Gracias a las personas que lo votaron, pensé que nadie lo haría JSKSKDK

Aquí comienza lo que ustedes vinieron a leer

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Sus rostros se encontraban a centímetros de distancia, ambos estaban lo suficientemente cerca para sentir la respiración del otro, a diferencia de como muchas personas pensarían, a pesar de la situación, estaban relajados, se sentían cómodos y a gusto con aquella cercanía, como si cada uno encajara perfectamente en el otro.

- Aki, lo haremos? -

- No voy a obligarte a nada - dijo el pelinegro mientras sentía como el otro lo envolvía en un suave abrazo

- Vayamos hasta donde nos sintamos cómodos ambos - respondió el más bajo juntando lentamente sus labios con los de Aki.

El beso era lento, húmedo, con cariño, Angel puso su mano sobre la mejilla de Aki para hacerle suaves caricias, se tomaban su tiempo para conocer la boca del otro, con a momentos besos cortos de ternura para dejar paso a otros más largos con un poco más de lujuria.
Ninguno de los dos era particularmente experto, el "amor" y "calor humano" eran cosas que hacía demaciado tiempo que ya no experimentaban, creían que no lo necesitaban, aunque cada segundo que pasaban juntos les hacía notar como añoraban el cariño de otra persona, sin darse cuenta habían esperado mucho ese momento y deseaban disfrutarlo el mayor tiempo posible.

Después de unos minutos ambos terminaron el beso por la necesidad de respirar cómodamente, Aki con los ojos cerrados apoyó su rostro en la mano de Angel sintiendo el calor de su palma, mientras que este recuperaba el aliento.

- oye -

- uhm? -

- no quiero seguir con las luces apagadas, me trae malos recuerdos -

Después de la petición Aki se levantó inmediatamente para buscar algo en un cajón, al separarse ambos sintieron de una vez la falta del calor del otro, habían estado tan poco tiempo en esa posición en la cama, pero se habían acostumbrado tanto que increíblemente ya no veían la hora de volver a sentirse juntos.

- Compré esto hace unas semanas porque Denji y Power comenzaron a decir que había un hombre que los miraba desde el armario y se negaban a dormir con la luz apagada - El pelinegro tenía en la mano una luz de noche para niños con forma de osito, conectó está al enchufe cerca de la cama y está se encendió con una luz tenue y cálida - te sientes mejor así? -

Angel no se esperaba esa solución al problema, la verdad le daba risa ver cómo Aki parecía una mamá soltera con los "especímenes" que vivían con él.

- A mí sí me sirve - dijo riendo - les sirvió a los otros dos? -

- Obviamente no, pero 10 pastillas para dormir en sus leches con miel si lo hicieron - Afirmó el otro burlándose

Ahora que ambos podían verse con mayor claridad y no solo con la pobre luz de ciudad que entraba del exterior, Aki volvió a recostarse junto con su compañero, pero esta vez no se dirigió a sus labios si no que a su rostro, fue dando pequeños besos llenos de cariño sobre este, pasando por sus mejillas, las comisuras de sus labios, su barbilla, su nuez de Adán y poco a poco iba bajando, Angel recibía todo como si fuera un premio, sintiendo cada pequeña caricia, la humedad de los labios de Aki, se preguntaba cómo había vivido sin eso tanto tiempo.

Una vez llegado al cuello del más bajo, la camisa de Angel impedía a Aki poder darle cariño cómo el quería, por lo que desabrochó solo el primer botón con cuidado para tener más espacio.

- Y si mejor nos la sacamos ambos? - propuso el pelirosa ya sin vergüenza - igualmente ambos estamos ... Ya sabes -

Sin responder el más alto se limitó a darle un rápido beso en la mejilla para demostrar que estaba de acuerdo y acto seguido ambos comenzaron a desabrochar sus prendas, cuando el pelinegro terminó de quitarsela, Angel no pudo evitar mirarlo con encanto: Aki a diferencia suya tenía un cuerpo tonificado, no de manera exagerada, pero si lo suficiente para que Angel imaginara que se sentiría tocar su pecho, continuó y su mirada subió al rostro del mayor, este estaba completamente rojo, en parte por la situación y en parte aún por culpa del alcohol... seguramente él también lo estaba.

- Aki eres hermoso - dijo sin pensar mientras terminaba de quitarse, el comentario tomo por sorpresa al pelinegro, y no pudo evitar sonreír tontamente ante el cumplido.

- Tu eres 10 veces más hermoso - comenzó mientras se acercaba al más bajo - hoy cuando me correspondiste mi confesión me di cuenta de verdad lo precioso que eres - juntó su frente con la del contrario - tanto como una obra de arte, te amo - Ante todas las palabras Angel también sonreía como una colegiala enamorada, no podía evitarlo, al escuchar a Aki sentía como si hubieran chispas dentro de él, era una sensación que jamás había experimentado pero que era increíblemente placentera.

- Yo también te amo Aki - dijo el pelirosa y culminó el momento con otro dulce beso, mientras mayor no tardó mucho separarse para regresar a atender el cuello de angel como estaba haciendo antes.

Mientras el pelinegro le besaba su suave cuello, él aprovechó para deshacer el moño del pelinegro para por fin liberar el negro cabello de Aki y poder entrelazar sus dedos en este para darle cariños, Aki al sentir el contacto suspiró sobre el cuello de Angel, cosa que lo hizo estremecerse, como si fuera un efecto mariposa, el mayor deseó ir un poco más allá y lamió la zona, Angel que jamás había sentido esa sensación, soltó un suave gemido que provocó cosas en el pelinegro que ni siquiera sabía que podía sentir. Así fue que este, ansioso por escuchar más de eso provenir de la boca del pelirosa, continuo a atender aquella zona, lamiendo, dando pequeñas mordidas y dejando varias marcas sobre el cuello de su amado.

Eventualmente una de las manos del mayor terminó en el pecho del pelirosa, comenzando a rozar cuidadosamente la yema de sus dedos sobre uno de los pezones de Angel, tocaba con delicadeza, más que todo siguiendo su instinto, y el más bajo continuaba a suspirar y a dejar salir sonidos de su boca, mientras continuaba a pasear su mano sobre el cabello de su pareja, todo se incrementó cuando el pelirosa sintió la humeda y cálida sensación de la lengua del humano sobre su otro pezón, se movía lentamente, alternando las lamidas con pequeños besos y pellizcos con los labios, todo era demaciado nuevo, pero en el buen sentido, todas esas sensaciones provocaban que tuviera pequeños espasmos en ciertos momentos, arqueando su espalda y hasta haciendo que inconcientemente sus alas aletearan ligeramente desprendiendo algunas plumas.

Gracias a todos esos sentimientos, el demonio apretó el agarre que tenía sobre el cabello del más alto , que estaba igual o peor del pelirosa, la emoción del momento lo superaba, escuchar los sonidos que hacía el pelirosa complacido eran como música, mientras que a pesar de que la piel se supone no tenga sabor, para el pelinegro la de su ahora pareja era extremadamente dulce, quería poder probarla por siempre, con todo aquel estímulo comenzaba a sentir como su pantalón comenzó a darle fastidio, sentía su entrepierna caliente y necesitaba tocarse, podía contar con los dedos de una mano las veces que había tenido una erección, ninguna había sido la gran cosa, hasta una vez simplemente esperó a que pasara, pero en ese momento era diferente, se sentía emocionado, de verdad estaba disfrutando todo, no veía la hora de sentir placer.

Angel como si de telepatía se tratase, se dio cuenta que el pelinegro a diferencia suya no estaba "recibiendo" nada, por lo que con bastante fuerza de voluntad apoyo una mano sobre la mejilla de Aki para detenerlo y apartarlo ligeramente. Hicieron contacto visual, El pelirosa vio como todo el cabello del mayor estaba hecho un desastre por haberlo tomado antes, este caía sobre su rostro y había un hilo de saliva que conectaba el labio inferior del mayor con su pecho, recordaría aquella imagen por siempre.

- Ahora recuestate tu - ordenó el demonio

El humano sorprendido por la petición, a pesar de estar curioso por saber que planeaba el alado, no titubeó ni un segundo y obedeció a la petición de su compañero. Una vez que ahora era él quien estaba recostado, Angel se sentó sobre él y volvió a juntar sus labios en un beso mucho más intenso donde ambos jugaban con sus lenguas, mientras, el pelirosa paseaba sus manos por el torso de Aki, delineando sus modestos músculos con los dedos. A diferencia del primero, este beso no duró tanto tiempo, el pelirosa se separó del mayor después de poco para poder besar y al igual que el mayor había hecho antes en su cuello, para dejar pequeñas marcas sobre todo su pecho y torso, mientras que los besos que daba eran lentos, llenos de cariño, así como Aki había hecho antes sobre su rostro, el ahora lo estaba haciendo ahí, era su manera de decirle "yo también te amo" sin tener que decir una palabra. El humano se sentía avergonzado, pero no en el mal sentido, una parte de sí le decía que no merecía ese cariño, el había decidido seguir el camino de un caza demonios y formar lazos con alguien solo traería problemas, mientras que la otra gozaba cada vez que sentía los labios de Angel volver a rozar su piel, y sus manos que tocaban su cuerpo como si de algo preciado se tratase, aquel era un gesto tan simple, pero hecho de una manera que lo hacía sentir como hacía años que no se sentía: "amado"
Aki estaba a punto de distraerse perdiéndose en sus pensamientos y demonios internos, si no fuera porque sintió como Angel, que ya había recorrido con besos y lamidas hasta la parte baja de su pelvis, había comenzado a abrir el botón y bajar el cierre de su pantalón.

- No, espera Angel - Dijo preocupado el humano, mientras que el demonio, sonrió como hacen los niños cuando se les dice que no hagan algo y ellos ya están listos para desobedecer.

- Si tomo la iniciativa para hacer algo, significa que me siento capaz - Respondió mientras comenzaba a bajar el pantalón del pelinegro - confía en mí -

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Angel sin ser tan ángel JAJSKDK

Espero que les haya gustado uwu

(El dibujo del capítulo le pertenece a gooveen_art en instagram)