
- Ki divino: 0,20% en restauración"
Ella suspiró de fastidio esto tomara tiempo mucho al parecer.
Ella dejó esto aún lado y vio a una pequeña niña quien tenía orejas de animal.
- ¿una nekomata? - pensó Azrael un tanto confundida al respecto.
- ¡Sucio animal!, Aléjate del pueblo del este - era el insulto que escucho por parte de un pelirubio quien la miraba con repudió.
La pequeña niña se puso a llorar de inmediato mientras otra niña se acercó a ella.
- solo son esclavos - dijo el pelirubio.
- ¿Necesitas algo de ellas escoria? - dijo Azrael sin expresión alguna en su bello rostro.
Ella en definitiva odiaba a los hombres que se comportaban así.
-¿Son tuyas? - dijo el pelirubio.
- lárgate o que rompere las piernas - dijo Azrael mirando al hombre con repudió absoluto y una mirada tan fría.
La mirada de la muerte estaba sobre este tipo quien retrocedio un poco.
- ponles una correa y llévatelas la pueblo del oeste - dijo el pelirubio con algo de miedo.
- ¿Están heridas? - preguntaría Azrael con una dulce sonrisa a las dos niñas.
Ella no respondieron y ella solo tomo la madera y las apilo nuevamente y se las dio.
- tomen - dijo Azrael con una sonrisa.
- gracias - dijo la niña con oreja de gato.
- gracias - repitió la niña con orejas de perro.
- hay mucha gente en las ciudades grandes, tengan cuidado - dijo Azrael con una amable gesto.
Después de despedirse de ellas regreso con Martha quien la miraba con algo de duda.
- ¿Que pasa? - dijo Azrael con tranquilidad.
- es que has sido bueno con los mediobestias - dijo Martha con tranquilidad.
- y eso que, acaso aquí no los quieren - dijo Azrael con tranquilidad.
- no, hace mucho los cazadores y granjeros que venían a vender aquí, eran asesinados por mediobestias - dijo Martha mirandola.
Azrael no le dio asunto al comentario.
- oye, Azrael-san mira esto, mira - dijo Martha con una sonrisa corriendo a uno de los puestos rápidamente.
- cambio de ánimo tan pronto - dijo Azrael de manera suspirante.
Ellas comenzaron a pasearse por los puestos del lugar, el recorrido del lugar paso sin más.
- gracias, Azrael-san - dijo Martha con una sonrisa quien estaba agradecida por el regalo que le dio.
- no es nada, me esta enseñando la cuidad es lo menos que puedo hacer - dijo Azrael con tranquilidad.
Momento después...
La pelicastaña tenía una máscara un tanto curiosa.
- está es una máscara de dragón, lo usamos en el festival de la cosecha - dijo Martha con una sonrisa.
- ¿que dice? la mascara de dragón trae buena salud y seguridad - dijo la vendedora.
- usan esto con la máscara - dijo Azrael mirando la peluca.
- la peluca negra es para lo que hacen del héroe, y la rubia es para los amigos del héroe y la princesa - dijo la vendedora.
Momento después...
Ella caminaba tranquilamente mirando los dos objetos.
- termine comprando las dos cosas - dijo Azrael con tranquilidad en sus pensamientos.
Un carruaje paso a su lado y ella pudo ver a una chica de cabello violeta con quién cruzo miradas.
- definitivamente, causara problemas - dijo Azrael con tranquilidad.
- ¿Eh? ¿Que? - dijo Martha.
- no, no es nada - dijo Azrael con tranquilidad.
Devuelta en la posada...
Una pequeña niña de dos coletas limpiaba las mesas tranquilamente hasta que una campana llamo su atención.
- bienvenida, Martha - decía la pequeña niña.
- regrese Yuni, ella es Azrael-san se quedará desde esta noche - solo Martha con una sonrisa.
- bienvenida, señorita Azrael, lleve sus cosas a su cuarto - dijo Yuni con una sonrisa.
- gracias, pero que niña tan trabajadora eres - dijo Azrael mientras le acariciaba la cabeza con dulzura.
- por cierto ¿tienen baños? - dijo Azrael con tranquilidad.
- hay un baño publico en los muros interiores, pero los plebeyos no podemos usarlo - dijo Martha con tranquilidad.
- entonces ¿que hacen ustedes? - dijo Azrael con tranquilidad.
- hay un poco atrás, nos lavamos allí - dijo Martha con tranquilidad.
- ya veo... - dijo Azrael con una sonrisa algo nerviosa.
Momentos después...
Ella se recostó en la cama traquilamente mientras miraba el techo.
- este lugar no está tan malo, hogala Goku-chan estuviera conmigo - dijo Azrael con algo de tristeza.
Ella cerro sus ojos unos segundos y después los abrió nuevamente para salir de la posada y desplegar sus alas y elevarse al cielo y salir de la cuidad y al hacerlo pudo ver la cuidad y la magia que yacía en ella gracias a sus ojos mágicos.
- bien es hora de saber dónde estoy realmente - dijo Azrael con tranquilidad.
Ella hizo aparecer el baculó de Goku y lo golpeó varía veces contra el suelo, seguido de esto el baculó brillo unos segundos para después mostrar la información que estaba buscando.
- planeta Tierra 358, región 287, sector oeste, universo 894, multiverso 7567, megaverso Omega gobernado por el multiverso viviente - termino de leer Azrael con tranquilidad, ella miró nuevamente su información personal.
" Azrael : nivel 999+"
" Raza: ángel "
" Maná: infinito"
" Ki divino: 0,22% en restauración"
Ella suspiró profundamente en señal de sosiego, no tenía más opciones que esperar hasta que su poder vuelva, por el momento debía hacer lo único que podía hacer vivir en este mundo.
Al día siguiente...
- Azrael-san, ¿Estás despierta? - dijo Martha quien tocaba su puerta en repetidas ocasiones.
- uh, que pasa es tan temprano - dijo Azrael algo somnolienta.
- una chica está afuera buscándote - dijo Martha con tranquilidad.
- ya veo - dijo Azrael quien comenzaba a entrar nuevamente a la habitación - acaso es esa chica - dijo en sus pensamientos.
Momentos después...
Ella salió de la posada solo para ver a la misma chica que salvo el día de ayer.
- buenos días, Zena-chan sucede algo - dijo Azrael con tranquilidad.
- buenos días, Azrael-san, a decir verdad hoy no estoy en servicio y pensé que podría mostrarte la cuidad - dijo Zena.
- gracias, te acompañare entonces - dijo Azrael con tranquilidad.
- !si! - dijo Zena sonriendo.
Magaverso Alfa...
En el nido del tiempo...
- como que no está en este megaverso - grito N21 algo que asustó a muchos allí.
- pues busque por los universos más grandes existentes en esta línea de tiempo pero no aparece - dijo Chronoa con seriedad.
- Goku me dijo que el megaverso era infinito al igual que los multiversos como solo te enfocas en buscar en los más grandes - dijo Reynare mirandolo figamente.
- en lo que ustedes estaban por caer era una fisura temporal, no era una grieta dimensiónal, es mi especialidad solo busque en los universos grandes ya que allí se dieron muchas distorsiones temporales recientemente - dijo Chronoa con seriedad.
- ya entiendo, así que si no le encontró buscando por donde hibamos a caer es imposible que esté aquí - dijo Taimat.
- hay dos posibilidades - dijo Chronoa con seriedad.
- y cuáles son - dijo Reynare traquilamente.
- la primera es que haya muerto y sus restos hayan sido exparcidos por el infinito tiempo - dijo Chronoa con seriedad.
- y la otra - dijo Taimat.
- alguien se la llevó y diría que no es una opción imposible realmente - dijo Chronoa mirando a N21.
- crees que uno de ellos haya intervenido otra vez - dijo N21 con tranquilidad.
- no lo sé, pero no podemos hacer nada si los omni-king están detrás de esto, solo Goku les puede hacer frente - dijo Chronoa con seriedad.
- y entonces que hacemos - dijo Reynare mirandolo figamente.
- rezar por qué aún siga viva - dijo Chronoa con seriedad.
Devuelta al megaverso Omega...
Con Azrael...
Ambas despues de turistear por el pueblo llegarían a una iglesia.
- eso son el rey demonio y el primer hereo peleando - dijo Zena con tranquilidad.
- ¿El héroe? Pensé que era un caballero del Reino - dijo Azrael con tranquilidad.
- la cosa azul es una espada sagrada, adquiere un brillo azul cuando el héroe la toma, así que dicen que es un moral de el - dijo Zena con tranquilidad.
- ¿Y si la persona que lo usa no es el héroe no se vuelve azúl? - pregunto Azrael con tranquilidad.
- así es, pero si la espada te acepta tendrá un color azul, seguros que otros la usaron aparte de él - dijo Zena con tranquilidad.
- no es necesariamente bueno usar una espada sagrada, solo los héroes que respondan el llamado de palion la joven diosa, puede enfrentar al rey demonio - dijo una voz llámando la atención de las chicas.
Delante de ellas estaba una chica rubia de ojos azules quien tenía un atuendo de sacerdotisa de color rojo con blanco.
- Sacerdotisa Orna - dijo Zena sonriendo.
- cuanto tiempo, Zena de la casa Marientail - dijo la sacerdotisa Orna.
- Orna es una sacerdotisa de la diosa palion, pero originalmente era la hija de un conde y mi madre fue su nodriza - dijo Zena
Ella sonrió levemente ante el comentario de Zena.
- me alegra, mucho saber que aún puedes hacer más amigos - dijo Orna.
- ¡Sacerdotisa, boril está en estado crítico! ¡Por favor de la extremaunción! - dijo un hombre.
- Zena, tengo una emergencia debo retirarme - dijo Orna.
- ¡Si! - dijo Zena con tranquilidad.
Momentos después...
Zena platicaba con el hombre de un carruaje mientras ella pensaba tranquilamente aún lado del lugar.
- ¿Héroe? Eh, y creo que tengo muchos trofeos con respecto a este mundo, debería verlos - pensó Azrael con tranquilidad.
- ¿Asesino de dioses? ¿Que es esto? ¿Asesino de dragones? ¿La precursora de la muerte? ¿Desastre? - decia Azrael con una gota de sudor.
- mataste al Dios Dragón Aconclaga, resiviste el título de asesinó de dragónes - dijo Azrael en sus mente.
- jamás creí que una lluvia de meteoritos pueda matar a los dioses - pensó Azrael con tranquilidad - jaja el universo es simplemente aterrador - dijo Azrael con una sonrisa nerviosa.
Los títulos obstentosos seguían hasta que uno llamo la atención de la bella Ángel.
- ¿Madre del Caos? - dijo Azrael con curiosidad.
- trajiste de vuelta a la vida al Dios destructor más fuerte de todos los tiempos, Son Goku, por eso resiviste el título por parte del mismísimo Zen-oh-sama, como la madre del Caos - dijo Azrael con asombro.
- valla eso sí que es algo muy inusal - dijo Azrael con una sonrisa nerviosa.
Momentos después...
El carruaje recorria la zona llevando a las dos chicas quienes miraba el lugar traquilamente.
- esa es la torre antidragónes, si un dragón o bestia voladora ataca, puede derribarlos con un cañon mágico instalado allí debería ser muy fuerte, pero la de allá fue destituida por un dragón menor durante un ataque hace dos años, era pequeño así que no hubo muchos daños, pero hace 40 años un gran dragón negro atacó y atravezo el muro exterior - dijo Zena con tranquilidad.
- ¿Un héroe se encargo de él? - dijo Azrael con tranquilidad.
- no, dicen que los héroes sin invocados en una gran ceremonia mágica en la historia imperial, la invocación del héroe, hace 66 años desde que ataco el rey demonio y no de ha hecho desde entonces - dijo Zena.
- ¿El rey demonio, controla a los mounstro y atacar con ellos? - dijo Azrael con tranquilidad.
- parece depender del rey demonio, uno de los peores sería que el controle a otros demoníos los demonios son problemáticas por qué solo pueden ser heridos por magia y armas mágicas - dijo Zena con tranquilidad.
- ya veo - dijo Azrael con tranquilidad - así que los demonios actúan por su cuenta aún si hay un rey para ellos - pensó Azrael con tranquilidad.
- ¡Demoníos! Estos son serás que no llegan a ser demoníos pero están relacionados con el rey demonio, será justo imponer el juicio divino sobre estos animales - era la palabra que sorprendio a las dos chicas en el carruaje.
- ¡Si! - era el grito enardecido de la multitud.
- tks, humana jamás cambiaran - susurró Azrael con molestia al sentir la ambición de ese hombre y de varios del público muy claramente.
Zena la escucha decir algo pero no todo solo un leve susurro pero sentia el desprecio y odio en aquellas palabras.
- dijiste algo Azrael-san - preguntaría Zena mirandola.
- no, nada ¿que pasa? - preguntaría Azrael con tranquilidad déjando aún lado su molestia.
- ese es el sacerdote de Zaicuon - dijo Zena con tranquilidad.
- ¿Recuerden el castigo divino, la lluvia de estrellas? Es la prueba que la gracia de Dios disminuyó, compren estás piedras divinas y apedren a estos demoníos y sean juntos y sean Dios - dijo el sacerdote con una sonrisa.
- dame una - dijo la voz de un hombre.
- Formence - dijo el sacerdote con una sonrisa.
El primero estaba apunto de lanzar la primera piedra pero una mano lo detuvo.
- escoria que tratas de hacer - dijo Azrael con una fría mirada.
Esto sorprendio a todos los presentes y más al sacerdote quien miro esto con molestia.
- ella también debe ser parte de estos demoníos y del círculo interno del rey demonio, saben que tien.... - era lo que estaba por decir pero fue imposible terminar ya que en su estomago yacía un puño clavado, sacándole el aire al sacerdote.
- tenías razón escoria, aquí hay un demonio puedo sentir claramente su aura dime porque no sales de una vez - dijo Azrael con seriedad.
Una risa malisiosa se escuchaba en el lugar donde todos de encontraba.
- jajaja impresiónante deber ser quien sirve a esa escoria del cielo, jaja no hay duda alguna, un verdadero guerrero del cielo está aquí lo siento, siento su aura, su poder jajaj, no es esa basura que ustedes llaman héroes jaja soy tan feliz - decía el demonío de un solo ojos haciendose presente en el lugar.
Este comentario no paso desaparcibido para los presentes del lugar, incluso para los sacerdotes que llegaron al lugar.
- valla que poder tan patético demonio de quinta - dijo Azrael con tranquilidad.
- jajaja quien te envío quien es tu amo humana jajaja, mi amo estará verdaderamente complacido, el miedo, arrogancia, preocupación, prejuicio ¡Me gustan! ¡Estoy tan complacido! ¡Haré un nido aquí para mi amo! ¡Genial, No! ¡Soy muy trabajador! - decía el demonio con algarabía.
El demonio puso un enorme sello en el suelo, sorprendíendo a todos.
- no se acerquen - dijo Azrael.
Pero fue imposible detenerlos el demonio lanzo el hechizo y el lugar comenzo a cambiar por completo y de repente todo se oscurecío completamente.
Azrael abrió sus ojos lentamente y vio una mazmorra.
- otra vez en un lugar muy extraño - pensó Azrael con un suspiro.
- bienvenidos a la guarida de mi amo, aún no tiene nombre pero haré algunas mounstros, agradezcanlo soy muy trabajador - dijo el demonio de un solo ojo.
- su voz encerio es irritante - dijo Azrael con algo de molestia ante la chiyona voz del demonio.
- sientan temor para complacerme, ¡Maten y robense uno al otro! ¡Se los recomiendo! ¡Hice que todos los cuartos se conectaran con la salida! ¡Soy justo! ¡Desesperen después de tener esperanza! ¡Trabajen, carnada! ¡Se los recomiendo! - diría el demonío de un solo ojo.
La insesantes voz del demonio dejo de oírse en el lugar.
- valla hasta que al fin se calló el gusano ese - pensó Azrael con tranquilidad mientras de percataba de que no estaba sola allí.
Ella vio a las dos niñas que encontré en el pueblo junto a otra chica quiénes la miraban de manera tranquila.
- y ahora como saldré de aquí - pensó Azrael con calma la presencia del demonio desaparecio sin dejar rastro alguno de su paradero.
Ella se acercó a las tres chicas quienes aún estaba mirándola.
- me llamo Azrael, soy una hechisera - dijo la bella Ángel con una sonrisa.
Después de oír esos nombres tan absurdos ella solo sonreia de manera nerviosa.
- ¿eso son sus nombres? - cuestióno Azrael con tranquilidad.
- nuestro amo solo nos llamó así - dijo la chica pelicastaña.
- es algo complicado... - dijo Azrael con tranquilidad.
- entonces, ¿Puede darnos mejores nombres para usted? - dijo la chica pelicastaña.
- no soy buena en eso... - dijo Azrael en sus pensamientos miéntras miraba a las chicas.
- ¡Puchii! - dijo la niña peliblanca señalando a su hermana.
- ¡Tama! - dijo la pelinegra señalando a su hermana.
- ¡Liza! - dijeron ambas señalando a la pelicastaña.
- ¡Gracias por darnos nombres! - dijo liza mientras hacía una pequeña reverencia.
- no no no, yo no he hecho nada - pensó Azrael con calma.
Ella hizo aparecer un círculo mágico del cual salió tela y agua.
- usen está tela y agua para limpiar y desinfectar sus heridas, después pueden usar bálsamo y venderlas - dijo Azrael con tranquilidad.
Después de dárselas ellas aún se mantenían dudosas ante esto.
- ¿Que pasa? - dijo Azrael con tranquilidad.
- no debería usar agua y medicina con nosotras, debería guardarla, además no necesita ser tan cortes con nosotras - dijo liza mientras la miraba.
- entonces, esto es una orden, solo usenlo - dijo Azrael con tranquilidad.
- si, muchas gracias señorita - dijo liza con una pequeña sonrisa.
- ¿Señorita? - pensó Azrael con tranquilidad.
- ¡Ropa limpia! ¡Que alegría! - dijo Pochii con una sonrisa.
- ¡Gracias! - dijo Tama con una sonrisa.
- ¡menos mal! Me recuerdan a goku-chan cuando era pequeño jaja aunque el no sonreí mucho que digamos tampoco - pensó Azrael con tranquilidad.
Flashback...
5 años después del nacimiento de Goku en esa dimensión...
Se podía ver al pequeño saiyajin quien tenía una mirada tranquila y neutra ante su escenario actual.
Delante de él yacian puros niños jugando a su alrededor simplemente era un escenario en el cual el no encajaba.
Su madre al verlo estática se acercó a él.
- ¿por qué no juegas con ellos goku-chan? - pregunto Azrael con tranquilidad.
Aunque aún sola mirada basto para responder esa pregunta, ella sabía que no era un niño pequeño y era un adulto aunque en ese cuerpo tan pequeño debía por lo menos guardar las apariencias, aún así Goku no le daba asunto a esto y preferia no involucrarse con niños.
- kyaaa que lindo eres goku-chan - decía Azrael quien lo abrazaba fuertemente mientras brotaba su mejilla suavemente con la Goku.
- podemos irnos de aquí - dijo un Goku quien era aún abrazado por su madre.
- y a dónde quieres ir - dijo Azael con tranquilidad.
- a cualquier lugar lejos de estos mocosos llorones - dijo Goku estoicamente.
- pero también eres uno de ellos - dijo Azrael con una cara neutral.
Ambos se miraron mutuamente durante unos segundos, para después deja salir una pequeña risa que de convirtió en carcajadas dado la ironía de la situación.
La gente a su alrededor solo tomo esto como diversión entre madre e hijo ignorando el hecho que ambos no eran normales en este mundo.
Sin más se fueron del lugar, pasaron por un helado mientras ella lo tenía de una mano.
- valla aún me cuesta creer que sea un dios jajaja aunque es mi hijo y eso no cambiara - dijo Azrael en sus pensamientos con una sonrisa.
Goku estaba llamándola pero este seguía sumido en sus pensamientos.
- y ahora que le pasa, está muy joven para estar senil ya - dijo Goku traquilamente.
Por alguna razón inexplicable una terrible sensación de puro terror invadió su corazón mientras su cuerpo temblaba de una manera inexplicable.
- goku-chan....¿Que fue lo que dijiste? - dijo Azrael con una sonrisa muy dulce mientras que a su alrededor una aura muy aterradora la rodeaba.
- ¡Eh! ¡Mamá! - dijo Goku con una expresión nerviosa en su rostro mientras retrocedia.
- ¿Quien está senil, goku-chan? - indagó Azrael mirando al saiyajin quien comenzó a correr.
- ¡Lo siento mucho! - grito Goku quien salió despavorido del lugar.
- vuelve aquí mocosa engreído, yo te enseñaré quien está senil realmente - grito Azrael quien seguía a Goku de cerca.
Horas después...
Después de darle una lección al saiyajin sobre respectar a su madre, ambos estaban mirando televisión juntos en el sillón mientras Azrael tenía envuelto al saiyajin en sus brazos quien aparentemente parecía estar dormida.
- ¿uh? - dijo Azrael al percatarde.
Ella miró al saiyajin quien tenía sus ojos cerrados.
- sabes, deberías dormir realmente de vez en cuando - dijo Azrael con cálma.
Un suspiro se escúcho por parte del saiyajin quien abrió sus ojos suavemente.
- solo estaba pensando un poco - dijo Goku traquilamente.
- ¿en qué? - dijo Azrael con tranquilidad.
- ya no tiene importancia alguna - dijo Goku traquilamente.
- sabes que puedes contarme lo que sea verdad - dijo Azrael con tranquilidad.
- lo sé, pero realmente solo quiero olvidar - dijo Goku traquilamente.
- uno no puede engañar al corazón, cariño...aún extrañas ese mundo verdad - dijo Azrael con tranquilidad.
Goku se mantienia en silencio absoluto sin decir una sola palabra, era verdad quería volver allí, regresar a Britania era lo que el deseaba en este momento, pero simplemente ya no podía hacerlo su tiempo allí término y jamás podría volver a ese mundo sin importar que haga.
- Elaine, Gerharde, Ban, King, Samantha, Yami-chan, Jericó, los 7 pecados capitales..... Merlín - dijo Goku traquilamente aunque se sentía la tristeza en sus palabras.
- los extraño... mucho - dijo Goku traquilamente.
- ya veo - dijo Azrael quien solo atino por envolver a Goku en un cálido y reconfortante abrazo tratando de consolar su débil corazón.
Una sonrisa triste aparecio en el rostro del saiyajin quien tenía sus ojos llenos de lágrimas.
Varios minutos después...
Al percatarde Azrael miro a Goku quien estaba profundamente dormido en su pecho mientras que de sus ojos aún cian lágrimas.
Puede que sepa la vida de su hijo en el pasado, pero eso no le ayudaba a comprender aún lo que su corazón realmente sentía.
¿Por qué siempre tenía una mirada triste? ¿Por qué no dejaba salir ese dolor? ¿Porque no sonreía con los demás?
Eran preguntas que se hacía Azrael siempre que miraba al saiyajin, no podía hacer mucho, si Goku no se lo permitía.
El tiempo pasó y el cambio poco a poco, era más contenstante verlo sonreír aún así solo lo hacia con ella y muy poco personas pero eso bastaba, era un pequeño pero importante paso para sanar su corazón.
Fin del flashback...
Azrael había estado tan sumida en sus recuerdos que no se percató que las chicas la estaban mirando y tratando de llamar su atención.
- ¿señorita? Me escucha...se encuentra bien - dijo liza con algo de preocupacion.
Ella volvió en sí y la miró con cálma.
- ¿Eh? Si lo siento solo estaba sumida en mis pensamientos nada más - dijo Azrael con cálma.
Después de que ella des diera algo de comida, Azrael se puso a sentir las presencias que yacían en la mazmorra, percatándose de la presencia de Zena quien estaba junto a los soldados y mucha más yacían dispersas.
Ella dio unos pasos a lo cual de inmediato las niñas se alteraron.
- no nos dejes - grito Tama.
- haremos cualquier cosa - dijo Pochi.
- señorita puede usarnos como peones, ¡Llevenos por favor! - dijo liza mientras la miraba.
- no me iré, solo quería ver si el pasillo era seguro, siento muchas presencias hostiles - dijo Azrael con tranquilidad.
Ellas de aliviarían ante las palabras del ángel.
Después de unos segundos ella saco un pequeño espada de un círculo mágico y de la dio a Liza.
- ten usa esto - dijo Azrael con tranquilidad.
- armara a un esclavo - dijo liza mientras la miraba con duda.
- por favor - dijo Azrael con calma.
- si - dijo liza mientras la tomaba.
- escuchen, no peleen si no se los órdeno - dijo Azrael con cálma.
Ellas asintieron a este petición y sin más salieron a los pasillos del lugar los cuales estaban en ruinas y eran oscuros levemente alumbradas.
- Tama si ves algo en frente dilo en voz baja - dijo Azrael mirando a la pequeña niña de cabello blanco.
- Pochi si ves hueles y escuchas algo avísame - dijo Azrael con tranquilidad.
- Liza pon atención a la retaguardia, procura seguinos el paso- dijo Azrael con tranquilidad.
- si - dijeron las tres niñas.
- siento una presencia maligna - pensó Azrael con tranquilidad.
- huele a sangre al frente - dijo Pochi
- gracias, Pochi - dijo Azrael mientras le acariciaba la cabeza.
Al llegar a una esquina ellos se detuvieron mientras que la bella Ángel hizo una espada de luz.
- ustedes esperen aquí - dijo Azrael con tranquilidad.
Al ver dentro del lugar vio lo que parecía ser una hormiga muy grande y extraña quien estaba comiendo lo que parecía ser un cadáver de un hombre.
- bien aquí vamos - dijo Azrael quién salió corriendo directamente hacia la hormiga quien al percatarde de que era atacado se dio la vuelta.
Pero ya fue demasiado tarde para poder hacer algo al respecto, un hoja de luz le arrancó la cabeza matandola al instante.
- eso fue increíble, señorita - dijo Liza sorprendída ante lo visto.
- uh, gracias supongo - dijo Azrael con una sonrisa.
- pero que fue esa espada jamás vi una igual - dijo Liza.
- esto es una hoja de luz, no se lo digan a nadie - dijo Azrael con tranquilidad.
- si - dijo Liza.
Mientras que Pochi y Tama tenían estrellas en sus ojos ante las habilidades de su nueva maestra.
Azrael usando parte del mounstro hizo una lanza.
- listo - dijo Azrael con una sonrisa - Liza - dijo pero se percató de que ellas estaban en otro asunto - no creo que eso se deba comer - dijo el ángel de la muerte con tranquilidad mientras se acercaba a ellas.
- no, los mounstros tienen un núcleo quiero recolectarlo - dijo liza mientras sacaba una pequeña esfera del mounstro.
- ¿Que es ese núcleo? - dijo Azrael con tranquilidad
- los núcleos se venden bien. Todos los mounstros lo tienen, y pueden cambiarlos por varias cosas con los mercaderes - dijo Liza.
- ya veo - dijo tranquilamente Azrael - eso puede ser útil - pensó la bella Ángel.
Ella la puso en una bolsa y le dio la lanza posteriormente destruyó las cadena sque que yacían en sus cuellos.
- Liza, deja que Pochi y Tama recolecten los núcleos la próxima vez, diles donde están y cómo sacarlos - dijo Azrael con tranquilidad.
- entendido - dijo Liza con tranquilidad.
- bien, vamos - dijo Azrael con una sonrisa.
Ellas solo asintieron mientras la comenzaron a seguir, pero ella tenía una mirada y semblante algo pensativos.
- me preguntó si las puedo llevar a mi dimensión, sus almas son puras y seguramente serán bien recibidos en el paraíso - pensó Azrael con tranquilidad - pero... - sinseo en su mente mientras que en su mano derecha hacia aparecer tres cartas, el 10 de tréboles, 3 de corazónes y el 2 de picas.
Sabía las consecuencias de lo que estaba por querer hacer, el volver y presentárse en la paraíso de su dimensión sin duda alguna le daría muchos problemas.
Azrael dio una leve mirada hacia atrás y solo sonrió, ellas se veían felices con ella, tenía que tener en cuenta que nadie merecía ser un esclavo a tan contar edad no podía cambiar el mundo de eso no había duda alguna pero, podía hacer algo bueno por una inocentes niñas que no tenían la culpa de tener mala suerte.
- si creo que lo haré, jaja que puede pasar - pensó Azrael con una sonrisa.
En un lugar desconocido de las infinitas dimensiónes de este megaverso Omega...
Una imponente figura se podía observar, 7 cabezas como serpientes, ojos rojos brillantes como rubis en cada cabeza una sonrisa llena de colmillos y unas imponentes alas resaltando la imponencia de esta bestia.
Trihexa la bestia del apocalipsis, quien yacía sellada en lo que era conocido como el fin del mundo, una prisión que fue hecha para el, por Yahvé o el Dios bíblico para los humanos, pero lo que nadie sabía y lo que muchos desconocían era que el sello del fin del mundo, era el fin de este mundo y la puerta hacia otros.
Un lugar fuera de la mismísima grieta dimensiónal y de cualquier plano sobrenatural sobre este mundo, aquel que era llamado la bestia del apocalipsis podía ver miles de mundos ajenos al suyo pero aún cautivo allí para toda la eternidad aún así esto no le impedía observár el caos que se desataba en las dimensiones a su alcance.
- jajaja pequeña Azrael, la bondad de tu corazón no va deacuerdo con la naturaleza de tu ser, tu eres la mismísima muerte deberías estar cosechando sus almas y dándoles el descanso eterno - decía la bestia del apocalipsis riendo con euforia mientras que una pequeña grieta se podía ver a Azrael junto con las chicas que acaba de conocer.
Dándole una leve mirada a los acontecimientos de su mundo este dio una sonrisa.
Muchos buscaban la manera de liberarlo, muchos sabían de su poder, muchos lo aclamaban como el arma definitiva para alcanzar sus objetivos pero de lo que nadie en el mundo humano y sobrenatural se enteró fue que el era un auténtico Dios, uno de los muy poco que tuvo el honor y privilegio de conocer al supremo gobernante de este megaverso.
El mismísimo multiverso viviente lo considero digno de traer el caos a este mundo y eso haría aún si debía empezar por el mundo sobrenatural por qué nadie sabía la verdad de la creación, todo de mueve en un ciclo, un infinito ciclo de muerte y resurrección, caos y restauración.
- pronto saldré de esta prisión y libérare mi furia sobre este mundo pero sobre todo llevaré el Caos al paraíso jajaja - eran las palabras del imponente dragón del fin quien reía con locura.
Dimensión dxd...
En algún lugar de la tierra...
Ophis miraba de manera inexpresiva el cielo, sus planes estaban saliendo como ella quería, pero algo la inquietaba en algún lugar de este mundo algo tenía su mirada sobre ella, ese sentimiento solo lo tubo una vez en su vida, y ella fue la causante de ese sentimiento, pero esta vez era diferente a ella.
- Azrael - sinseo Ophis monótonamente.
Sentia la muerte pero era diferente a su mirada, entonces ¿que era?
Inicio del flashback...
5000 años atrás...
La guerra de los angeles y contra los demonios continuaban, bandos de formaron a favor de cada facción.
Los humanos apoyaron a los angeles.
Mientras tanto los dragones a los demonios.
Con este desvalanze en poderes se forzaron a crear armas para convertir a los dragones y demoníos en igual de condiciones, Claro que este fue hecho secreto por el paraíso para poner un balance en este guerra y no caer.
La espada sagrada Excalibur fue forjada bajos las órdenes del mismísimo Yahvé y está misma se le fue encomendada al rey humano quien lidera las tropas contra los demonios y dragones.
El rey Arturo Pendragon sería quien llevaría este arma sagrada de gran poder que fue forjada por la dama del lago y el hechisero Merlín.
Y la otra era la Dragón slayer o espada sagrada asesina de dragónes Askalon.
Este se le fue encomendada al más valiente guerrero del cielo.
Con estas poderosas armas la guerra tomo otro cursó, los humanos ya eran capaces de matar demonios y los angeles ya eran capaces de plantear cara a los imponentes dragónes, pero nadie espero que uno de los seres más poderosos de este mundo participara en esta guerra.
Su inexpresiva miraba doblaba a cualquier guerrero que se ponía en frente, erase bien sabido que su poder era algo de temer no por nada incluso Yahvé la consideraba como el dragón más poderoso.
- Ophis - sinseo Yahvé mirando a la dragóna del infinito.
- a pasado tiempo - dijo una inexpresiva Ophis monótonamente.
Su presencia dio un inmenso impulso de poder a sus tropas, su poder era infinito no había nada que hacer.
El padre de los angeles vio como humanos y angeles morían, sin más este se enfrasco en un férreo combate con la Diosa del infinito, el poder del padre de los angeles era superior al de la diosa del infinito pero está lucha era inútil.
- ¿Por qué estás aquí? - dijo Yahvé mirando a Ophis.
- ellos me ayudarán a recuperar lo que es mio - se expresó Ophis monótonamente.
- ya veo - sinseo Yahvé mirando a la dragona.
- te irás, podria hacer esto todo el día - se burló Ophis.
- lo sé - dijo Yahvé mirando a la dragóna del infinito.
Yahvé ordenó la retirada de sus tropas al igual que la de los humanos, sería inútil pelear allí con tal desventaja si una de los que se consideraban dioses dragones estaban allí, los otros no estarían lejos y no quería problemas con ellos.
El campo de batalla yacía lleno de cadáveres, demoníos y humanos en su mayoría y pocos dragones.
Ophis miraba esto inexpresivamente sin interés alguno, esto causaba la guerra pero no le interesaba mucho tampoco, estaba por retirarse pero una presencia sé hizo presente en el lugar.
- un ángel - susurro Ophis monótonamente.
Una pelinegra quien tenía un vestido blanco sin tirantes y 12 par de alas doradas tras ella estaba allí.
- no...Azrael - afirmó Ophis monótonamente.
Su poder mágico era diferente al de los angeles, incluso al de Yahvé, mirando a la chica quien parecía feliz de estar allí.
Azrael se percató de su presencia y la volteó a ver, dándole una dulce sonrisa.
Ophis de petrifico ante su mirada, sus inexpresivos ojos se abrieron ante el asombro, el hermoso y amigable rostro del ángel de la muerte le generaba miedo, esa mirada alegré y esa sonrisa tan dulce eran tan aterradores como hermosos aún así no persivo maldad alguna.
En ese mismo segundo ella desaperecio del lugar, llevándose lo que vino a buscar, pero allí estaba ese sentimiento.
Fin del flashback...
- este sentimiento, es igual que en aquel entonces....pero está mirada es pura maldad - dijo Ophis en sus pensamientos pero vio sus manos temblar.
Ella se sorprendió levemente para segundos después dar una leve sonrisa.
- esto es miedo - dijo Ophis con una leve sonrisa.
Devuelta con Azrael...
Quien fue llamada en su momento como el ángel de la muerte estába recorriendo la mazmorra junto a sus nuevas amigas con tranquilidad, pero un extraño presentimiento la golpe de repente.
- Trihexa - susurro Azrael con seriedad.
¿Que era esa extraña sensación que la invadió?, sintió su mirada sobre ella, sentía que pronto él haría algo.
Sentía que él saldría de su prisión pronto.
Gente hasta aquí este capitulo espero que les guste...
Voten y comenten qué les pareció.
Hasta la próxima xdxdxdxd.
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