16. Completamente.
Cameron y Victoria caminaban de la mano hacia el edificio luego de ir al cine. Estaban intentando pasar todo el tiempo que podían juntos, aunque a veces se les hacía difícil pero mientras pudieran pasar una hora o dos juntos, nada estaba mal.
-¿Qué te han dicho tus amigos? -quiso saber ella mientras caminaban-. Sobre la boda, ya sabes...
-Ah... -él sonrió-. Dicen que estoy loco.
-Lo sabía -Victoria rió, pero aun así no pudo ocultar su preocupación de Cameron-. Sabía que dirían algo como eso, es que... si lo vemos desde ese punto, es una locura.
-Oye... -Cameron apretó su mano-. Victoria ¿Con quién te casas? Dime -él exigió saber con una mirada seria.
-Pues contigo, ¿Con quién más? -respondió muy obvia.
-Exacto... te casas conmigo, no con ellos ¿Verdad? -él puso una mano en su cintura y la acercó-. ¿Qué importa si dicen lo que dicen? Yo me quiero casar... ¿Por qué es difícil? Dime ¿Por qué? ¿Por qué somos... jóvenes? ¡No! Si tú estás seguro, hazlo. Yo estoy seguro.
-Yo también estoy segura -ella se puso frente a él deteniéndole el paso-, pero van a haber muchas personas que dirán cosas como esas... ¿Qué tal si ellos creen que te estoy usando para conseguir una Green Card o qué sé yo? ¡No quiero que tus amigos crean que soy una aprovechadora! Eso es horrible, quisiera llevarme bien con ellos como tú con los míos -Victoria se retorció los dedos-. Sé que depende de nosotros, pero tampoco quiero llegar y formar problemas.
Cameron suspiró, le tomó la mano de nuevo y la besó.
-¿Quieres conocerlos? -interrogó esbozando una hermosa sonrisa.
-¿Crees que sea buena idea? -ella ladeó la cabeza.
Él asintió.
-Está bien.
Cameron envió un mensaje a sus amigos al llegar a casa y mientras Victoria se peinaba una y otra vez, conectó su laptop e inició una vídeollamada con ellos. Ella podía oír risas desde el baño el cual era su refugio en ese momento, él se estaba divirtiendo mientras hablaba con ellos y ella estaba realmente preocupada por no caerles bien. Parecía que era bastante gente y eso la ponía un poco nerviosa, porque ella sabía que eran importantes para Cameron y no quería arruinar esa relación para él o hacerlo mantener ambas relaciones por separado, le gustaría sentirse tan cómoda con ellos como él se sentía con Eliana y Miguel.
Ella se acercó a la sala donde él estaba hablando, cuando él la vio movió su mano en dirección a ella.
-She's here, you're gonna like her, I promise (Ella está aquí, les va a agradar, lo prometo) -dijo él con una gran sonrisa, le tendió la mano a Victoria y ella la tomó-. Ven -le hizo un espacio a su lado frente a la cámara, Victoria sonrió.
Inmediatamente escuchó unos jadeos de sorpresa, miró hacia la pantalla y vio a dos chicos y una chica todos amontonados en la pantalla mirando con atención hacia ella. Victoria sonrió y movió su mano en un corto saludo.
-Ellos son Dustin -apuntó al chico al chico de en medio a quien apenas podía verle la cara-. Brianna -esa era la chica que la saludó con alegría-. Y Tayler -él solo movió su mano y sonrió.
-Nice to meet you all (Es un gusto conocerlos a todos) -dijo ella.
Cameron besó su sien y dijo-. Estás aprendiendo.
-Estuve practicando -ella se encogió de hombros.
-She's hot (ella es caliente) -dijo uno de los chicos, Victoria frunció el ceño.
-No entendí eso -dijo ladeando la cabeza hacia Cameron.
-Que eres linda -dijo él-. I know she is but don't say it that way (sé que lo es pero no lo digas de esa manera) -él pareció regañarlos-. As you know, Victoria and I are getting married, so... I want you tell me again, now she's here, what you think about that) (Como saben, Victoria y yo nos vamos a casar, entonces... quiero que me digan otra vez, ahora que ella está aquí, ¿Qué piensan sobre eso) -él entrelazó su mano con la de ella y le dedicó una sonrisa-. Les pregunté que piensan, sobre casarnos -le susurró luego a Victoria.
-I think that... is your life and you can do whatever you want, we just need you to include us in your plans (Yo pienso que... es tu vida y puedes hacer lo que quieras, nosotros solos necesitamos que nos incluyas en tus planes) -habló Brianna por los demás-. you guys can also get married in Seattle? I would love to go to your wedding! -ella sonrió.
-Yeah, that would be nice... just because i'd like to be the bestmen (Sí, eso sería agradable... solo porque me gustaría ser el padrino) -habló el de en medio.
-That's shit! I'm gonna be the bestmen! (¡Y una mierda! ¡Yo voy a ser el padrino!) -reclamó el otro.
-Okay, okay -Cameron levantó las manos como si pudiese detener la pelea entre los dos hombres que se debatían seriamente-. We can have two bestmens... or three, maybe you can come to Venezuela, so we can have a huge and beautiful wedding over here! (Podemos tener dos padrinos... o tres, ¡Tal vez ustedes pueden venir a Venezuela, así podemos tener una gran y hermosa boda aquí!)
-¿Los estás invitando a venir? -Victoria frunció el ceño.
Los chicos en la pantalla comenzaban a emocionarse y ella apenas tenía partes de la conversación. Solo sabía que Cameron estaba haciendo planes, lo que le alegraba porque le encantaba su emoción por la boda pero también quería saber.
-Sí, podemos... casarnos, aquí y tener una gran boda, viene mi madre y amigos, ¡Todos! Es más fácil y mejor que una sola boda ¿No crees? -él propuso, ella se quedó estupefacta.
-Sí pero... es mejor porque tenemos a todos juntos y nadie falta pero ¿Pueden pagar tantos boletos para acá? -él le besó las manos.
-No te preocupes por dinero ¿Ok? -luego dejó un beso en su frente.
-Mmh... está bien -susurró ella.
El resto de la llamada lo aprovecharon conociéndose mejor. Se sintió aliviada al saber que ellos no la odiaban, es más, descubrió que podían ser muy graciosos, aunque no les entendía el 50% de las cosas que decían pero ahí estaba Cameron, para traducirlo todo. Le gustó compartir con Cameron algo más entre las muchas cosas que ya compartían. Ya no temía interponerse de alguna manera entre él y sus amigos, ellos parecían haberla aceptado bastante bien, solo esperaba que siguiera así, sería lindo tener amigos una vez que se mudara a Seattle, sería en un buen tiempo pero prefería tenerlos asegurados.
Cameron parecía feliz... y ella no podía sentirse mal por demasiado tiempo cuando él estaba feliz. Ella quería que ese efecto durase para siempre porque si alguna vez algo llegase a cambiar, Victoria sentía que probablemente se vendría abajo. Cameron hacía que todo pareciese fácil. Todos decían que era una locura el casarse a tan temprana edad... pero no era asunto de ellos, un matrimonio es de dos personas, dos personas que pueden equivocarse o no, pero solo dos personas. Habían personas que no querían casarse, habían otras preferían hacerlo hasta cumplir cierta edad... si ellos podían elegir porque lo sentían correcto, entonces ¿Por qué Victoria y Cameron tendrían que sentirse mal por querer hacerlo a su modo también? Él le había hecho entender eso y ella le agradecería cada día por ello, cada día del resto de sus vidas.
Al final del día, Victoria no quería irse a casa a estar sola, su abuela había salido a cenar con unas amigas y entonces ella tenía más tiempo para pasar con Cameron, ya que don Gabriel estaba en el trabajo hasta tarde y Fran no llegaría hasta muy tarde también. Se sentaron en la cama a hablar cosas que aún les faltaba por hablar, aunque pareciese imposible.
-¿Y de qué lado de la cama quieres dormir? -interrogó ella.
-Cerca de la puerta -él apuntó a la puerta.
-¿Por qué? -preguntó ella.
Él se encogió de hombros.
-Por el baño -sonrió-. ¿Te parece bien?
-Sí -ella asintió-. Estoy acostumbrada a dormir contra una pared, no sé en donde se ubicará nuestra cama pero mejor un lado contra la pared ¿Sí?
-De acuerdo, anotado -dijo-. ¿Quién cocina?
-¿Estás seguro de que puedo hacer todo lo que me gusta allá?
-Sí, bueno... intentaremos encontrar ingredientes... si no, improvisar.
-Ah... -ella se cruzó de brazos-. Bueno, tú haces los desayunos, odio levantarme tan temprano, así que yo hago los almuerzos y ambos la cena ¿Te parece?
-Sí -él asintió-. ¿Cada cuánto... viajamos acá?
-No sé -ella hizo una mueca-. Cada... año ¿Qué dices?
Él negó.
-Mucho -dijo-. Cada medio año ¿Sí? Seis meses.
-Está bien y... tú mamá dijo que cenamos con ella los viernes ¿No?
-Viernes cena con mamá y familia, sí -él asintió y sonrió-. Es tradición.
Ella aplaudió.
-¡Qué lindo, nuestra primera tradición, Camarón!
Cameron rió, alzó una mano para desordenarle el cabello a Victoria y se levantó de la cama, caminó hasta su armario y sacó una toalla de él.
-Oye, me voy a bañar -le avisó.
Ella sonrió.
-¿Puedo usar tu laptop mientras tanto? -interrogó Victoria colocándose sobre su estómago en el colchón.
Él asintió y la tomó del escritorio, poniéndola sobre la cama. Se quitó la camisa y se inclinó sobre ella, besándole el hombro desde arriba. Ella se estremeció pero sacudió la cabeza y abrió la laptop. Luego de lo que había pasado el otra día, con él buscando condones desesperadamente, no volvieron a intentarlo, porque siempre había demasiada gente alrededor. Ella no preguntó si Fran había pagado lo que le debía a Cameron, pero supuso que lo sabría en algún momento. Él no podía irse sin que ella lo tuviese en cuerpo y alma. Y solo faltaba un día para su cumpleaños número dieciocho, aunque no le molestaría que fuese antes, no pensaba presionar, no había tiempo ni manera para hacerlo de todas maneras.
Ella paseó por todas sus redes sociales sin nada bueno que ver mientras lo esperaba, inició una conversación con Eliana en su chat de Facebook para pasar el rato entonces. Sabía de sobra que a él le gustaban las duchas largas, ya conocía su rutina perfectamente.
Eliana: Adivina en donde estoy...
Victoria: ¿Con Miguel?
Eliana: Sí, pero adivina en dónde.
Victoria: ¿En su casa?
Eliana: Exacto... estamos con su mamá, no deja de hablar mientras hace la cena... es taaan incómodo.
Victoria: ¿Por qué? Ni que fuese la primera vez.
Eliana: Sí pero... adivina lo que estábamos haciendo antes de que ella llegara.
Victoria: No jodas...
Eliana: No jodo...
Victoria: Mi sueño se cumplió.
Eliana: ¡Que rara eres! Esperar eso de tus amigos es raro.
Victoria: Ustedes estaban hechos para eso, tanta tensión sexual ahí todo este tiempo... ¿Qué tal?
Eliana: ¿En serio quieres que te cuente? Es Miguel. M I G U E L.
Victoria: Tienes razón... es mejor en persona, es nuestro amigo, tiene que ser más personal.
Eliana: Que rara eres... si es así, quiero saber todo sobre el gringo, que sea un intercambio de información.
Victoria: Si es que algún día pasa.
Victoria lo oyó salir del baño y terminó la conversación. Él entró con la toalla atada a la cintura y el pelo mojado, ella sintió el impulso de girar la cara... ¿Pero por qué tendría que hacerlo? Ese hombre sería su esposo en un año más o menos, así que no tenía nada que ocultarle.
Él se acercó a la cama y se sentó el borde aun con la toalla puesta y la miró sobre su hombro con una sonrisa.
-¿Qué? -preguntó.
Ella se encogió de hombros.
-Nada -puso su mentón sobre la palma de su mano.
Él se levantó y suspiró, caminó hacia el armario y abrió una de los cajones en los laterales, se entretuvo buscando ahí mientras ella se ponía de pie. Estaba hipnotizada por él como una clase de imán atrayéndola, con las pecas de sus hombros y su blanca piel salpicada de gotas de agua, su cabello mojado y sus brazos fuertes.
Se acercó a él y deslizó sus brazos sobre los abdominales de Cameron desde atrás, atrayéndolo hacia ella. Puso sus labios sobre su espalda y notó como su piel salpicada se erizó inmediatamente. Estaba agradecida por saber que ella causaba esa sensación en él. Sujetó sus manos entonces, entrelazadas y presionadas sobre su pecho, Cameron colocó sus labios contra los nudillos de Victoria y ella sonrió. Se presionó contra él esperando que captase el mensaje... y él lo hizo. Se dio la vuelta y la tomó de su los hombros, bajando lentamente las manos por ellos mientras la empujaba hacia la cama.
-¿Segura? -preguntó él, atrayéndola hacia su boca cuando sus pantorrillas tocaron el borde del colchón.
Ella lo besó, suave pero firme, dando a entender que no quería echarse para atrás.
-Sí -murmuró-. Completamente.
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